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Capítulo 5


MENTIRAS TRAICIONERAS. 

El despertador suena a las siete y media de la mañana. Reconozco que es un poco temprano para Natalia, pero el cole nos pilla lejos de mi casa y el tráfico no entiende de perezas matutinas. 

    Ella no tiene inconveniente en despertarse cuando me acerco a llamarla, lo hace con una sonrisa. Agarrándome del cuello me abraza para darme los buenos días. De inmediato pega un bote para comenzar a vestirse.

     Mientras veo su ritual mañanero, lavado de cara y dientes, puesta de uniforme, peinado y control de libros, no puedo evitar pensar en la conversación que tuvimos anoche cenando. 

     —La abuela me dijo ayer que podemos ir a Eurodisney por mi cumpleaños, pero que antes tengo que sacar todas las notas bien en el cole.

     —Natalia, mi vida, ese viaje es muy caro, yo no puedo…

     —Pues por eso me lo va a regalar la abuela, mamá, no te preocupes.

     —Prometimos ir juntas, Natalia —le dije yo dudando de que Esperanza contase conmigo. 

     —Y así va a ser, la abuela, tú y yo. Las tres. 

     Madre mía la que podemos liar en Francia, como si lo viera, otra revolución que califique non grato al resto de españoles. 

     De ahí su entusiasmo hoy, está haciendo todo sin rechistar por eso precisamente. Espera su recompensa a cambio de una total entrega en el colegio. 

     «Muy hábil, Esperanza, comprarla con algo tan especial para nosotras. Pero, ¿qué pasaría si no va al colegio en unos días, y yo no justifico su falta?, ¿o no le corrijo su tarea de las tardes como es debido? Eso repercutirá en sus notas para mal y no tendrás excusa para regalarle ese viaje».

     No me enorgullezco en absoluto de lo que estoy pensando, no puedo poner el futuro de mi hija en peligro solo porque no quiero que Esperanza quede como la buena de este cuento “Disney”. Pero tampoco voy a ponerme yo de madrastra despiadada perjudicando a Natalia, faltaría más.

     Así que, olvidando mi siniestro pensamiento, sonrío a mi hija, que ya está vestida, y le digo que hoy en compensación por la merienda del sábado, que no pudo tener, la invito a desayunar esos donuts de colores, grasientos y de azúcar, que tanto le gustan, no sin antes escribirle un mensaje a Esperanza. 

     Hoy hace un día maravilloso y voy a aprovecharlo. 

     De mí para la Abuela Esperanza:

     “Recojo a Natalia del colegio para comer con ella fuera, lo hubiera hecho el sábado pero decidiste por tu cuenta privarme de su compañía. 

     “Como cada noche iré hoy a tu casa a ducharla, antes de ir al trabajo, siempre y cuando tú no tengas otros planes para nosotras, porque puedo buscar una canguro que me ayude” 

     Y no termino de coger las llaves del coche y cerrar la puerta de casa, porque Natalia ya me espera fuera, cuando el móvil me suena en un mensaje, que yo interpreto de fumata de la paz. Menos mal, no pensaba buscar un abogado ni entrar en pleitos para luchar por la custodia de Natalia.

     De la Abuela Esperanza para mí:

     “Como tú digas, Elena, aquí estaremos esperándote esta noche”

      

     Dejo a Natalia en el colegio y regreso a la facultad. La mañana la paso de la cafetería a los jardines, de cháchara y risas. Entre cafés y cervezas no tengo tiempo de ir a clases. 

     A ver, que he dicho que empezaría a estudiar, sí, pero para todo se necesita un periodo de adaptación.  

     El tema de conversación hoy, en cada corrillo del campus, no es otro que la fiesta del viernes que organizó la facultad de matemáticas, con la posterior paliza que recibió uno de sus alumnos a la salida del bar. Yo intento poner a Ruth y a Jota a salvo de cotilleos malintencionados, desviando esa atención solo hacia el culpable, el propio herido. Por supuesto nadie sabe el nombre de mis amigos como implicados en el asunto, huimos antes de que nadie nos viese con él, pero ya me encargo yo de que se hable solo de la verdad, de toda la mierda que ese tío tiene que esconder por las drogas que le echa en la bebida a más de una mujer.

     Estoy hablando con unos compañeros en el jardín, junto al aparcamiento de bicicletas, cuando alguien toca mi hombro por detrás. Me giro esperando ver a alguien que no está muy de acuerdo con lo que digo de ese cerdo, pero me quedo alucinada. 

     A su edad, él, que tan estupendamente lleva los veintinueve, puede pasar por cualquier estudiante de tercero de carrera, pero resulta que no estudia aquí y no creo que tampoco conozca a nadie en esta facultad. A decir verdad, no creo que conozca a nadie en la ciudad, ¡ni en el jodido país entero!   

     No puedo dejar de mirarle, ¿tan guapo era hace una semana? Me está sonriendo y eso hace que esté más guapo todavía, y como consecuencia me deja embobada mirándole, sin poder hablar. Lo que no significa que me falle el oído a mi espalda. 

     Mis compañeras, en concreto, tosen y se ríen para que recuerde que hablaba con ellas. 

     Quieren que les presente a este hombre tan guapísimo, que no sea egoísta y que comparta un poquito del bombón de leche. Así de frescas, y sin anestesia, me lo dicen. 

     Me niego en rotundo, aunque lo pidan a gritos. 

     Ya bastante ridículas se ven mientras se peinan, sacan pecho y pestañean delante de él. 

     Alucino, ¿y Andrew les sonríe, encima? 

     —¿Podemos hablar, Elena?

     Ese acento inglés parece que no solo me vuelve loca a mí, mis compañeras suspiran con total descaro, riendo, diciendo lo genial que es el guiri. Pongo los ojos en blanco, no necesito que me recuerden el conjunto tan maravilloso que forma Andrew para vista y oído, lo sé desde que yo lo vi y oí por primera vez. 

     Así que, compartirlo, o no, no me corresponde a mí decidirlo, la que tiene que ser esplendida en derroche de entrega es su mujer, Camille. 

     —Este es Andrew, mi hermano. Y siento deciros que está casado.

     Como Camille no está, seré yo quien lo aleje de ellas. Lo cojo del brazo y me lo llevo lejos de melenas salvajes al viento, de tetas en la cara y ojos faltos de colirio.  

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🙋🏼‍♀️ Ey! ¿Qué tal? Qué os parece la visita? Elena no sabe dónde meterse, jajajaja.
     En el siguiente capítulo hablarán mas😜.

      Cómo siempre gracias por tu apoyo, futuro o pasado👍🏼⭐

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