Parte de la familia
Tres días después apareció Alice dando saltitos y apurando a todos porque habían traído más artículos para decorar el interior de la casa, envió a Emmett y Set por unas exóticas flores que habían visto por el camino pero no habían podido llevarlas porque iban a tope. Mandó a Carlisle, Edward, Bella y Jasper a recibir a los Denali que seguramente necesitaban ayuda. Enseguida llevó a Erika al cuarto de Nessie para que se midiera la ropa que le había traído, le indicó cual conjunto ponerse cuando saliera de un relajante baño que ya le había preparado.
En cuanto Set y Emmett llegaron con las plantas Alice comenzó a dar órdenes precipitadamente, quería que la nueva decoración estuviese perfectamente instalada en cinco minutos. Faltaban diez para que llegasen los Denali, pero todos necesitaban arreglarse para recibir debidamente a las visitas.
Los Denali junto con sus ayudantes (Carlisle, Edward, Bella y Jasper) llegaron con mucho alboroto.
-Eso explica porque necesitaban ayuda. Uno puede tener toda la fuerza del mundo, pero manipular todo ese volumen es una verdadera hazaña.- Se burló Jacob al ver a los vampiros entrar con los brazos llenos con las compras de Alice. Los recién llegados solo rolaron los ojos, así era Alice.
-Puesto que Erika es una de nosotros necesita su propio cuarto con un espacio adecuado para Yack. He comprado lo más básico una cama, un guardarropa, una mesita de noche y decoración infantil entre otras cosas; pronto nos mudaremos así que no necesitará mucho más. -Dijo alegremente Alice.
-¿En dónde será la demolición?- pregunto Emmett sonriente.
-Primero vamos a recibir debidamente a las visitas, venga Emmett y Jasper ayúdenme a mover los asientos para hacer lugar a todas las compras. - Intervino Esme y enseguida obedecieron los aludidos.- Bien acomodemos todo en ese espacio y sentémonos, es de mala educación aprovecharse de ese modo de nuestros queridos visitantes.
Enseguida todos obedecieron buscando un lugar en la parte libre de la sala. Los Cullen prefirieron un lugar en el piso mientras que Erika, Los Denali, Carlisle y Esme se acomodaron en los asientos. Jacob y set se excusaron con que debían relevar a Leah y ampliar un poco el perímetro por si acaso. Eleazar no había podido despegar los ojos de Erika en cuanto la vio, aunque Edward y Carlisle les habían informado acerca de la nueva Cullen, una cosa era oírlo y otra verlo.
Mientras los demás se ponían al día, él rememoraba la conversación al respecto que habían tenido por el camino.
-Edward, Alice ha comprado todas estas cosas que porque la familia ha vuelto a crecer pero no quiso dar detalles, que era mejor verlo por nosotros mismos. Pero me mata la curiosidad.- había dicho Tania probando a ver si tenía más suerte con Edward que con Alice.
-Eh, sí. Tenemos dos nuevos integrantes- Había contestado Edward luego de intercambia runa mirada con Carlisle.- Será mejor que Carlisle les explique para que no vayan a reaccionar exageradamente.
-¿A qué viene tanto misterio?- Cuestionó Carmen.
-Que Los Cullen se han decantado por el melodrama.-Había agregado Garrett.
-yo diría más bien que el drama nos busca.- se defendió Carlisle- Lo que pasó fue que hallamos en medio del bosque, muy lejos de nuestra casa a una pequeña que parecía estar sobre algo muy peludo. La chica estaba inconsciente así que la tomé en brazos para llevarla a casa y revisarla adecuadamente, en el lugar que ella estaba solo quedó un pequeño gatito.
-Dices que una niña apareció inconsciente en medio de la selva en la que nunca habéis encontrado rastros humanos y que estaba sobre un gato.- Cuestiono Kate que no le veía ni pies ni cabeza a esa historia.
-No es lo único extraño en esta historia, ella no es 100% humana, ni la mascota es un gato común.- Continúo Carlisle.
-A los Cullen les ocurren muchas cosas interesantes, creo que deberíamos visitarlos más seguido.- Musito Garrett.
-Pronto lo verán ustedes mismos, el efluvio de ambos no se parece a nada que nosotros conozcamos. El gato no se aparta de ella por nada, el día que Carlisle la llevó a casa inconsciente intentó separarlo de la chica mientras ella despertaba y lo araño.-Agregó Edward molesto porque los Denali creían que era una actuación.
-Claro pero no le hizo nada ¿verdad?- cuestionó Carmen.
-Evidentemente mi piel se curó al instante, pero si hubiera sido humano creo que hubiera sido una herida más grave que la de un zarpazo de un león.-Respondió Carlisle.
-Eso es algo que sin duda hay que ver para creer. Discúlpennos, pero es que no todos los día uno se encuentra con algo desconocido.- Dijo Eleazar empezaba a sentirse mal por dudar de sus amigos.
-Pero que árbol más enorme, no imaginé que los hubiera de ese tamaño- Interrumpió Carmen señalando la casa de los Cullen a lo lejos pues sobresalía entre la selva y por estar distraídos no se habían percatado del efluvio de sus primos y los lobos.
-Y mira que flores tan hermosas, parecen puestas adrede.- agregó Kate.
-Así es, ese árbol es nuestra casa. ¿No les dijo Alice que la habíamos camuflado para que pareciera parte del paisaje?- respondió Edward.
-Algo mencionó pero no creímos que pudiera pasar desapercibido para uno de nosotros- Había respondido Tania.
Y enseguida todos habían guardado silencio pues estaban frente al árbol y allí estaban todos esperándolos. No hubo tiempos para saludos formales puesto que todo lo que traían hizo surgir el tema de donde se iba a organizar.
Ahora que se daba la oportunidad en verdad podía notar que los nuevos miembros de la familia eran especiales.
-¿Especiales?- Interrumpió Edward los pensamientos de Eleazar y enseguida los demás les prestaron atención.
-Sí. El pequeño felino tiene una poderosa fuerza que le rodea y me mantiene alejado, en uno normal se percibiría el deseo de dormir o cazar según la ocasión pero este me apartaba de tal modo que casi olvidaba que intentaba analizarlo. Los pensamientos de la chica son transparentes, su rostro refleja lo que leo en ellos; sin embargo hay algo que no logro descifrar por más que me concentro. Diría que en ella está latente un don muy poderoso, más no me atrevo a afirmar de que se trata.
-Ni tú has visto algo parecido.- Se quejó Edward, no que le molestará tener a la pequeña en la familia, sino que lo carcomía la curiosidad.
-Esto cada vez se pone más interesante, espero que algún día lo podamos resolver- Añadió Carlisle.
-Bueno, yo tengo sueño y apuesto a que Erika también desea descansar.- Intervino Renesmee.
-Pueden retirarse cuando lo deseen.- sonrió Esme y enseguida las dos chicas se despidieron y fueron a su recamara.
Al otro día Erika fue la primera en despertarse, sentía deseos de saber que era lo que Alice había conseguido para ella, pero como no sabía si era correcto o no este sentimiento se limitó a despertar a Nessie. Una vez estuvieron arregladas bajaron a la sala que estaba vacía, a través de la ventana se dieron cuenta que todos se hallaban en el jardín.
-Esta casa es perfecta se camufla con el lugar y es muy confortable.- Escucharon a Tanya felicitar a la familia.
-Parece que los demás se han puesto al corriente mientras dormíamos- Le comentó Nessie a Erika.
-Hora de trabajar- Festejó Alice en cuanto vio a las chicas.
-Primero lo primero- la interrumpió Jacob pensando que Nessie no había desayunado. Alice y Edward rolaron los ojos sabiendo a que se refería.
-Bien entonces vamos a cazar- suspiró Edward dirigiéndose a Nessie, ella asintió y salió junto con su padre mientras Jacob les seguía.
-Entren mientras le preparo algo a Erika y los lobos- sonrió Esme y desapareció rumbo a la cocina. Erika y Yack se acomodaron en la sala y los demás se dispersaron.
-Ya verás cómo te van a encantar las cosas que te conseguí.- Sonrió Alice sentándose junto a Erika.- Verás esta casa ya es bastante alta y aquí prácticamente no hay espacio para un cuarto decente, tengo pensado construir hacia abajo tres pisos.
-¿Qué?- protestó Emmett- ¿tres pisos para ella?
- Déjala terminar hijo-pidió Esme.
-Como decía haremos tres pisos, uno para Erika y Yack, uno para las visitas, y el último tendrá un cuarto en el que guardaremos lo que no usamos y el resto será una sala que estará disponible para lo que deseemos. Y ahora manos a la obra.- Concluyó Alice, justo cuando los chicos que habían salido de caza regresaban.
A partir de ese momento todo había sido una locura Alice daba órdenes a diestra y siniestra, los demás iban y venían a súper velocidad. Erika deseaba poder ayudar pero por ser tan pequeña la habían dejado de lado.
-Esme, deberías preparar algo para los lobos.-Dijo casi a medio día Alice. Y fueron esas palabras las que le dieron una brillante idea a Erika. Se fue tras Esme a la cocina.
¿Puedo ayudarte?- preguntó Erika, temiendo ser nuevamente rechazada.
-Claro pequeña, en la cocina no es necesaria la súper velocidad o la fuerza desmedida.- Respondió cariñosamente Esme, entregándole algunas cosas que limpiar y con paciencia le explicó cómo hacerlo. -Aunque en realidad ahora no tenemos mucho tiempo, cuando todo se calme te enseño debidamente.- Se disculpó Esme por no poder prestarle la debida atención a la pequeña.
-Es solo que me siento inútil- se había quejado Erika.
-Oh, no digas eso. Todo lo que estamos haciendo es para ti, estaremos encantados de que lo disfrutes.- Le consoló Esme.
-Pero soy la única quieta.-rezongó Erika.
-En realidad a tu edad los niños se dedican a jugar, ya buscaremos actividades que sean adecuadas para ti, ten un poco de paciencia.- Le había suplicado Esme.
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