Un Tipo Diferente de Mujer
Amado diario, han pasado solo un par de semanas desde la última vez que te conté algo. Nos quedamos con aquel chico, Sergi, debo decir que el me regreso esa vieja confianza que había perdido en mi propia persona, al final el y yo no terminamos siendo novios o teniendo aventuras pero si termine teniendo a un gran amigo con el que paso momentos increíbles junto a el.
Sergi en un momento me contó sobre su amor hacía a mi pero este para el desapareció después de nuestra primera cita, el me contó que se sintió extrañamente seguro conmigo en aquella noche en el hospital y que eso fue lo que cambió su punto de vista sobre mi, explicó lo siguiente:
—Si me enamoré de ti cuando te vi por primera vez, nadie me había dicho que tu eras mi jefa, solamente te vi y hubo un flechazo en mi corazón, me enamoré de lo guapa que te ves, como una modelo. Pero hay situaciones que te hacen cambiar d opinión, después de salir contigo y pasar todo ese calvario entendí algo, estando contigo sentí esa confianza que siento con un amigo, entonces al pensarlo por varios días entendí que solo me había enamorado de tu físico, pero que tu forma de ser me era más sobre una amiga que le puedes confiar tu vida—.
Junto a el y uno que otro par de compañeros de esa misma área fuimos conformando un nuevo grupo de amigos, ya no salía con los mismos de siempre, esta vez siento un ambiente familiar junto a ellos, no les importa mi rango para poderme confiar cosas personales, en cambio, creo que cree en la propia editorial un mejor ambiente en las diferentes áreas, soy la preferida por todos, con quien quieren salir de vez en cuando a tomar una copa, un café o salir a comer. Pero principalmente con Sergi, Ximena, no mi amiga de Nueva York, si no mi asistente, ella viene de Inglaterra, Alex, y Fabiola, un grupo pequeño pero lleno de energía, cada viernes después del trabajo salimos a cualquier lugar, no te miento, todos los viernes hay un nuevo lugar que visitar junto a ellos.
Estos días han sido inspiradores, llenos de aprendizajes y experiencias nuevas para mi, es una constante que cambia con forme los días avanzan para mi. En el trabajo no me siento más como una esclava, poco a poco perdía la pasión en mi trabajo, nunca salía de mi oficina, todo el día dentro de ella hasta que la noche caía, aun lo hago pero esta vez con gusto y gozo. Debo agradecer a Sergi, se hizo un gran amigo mío en tan poco tiempo, ha pasado poco, lo sé pero cuando una persona golpea de esa manera en ti es imposible no pensar que esa persona puede ser tu gran amigo, uno al cual no esperabas pero ahí esta.
El día de ayer estaba en mi oficina, ya eran creo las siete de la noche, el sol ya se había ocultado, yo estaba sola en la oficina revisando los reportajes, noticias e investigaciones hechas por mis trabajadores, hacía un poco de correcciones de texto, pensaba en mejores palabras para dar de una manera más clara el mensaje, mandaba correos a mis colaboradores sugiriendo otros titulares para las noticias. Pero en lo que más estuve atenta fue en los chismes de la farándula, fue donde me quede leyendo una sin infinidad de chismes alrededor de los famosos, uno que otro era picante, otros más solo meras especulaciones que no importarían mucho a la gente. Dramas acerca de futbolistas, la proximidad de los Juegos Olímpicos, los problemas de Taylor Swift con sus novios, Avril Lavigne, los chismes sobre su relación con Chad Kroeger, y un sin fin de más que no puedo poner en su totalidad aquí , debo mantener discreción antes de que la nota salga.
Mientras hacía esas revisiones mi teléfono suena, lo tomo notando que es mi hermana mayor ¿Mi hermana? Contesté el teléfono pensando que tal vez necesitaba algo, tenía una emergencia, mil y una cosas caen sobre mi, es raro que ella llamara.
—¿Fabrizia?— Contesté cautelosa.
—Hola, Alessa, ¿Cómo estás?— Habló en italiano, en mi familia no están acostumbrados a hablar en inglés entre nosotros, es siempre en nuestro idioma natal a menos que tengamos visitas.
—Bien, gracias... ¿Tú cómo estás? ¿Cómo está tu familia?— Es como dicen, puedes irte lejos de casa pero tu casa nunca saldrá de ti. Mi inglés es muy marcado por mi lengua materna, se nota a leguas que soy italiana y eso me gusta, me gusta escucharme como una extranjera, sentirme como una extranjera, no olvido de donde vengo.
—Están bien, los niños y Giancarlo están dormidos— Su voz se escuchaba cansada, una amargura pudo acariciarme desde el teléfono. No es normal en ella, es la mujer más feliz que conozco.
—¿Está todo bien?— Dije levantándome de mi silla, me paré frente de mi ventana viendo la ciudad —¿Sucede algo?—.
—Es difícil decirlo, nunca hablamos de esto, a duras penas te veo pero tu fuiste la primera que se me vino a la mente ¿Me quieres escuchar?—.
—Tengo tiempo libre—. Me apoyé en mi escritorio cruzando mi brazo izquierdo sin dejar la hermosa vista de la ciudad.
Yo no sabía que mi hermana tenía problemas maritales, me habló sobre ellos sacando su dolor, dijo que solamente lo había hablado con una de sus amigas pero que necesitaba a alguien de la familia para poder sacar ese nudo de su garganta que le complicaba el habla, que le complicaba poder tener una comunicación asertiva con sus allegados. Yo pronto pude ser una cabeza razonable, recientemente pasaba por una situación similar, no tenía a nadie quien me apoyara cunado Ron me dejó, y más cuando supe de su engaño.
Le propuse a mi hermana venir a visitarme un tiempo, esto le daría claridad a ella, pensaría mejor las cosas y su esposo también tendría tiempo para el mismo y de pasar tiempo con sus hijos como tanto Fabrizia se lo reclama, le propuse que ellos se fueran de campamento y ella venga conmigo, también podría pasar más tiempo con mi hermana que hace tanto no veo, algo bueno puede salir de esto.
No fue de mi sorpresa que ella aceptara venir, de inmediato acepto y quedo de hablarme en el transcurso del día para confirmarme cuando vendría, ella esperaba estar tomando el vuelo en tan solo un día, pero quedaba todo dependiendo de su esposo, de lo que hablaran y el acuerdo entre ellos. Aun así soy optimista, ella vendrá y esto me emociona más que nada en este mundo, por primera vez una de mis hermanos conocerá mi casa, mi departamento, mi carro, mi trabajo, verá de primera mano lo que estoy logrando lejos de casa y del yugo de mis padres. Trato de estar tranquila, pero con emoción y euforia espero su llamada, intranquila realizo mis actividades que quedan por hacer en el resto de la noche hasta recibir una llamada, tontamente pensé que era ella pero no, era la señora Meyer.
—¿Alessa? ¿Llamo en un mal momento?— Pregunta amablemente la adorable señora.
—Hola Señora Meyer, no, justo estaba por salir de la oficina ¿Necesita algo?— Pregunté saliendo de mi oficina sosteniendo mi bolso con mi mano y agarrando mi teléfono con la otra, camino pasando frente del cubículo de mi asistente y luego tomo el pasillo que me lleva hasta el elevador.
—El viernes mi esposo hará una comida para un viejo amigo, y de inmediato pensamos en invitarte, no sé que opines. Y por mi hijo... no te preocupes—
Su invitación me toma por sorpresa, Fabrizia se me viene a la mente, es una forma sutil de rechazar la oferta, no quiero estar presente con Ron y su estúpida novia, pero tampoco quiero negarle algo al Señor Meyer, es muy lindo al tomarme en cuenta.
—Lo siento, pero esta semana la tengo reservada, mi hermana viene a visitarme y le prometí pasar tiempo con ella—
—Oh vaya, no sabia eso, bueno, creo que si quieres venir la puedes invitar, claro, si tu quieres— Mi rechazo creo pegó un poco en ella, su voz cambió drásticamente y me puso pensativa, no podía rechazar esa oferta, ellos aun me guardan cariño, y no por su hijo los iba a dejar de lado.
—En ese caso, deje hablo con mi hermana, yo veré que podamos asistir—
La Señora Meyer aceptó, me deseo buenas noches y esperaba que pudiéramos asistir, yo colgué el teléfono y me recargué en el elevador hacía donde estaba el espejo, suspire al aire viendo el techo del elevador, no me sentí apresurada o temerosa por la invitación ni siquiera por la idea de ver a mi ex y a la otra, lo más complicado sería convencer a mi hermana.
Amado diario, con esto concluyo este día, pronto vendré con más, espero que la siguiente vez sea para contarte como me va con mi hermana, espero que todo salga bien. Te ama Alessandra.
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