—¿Cómo que? — pregunto el gran  sacerdote serio, los dos chicos sólo se levantaron de inmediato.

—Gran sacerdote — dijeron ambos Ángeles — ¿Cuándo llegó aquí?.

— Sólo caminaba por el... No, no cambien de tema ¿Qué estaban diciendo de mi?.

— Decíamos que... que usted es un gran ejemplo. Es  padre y asistente del Rey de todo y nada le impide concentrarse en sus deberes, una persona ejemplar —. Trato de impresionar con sus palabras al gran sacerdote.

— Yo pensé que hablábamos del futuro hijo de Marcarita y Korn. La felicidad que trae un nuevo integrante en la familia —grito poco después al recibir un pisotón de Mojito, el gran sacerdote los miro confundido.

—Bueno,  también eso que dijo Campahri  — miro con seriedad a su hermano.

— ¿Por qué me pasaste? — Campahri sin comprender la indirecta reclamó.

— Tengo un pie izquierdo, discúlpame.

— Está bien, aún que vi que fue con la derecha.

— Izquierda , derecha , ¿Cuál es la diferencia? —disimulo— Además padre está aquí — hizo una señal para que no siguiera arruinando las cosas.

— Es verdad ,disculpe el atrevimiento, pero ¿Qué hace aquí? — Mojito sólo se quería dar un golpe en la frente.

— Bien, ya no importa — después de esto cambia su tono a uno mucho más tranquilo — Al parecer a todos o a la mayoría de mis hijos no les gusta seguir las reglas.

— ¿Lo dice por Cognac o Vados? — pregunto Campahri a lo cual Mojito le volvió  a pisar a su hermano — ¿Qué te sucede?.

—Lo vez dos piernas izquierdas. Por cierto ¿No te llama tu señor?.

— ¿Qué?... No... — Mojito fingió toser— si , ya me tengo que ir — el gran sacerdote los seguía mirando confundido —  Adiós, fue un gusto venir a visitarlos — el Ángel ya se disponía a irse cuando...

— ¿El señor mosco esta aquí?, no lo vi a tu lado cuando llegaste.

— Es que... — sólo miro a su hermano que trataba evitar reírse — Eso es verdad,  tiene razón , Mojito explícanos ¿Cómo haz podido escuchar la voz alguien que está a años luz de aquí? — Mojito dejo de burlarse y se puso serio, cruzó los brazos.

— No me incluyas en tus asuntos, además ya te ibas.

— Será mejor que me retiré, además tengo algo que resolver — anunció el gran sacerdote alejándose de sus hijos. Después de algunos segundos desapareció su presencia por completo.

Mojito se asomó por donde su padre se fue — ¿Ya se fue? — su hermano asintió y ambos rieron.

En la lejanía un grupo de ángeles se reunía con todas las precauciones. El sacerdote no les vería, era demasiado ingenuo como para dase cuenta. Nunca revisaba esa sección del multiverso. 

—¿Estas segura que ninguno podría ayudar?

—Están inconformes, pese a todo ninguno haría nada en contra del gran sacerdote. Dudo que le traicionen.

—¿Qué harías en este caso?.

—Su mayor temor es su familia. Las cosas resultan sencillas, aun que no será sencillo derrumbar todo.

—A mi no me interesa.

El gran sacerdote leía las novedades del universo. Atendió al rey del todo y como estaba aburrido envió a traer un bufón para divertirle. Fue ahí cuando un ángel joven llego con todas las ganas del mundo.

—Es un placer estar aquí, señor —hizo una reverencia. No muy bien hecha, pero el intento contaba.

—Repítela —le ordeno— no es bien visto que hagas las cosas de tal forma tan vulgar.

—Si... —la repitió.

—Así no, niño. Es con la espalda recta —fue y le ayudo a poner firme la espalda. Alzo la mirada y se le quedo viendo para ver que le faltaba.

—Si tardo el gran sacerdote se enojara —Se movió.

—No te muevas —le dio un leve zape— No pasará nada. ¿Nunca le haz visto?.

—No, solo escuche algunas cosas. 

—Estos jóvenes —reviso su postura—Vuelve a intentar.

Campahri se quedo observando junto a Mojito. Se acercaron a ver que hacían. Ayudaron al niño a tomar una buena postura para que el sacerdote no se molestará. 

—Así no. Así no —negó con la cabeza. Le entrego un libro — Cuando vuelvas, tendrás que haber leído todo el capitulo uno ¿Entiendes?.

—¿Todo el uno?.

—No, mejor todo el libro.

El joven hizo mala cara, los otros dos rieron y el sacerdote miraba esperanzado a que pudiera ser distinto. El solicito a alguien que divirtiera al rey, pero no le agrado la idea que fuera ese niño. Por lo tanto, le pagaría el doble con la condición de que vuelva. Algo más extraño paso, empezó a mostrar que no llevaba mas que el libro y sus cosas antes de irse.

—No es necesario.

—Claro que si, la gente suele llamarnos ladrones y no somos eso.

—Yo no lo hice —revolvió su cabello. Su forma de ser era conservadora y el joven no dijo nada, solo acepto esa muestra de afecto.

—¿Cómo dijiste que te llamas? —cuestiono Mojito que quedo encantado con el niño.

—Merus y no soy un ladrón  —insistió.

Quizás mañana actualice, ya veremos si adelantar los temas de clase funciono. Por su puesto que habrían cambios, los que leyeron la historia ya lo notaron. Ahora hay un nuevo enfoque.