Cαριτυlo νιιι
Pasaron algunos meses. El gran sacerdote se encontraba más tranquilo aun que sus deberes no dejaban de presionar, era algo que con el tiempo aprendió a sobrellevar. Su hijo Mojito hacia algunas cosas, eran sencillas al punto de vista del gran sacerdote, pero para el Ángel menor era todo una tarea difícil. Las decisiones siempre las tomaba el rey de todo con la opinión del gran sacerdote, pero en ese momento Mojito ya daba su punto de vista, era tomado en cuenta, pero la última palabra eran los Reyes y el actual gran sacerdote.
Habían veces que Mojito se preguntaba sobre la eternidad de su padre, lo que más deseaba era que no acabara su vida y también habían ocasiones en las que se imaginaba a él mismo en el cargo. Al final quedaba decepcionado de si mismo, sus pensamientos no le permitían creer que podría hacer un gran trabajo. El punto era no ser su padre, pero tampoco tenía que ser él, era algo difícil de asimilar, ¿Cómo actuaría si no tenía que ser su padre o él?. Su conclusión era no dejar de ser él y mejorar en algunos aspectos, aún que en su trabajo como asistente del dios del noveno universo, Shidra, le facilitaba actuar de una forma neutra, así lo llaman los mortales. En eso no había problema alguno, pero cuando se hablaba del Rey de todo era otro asunto.
Es fácil lidiar con alguien que es consciente de su entorno, pero en el caso del Rey de todo sería como tener un niño pequeño, paciencia y tolerancia era lo que más tenía que demostrar. Tenía que aprender a cuidar sus palabras y acciones, cualquier error podía poner en riesgo la vida que alberga en los distintos universos, mantener la justicia y la paz, su opinión sería escuchada por los seres más poderosos e importantes, no quedarían sólo en el aire. Sería la máxima autoridad debajo de los Reyes, ningún cero a la izquierda. Gozará de privilegios y mas ¿Eso valdría la pena?.
El ángel pensativo, sentado en uno de los lugares más solitarios del Palacio, reflexionando su actual y futura posición , algo solitario. Literalmente debía agradecer al rey de todo que existiera ese espacio en el cual el sería libre por tan sólo un momento, no importa la duración de esa tranquilidad sólo debe disfrutar.
— ¡Hola! —escucho una voz detrás de él , al inicio desconocido, pero al final sólo voltea para encontrarse con su hermano, se levanta sacudiendo su vestimenta.
— ¿Campahri? — contesta algo confundido — ¿Qué haces aquí?.
— Esperaba que mi hermano me recibiera de otra forma, pero no importa.
— Disculpa por no saludar adecuadamente, pero me es extraño verte aquí.
— No debería de ser extraño, no es la primera vez que vengo al Palacio del rey.
— No me refiero a eso. Es sólo que este lugar nadie lo conoce o conocía, pero eso no es lo más extraño.
— ¿Entonces?.
—Lo extraño es que tu y yo hablemos.
— ¿Por qué lo dices? — pensó en darle un leve golpe en la espalda. Cosas de humanos, pero se negó a realizar tal acción.
— Nunca hablamos entre hermanos, Whis y vados son un caso aparte, y ahora Korn y Marcarita, bueno tu entiendes — hizo una ademán que se refería al cambio de tema — A lo que voy es que no esperaba que tu trataras de acercarte para hablar.
—¿Quién dice que quiero hablar contigo?.
— ¿Por qué estas aquí?.
—Bueno yo... — Mojito vuelve a tomar asiento, su hermano lo observa — esta bien si vengo hablar contigo, el gran sacerdote me a dicho donde estabas por esa razón estoy aquí.
— Pensé que no se había dado cuenta de donde me encontraba cada vez que tenía tiempo libre — Trato de hablar con sigo mismo.
— Las cosas han cambiado en estos años, incluso nuestro padre.
— Es verdad.
Campahri sólo suspiro y se sentó junto a su hermano.
— sabes, deberíamos reunirnos todos —sugirió.
—No creo que sea buena idea en estos momentos.
— ¿Por qué no?.
— Después de lo que pasó en la boda de nuestros hermanos, no creo que padre este tan feliz.
—Pero fue divertida esa fiesta — dijo Campahri — al inicio no tanto, pero después...
— Al parecer soy el único que se da cuenta de lo que pasa.
— ¿Cómo no darse cuenta estando tan cerca del gran sacerdote?.
— Creo que es mejor que lo sepas, pero en algún momento tienes que enterarte — su hermano lo miro con confusión — La razón por la cual el gran... digo nuestro padre , bueno ya no se como decirle, en fin, se enojó por que se enteró de algo que era muy obvio pero nos negamos aceptarlo, no fue lo sucedido en la fiesta, bueno en parte si, pero...
— ¡Ya, ve al punto!.
—De acuerdo, Cognac le comento que apenas se había enterado que tenía seis hijos por el cuarto universo y ese número eran sólo de los que estaba enterado, no los conoce y no creo que quiera.
— Eso no me sorprende, es un descuidado ¿Cómo fue capaz de decir eso?, ahora ¿Qué hará?.
— No se y por lo que se ninguna de las madres quiere saber de Cognac. Nuestro querido hermano agradece que esos niños no se parezcan mucho a él, o eso dice, pero desafortunadamente una de esas chicas falleció, no tenía familia y por lo tanto Cognac se tiene que hacer cargo.
— Me alegro que haya sucedido eso.
— ¿Por qué lo dices?.
— Es desafortunado ese niño o niña, pero ayudaría a Cognac ser responsable o eso espero — Mojito se quedó callado por algunos segundos. Pensaba en lo que se sentía perder una madre, no era algo que quisiera desearle a otro — parecemos viejas chismosas hablando de nuestro hermano.
— Corrección, nos informamos del tema, sólo somos curiosos — ambos rieron.
— Bueno sigamos "informándonos" — Campahri siguió el juego — Es divertido, ahora comprendo todo.
— Bien... veamos, ¿Qué hay de interesante? — pensó por algunos segundos — Ya se, hace unos días Vados a venido a buscar a nuestro padre, hablaron de varias cosas, pero cuando iba pasando me percaté que la puerta estaba algo abierta, por lo cual alcancé a escuchar que nuestra querida hermana está enamorada y quería la aprobación de padre.
— ¿Qué? — algo le decía que su actitud actual tenía un por que — No creí que vados, bueno dime ¿De quien es?.
— No me vas a creer... bueno ya, de Whis.
— No creo que Whis y Vados puedan tener algo. Whis no es esa clase de chico.
— Lo dudo, también escuché por ahí que Whis está enamorado de Vados.
— ¿Cómo reaccionó nuestro padre?.
— No le contestó, mantuvo la calma mientras ella estaba presente, pero cuando se marchó se veía molesto, aún que no lo estará por mucho tiempo, no prestará atención a ese asunto y aceptará esa relación que tienen.
— ¿Por que lo dices?.
— Por que falta poco para el nacimiento del hijo o hija de Korn y Marcarita. Padre está emocionado , pero si le preguntas del tema, sólo dice que se alegra por ambos.
— ya me imagino como...
— ¿Cómo qué? — pregunto el gran sacerdote algo serio, los dos chicos sólo se levantaron de inmediato.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro