Antes que nada, este es un final alternativo por lo cuál es un final aparte de la historia original.

Pueden tomarlo como un final canon si quieren..

Sana empezó a caminar del solitario cementerio, las lágrimas y la nostalgia aún se apoderaba de ella, no podía evitarlo.

Cuando una brisa fuerte de viento le recorrió el cuerpo paro en seco. Empezó a escuchar un eco que hacían doler su cabeza.

- Sana, despierta por favor..- una voz que ella conocía a la perfección sollozaba. Empezó mirar a todos lados para ver de dónde provenía, sentía que estaba alucinando, escuchaba la voz de Dahyun.

-¿D-Dubu?..- tartamudeo, sus ojos se volvieron a cristalizar y sentia que en cualquier momento su cabeza explotaría por aquel horrible dolor que la abrumaba.

-N- No me dejes..- volver a escuchar la voz de la difunta Dahyun la abrumaba mentalmente, empezaba a creer que se estaba volviendo loca.

Su vista se nublo y empezaba a ver borroso, logró ver una silueta delante de ella. Era Dahyun, al menos eso creía ella.
No se dió cuenta en que sus piernas perdieron las fuerzas y cayó al suelo desmayandose.

Sus ojos se abrieron, trataba de enfocar su vista borrosa y cuando lo hizo una luz blanca la cego por completo.Abrió sus ojos rápidamente cuando escuchó ruidos provenientes en el mismo lugar que se supone que ella se encontraba.

-¿Dónde estoy?..- la pregunta fue más para si misma, trato de tapar la luz que le daba perfectamente en la cara.

- ¡Oh por dios! Has despertado, quédate acostada mientras aviso esto.- una enfermera salió por la puerta.

Sana estaba completamente confundida, ¿Cómo llego al hospital? ¿Por qué tenía una bata puesta? La lógica mas viable para ella era que alguien la haya encontrado cuando se desmayó y llamaron a una ambulancia.

Sus pensamientos fueron imterrumpidos cuando la puerta fue abierta por la enferma que venía acompañada de un doctor.

- ¿Cómo te sientes?- preguntó el doctor.

- Como si me hubiera atropellado un camión, ¿Qué hago aquí?- preguntó confundida aferrándose a las sábanas blancas de la camilla.

- Es una larga historia que seguramente tus visitas estarán dispuestas a contarte- le respondió el doctor, le indico a la enfermera para que ambos salgan de la habitación, unos segundos después una silueta que Sana conocía como la palma de su mano apareció en su campo visual. Sentía que estaba alucinando e incluso se frotó los ojos repetitivamente para despertar de su sueño, pero no ocurría nada.

La persona que tenía enfrente era Dahyun, talvez estaba alucinando pero para ella era muy real y aún más real fue cuando la peli-rosa se abalanzó sobre ella abrazándola mientras lágrimas de felicidad caían por su rostro.

-¿Q-Qué?- Sana apenas podía pronunciar una palabra, sentía que si le correspondía el abrazo a Dahyun ella se desvaneceria y por fin ella misma se daría cuenta de que todo era un sueño del cuál no quería despertar.

-¡Me asustaste mucho! ¡Creí que no despertarás nunca más!- Dahyun la miró a los ojos, tenía sus hermosas perlas cristalizadas e hinchadas de tanto llorar, su naricita estaba roja.

- Pero..- Sana acarició en rostro de Dahyun temiendo que se alejara de ella.

- Eres una tonta, nunca más vuelvas a hacer algo tan estúpido como eso. No quería perderte..- susurró Dahyun sorbiendo su nariz.

- T-tú estás viva..- Dahyun frunció el ceño al escuchar lo que Sana dijo, se acomodó sobre su regazo tratando de controlar su emoción.

- Claro que estoy viva, ¿Por qué no lo estaría?- preguntó confundida.

- Y-yo no sé, creo que tuve una mala pesadilla..- Sana suspiró cansada.

- Mmh, luego de la pelea que tuviste con ese ruso te desmayaste, estabas muy herida incluso creí que te perdería porque el golpe en tu cabeza fue muy fuerte, llevabas más de tres semanas sin despertar y yo solo estaba asustada..- explicó Dahyun mientras acariciaba las mejillas de Sana la cual estaba sorprendida.

- Tuve un horrible sueño, en dónde cuando fuimos de viaje ustedes habían tenido un accidente y t-tú no sobreviviste- con cada palabra que Sana contaba lo que pasó en sus sueños sus ojos se llenaron de lágrimas y su garganta se cerraba casi dejándola sin habla.

- Ay Sanari, estoy aquí contigo y te prometo que no me iré de tu lado por mucho tiempo- Dahyun posó sus labios sobre los de Sana.

Ese beso que talvez Sana estuvo esperando durante semanas sin darse cuenta que estaba hundida en un horrible sueño, en el cual se alegraba de haber podido despertar. Los labios de Dahyun seguían sabiendo a caramelos como ella solía recordar, una hermosa combinación con su boca que sabía a cigarros, su amado cigarro acaramelado. Se separaron de aquel eterno beso, se dirigieron la mirada la una a la otra transmitiendo todo los sentimientos que se tenían.

- Te amo, rosita- Sana acarició tiernamente el cabello de la peli-rosa la cual cerró los ojos al tacto.

Dahyun tomó la mano de Sana y la entrelazó con la suya, la miró y le sonrió, sus curiosas perlas brillantes, tan brillantes como las estrellas.

- ¿Ya terminaron de comerse la boca o tenemos que dejarlas otra hora más?- la voz de Momo se hizo presente, Sana dirigió su mirada a su mejor amiga y frunció el ceño al verla con un parche en el ojo y una venda sobre su cabeza.

- ¿Qué te pasó?- Sana estaría dispuesta a reírse o burlarse en otra ocasión pero no era tan cruel como para burlarse del mal estado de su mejor amiga.

- Un accidente en auto, no es la gran cosa y más bien tú bella durmiente eras la que me tenía preocupada- Momo codeó en juego a Sana la cual le devolvió el codazo.

- Me alegra que hayas despertado Sana- Jihyo quien estaba al lado de Momo le sonrió.

- Será mejor que dejemos a estas dos solas, recuerden que hoy es el día y no debemos molestarlas.- Tzuyu recordó.

- ¿ Día de qué?- Si Sana estaba confundida ahora estaba realmente perdida.

- ¿Lo olvidaste? Bueno, lo entiendo de todas formas, ¡Hoy es nuestro aniversario!- Dahyun saltó emocionada y sus ojitos se iluminaban.

- No preparé nada, mierda..- Sana maldijo, puesto que no siquiera recordaba que día era.

- No hay problema, yo preparé todo y aunque no pensé que despertarás hoy lo hice igual..- Dahyun se cubrió las mejillas sonrojadas con las mangas de su abrigo afelpado de osito.

- ¡Eres muy tierna!- Chaeyoung río por toda la cursilería que la abrumaba gracias a su amiga.

El día de Sana y Dahyun se basó en ir a el cine, a comer en el restaurante favorito de ambas, ir a un parque de diversiones en dónde la pasaron muy bien y por último ahora se encontraban en la puerta de la casa de Dahyun, ya tenían que despedirse.

- Creo que ya debería entrar..- Dahyun estaba muy nerviosa y ni siquiera ella sabía porque.

- Eres muy linda, estoy feliz de que todo lo que te había contado haya sido un mal sueño y que haya quedado así, quiero que sepas que te amo demasiado, no sé que hiciste conmigo pero me vuelvas loca.- Sana soltó todas palabras que Dahyun se avergonzó y se tapo la cara con sus mangas, soltando un grito agudo que hizo reír a Sana.

- Y-yo también te amo y te adoro, eres lo más preciado que tengo.- ambas se dieron un tierno beso expresando todo el amor que se tenían. Sana juraba que veía en los ojos de Dahyun ese hermoso brillo que amaba ver, quería que así fuera siempre, estar con Dahyun hasta hacerse viejitas o al menos eso esperaba.

- Supongo que debo irme, nos vemos, rosita -

Se despidieron, Dahyun siempre sería el gran amor de Sana y mientras se les permitiera tratarían de demostrarse que se amaban aún con todo lo que ha pasado.

Porque Dahyun siempre sería la rosita de Sana.

Y porque Sana siempre sería la grandulona tatuada de Dahyun.