охотник (cazador)
▎Capítulo 4
Hyunjin tomó del cabello al Omega para introducir su polla dentro de la boca del menor. Jeongin aferró sus manos a los muslos de alfa, dejando un beso en la hinchada cabeza de éste, haciendo que el mayor se estremezca.
—Omega... —Suspiro y el menor lamió toda la extensión. Era como si el alma volviera a su cuerpo.
Las lamidas de Jeongin estaban por todo el miembro de mayor, Hyunjin no quería ser cuidadoso le importó una mierda si Jeongin era todo un experto simplemente con agarré que tenía en su cabello y lo impulsó. La boca de Jeongin debería ser un pecado pensaba aquel rubio, Jeongin gruño y su garganta vibró ante el movimiento, la vena del miembro de Hyunjin era presionada por la lengua del pelinaranja y joder.
Sus caderas de mecieron sin cuidado alguno, solo manteniendo la cabeza del menor mientras follaba su boca, profundizando cada estocada sin sacar un poco de piel, Jeongin en medio de la confusión movía su lengua al rededor del pene del mayor, la saliva escurría creando un chasquido de lo más exitante.
Hyunjin saco su pene de la boca del omega dejándolo respirar, pero Jeongin volvió a tomar aquel miembro entre sus labios, chupándola y lamiendo, dejándola completamente mojada y roja.
—mierda~ —Soltó con su voz encontrada.
La imagen de Jeongin con su polla entre sus labios, sus mejillas sonrojadas y sus ojos entre cerrados era tan incorrectamente exitante, se volvía un poco débil ante aquel encantó del omega, haciendo que el mayor suelte otro gruñido, al sentir como su cuerpo comenzaba a llegar a ese punto.
Jeongin se detuvo y saco aquel miembro de su boca para luego mirar al mayor, quien lo miraba incitando a qué no se detuviera, así que Jeongin llevo sus manos para masturbar el miembro del alfa sintiendo como las manos de Hyunjin jalan su cabello con fuerza, el cuerpo de este llegó a su límite Corriendose y salpicando un poco el rostro del pelinegro, Hyunjin respiró profundo y miro a Jeongin quien tenía uno de sus ojos cerrados y algo semen en su rostro.
Jeongin se levantó del suelo para subir al regazo de hyunjin mientras limpiaba su rostro.
—Ahora voy a montarlo señor Khvan —Habló. Hyunjin lo tomó de la cintura para girarlo, dejándolo sobre la cama comenzó a besarlo para luego bajar sus labios al cuello del menor y chuparlo dejando la zona levemente rojiza.
Se dió la vuelta quedando en cuatro, Hyunjin llevo sus manos a los glúteos del menor seprandolos para intentar introducir su lengua en aquella apretada entrada. Lamiendo aquel lugar con lentitud y succionando con algo de fuerza, chupando y lamiendo logro introducir su lengua en la zona.
—Dios, agh...sí —Gimió Jeongin con la boca entreabierta. Hyunjin siguió dando golpecitos con su lengua mientras el omega lloriqueaba por más, para luego sentir como Hyunjin succionaba nuevamente —oh Dios —Hyunjin se alejó para colocar el preservativo y comenzar a masturbar su miembro con su mano y luego rozar la entrada de Jeongin una y otra vez sin penetrar.
Jeongin se dió la vuelta para que Hyunjin se dejará caer en la cama y este subió a el. Una hermosa vista para Hyunjin, aquel chico con sus mejillas sonrojadas y sus labios entre abiertos, apoyó sus manos en el pecho de Hyunjin, guiando el miembro del mayor con sus manos a su entrada, introduciendo la cabeza, lentamente Hyunjin subió un poco y Jeongin terminó de bajar sintiendo como su interior era penetrado.
Estando dentro sin duda era una sensación de la cual no se cansaría.
Tan apretado, húmedo por su saliva. Sentía como cada músculo le apretaba y palpitaba, ambos jadeaban con fuerza mientras las manos de Hyunjin apretaban con fuerza la piel del menor dejando marcas.
Sin previo aviso comenzó a estocar con fuerza contra la próstata. Jeongin grito y sus ojos comenzaron a nublarse, sus labios entre abiertos y con la conciencia fuera comenzó a dar brincos sobre la polla del mayor ayudándose con sus piernas para sentir más y más profundo, Jeongin sentía como el miembro del mayor lo atacaba con bastante fuerza, una sensación única...
—¿Te gusta? —Jeongin Gimió su nombre y asintió de manera frenética con la cabeza, moviendo La cadera rápidamente.
—Mmgh, ah~ Dios —Delirantes gemidos salían de los labios de Jeongin, Hyunjin jamás había escuchado algo tan hermoso como los gemidos del chico, se estaba volviendo adicto a cada parte del omega, había creado una frenética adicción hacia aquel chico. Las extremidades del menor temblaban amenazando con desplomarse en cualquier momento.
—Muevete para mí —Pidió y Jeongin comenzó a mover sus caderas en círculos y luego moviéndose nuevamente de arriba a bajo. En un rápido movimiento Hyunjin tomó a Jeongin de la cintura para darle la vuelta y dejar la espalda del menor contra el colchón y comenzar a estocar con fuerza, para que Jeongin sintiera cada centímetro, cada vena, sintiendo como las paredes de Jeongin lo apretaban con fuerza.
—Mas, Oh dios... más~ —Suplicó el omega, perdido en el placer, mientras sus manos se aferraban con fuerza a la sábana.
Hyunjin salió hasta la cabeza para volverlo a estocar soltando un gemido liberador, magullando la próstata de Jeongin quien se encontraba llorando muerto de gusto, pidiendo por más y Gimiendo su nombre con fuerza. Las caderas de Hyunjin golpearon con fuerza hasta que Jeongin sintió como llegaba al orgasmo, Hyunjin siguió penetrandolo, sin rapidez pero profundo hasta sentir como su cuerpo temblaba ante el placer del éxtasis y el orgasmo, suspirando y Corriendose dentro del menor para luego salir y tumbarse en la cama y mirar a Jeongin.
El sol se filtraba a través del gran ventanal, llenando la habitación de una luz dorada que hacía que todo pareciera más cálido y acogedor. Jeongin, con los ojos entreabiertos, sintió cómo los rayos del sol acariciaban su rostro. Se desperezó lentamente, tratando de despejar la confusión de la noche anterior. A medida que su visión se ajustaba a la luz, se dio cuenta de que Hyunjin estaba sentado en una silla, sumido en la lectura de un libro. La imagen del alfa, concentrado y sereno, le hizo sentir un cosquilleo en el estómago.
—Ya estás despierto... —dijo Hyunjin, sin apartar la vista de las páginas.
Jeongin se incorporó con delicadeza, sintiendo el suave roce de las sábanas contra su piel.
—Usted parece despierto desde más temprano...
—No suelo dormir —respondió Hyunjin con un tono casual, como si eso fuera algo completamente normal.
Jeongin asintió, consciente de que quizás Hyunjin no dormía por la situación actual, sin embargo el cuerpo tenía un punto de quiebre.
—Deberías desayunar —sugirió Hyunjin, cerrando su libro y dirigiendo su mirada hacia él.
—No tengo hambre —respondió Jeongin, levantándose de la cama y comenzando a buscar su ropa esparcida por la habitación. A medida que se vestía, sintió el peso de la situación.
Cuando terminó de vestirse, sintió una mano firme tomarlo de la muñeca. Hyunjin lo miró intensamente.
—Déjame tu número —dijo, con una voz que no admitía discusión.
Jeongin frunció el ceño, sintiéndose un poco acorralado. ¿Acaso el corazón de Hyunjin era tan frágil como para enamorarse en una noche?
—¿Y qué te hace pensar que me gustó lo de anoche? —preguntó, intentando mantener la calma.
Hyunjin sonrió con confianza.
—No es una pregunta, es una orden —replicó, como si estuviera acostumbrado a que todos obedecieran sus deseos.
Jeongin mordió su labio inferior, sintiéndose atrapado entre sus instintos y su razón. Finalmente, decidió ceder un poco. Buscó un bolígrafo y un trozo de papel en la mesa de noche. Anotó su dirección de correo electrónico y se lo entregó a Hyunjin.
—No tengo teléfono. Cualquier cosa, comunícate a este correo electrónico —dijo, evitando mirar directamente a los ojos del alfa —Y recuerde lo que le dije... Tenga cuidado, si lo quieren asesinar yo trataría de vivir mis últimos días...
—Eres interesante, gracias por el aviso.
Hyunjin tomó el papel con una sonrisa satisfecha y lo guardó en su bolsillo sin decir nada más. Jeongin sintió un ligero alivio al salir de la habitación.
Mientras caminaba por el pasillo hacia la salida, no pudo evitar sentir una mezcla de emociones. Había algo intrigante en Hyunjin, algo que lo atraía a pesar de su naturaleza dominante. Pero también había un peligro latente que lo mantenía alerta.
—La casa es bastante grande... Supongo que pondré más empeño.
Más tarde, en otra parte de la casa, Hyunjin se encontraba sentado con Felix, planeando algunas estrategias para el día.
—Señor, ese Omega que trajo anoche —habló Felix.
—¿Qué tiene?
—No me da una buena espina, hay algo en el que...
—A mi tampoco, algo en el me parece peligroso pero si es un enemigo es mejor tenerlo cerca que...
—¿Se enamoró del Omega por una follada?
La conversación fluía naturalmente entre ellos, hasta que un sonido repentino rompió la tranquilidad: un balazo resonó en el aire, seguido por una serie de disparos.
Felix se sobresaltó y frunció el ceño.
—¿Qué está pasando? —preguntó con preocupación mientras miraba hacia la ventana.
Uno de los guardias entró apresuradamente en la habitación, su expresión grave.
—Se ha detectado movimiento cerca de las montañas —informó—. Parece que hay intrusos en los alrededores.
Hyunjin sintió una chispa de emoción recorrer su cuerpo. La adrenalina comenzaba a fluir en sus venas.
—Parece que vamos de cacería —dijo con una sonrisa calculada en su rostro mientras tomaba su arma.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro