лидер (líder)
▎Capítulo 1
El humo del cigarrillo se disipaba en la fría noche de Moscú, formando espirales que se mezclaban con el aire helado. Las calles estaban desiertas, iluminadas solo por la luz tenue de los faroles que parpadeaban con el viento. En un rincón oscuro, un hombre se apoyaba contra la pared de un edificio, observando la escena con una mirada fría y calculadora. A sus pies, el cuerpo inerte de un ex concejal yacía en un charco de sangre, una imagen que contrastaba con la elegancia de su abrigo de piel.
—¿Estamos listos? —preguntó, dando una última calada a su cigarrillo antes de arrojarlo al suelo y aplastarlo con la punta de su bota.
—Así es, el ex concejal está muerto. ¿Algo más? —respondió su compañero, un hombre robusto con una expresión seria.
—Esta noche está bien —dijo, girándose sobre sus talones y dirigiéndose hacia el coche que esperaba a unos pasos.
El sonido de los golpes y el murmullo lejano de la ciudad se desvanecieron mientras se acomodaba en el asiento trasero. La puerta se cerró con un golpe sordo, y el motor rugió al encenderse. La noche continuaba su curso, ajena al crimen que acababa de ocurrir.
A la mañana siguiente, el frío era aún más intenso. Hyunjin Khvan, alfa líder de la mafia más poderosa de Rusia, se envolvió en su abrigo de pieles antes de salir de su lujoso apartamento. Las calles de Moscú estaban cubiertas por una capa de escarcha que crujía bajo sus pasos. Se acercó al coche, donde su chófer, un Omega llamado Félix, lo esperaba con una expresión neutral.
—¿Qué tenemos para hoy? —preguntó Hyunjin mientras se acomodaba en el asiento.
—Reunión con el Zar —respondió Félix, su voz grave resonando en el interior del vehículo.
Hyunjin soltó un suspiro. —No tengo nada que hablar con él. Nuestra relación se esfumó hace tiempo, y mis negocios no tienen nada que ver con los suyos.
Félix asintió, pero no se dejó llevar por la frustración de su jefe. —Sin embargo, el Zar solicitó verlo en el ayuntamiento.
Con un gesto de desdén, Hyunjin se cruzó de brazos. —Conduce —dijo finalmente, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su pecho.
El trayecto fue silencioso, interrumpido solo por el ruido del tráfico y el suave murmullo del motor. La ciudad despertaba lentamente, pero Hyunjin no podía sacudirse la sensación de inquietud que lo acompañaba. Algo en el aire le decía que esa reunión no sería como las anteriores.
Al llegar al ayuntamiento, se bajó del auto y observó a su alrededor. El frío le mordía la piel, pero su mirada se centró en el Zar, que lo esperaba a unos pasos. Christopher vestía un abrigo negro similar al suyo y encendió un cigarrillo mientras lo observaba con una expresión imperturbable.
—Hyunjin —saludó Christopher, exhalando una nube de humo que se disipó rápidamente en el aire frío.
—Christopher —respondió Hyunjin con desdén—. ¿Qué es lo que quieres?
El Zar sonrió levemente. —Me alegra ver que sigues tan arrogante como siempre. Pero tengo noticias importantes que darte.
Hyunjin frunció el ceño. —Alguien como tú no tiene nada que hablar conmigo.
—¿No? —replicó Christopher, dejando escapar una risa suave—. Parece que ya no me tienes respeto ni como Zar.
—Solo es un título más —dijo Hyunjin, cruzando los brazos mientras lo miraba fijamente—. ¿Qué es lo importante?
Christopher dio una calada profunda a su cigarrillo antes de hablar. —He escuchado rumores... rumores de que alguien quiere matar a Hyunjin Khvan.
Hyunjin alzó una ceja, sintiendo cómo una oleada de ira comenzaba a burbujear en su interior. —Nadie se atrevería a tocarme un pelo. Ni siquiera tú.
—Quizás no —asintió Christopher—. Pero nadie sabe lo que puede ocurrir. Hay muchos que quieren tu puesto.
Hyunjin sonrió despectivamente y ladeó la cabeza. En ese instante, algo pasó volando a gran velocidad, rozando su mejilla. Sus ojos se abrieron mientras el tiempo parecía detenerse.
—¡Abajo! —gritó Félix, arrojándose al suelo junto a Hyunjin.
El silencio que siguió fue abrumador; nadie se movió ni hizo ruido. Christopher le lanzó una mirada significativa a Hyunjin.
—Te lo dije. Cuídate las espaldas, Khvan —murmuró, mientras ambos hombres permanecían en guardia.
A lo lejos, un francotirador se encontraba oculto en el campanario de una iglesia cercana. Sus ojos estaban fijos en Hyunjin a través de la mira telescópica de su rifle. Con una sonrisa satisfecha...
—¿eh?, creo que falle
El disparo resonó en la tranquila mañana moscovita, pero no alcanzó su objetivo. Hyunjin había logrado escapar del ataque por poco. La adrenalina comenzó a bombear en sus venas mientras comprendía la gravedad de la situación.
—¡Félix! ¡Llama a todos! Necesitamos seguridad ahora mismo! —gritó Hyunjin mientras comenzaba a retroceder hacia el coche.
Christopher observaba con preocupación mientras los hombres de seguridad comenzaban a llegar al lugar. El caos estalló cuando las sirenas comenzaron a sonar a lo lejos y los gritos llenaron el aire frío.
—Parece que ha llegado el final del legado, ¿No hyunjin?
—¿Qué tan cobarde necesita ser una persona para mandar a un francotirador?
—Esto no es solo un intento contra ti —dijo Christopher mientras se acercaba a Hyunjin—. Esto es algo más grande. Alguien está jugando en ligas mayores, cuídate la espalda, yo te cuido y lo sabes pero...
Hyunjin apretó los dientes, sintiendo cómo la rabia y la frustración se apoderaban de él. Sabía que debía actuar rápido; no podía permitirse ser visto como débil ni siquiera por un instante.
—Tengo que irme —ordenó Hyunjin mientras empujaba a Christopher hacia el coche—. No voy a dejar que me maten, voy a encontrar al hijo de puta que intentó matarme y lo voy asesinar lentamente para que le duela.
—Eso espero, nos vemos luego Khvan.
Mientras ambos hombres subían al vehículo y Félix arrancaba el motor con un rugido poderoso, Hyunjin sintió cómo su mundo comenzaba a tambalearse bajo sus pies.
—Señor su mejilla está sangrando.
—Estare bien, prepara las cosas para la gala de esta noche, necesito que todos recuerden quien soy.
—Si señor.
Las calles de Moscú pasaban rápidamente ante ellos como sombras en la noche, y aunque el frío seguía siendo implacable, dentro del coche había una chispa de determinación ardiente que comenzaba a tomar forma en el corazón de Hyunjin Khvan. No permitiría que nadie interfiriera en su camino; estaba decidido a descubrir quién había intentado acabar con él y hacerles pagar por ello.
Esta historia sera situada en Rusia para ser exactos Moscú, es un cazador siendo cazado, un omegavers que narra la historia de un mafioso siendo cazado, la verdad ya tenía la historia desde hace rato pero como a mí no me gustó «acaba conmigo» tenía como cosita de publicarla, sin embargo luego de ver a Hyunjin peloncito dije DIOSMIO ES UN LIDER DE LA MAFIA RUSA OSEA OSEA.
(Además soy fan de este tipo de historias)
Por otro lado ya lo de siempre, incluye escena de violencia, sexo, probablemente otras cosas cuestionables pero ya le saben, todo es ficción de fans para fan.
Diccionario:
Zar: gobernante
Lider: pues el líder
Sicario: persona que asesina por dinero.
Otra cosa el apellido de hyunjin se pronuncia iwal Hwang 🫵🏻👺
Sin más que decirles disfruten este nuevo omegavers muack
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