Cigarrillos | Único
—Algún día te vas a matar con eso— Dijo el ninja nocturno a la vez que aparecía delante de aquel científico quien momentos antes estaba disfrutando de su cigarrillo.
El pelinegro se sobresaltó ante la repentina presencia del enmascarado, aunque eso no evitó el creciente enojo por ser interrumpido en su sesión tranquila.
—No entiendo por qué te gusta esa cosa— Siguió hablando mientras intentaba ocultar una sonrisa al ver como la cara de Romeo se ponía ligeramente sonrojado ante su invasión de privacidad.
Con un rápido movimiento ninja nocturno intentó agarrar aquel papel enrollado que estaba entre dos dedos del contrario, el cuál puso su objetivo fuera de su alcance al ponerlo detrás de su bata.
—Leí por ahí que esto puede hacerte contraer cáncer—Gruñó mientras se alejaba un poco— Es prácticamente suicidio, Romeo—prosiguió.
—¿Te preocupas por mi?— Se burló con una sonrisa el pelinegro mientras veía como las facciones de su compañero se retorcía entre enojo, sorpresa y vergüenza a pesar de seguir con su máscara puesta.
— ¡C-Claro que no!—Refunfuñó ninja nocturno divirtiendo aún más al inventor —Solo quería hacerte saber tu futuro si sigues con tu droga—
—¿Y crees que me importa?— dio una calada— Parece que el hecho de que fume tabaco te a hecho más sensible—Soltó el humo en el rostro del otro villano para alejarlo.
Este musitó un chillido muy masculino para después agarrar violentamente el cigarrillo, tirarlo al suelo y aplastarlo con la planta de su pie.
—¡Oye! ¡Era el último de la cajetilla!—ignoró la queja molesta por parte del pelinegro, ninja desapareció de nuevo a travez de su humo morado.
—Oye Luna—llamó el ninja mientras se acercaba a la chica peli-blanca que estaba sentada en el borde de un edificio.
—¿Qué quieres?—
—Quería preguntarte algo—se sentó al lado de la mujer, quien lo miró de reojo para después volver su mirada hacia la Luna.
—Es sobre Romeo ¿verdad?—Adivinó.
—¿Cómo supiste?—Dijo el ninja sorprendido por la rapidez de la respuesta.
—Lo acosas cada vez que se aleja a fumar, mis polillas y yo misma te hemos visto aparecer junto a él para destruir su último cigarro—Rió divertida al recordar las reacciones del peli-negro.
—Bueno, quizá sea cierto—Miró hacia otro lado recordando esos momentos que Luna mencionó.
—¿Tienes miedo a que muera por el tabaco?—Giró su cabeza hacía la figura del ninja, quien estaba con la cabeza gacha, posiblemente evitando el contacto visual.
—¿Quién no tiene miedo a morir?—habló el enmascarado jugueteando con sus dedos—No entiendo como Romeo acepta el hecho de que posiblemente se ponga en peligro por fumar a temprana edad ¡tiene 15!—Reprendió apretando sus dedos en su palma de la mano.
—Siendo sincera, pienso igual que tú—Suspiró la peli-blanca—, no me parece razonable que el cabeza hueca quiera entrar en una posible adicción siendo aún joven—
Los dos quedaron en un silencio cómodo, cada uno estaba pensando en las ocurrencias que tenían con el pelinegro por ese tema, quejas por el enrojecimiento de sus ojos o lo paranoico que podía llegar a ser aveces .
—Quiero intentarlo—Dijo ninja nocturno.
—¡¿Qué?! ¡¿Estás loco?!— Gritó Luna sorprendida por las palabras recién dichas.
—Q-Quizá si comprendo cómo se siente pueda ayudar a que lo deje—Argumentó ninja nocturno mientras se levantaba de su asiento.
—¡Agh! Haz lo que quieras, no pienses que les llevaré flores cuando los dos se mueran—
—Tan encantadora como siempre, Luna—
—¿Me puedes dar uno?—La figura azulina del ninja apareció nuevamente al lado del científico.
Pudo ver como un escalofrío surgió por la columna de Romeo, pero no hizo una reacción exagerada como antes.
Romeo se sacó ligeramente el cigarrillo que estaba entre sus labios, se acercó hacía el ninja y agarró la máscara de este mismo, la subió un poco para mostrar los labios con cicatrices del villano.
—¡Romeo!—Jadeó nervioso ante la cercanía con el otro.
El inventor solo puso el cigarrillo antes usado en los labios del ninja para callarlo.
—Puedes acabarlo—murmuró con voz apagada mientras se alejaba—, piérdete.—Gimió en voz baja mientras caminaba hacía alguna dirección alejada del otro villano.
Ninja nocturno quedó estático en la misma posición que le dejó Romeo, su cara ardía, por lo que suponía que su rostro estaba rojo.
Sus labios temblaban junto a su cuerpo sudoroso.
Agarró el papel con tabaco entre sus dedos en una posición similar que Romeo usaba cada que fumaba.
Intentó recordar los momentos en las que su compañero daba caladas al cigarrillo para usarlo como guía.
Tenía un cigarro sin terminar en sus dedos y no sabía que hacer.
Optó por "aspirar" el cigarro con su boca como si tratara de tomar una bocanada de aire.
Esto le resultó fatal ya que terminó ahogándose con el humo provocandole una violenta tos que lo sacudió por un momento.
Tenía que hacerlo mejor.
—Nunca pensé que tú serias mi acompañante para drogarme—Rió Romero mientras miraba a la persona al lado suyo.
—No soy como tú, tú te acabas la mitad de una cajetilla en una noche y yo solo me acabo uno—Gruñó molesto el ninja mientras encendía el único cigarrillo que iba a usar esa noche.
—Si claro, solo no sigas los pasos que yo hago—sonrió nostalgicamente Romeo alejando el papel enrollado y lo dejaba enfriarse en el suelo.
—¿A qué te refieres con- ¡Romeo!— Gritó Ninja nocturno al ser interrumpido por una tos seca y fuerte del peli-negro.
—E-Estoy—otra oleada de tos— Car-Carajo—Maldijo mientras era otra vez atacado por una tos aún más fuerte.
Ninja nocturno quedó en shock, sus pupilas se contrajeron, comenzó a temblar violentamente, sus nervios se pusieron al filo y inconsciente puso una de sus manos en la boca de Romeo para recibir la tos, al quitar la mano pudo ver su pesadilla.
Una mancha de sangre.
—¡Eres un jodido mentiroso!—Gritó Luna mientras golpeaba el pecho de ninja nocturno que estaba sin su traje—¡Dijiste que habías ayudado a Romeo!—sollozó.
—P-Pero yo- —
—En vez de ayudarlo lo empeoraste ninja nocturno—Susurró una Luna muy enojada mientras se alejaba del otro para ocultar su rostro entre sus manos y ahogar sus incontrolables lloriqueos.
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