▎Capítulo 7

El ambiente estaba cargado de tensión, ambos se apuntaban con las armas, los ojos de Jeongin brillaban con una mezcla de miedo y emoción. A medida que el silencio se hacía más pesado, una risa nerviosa escapó de sus labios. No podía evitarlo; la situación era tan absurda que su cuerpo reaccionó de esa manera. Sin pensarlo dos veces, saltó sobre Hyunjin, presionando sus labios contra los de él en un beso inesperado.

—¡Debiste ver tu cara! —exclamó Jeongin entre risas, mientras se apartaba ligeramente para observar la expresión de sorpresa en el rostro de Hyunjin.

Hyunjin sonrió de lado, dejando caer el arma al suelo con un golpe sordo. Con un movimiento ágil, tomó a Jeongin por la cintura y lo subió a la mesa, mirándolo intensamente.

—Con eso no se juega —dijo, su voz grave resonando en la habitación.

Jeongin frunció el ceño, desafiándolo.

—¿Y por qué no? —preguntó, su tono juguetón retando a Hyunjin.

Sin responder, Hyunjin se inclinó hacia él y lo besó salvajemente. Fue un beso ardiente, lleno de pasión contenida. Las bocas se encontraron con tal fuerza que parecía como si el mundo a su alrededor se desvaneciera. Jeongin sintió cómo el corazón le latía desbocado mientras las manos de Hyunjin exploraban su espalda, atrayéndolo más cerca. El sabor de la adrenalina y la necesidad se mezclaban en ese instante, convirtiendo cada segundo en una eternidad.

Después de lo que pareció una eternidad, se separaron, ambos respirando con dificultad. La chispa entre ellos era innegable.

Más tarde, regresaron a la mansión. La atmósfera seguía cargada de electricidad y deseo. Hyunjin miró a Jeongin con una intensidad que lo hizo sentir vulnerable.

—Quédate —le pidió Hyunjin, su voz suave pero firme.

Jeongin asintió, sintiendo que cada vez se acercaba más al alfa. Sin embargo, Hyunjin continuó hablando.

—Puedes quedarte en la mansión, pero yo debo salir. Tengo una reunión con el zar.

—¿Tardarás mucho?

—No, pero espérame despierto...

—Te esperaré listo entonces —Sonrió y hyunjin le guiño el ojo. Observó cómo Hyunjin subía al auto con varios guardaespaldas.

Jeongin sintió un ligero pinchazo en su pecho, pero asintió nuevamente. Sabía que debía confiar en Hyunjin, aunque la incertidumbre lo acompañara.

La noche cayó rápidamente, y Jeongin decidió que era el momento perfecto para investigar un poco más sobre el mundo en el que se había adentrado. Salió de su habitación y se dirigió hacia la cocina. Sin embargo, algo llamó su atención; unos gemidos suaves y entrecortados resonaban desde una habitación cercana. Se acercó sigilosamente, conteniendo la respiración.

A través de la puerta entreabierta, pudo ver a Felix besándose apasionadamente con alguien más. La escena era tan inesperada que no pudo evitar sonreír al escuchar un nombre: "Bin". Sin querer interrumpir, decidió regresar a su habitación, aunque la imagen de Felix y Bin quedaría grabada en su mente.

Sin duda algo perfecto si Félix intentaba meterse en sus planes

La noche continuó y Jeongin había evaluado cada rincón de su habitación, buscando respuestas a las preguntas que lo atormentaban. Justo cuando pensaba que todo había terminado, Hyunjin apareció en la puerta. Se veía mareado, como si estuviera luchando contra algo interno.

—¿Estás bien? —preguntó Jeongin, acercándose a él con preocupación.

Hyunjin lo observó intensamente antes de actuar impulsivamente. En un movimiento rápido y feroz, arrancó la camiseta de Jeongin, dejando al descubierto su piel suave. Jeongin no entendía qué estaba pasando hasta que sintió el aroma de las feromonas del alfa invadir sus sentidos. Sonrió al darse cuenta de lo que eso significaba: Hyunjin estaba entrando en celo.

—Hyunjin... —susurró Jeongin mientras el alfa lo besaba con fuerza, llevándolo hacia la cama.

Hyunjin se sentó en el borde y Jeongin subió a su regazo, sintiendo cómo el cuerpo del mayor respondía a su cercanía. La tensión entre ellos era palpable; cada roce encendía aún más el fuego que ardía en su interior. Hyunjin comenzó a besarle el cuello con fervor, haciendo que un escalofrío recorriera la espalda de Jeongin.

—Alfa...—gimió

Mientras comenzó a tantear en busca del arma del mayor, hasta que finalmente sus dedos encontraron el frío metal del arma escondido en la parte trasera del pantalón de Hyunjin. Sonrió al tenerla en sus manos; era un símbolo del poder que ambos compartían.

—No entiendo este sentimiento... —susurró Hyunjin contra su piel—. Pero creo que me he enamorado de ti.

Jeongin quedó en shock ante esas palabras. Su corazón latía con fuerza y una sonrisa involuntaria se dibujó en su rostro. Sin poder evitarlo, levantó el arma y apuntó al cuello de Hyunjin.

—Dime que eres mío —dijo con firmeza, mientras quitaba el seguro.

Hyunjin lo miró a los ojos, la intensidad de su mirada nunca había sido tan profunda. En ese instante, todo lo que había entre ellos se condensaba en esa simple frase.

—Me encanta tu mirada...

—Dime que eres mi alfa, que confías en mí y que me quieres solo a mi...

—Soy tuyo —respondió Hyunjin sin dudarlo, sin embargo jeongin sintió como algo la fría punta de su propio puñal lo rozaba, Hyunjin se encontraba apuntando su cuchillo hacia el y jeongin sonrió

—Eres demasiado arrogante, yang jeongin.

—Y tu muy débil para tener un imperio bajo tus pies...

—No soy débil, tu me haces débil.

Jeongin bajó lentamente el arma, sintiendo cómo la tensión se disipaba entre ellos. Ambos sabían que habían cruzado una línea, pero también sabían que esa conexión era inquebrantable.

Las manos de Jeongin acariciaban con fuerza el cabello del alfa mientras sus Caderas seguian moviéndose creando fricción entre su ropa, ambos cortaron el beso para comenzar a despojarse de su ropas quedando desnudos. En un suave movimiento dejo a Jeongin sobre la cama haciendo que este lo observe bajó sus labios a los pezones del pelinegro para besarlos y juguetear un rato con ellos, para luego adentrar uno de sus dedos en el interior del chico sintiendo como sus dedos eran mojados por el lubricante del Omega mordió sus labio y sacó su dedo.

Pequeños suspiros salían de los labios del pelinegro, Hyunjin sabía dónde besar, tocar y lamer. Sacó su dedo y se acercó a su jean para sacar un condón Jeongin sonrió al ver cómo el alfa colocaba el condón en su miembro erecto y goteando presemen. Abrió más sus piernas y Hyunjin alineó su miembro introduciendo lo de una sola estocada haciendo gritar al Omega mientras su espalda se arqueaba un poco.

Hyunjin tomo al chico de las caderas para comenzar a estocar con fuerza. El rubio se quedó quieto disfrutando un momento de aquella calidez y de como las paredes internas de este lo apretaban.

Empezó a moverse lentamente haciendo suyo cada rincón. llevó sus manos aferrandose a las sábanas para soportar aquellas salvajes embestidas. Sentía como calambres recorrían su espina dorsal causando dolor, un dolor soportable que para este generaba placer y en un momento se encontró gimiendo y pidiendo más, Hyunjin bajó su cuerpo para besar los labios del pelinegro quien no tardó en llegar sus manos a la espalda del rubio y aferrar con fuerza sus uñas.

El mayor embistió con más fuerza contra Jeongin, sintiendo el calor acumularse en la parte baja dejando claro que estaba próximo a correrse. Tomo el miembro de Jeongin para luego observarlo y comenzar a masturbarlo sin pudor alguno, viendo como  el omega se retorcía del placer.

—¡Ah! Más... Agh —el omega soltó un gemido cuando fue arrasado por el orgasmo pero el rubio no se detuvo y siguió empujando contra su cuerpo exhausto, el cuerpo del alfa pedía más y más de aquel Omega. Sin embargo salió para quitarse el condón y masturbar un poco su miembro corriendose sobre el abdomen del Omega quien lamió sus labios, Hyunjin se dejó caer al lado del pelinegro quien no tarde en sentarse sobre el regazo de hyunjin mientras acarciaba su pecho

—La noche es joven... —Soltó en un suspiro haciendo que Hyunjin lleve sus manos a las caderas del Omega.

—Quiero follarte hasta el cansancio yang...

—Hazlo entonces.

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Holisss era para notificarles que comencé una nueva historia, es hyunho 😞 💔
Denle apoyo no sean hyunhofobicos los amo BESOSSSS!