En esa mañana Ciel con pereza abría lentamente los ojos de un sobresalto se terminó de despertar al notar a alguien recostado a su lado y no era Grim. Unos ojos verdes lo miraban fijamente era un poco aterrador porque no se movía ni hacia intención por hablar o tocarlo.
—¿Qué haces? ¿Quieres matarme del susto? —El joven cuestionó molesto trató de levantarse pero sintió como era atraído a la cama de nuevo— ¿Tú crees que apareciéndote así se me olvida lo de anoche?
—No pude dormir...
—¿Y ese es mi problema?
—No pude dormir sin ti o tal vez no dormí pensando en una forma de disculparme sin humillarme en el intento.
Decía Malleus desviando la mirada, Ciel a su lado trataba de no sonreír al notar su extraño gesto de arrogancia ¿Por qué este presumido le resultaba un poco adorable? Quizás porque era diferente a lo que aparentaba sintió como finalmente se atrevió a abrazarlo atrayéndolo a su cuerpo trató de apartarse, haciéndose el difícil. En medio de su tonto jugueteo, el mago con una sonrisa sacaba algo entre sus ropas, mostrándole unas entradas.
—Phantomhive ¿El sábado quieres ir a ver una película conmigo?
—Malleus... ¿Esas son mis entradas?
—¿Vas a ir o no? —Ciel fruncía el ceño ante su actitud porque fue él quien en la noche lo hizo enojar cuando lo invitó y ahora le preguntaba siendo un poco exigente. ¿Qué le pasaba? Negándose movía la cabeza mientras se sentaba— ¿En serio? ¿Eres más resentido que yo?
El más joven lo miraba de reojo, de alguna forma sabía que aunque se negó irían juntos a ver esa película, sintió como Malleus se sentaba también abrazándolo sutil por detrás rozaba sus labios en su cuello, estremeciéndose. No podía negar que se sentía bien el ser consintido así, solo significaba que esta era su manera de disculparse y le agradaba.
—Tu piel es muy cálida en la mañana.
Malleus susurró besando con firmeza su cuello mientras sus manos acariciaban lo que pudiera tocar, aún era un poco torpe aunque tratara de mostrar lo contrario. Parecía que estaba haciendo bien al sentir como la respiración de Ciel agitarse, escuchó un leve jadeo, eso lo hacía sentirse un poco más confiado aunque no era una labor tan dificil porque la piel de su joven novio era tan suave que no podía evitar tocarla.
—No creas que te he perdonado lo de anoche... —Murmuró Ciel tratando con poco esfuerzo apartarse, en realidad le gustaba estas caricias y el otro al oírlo solo sonrió jactancioso siguiendo con su satisfactoria labor.
Nunca creyó que dejaría que alguien lo tocara y menos de esa forma, tantos años negándose a un simple contacto sin embargo ahora estaba ahí en una cama con alguien que le atraía dejando que tocara su cuerpo sin restricción alguna. Pero ¿Por qué no permitirse este deleite? Estaba en un mundo distinto no era mala idea actuar un poco distinto a lo habitual, no había nadie que le recriminara, ni dijera "Ciel Phantomhive nunca haría algo así" Simplemente porque nadie en este mundo de fantasía conocía quien era en realidad.
Tal vez era como un "Lo que sucede en Twisted Wonderland se queda en Twisted Wonderland" ¿Quién se lo recordaría si volvía a su mundo? Estaba bien por una vez y quizás única vez dejarse llevar por sus instintos naturales que no sean la muerte o la venganza. Sentía el rostro arder ante sus besos y caricias que con el pasar de los segundos eran más firmes haciéndolo tiritar, volteando a verlo parecía pedir que besara sus labios, no importaba si era un loco celoso y posesivo, quería seguir siendo consentido.
Malleus entendió su petición que sin palabras fue dada en una sola mirada, recostándolo en la cama presionando su cuerpo al suyo se acercaba a sus labios para besarlo, beso que sin duda fue correspondido. Ambos eran dominados al encanto mutuo que los atrajo desde el principio, ansiosos parecían querer poseerse, siendo un poco caprichosos parecían complementar esa fuerza haciendo este encuentro más provocativo de lo usual.
—Malleus... No... ¿Qué haces?
—La verdad no sé... ¿No te agrada?
El joven desviaba la mirada algo avergonzado, ¿Cómo podía decir que no sabía lo que hacia? Sus intenciones eran claras cuando trataba de quitarle la ropa y se acomodaba entre sus piernas.
—Es muy pronto todavía. —Ciel dijo aunque no parecía muy convencido en sus palabras.
—Phantomhive, el tiempo juega en nuestra contra ¿Quieres esperar?
—No me gusta que me llames por mi apellido, de esa forma llamas a los demás.
—Y tú no eres como los demás eres especial para mi ¿No?
—Yo no dije eso. —Con fingida molestia murmuró sentía sus firmes caricias, abrazándolo por el cuello no pretendía detenerlo.
—Ciel —Susurró Malleus acariciando su rostro sonrojado realmente era un humano hermoso en muchos sentidos no creyó que caería rendido ante su encanto. Rozando sus húmedos labios con los suyos se besaban, estremeciéndose por unos segundos parecían que avanzarían al siguiente nivel entonces todo fue interrumpido por el sobresalto del mayor que se apartó.
—Se hace tarde. —Se justificaba Malleus ante la mirada confusa del joven.
—¿Eh?
—Tengo hambre, voy a buscar algo para que desayunemos y regreso.
—¿Eh?
El más joven volvió a balbucear sentándose en la cama vio como Malleus desapareció sin dar más explicación, que odiosa manía suya marcharse sin dar motivo o aparecerse de repente causándole buenos sustos, todo por la estúpida magia que aún debía aprender. Ahora no sabía que lo había alejado así, aunque se veía un poco asustado tal vez olvidó algún asunto importante, ¿Lo asustó por ponerse demasiado cariñoso? O simplemente fue su mal aliento.
Sonrojado miraba a su alrededor ¿Qué era lo que iba a hacer? ¿Este era su nuevo yo? Un chico que le gustaba que lo besaran y tocaran de forma inapropiada, la sensación de sentirse necesitado por alguien aunque este era un odioso que besara delicioso, sacudiendo la cabeza apartaba esas idiotas ideas.
—Malleus, eso es normal supongo. —Lilia nervioso le decía minutos después cuando este sonrojado apareció en su habitación— Te hablé de esto hace mucho. ¿Lo olvidaste?
—No lo olvidé...
—¿Y resolviste el asunto?
—Bueno, lo detuve a tiempo.
—¿Se puede hacer eso? ¿Hay algún hechizo?
—No te burles... Ahora Ciel debe estar enojado conmigo porque hace media hora prometí llevarle el desayuno.
—Ya comerá alguna galleta por ahí.
Lilia decía mientras miraba como Malleus agachaba la cabeza, no creyó verlo de esa forma, tan enamorado, le conmovía al pensar su inestable situación amorosa era complicada para ser la primera. Este niño apareció de repente y así lo mismo podía desaparecer ¿Cómo calmaría su dolor cuando lo perdiera? No quería verlo sufrir pero sabía que esto era una posibilidad inherente al conocer el amor.
A veces podía verlo como el pequeño que acogía en su regazo al llorar pero que con el pasar de los años reprimió sus lágrimas, cerrándose a todos volviéndose el solitario de ahora, bueno al menos hasta que apareció Ciel. Este niño parecía haber roto su cascarón haciendo que naciera un nuevo Malleus, lo estaba haciendo experimentar "cosas" que no había sentido antes, entre ellas la excitación que le provocaron una ligera erección minutos atrás, aquello que por vergüenza lo hizo huir del provocativo Ciel.
Acercándose lo tomaba de la mano, si este amor tal vez le sería fugaz pero significativo, no tenía más opción que ayudarle para que lo disfrutara y ya que Malleus había probado ser un poco tonto en estos asuntos le sería útil un poco de ayuda.
—¿Qué le gusta comer a Ciel? Vamos a la cocina a ver que hay y se lo llevas quizás te sigue esperando.
—¿Tú crees? A él le gustan los postres y el té, por eso quizás sus labios son tan dulces.
—Eso es cursi, tal vez solo te parecen dulces porque él te gusta mucho.
—¿Crees que hice mal en huir? Él no se negó a lo que hacíamos, ahora pensará que soy un cobarde —Cuestionó Malleus mientras en la cocina buscaban algo que llevarle.
—Umm la pregunta es ¿Por qué huiste?
—Tenía vergüenza que me viera así o temía profundizar más lo nuestro... —Confesaba con un brillo en la mirada tocándose el pecho sentía que algo se oprimía pero era una sensación extrañamente agradable— O quizás temo confirmar mis sentimientos, él es tan hermoso que me abruma. Es la primera vez que siento esto y aunque duele un poco quiero seguirlo sintiendo.
—Malleus... Estás enamorado eso no es malo, ¿Sabes lo que sería malo?
—¿Qué?
—Que lo niegues y lo calles. O que huyas...
Malleus esbozó una sonrisa, aunque un poco confuso podía casi asegurar que se sentía feliz, era bueno a veces hablar de estas cosas o de cualquier cosa con alguien más. Siempre se callaba todo para mantenerse alejado de los demás, creyendo que sus emociones y pensamientos no le serían importantes a nadie. Agradecía que Lilia a pesar de su extraña personalidad siguiera a su lado, tal vez porque él era raro también.
Más tranquilo minutos después aparecía en la habitación de Ciel, para darse cuenta que ya no estaba, era obvio que su orgullo no le permitiría seguirlo esperando, dejando los dulces en una mesa se prestó a buscarlo, seguramente iría a la feria organizada por el club de ciencias ese día.
—Phantomhive... Es bueno verte...
Era el saludo de Riddle cuando se encontraron en cercanías de Heartslabyul, aunque ese no era el camino corto para la feria donde se dirigía pero Ciel quería hablar con él a solas.
—Grim puedes dar una vuelta, necesito hablar a solas con Riddle.
—Ciel, ya me estoy cansando que me hagas a un lado siempre, cuando tu "novio" me manda lejos solo para estar contigo, como esta mañana cuando desperté en un árbol.
—Ya te pedí disculpas con una lata de atún que tenía guardada.
—Umm voy a comenzar a cobrar dos latas cada vez que me boten de la habitación.
—Bueno... Grim porque no vas a la cocina de Heartslabyul y pides algo de comer mientras hablo con Ciel.
El pequeño no dudó ante la inesperada pero amable sugerencia del líder de Heartslabyul, debía aprovechar antes que cambiara de opinión, así que voló en dirección al dormitorio. Una vez solos, los dos jóvenes empezaron a hablar, Ciel no sabía ni por qué lo había buscado pero estaba un poco confundido sobre la actitud de Malleus que se marchó y no volvió aún cuando prometió hacerlo.
—Eh... ¿Él estaba entre tus piernas y se besaban? —Cuestionó Riddle notando como Ciel evitaba verlo pero asentía con la cabeza— ¿No sentiste algo peculiar?
—¿Cómo qué?
—Digo ahí abajo con él, si estaba sobre ti debiste sentir su...
—Eso... Él... No me digas qué —Muy sonrojado Ciel balbuceaba ante la risita contenida de su amigo.
—Bueno es normal que pase eso cuando están de una forma tan cercana. Sabes como funcionan estas cosas ¿No?
—Un poco... Lo he leído. ¿Y tú?
—Digamos que sé un poco, claro que a tu edad ni imaginaba hacer esas cosas yo lo descubrí por mi mismo hace unas semanas. Creo que eres pequeño para eso.
—Solo eres un poco más alto que yo...
—No lo digo por la estatura, sino por la edad... Eres bastante atrevido a veces pero te lo perdono solo porque nos tenemos algo de confianza.
—¿Eso duele?
—Duele... Al principio, aunque insisto que es pronto para ti. —Habló seriamente Riddle, era como si sus conversaciones incluyeran siempre regaños— Por lo que dices creo que él tampoco lo ha hecho debo decir que es un poco gracioso saber que el señor Malleus sea así de tímido, no lo aparenta.
—Él es diferente a como todos lo ven...
Riddle sonreía ante su respuesta susurrada dicha casi en un suspiro, al parecer alguien se estaba enamorando y no lo había notado, podía tal vez verse un poco reflejado en él de esa alguna forma, el amor era confuso y desconcertante.
—Ciel, sigamos nuestra interesante conversación mientras vamos a la feria, como lider debo estar vigilando que mis estudiantes estén portándose bien ¿Vienes?
—Si... Espero que Grim nos alcance.
Ambos se dirigían presurosos a la feria mientras como dos buenos amigos conversaron hasta llegar a su destino.
—¡Dos hermosos jóvenes a la luz de la mañana, mis ojos se iluminan ante tanta belleza! ¡Buen día Señor Principe de las Rosas! ¡Buen día Señor zafiro brillante!
— ¿Por qué me llamas así?
—Porque tu mirada refleja el brillo de ese precioso mineral! ¡También un hermoso cielo despejado en su esplendor! ¡Además que es como tu nombre... Ahhh todo coincide...! —Todo emocionado Rook explicaba ante la mirada extrañada del joven.
—Que raro es. —Murmuró Ciel...
—Rook concéntrate, tus halagos solo espantarán a los visitantes. —Era el casi regaño de Trey a su compañero de club, quienes estaban a cargo de la feria.
—¡No puedo concentrarme cuando hay tanta belleza en el mundo!
Ciel oía el halago del excéntrico rubio, sonriendo forzadamente junto a Riddle y Grim al ser recibidos por estos jóvenes.
—Sean bienvenidos y disculpen a mi emocionado compañero. Por favor sigan el recorrido señalado. —Trey les animaba con una sonrisa amable, entrando empezaban el recorrido.
—Oye Ciel, esto será aburrido ¿Ya no es suficiente con estudiar todas estas pócimas en clases?
—Esto me ayudará mucho a entender mejor... Si quieres puedes irte.
—Que malo eres...
Con un puchero el pequeño decía siguiéndolo a pesar de no estar muy animado de hacerlo, después de unos minutos se quedaron los dos solos cuando Riddle no pudo acompañarlos más por un asunto que debía resolver. Ciel siguió entretenido oyendo las presentaciones de los que ahora eran sus compañeros de escuela. Todo esto le parecía tan interesante no podía evitar preguntarse si en algún momento haría lo mismo, estar exponiendo lo que sabía a otros, probablemente no.
—Phantomhive...
El joven ignoró aquel llamado siguiendo su camino.
—Ciel, el señor Draconia te está llamando.
—Ya lo oí, no estoy sordo.
—¿Se pelearon de nuevo? De nada sirvió despertarme en un árbol.
Hablaban los dos en una discreta conversación mientras eran seguidos por el mago, no pasó mucho para que los que estaban alrededor suyo los notaran, empezando a murmurar.
—Phantomhive...
—¿Qué quieres? —Cuestionó el joven ante la presión de ser centro de las miradas curiosas— Te estuve esperando por el desayuno al final tuve que comer una miserable galleta.
—Lilia dijo eso...
—¿Eh? No entiendo que dices. Quiero atender las exposiciones si no tienes algo importante que decir déjame solo.
—¿Solo? ¿No me quieres tampoco contigo? —Murmuró Grim.
—Los dos son odiosos... Déjenme solo.
—Phantomhive... Ciel... —Le llamó Malleus una vez más tomándolo de la mano lo detenía— Quiero hablar contigo sobre lo de esta mañana.
Ciel se sonrojó, no tanto al recordar lo que había pasado sino por temor que se atreviera a decirlo frente a todos. Era posible, muy posible con Malleus.
—Está bien... Vamos afuera.
Ante la respuesta de Ciel ambos se encaminaron hacia la salida ante la mirada de todos, que fastidio era sentirse observado pensaba, suponía que así debía ser al estar con alguien importante en la escuela.
—¡Cuidado! ¡Apártense!
Era el grito de un estudiante cuando justamente la pareja pasaba frente a su lugar de exposición donde había una pequeña caldera que parecía más humeante de lo normal. Ciel se quedó quieto ante ese grito inesperado todo fue tan rápido que no sabía como reaccionar entonces sintió que era salpicado por un líquido caliente, cerrando los ojos empezó a sentirse mareado cayendo al suelo.
—¿Estás bien cachorro?
Era la voz del profesor Crewel que Ciel reconoció cuando confundido trataba de abrir su ojo no cubierto por el parche, no pudo hacerlo era como si su párpado pesara más de lo normal a la vez que un cosquilleo incómodo recorría su cuerpo tanto por fuera como por dentro.
—¡Ciel... No te mueras! —Era el ruego de Grim, solo podía oír muchas voces confusas a su alrededor.
—El señor Draconia te va a matar... Lastimaste a su novio.
—Lo siento, lo siento...
—Cachorros les dije que esa fórmula era peligrosa de hacer aún así lo hicieron. Tendré que castigarlos.
—Hagan silencio... Me duele la cabeza. —Murmuró Ciel sintiendo pesada la cabeza pero ¿Por qué oía a todos menos la voz de Malleus? ¿Había huido dejándolo solo? ¿Acaso era el día de huir a todo?
—¿Esa ropa no es del señor Draconia?
—Si parece... Pero.
—Algo se mueve entre ellas. ¿Lo ven?
Los murmullos de los estudiantes solo confundían a Ciel ¿Qué estaba pasando? Entonces sintió como una pequeña mano apretaba la suya.
—Phantomhive...
—¿Ese es el señor Draconia? —Dijo Grim en medio de un repentino silencio formado.
—Es adorable, tan pequeño.
—Mira sus cuernitos.
—Ahora si te van a matar...
—Oh vaya, un cachorrito...
Eran los comentarios que Ciel oía mientras sentía como alguien lo abrazaba, con mucho esfuerzo abrió los ojos notando enseguida el rostro de Malleus, esa mirada inconfundible ahora llorosa estaba frente suyo.
—¿Qué te pasó? Eres tan pequeño... —Dijo confundido el joven a Malleus que al parecer había vuelto a su forma infantil, de unos seis años.
—Tengo miedo vámonos de aquí... ¿Dónde está Lilia?
El pequeño sollozaba abrazándolo, su cuerpo estaba cubierto con algo de su ropa interior que le quedaba grande ahora. El profesor Crewel usando su magia llevó a los dos a la enfermería cercana ante los murmullos de todos.
—Vaya... No esperaba que algo saliera mal hoy... —El profesor decía aunque no parecía alterado tal vez estaba acostumbrado a estas situaciones— Phantomhive ¿Verdad?
—Si... ¿Qué pasó con Malleus?
—Bueno no pensé que alguien como él fuera víctima de un tonto accidente de novatos al parecer por apartarte recibió toda la pócima directamente pero no te preocupes, estará así unas horas volverá a la normalidad pronto.
—Pero...
—Usualmente esta pócima hace que uno vuelva a una edad infantil por un breve periodo de tiempo, que sea un consentido niño llorón no tiene nada que ver con la magia... Supongo es su personalidad a esa edad o que se siente así contigo, hay muchas cosas que no se pueden precisar con la magia, es como una ciencia fascinante pero impredecible también.
—Profesor Crewel ¿Qué haré?
—Te dije, es cuestión de esperar, dudo que el estado emocional en el que está el señor Draconia pueda revertir la magia. Solo consiente a tu pequeño cachorro mientras tanto ahora debo ir a vigilar la feria no quiero que haya otro incidente.
—Espere... —Murmuró Ciel pero antes de pedir que se quedara este ya se marchaba con prisa quedándose a solas con este niño que no dejaba de abrazarlo— ¿Te sientes bien?
—Si... ¿Dónde está Lilia?
—¿Lilia? Si voy a llamarlo pero no llores.
Advertía al ver como el pequeño parecía querer llorar cuando se separaba un poco, debía admitir que era lindo, tan adorable como vulnerable. Sin embargo nunca había tenido un niño a su cargo apenas si se cuidaba a si mismo, no podía asumir la responsabilidad de alguien más. Necesitaba a Lilia cuanto antes sacando su celular se dio cuenta que no tenía su número para llamarlo entonces vio como milagrosamente Grim aparecía trayendo con esfuerzo la ropa de Malleus.
—Ciel esto es pesado y nadie me quiso ayudar a traerla... Todos le tienen miedo al señor Draconia y no sé por qué si era es un niño inofensivo. Debería aprovechar y pellizcarlo por todo lo que me ha hecho...
—Grim deja esas tonterías — El joven lo detenía al ver su sonrisa perversa y como Malleus se escondía en su regazo— Necesito que busques a Lilia o a alguien de Diasomnia que le avise...
—¿Eh? Mejor ve tú a buscarlo apenas volví de allá.
—No puedo, él no quiere separarse de mi y no voy a llevarlo. Anda y te daré muchas latas de atún después.
—¿En serio? Si lo prometes iré
—Lo prometo pero ve rápido.
—Iré... Iré... Ciel cuidado con abusar del niño.
—¡¿Qué?! —Muy sonrojado el joven cuestionó ante esa perversa y burlona insinuación, solo vio como su amigo riéndose se marchaba.
—Ciel... —Le llamó Malleus con sus ojos que parecían llorar, acariciando su carita lo calmaba.
—¿Me recuerdas?
El pequeño solo se encogió de hombros como respuesta, mirándolo sonreía sutilmente a la vez que también acariciaba su rostro. Era un niño muy dulce pensaba Ciel, de alguna forma esa mirada tierna le recordaba al Malleus que conocía, el que pocos conocían, embelesado no dejaba de verlo.
—Ummm esto es raro... —Lilia decía con una sonrisa apareciendo de repente frente a ellos, dándole a ambos un buen susto— Malleus ya había olvidado lo lindo que eras.
—¡Oye casi me da un infarto!
El joven expresó con molestia, cuanto odiaba que lo asustaran de esa forma entonces vio como Malleus se lanzaba a los brazos de Lilia, no pudiendo evitar sentirse un poco celoso los miraba de reojo aunque no tenía sentido el sentirse así, era como su padre ¿No?
—Ciel, lo llevaré al dormitorio así que no te preocupes yo lo cuidaré ahora.
—No... Ciel... —Murmuró Malleus con un puchero estirando su bracito para que no lo dejara.
—Bueno, ven con nosotros... Malleus chiquito es muy caprichoso.
—No solo de pequeño.
Ciel murmuró sonriendo ante las palabras de Lilia, a los pocos segundos los tres en un parpadeo aparecieron en Diasomnia. Al acomodarlo en la cama de su habitación, vistieron al pequeño que enseguida exigía helado y que Ciel no se apartara de su lado.
—Es raro que Malleus tenga este tipo de apego contigo, se supone que la pócima hace que vuelvas a ser niño y que seas tal como eras, con los recuerdos que tenías entonces... ¿Por qué te recuerda? ¿Será por que te ama?
—No digas eso —El joven apenado aclaraba tratando de que Malleus no oyera— Quizás es solo porque trató de protegerme.
—Ah eso fue un lindo detalle ¿No crees?
—Supongo que me lo debía.
—Ciel, lo dices por lo que pasó en la mañana.
—No sé de que hablas.
Ciel en un murmullo decía, al parecer Malleus le había contado del incidente en la mañana aquel que no pudieron aclarar todavía, de reojo miraba al pequeño comer ansioso su helado, mirada con la que advertía que se las cobraría cuando volviera a la normalidad.
—No te enojes con él, me lo contó porque estaba un poco confundido por el incidente en la cama... —Lilia decía con una sonrisa al acercarse a su oido— Veo que es un tema incómodo para ti, hablemos de otra cosa. ¿Sabes? Malleus es como un niño grande y extraño pero es bueno, es muy probable que sinceramente te quiera así que me gustaría en lo posible que no le rompas el corazón.
—Yo...
—No es una amenaza es solo una petición, no te pongas nervioso. Creo que volví a un tema incómodo para ti...
—Malleus se durmió.
—Ahh pero con la cara sucia aún así está sonriendo, es feliz.
—Supongo que si... —Murmuró Ciel tratando de limpiar su rostro.
—Oye te imaginas si algún día los dos tuvieran un bebé se vería así de lindo, ¿No crees? De antemano me ofrezco de niñero.
—Que tonterías dices... No tardaste mucho en volver a un tema incómodo.
Lilia sonreía divertido al notar su reacción obviamente no lo decía en serio. Pasaron un par de horas hasta que el pequeño se despertó notando como ahora Ciel a su lado dormía a pesar de ser mediodía, sonriendo acariciaba sus mejillas.
—Niño travieso... —Susurró Lilia al oído del pequeño Malleus procurando no despertar a Ciel.
—Él es lindo. ¿Verdad?
—Si algo así pero ¿Hasta cuándo seguirás este jueguito?
—Puedo dejar consentirme un poco más.
—Creo que tratas de evitar el tema de la mañana con Ciel...
—Claro que no. No sería capaz de algo así, ahora vete quiero dormir.
Ambos hablaban entre susurros a la vez que sonreían en complicidad viendo como Ciel dormía tranquilo, Malleus al abrazarlo sentía el latido de su corazón, esa sensación que lo reconfortaba tanto que le provocaba dormir. Cerrando los ojos trataría de recuperar las horas de sueño que no tuvo en la noche al no estar a su lado, ahora podía dormir al sentir su calidez.
—¡Malleus... Quítate...! —Era el grito de Ciel minutos después al abrir sus ojos y notar que Malleus había vuelto a la normalidad y seguía abrazándolo — ¡¿Dónde está tu ropa?!
—Supongo se rompió cuando volví a mi tamaño normal...
—Estás casi desnudo y me abrazas, lo haces para molestarme ¿Verdad?
—No... ¿Y cómo sé que tú no me la quitaste antes? —Malleus en tono coqueto insinuó sin dejar de abrazar al joven que sonrojado trataba de apartarse.
—¡Yo no haría algo así! ¡Suéltame!
—Sigamos lo que dejamos inconcluso en la mañana.
—Ja ¿Para qué? ¿Para qué huyas?
—Tsk... Yo no huí...
—Te hice apenar... Y no hagas tsk eso lo hago yo.
La pareja discutía en un sutil coqueteo sin saber que Lilia en el sofá delante de la cama no era visto pero los oía, Silver y Sebek sonrojados en el suelo junto a este no sabían si debían avisarles que estaban allí sin mala intención.
—¡Los niños crecen muy rápido ¿Verdad?!
Dijo sonriente Lilia interrumpiendo a la pareja que entre molesta y avergonzada se miraba entre si, los otros jóvenes se asomaban un poco aumentando la incomodidad de la situación. Entonces Ciel sintió como era escondido bajo la sabana, se sonrojó más al sentir su abrazo y oír un tenue susurro muy cerca de su oído, esto fue "Vamos a tu habitación, estoy listo ahora"
✨✨✨✨✨✨✨✨✨
Muchas gracias por estar atentos a esta historia, me alegra que les guste ❤
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