бывший (ex)
▎Capítulo 13
Jeongin se encontraba en el umbral de la puerta, su rifle apuntando hacia el exterior, mientras el sonido de los disparos resonaba en el aire. La adrenalina corría por sus venas, pero la duda lo consumía. ¿Cómo escaparían él y Hyunjin de la cabaña? La pierna herida le recordaba que estaba algo vulnerable, y aunque Hyunjin estaba a su lado, su hombro también estaba lastimado cerca del hombro.
—Hyunjin, ven conmigo —dijo, levantando la alfombra que cubría una trampilla en el suelo.
—Estamos rodeados —replicó Hyunjin, su mirada fija en el telescopio.
Jeongin frunció el ceño, sintiendo la presión del tiempo.
—Ellos están desorientados,entre la nieve y la niebla no pueden ver con exactitud de donde vienen los disparos, no importa, eso nos dará tiempo —insistió, dejando la alfombra a un lado y dirigiéndose al almacén de armas.
Mientras Jeongin comenzaba a cargar varias armas, Hyunjin lo observaba con atención. El chaleco antibalas que Jeongin se colocó le pareció increíblemente atractivo, sintió como su miembro vibró y sin poder contenerse, Hyunjin lo empujó contra la pared cercana y lo besó con ferocidad, introduciendo su lengua en la boca del omega. Jeongin quedó momentáneamente confundido
—No es momento Hyunjin...—protestó, pero pronto se dejó llevar y correspondió al beso.
Ambos se separaron, mirándose a los ojos. Jeongin, con un ligero movimiento cojeando por su herida, le pasó el chaleco a Hyunjin.
—Póntelo —dijo, tratando de mantener la seriedad.
Pero en ese instante, escucharon pasos cerca. Jeongin cerró la puerta con rapidez y se asomó por las rendijas. A través de ellas, pudo ver a varios hombres caminando hacia ellos. Sin pensarlo dos veces, apuntó su arma hacia arriba y comenzó a disparar.
Hyunjin se posicionó a su lado, listo para apoyarlo. En cuestión de segundos, Jeongin había acabado con los cinco hombres que se acercaban. Hyunjin sonrió, sintiéndose orgulloso de su compañero.
—Llevan el mismo uniforme que los que me secuestraron —observó Jeongin.
—Sí —respondió Hyunjin—. Trabajan para Kim.
—¿Quién es Kim? —preguntó Jeongin, frunciendo el ceño.
—Es mi ex —contestó Hyunjin, y jeongin sintió como su ojo comenzaba a temblar.
—¿Es de coñ-
Justo cuando iba a reclamarle por su pasado, un omega apareció acompañado de varios hombres que los rodearon. Jeongin maldijo entre dientes al ver al nuevo intruso. Era un omega atractivo con cabello corto y un corte en la ceja. Sonriendo con una confianza desbordante, se acercó a Hyunjin.
—Vaya, parece que te estás poniendo viejo —dijo Kim Seungmin antes de plantar un beso corto en los labios del alfa —Ya no te mueves tan bien como antes...
Hyunjin se alejó rápidamente, disgustado.
—No es un placer verte, Kim Seungmin —replicó con frialdad.
Seungmin se encogió de hombros y ordenó a sus hombres que les apuntarán. Ante la situación desfavorable, Jeongin y Hyunjin bajaron las armas sin embargo manteniendo la defensiva.
—Pensé que habíamos terminado en paz —dijo Hyunjin, sintiendo cómo la tensión aumentaba en el aire.
—No es nada personal —respondió Seungmin—. Pero hace unos meses recibí una invitación con un anuncio diciendo que si te matamos habría una recompensa de más de ochocientos millones de rublos. Así que pensé que si secuestraba a la persona con la que salías y te veías bastante unido, vendrías a salvarlo... Pero mataste a todo un maldito escuadrón.
Jeongin soltó una carcajada.
—No fui yo —dijo—. Fue jeongin
Seungmin alzó una ceja.
—¿En serio? ¿Fue él quien los mató? —preguntó con tono burlón.
Hyunjin se cruzó de brazos.
—Si, fue Jeongin quien los mató. Él es un sicario.
Seungmin soltó una risa estruendosa.
—¡Dios! Sabía que te gustaban los omegas peligrosos, Hyunjin, pero un sicario... ¡Esto es increíble!
—Ay ya me cansé de escucharte.
Jeongin decidió que ya era suficiente. Con un movimiento rápido, sacó el puñal que siempre llevaba consigo y se acercó a Seungmin, colocando el cuchillo cerca de su cuello.
—Bajen las armas —ordenó a los hombres de Seungmin.
Seungmin hizo una señal para que obedecieran. En ese momento, Hyunjin vio su oportunidad y sacó su arma, disparando sin dudarlo. Los hombres de Seungmin cayeron al suelo uno tras otro.
El silencio reinó por unos instantes mientras ambos hombres respiraban pesadamente. Con rapidez y determinación, amarraron a Seungmin en una silla. Jeongin sonrió con malicia al mirarlo.
—Enserio quiero matarte...—dijo, disfrutando del momento.
Seungmin lo miró con desprecio pero también con una pizca de admiración.
—¿Por secuestrarte? No fue nada personal y si te pones a ver, ambos queremos matar a Hyunjin... incluso podemos ser amigos —respondió con una sonrisa desafiante—. ¿No nos hemos visto antes?
—¿Antes de que me secuestraras? Estoy seguro que no...
Hyunjin se acercó a Seungmin y lo miró fijamente a los ojos.
—¿Qué quieres? —preguntó con voz firme.
Seungmin se encogió de hombros.
—Lo único que quiero es salir de aquí con vida. Pero ya no puedo garantizar eso después de lo que has hecho aquí hoy, oye Hyunjin si sabes que tres de las mafias más grandes quieren matarte, no solo yo hay dos más que están detrás de ti...
—¿Quien envío la invitación?
—No lo sé, la verdad hay muchas personas que podrían hacerlo
Jeongin frunció el ceño ante la respuesta del omega. No confiaba en él y sabía que debía mantenerse alerta.
—¿Por qué deberíamos creerte? —intervino Jeongin—. ¿Qué te hace pensar que no te mataremos aquí mismo?
Seungmin sonrió de nuevo, esa sonrisa arrogante que tanto irritaba a Jeongin.
—Porque yo sé cosas —dijo—. Además estoy seguro que Hyunjin también me extrañaba, ¿Verdad? —bromeo y jeongin se quejó.
—Ya me cansaste —Dijo apuntándole con el arma y hyunjin lo tomó de la mano para llevarlo a la cocina. —¿Ahora que? Hay que matarlo...
—Se te olvida que tampoco confío en ti.
—¿Lo dices por mi o por qué tu ex está en la otra Sala?
—¿Qué tiene que ver eso?—Se quejó Hyunjin y jeongin desvío la mirada —oh, estas celoso —Soltó y jeongin bufó
—¿Qué si es así? —se quejó —Como sea, toma el teléfono de la casa y comunícate con Félix para que nos venga a buscar, ¿Que haremos con seungmin?
—Le voy a devolver el favor y me lo llevaré a la mansión...
—Bien.
Ambos salieron y esperaron por unas horas hasta que felix y changbin aparecieron junto a varios hombres armados para llevarlos a la mansión.
Al llegar a la mansión los hombres de hyunjin se llevaron a seungmin para encerrarlo, jeongin miro a Hyunjin y sonrió.
—¿Por qué sonríes?
—¿Vas a matarme?
—¿Debería?
Sin embargo jeongin no pudo contestar ya que alguien le había golpeado por detrás dejándolo inconciente.
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