Cαpιτυlο xι
— Mi señor Bills, tiene que levantarse —El Dios no llevaba mucho tiempo dormido, pero tenía que levantarse según el ángel. Ya se lo veía venir, por esa razón se había preparado con orejeras para no escuchar al ángel cantar, pero este tenía otra forma de despertar al dios — Me temo que tendré que decirle a Zen oh sama que usted está indispuesto a ir ante su presencia — el Dios no dudo mucho y se levantó de inmediato.
—¿Por que no dijiste antes que tenemos que ir ante el rey del todo?.
—¡El esta aquí señor Bills, en el salón principal! —dijo el Ángel— No es bueno hacerlo esperar.
El dios se preparó lo más rápido que pudo — ¡Vamos Whis, estoy listo!.
—¡Que bueno! — No dudo en tomarle de inmediato la palabra. Por primera vez se había levantado por voluntad propia el Dios— bien vamos.
Ambos llegaron al salón principal, el Dios hizo una reverencia — ¡Es un honor tenerlo aquí! — El dios escucho la risa del ángel, levantó la mirada y su sorpresa fue ver que no había nadie, todo había sido una broma, miro al ángel con enojo y grito— ¡Whis!.
— Disculpe mi señor Bills, pero necesito que este despierto. Al inicio sólo le iba a decir la verdad cuando se levantará.
— ¿Por qué no lo hiciste?.
— Curiosidad — admitió — ahora que está despierto, necesito que me haga un favor.
El dios miro a su alrededor — ¿Por qué este lugar luce mucho mejor que otros días?.
— Es parte del plan, ¿No lo recuerda? — el Dios miró a su asistente y maestro. Al final sonrió
— Ya Recordé, hay que hacerlo.
Mientras en el cuarto universo. Las cosas habían cambiado, el Dios Quitela tenía horarios al igual que el niño que desde hace algunos días había llegado a su Palacio. El dios y el pequeño se unían para fastidiar al ángel o eso pensaba éste.
— ¿Y bien, quien de los dos fue? — pregunto el Ángel mirando con enojo al dios y a su hijo — ¿No dirán nada?.
Al parecer un día anterior, mientras el Ángel se encontraba ocupado arreglando algunos asuntos. El Dios y el pequeño ángel se pusieron a jugar videojuegos, algo normal en el Palacio, pero terminaron por aburrirse y decidieron jugar algo más emocionante. ¿Qué más emocionante que imitar el videojuego? fue buena y entretenida la idea al inicio, pero después de un par de horas el lugar se convirtió en un caos, suerte y no se desboronaba la construcción.
— Fue un accidente — Su padre lo miro esperando que dijera la verdad.
— No fue nuestra culpa. Además tu te molestas de todo, deberías vivir la vida tranquilo, eso hacías — el Ángel cruzó los brazos y respiro hondo — Tu te divertidas todo el tiempo con cualquier mujer y no te importaba el caos que pudiese ocasionar. Tienes razón en enojarte, es la primera vez que este lugar queda en estas condiciones, pero no puedes cambiar lo que eres de un día a otro.
— Si puedo. Ya lo ha dicho antes , ahora todo es diferente, no puedo permitir que mi hijo cometa los mismos errores que yo — su mirada estaba frente a la de su hijo que no comprendía por que su padre no le permitía hacer muchas cosas — No puedo comportarme como antes por que tengo que preocuparme por otras cosas y dar un buen ejemplo.
— Papá, no tienes que cambiar sólo por... — el niño hablo, pero su padre lo miro seriamente algo que le causó miedo y decidió guardar silencio.
— Ordenaran todo, no podrán comer hasta que acaben y al final de cenar quiero que se preparen para dormir. Señor Quitela lamentó mucho decirle que no permitiré que vaya a la reunión que llevarán a cabo los dioses de la destrucción el día de mañana — Su tono ahora de autoridad. Ninguno dijo nada, pero en sus pensamientos tenían el valor y lo hacían, pero no sucedió nada de eso.
El ángel salió de aquel lugar y fue a preparar la cena. El dios y el niño miraron al rededor y suspiraron. Los problemas no sólo existían en este universo, los habían en todos.
En el octavo universo el Dios salió como era costumbre, pero esta vez el Ángel se quedó en el Palacio ya que no podía dejar sola a su hermana y ahora esposa en su estado.
—¿Qué crees que sea? — pregunto Marcarita emocionada, mientras Korn arreglaba algunas cosas, pero no le tomó importancia — Ya sólo faltan algunos días, por fin conoceremos a nuestro hijo o hija. ¿Cómo se llamará?.
—Pensé que ya tendrías un nombre —Korn no dejo de hacer su trabajo. La conversación lo incomodaba.
— Yo quería que tu se lo pusieras — los ánimos de Marcarita bajaron — esperaba que hicieras lo mismo que los demás, discutir sobre el nombre , el sexo, no se algo así... Pero a veces pienso que no te interesa.
—Claro que me interesa, si no fuera así en este momento estuvieras en tu universo poniéndote en peligro.
— No digo que no me quieras — lo miro fijamente — hablo de nuestro hijo. Nunca hablamos de ese tema, sólo nos interesados en otros asuntos, dime ¿Lo quieres? — Korn dejo de hacer lo suyo, miro a Marcarita y guardó silencio, pensaba sus palabras — No quiero que te sientas obligado a estar con nosotros. Sólo necesito saber tu opinión.
—Nadie me obliga a nada — Sus palabras reflejaban tranquilidad. Se acercó a Marcarita y tomó sus manos — Yo estoy contigo por que te amo, fue difícil aceptarlo, pero ahora que estamos juntos no quiero separarme de ti — Marcarita sonrió al escuchar aquello.
— Entonces, ¿Haz pensado en algún nombre? — Sus ánimos volvieron.
— La verdad no estoy seguro — trató de sonar convincente — Me gustan algunos, pero quiero que sea especial, no quiero que sea común — Esperaba buscar algún pretexto para cambiar de tema, por lo menos, ella no había descubierto la verdad.
En el séptimo universo. Vados y Champa habían llegado como se solicito , el plan estaba en marcha.
— ¿Para que querías que viniera?.
— Hola hermano ¿Acaso no sabes saludar? — El dios del séptimo universo recibió a su hermano de la forma más común — No importa, necesito que vengas conmigo, tengo una propuesta que te puede interesar.
— Vados vamos.
—No — intervino el Dios — Mi asistente se quedará, por lo tanto también tienes que hacer lo mismo y dejar a tu asistente junto al mío.
— Esta bien — Bufo y con un ademán expreso sus siguiente diálogo — Apresúrate — Ambos dioses se alejaron de aquel planeta dejando solos a los Ángeles.
— Este lugar se ve bien — Comento Vados . Observo cada detalle del Palacio — ¿Remodelación?.
— Algo así — dijo Whis — Ven. Vamos a la cocina, cuando vuelvan pedirán algo para comer.
—Tienes razón — se limitó a sonreír.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro