Capitulo XVII:
Advertencia: Este capitulo contiene temas sensibles como el suicidio, autolesión, tortura y mutilación incluyendo a menores, se recomienda discreción.
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La armada Sheikah hizo un circulo alrededor de la batalla en el gran salón ceremonial Yiga, en un intento de que Ganon no escapase de la batalla, encerrando a las campeonas y a Sidon adentro, accionaron un campo de fuerza azul cristalino con sus runas ancestrales.
Los movimientos del enemigo eran agraciados, como un baile de espadas que era tan hermoso como aterrador, poder y valentía una peligrosa combinación, era notorio como las campeonas luchaban con remordimiento, con miedo de dañar a su amigo era entendible, Sidon ni siquiera podía mover un musculo, ¿ que hacer ? ¡¿Que debería hacer?! pensaba Sidon, rogándole a su cuerpo responder.
-"No te quedes ahí príncipe, a quien estas viendo ahora mismo, no es Link" Urbosa retrocedió en medio de la batalla para hacerlo entrar en razón.
-"Pelea por él, ¡pelea para salvar a Hyrule!" Urbosa lo sacudió con su escudo.
-"AQUÍ VOY" se escuchó la voz de dos rocas que rodaron atreves de la barrera, eran Daruk y Yunobo, seguidos de Teba listos para pelear.
-"¡GANON, DEJA IR AL MUCHACHO!" Daruk rodó hacia Ganon con una gran potencia, para ser detenido con una mano, soltando una risa superior, levantando al viejo Daruk y arrojándolo hacia la barrera, la lucha se desató, ni el fuego, agua o electricidad eran efectivos contra Ganon, y poco a poco los campeones se debilitaban, Sidon logró recuperar la fuerza para pelar, y enormes tiburones de agua arremetían contra ganon sin hacerle un rasguño.
De repente un rayo de poder rompió el techo de la guarida, impactando a Ganon directamente, todos retrocedieron al ataque, era el rayo de Vah Medoh pilotado por Revali desde las alturas de la guarida.
-"¿Que te pareció eso? ¡preparate para recibir la ira de Vah Medoh!" Anunció mientras cargaba otro poderoso ataque de la bestia divina.
-"¡Bien hecho Revali!" Urbosa aplaudió la oportunidad, la cual fue aprovechada por Sidon, quien embistió a ganon con su tridente contra el suelo, sus cabellos extendidos en los escombros miró al príncipe a los ojos.
-"Anda hazlo, acaba conmigo" Sidon se detuvo. lo cual hizo sonreír al rey demonio "¿Que te lo impide? ¿es este rostro?" Sidon vio el rostro de Link, sus bellos ojos carmesí de vuelta a la normalidad, mirando el tridente en su pecho, escuchó la voz de su amado.
-"S-Sidon" parecía asustado, inmediatamente las lagrimas invadieron sus ojos, y las de Sidon también "¡Para por favor!" Sidon retrajo su tridente y se arrodillo tomando a Link en su regazo "¡Link! esta bien, aquí estoy, vine a salvarte" Sidon acarició sus cabellos delicadamente, Link pareció llenarse de esperanza, y le otorgó una pequeña sonrisa de alivio, acercando su mano al rostro de Sidon.
-"¡PRINCIPE, ALEJATE DE ÉL!" Urbosa comandó, al notar que Link llevó unas brillantes garras al cuello del príncipe, estrujando la regalía que lo protegía hasta romperla en pedazos, denuedo tornando sus ojos oscuros y su risa maliciosa.
-"Oh, estas enamorado" Soltó una risa "¡Que patético!" Ganon neutralizó a Sidon a sus pies, aun sosteniéndolo por el cuello.
-"¡¡Sidon!!" Mipha intentó atacar pero unos proyectiles de oscuridad lanzados por la mano izquierda de ganon la detuvieron.
-"Por eso dudas príncipe" Sidon luchaba librarse del agarre, pero era en vano "dime, ¿así planeas proteger a tu gente? alguien tan débil y cobarde como tú no merece ser un Rey" la fuerza de su agarre era tan fuerte que le cortó la respiración, sus dedos entraban en su piel como garras, y su vista se nublaba.
-"SE ACABÓ GANON" Una luz cegadora invadió la sala devorando a Ganon sin previo aviso, era la Reina con sus tropas, comenzó a arremeter impacto tras impacto sin piedad alguna, solo se lograba escuchar los gritos infernales del enemigo.
-"¡Deja ir a mi amigo!" Los campeones tomaron refugio, la ira de la reina retumbaba a kilómetros con cada descarga de luz que dejaba ir sobre él, y no paró hasta agotar toda su energía, jadeando exhausta a penas se podía mantener en pie, caminó hacia el cuerpo que yacía en el suelo, y lo tomó por detrás de la cabeza revisando cada detalle de su cuerpo.
-"Link" Zelda lo llamó una vez más "Abre tus ojos, tienes que despertar, Link" sus ojos se llenaron de lagrimas, hizo lo que tenía que hacer, venció a Ganon y salvó a Hyrule, como dictaba su deber, su destino, pero a costa de su amigo.
Sidon estaba aturdido por el ataque de la reina, Mipha se apresuró a auxiliarlo y todos los guerreros presentes soltaron un coro victorioso, el mal había sido derrotado una vez más, era algo por lo que debían festejar, pero los campeones no podían embozar una sonrisa así por así, preocupado rodearon a la princesa y a Link.
Daruk: "Vamos muchacho, tu puedes hacerlo, se que aun tienes el toque"
Urbosa: "morir aquí no es tu destino, Link" dijo meintras trataba de contener sus lagrimas.
Yunobo: "Señor Link, tu me enseñaste a ser fuerte, por favor sigue dando el ejemplo"
Teba: "Vamos no te des por vencido"
Sidon logró llegar hasta Link con la ayuda de Mipha, se apoyó en el piso y extendió su mano para acariciar su mejía con el mas grande de los cuidados, Zelda miró al príncipe, devastado con el corazón hecho trizas de ver a Link en este estado.
-"Link, se que puedes hacerlo" Sidon acarició sus dorados cabellos, con aquel amor inmenso que había anidado por él "Volvamos a casa" Le suplicó, Mipha le otorgó consuelo a la Reina, quien sollozaba perdidamente, hasta que de repente la expresión de Link empezó a formarse, era molestia, miedo ¿una pesadilla? Link abrió sus ojos, dejando a todos atónitos, Los ojos de Link eran azules, hermosos ojos color Zafiro que brillaban con el reflejo de sus lagrimas, estaba aterrado, temblando, Sidon lo tomó en sus brazos y lo estrujó en un abrazo, Link empezó a sollozar, aferrado al príncipe.
-"Aquí estoy" Lo abrazó tan fuerte que parecía querer juntarse en uno solo ahí mismo, los campeones que apenas tenían la dicha de reconocer la voz del héroe, observaron a Link de una manera que jamás imaginaron verlo, usualmente era un tipo sin expresión alguna, pero ahora estaba destrozado, los horrores que había tenido que vivir lo habían roto.
los demás tal vez no lo entendían ahora, pero Sidon sabía cada detalle, y estaba ahí para enfrentar la realidad con él, esto por nada estaba cerca de terminar, pero si era un nuevo comienzo para él, pero esa vez no estaba solo.
***
Link caminaba por un trecho oscuro, donde vagos susurros traían a la vida memorias del pasado "HOY MIS QUERIDOS COLEGAS, SALUDAREMOS A NUESTRO SEÑOR" Ahí estaba otra vez, atrás de la multitud, observando su sacrificio, su pobre e indefenso luchando por soltar las cadenas que lo ataban, un niño siendo entregado a su inescapable ruina, sus grandes y asustados ojos azules tornándose carmesí... Sacó su espada ancestral, y con el impulso de sus piernas desató su ira en cada uno de ellos, callando los canticos infernales, cortando en dos a los miembros del clan, a quienes alguna vez considero su familia, ahora eran su peor pesadilla, sentía odio, desesperación, era algo inexplicable que deseaba acabar no importa que.
Llegó hasta el altar, subiendo los escalones llenó sus pies de sangre, que brotaba del pequeño amarrado en la mesa de piedra, parecía un cordero partido a la mitad con la profundidad que tenía el corte en su pecho, la cicatriz que le recordaría su miseria por el resto de sus días, estaba hecho, estaba agonizando... Maldición, no podía verlo de esta manera, sentía un fuerte golpe en el estomago, una presión insoportable en su pecho, nauseas en su garganta, no quería saber lo que le ocurriría al pequeño, no quería que viviera una miserable vida, tenía que hacer algo, la única manera de liberarlo era acabando con él.
Levanto su espada, pero su mano temblaba, los ojos carmesí del pequeño se habían clavado en su mirada, aterrorizado, suplicante. Link titubeó, y el pequeño sonrió, era una vista tan bizarra que lo aterró al instante, retrajo su espada y empezó a retroceder paso a paso, el pequeño se levantó y a su alrededor no había nada mas que oscuridad, cada paso que daba el pequeño lo iba cambiando de forma, su herida se sellaba en una cicatriz y su cuerpo crecía hasta asemejar el suyo, hasta que parecía estar viéndose en un espejo.
Ambos se pusieron en guardia y la pelea comenzó, cada golpe y cada corte dolía de verdad, Link sentía furia, miedo y desprecio ante la figura que querría borrar la faz de la tierra, la suya propia.
Link controlaba su respiración su cuerpo estaba tenso, al fin lo hizo, acabó con el hechor de sus pesadillas, la sangre se esparció hacia sus botas, su pecho le dolía "¿pero qué he hecho?" pensaba, ¡maldición! ¡Maldito! Traidor, te mereces eso y más, por poco y destruyes todo hyrule, por poco mataste a tus amigos, ¡estuviste a punto de matar a Sidon! Link empezó a sollozar, se arrodilló y miró a su otro yo sin vida.
-"¿Como vas a enmendar lo que hiciste?" el rostro del cuerpo tenía un corte que le había lastimado los ojos, abriendo los globos oculares, que ya eran solo una masa abierta de carne "No me das lastima inútil ¡LEVANTATE!" Link se rompió en llanto "maldición" llevó su espada al frente, sus manos le temblaban, puso el filo de la hoja en su cuello, la luz de la espada cegaba su vista, su respiración se aceleraba mientras tomaba el valor de hacerlo.
antes de tirar la de la espada abrió sus ojos, y en la lejanía estaban la Reina Zelda y los campeones, clavando su mirada en él, decepcionados. Su respiración se cortó y sus niveles de ansiedad empezaron a subir " Zelda yo- nunca quise!-" Link intentaba hablar pero su voz se cortó y no salía mas, lo que sea que fuese a decir no cambiaría nada, sería una vil excusa, su mente se hundió en la culpa, su cabeza empezó a doler tanto que despertó.
abrió sus ojos cubierto de sudor mientras reaccionaba, su mirada confundida divagaba en el techo del dosel de la enorme cama en la que se encontraba, el dosel era bastante alto, estaba decorado con orfebrería de oro y plata, con incrustaciones de piedras preciosas que reflejaban pequeñas luces de la luz de la mañana, a los lados de la cama caían largas cortinas traslucidas que hondeaban con la brisa de la gran ventana de la habitación.
No entendía donde estaba, nunca había visto este lugar, se quedo observando su alrededor un momento, parecía el interior de un nido, o mas bien un santuario, un lugar hecho para la tranquilidad y la paz mental, se sentía tan a gusto y distraído observando la belleza de las decoraciones tan detalladas, el techo tan alto y las estanterías con libros, plantas y ornamentos de diferentes partes de hyrule, era muy bello.
De repente escucho la puerta abrirse con cuidado, Link entrecerró sus ojos, a través de las cortinas observó la figura del príncipe Sidon asomándose con cautela.
-"¿Link, has despertado?" Sidon abrió lentamente las cortinas a un costado de la cama, viendo a Link con su cabello extendido en las grandes almohadas, hundido entre las cobijas parecía una muñeca de porcelana, con sus doradas pestañas y sus brillantes ojos mirándole. se tendió al pie de la cama colocando su mentón en el regazo del héroe "Buenos días" lo saludo mientras Link extendía sus manos hacia las aletas del príncipe, genuinamente feliz de verlo.
-"¿Que es este lugar?" preguntó mientras acariciaba la frente de Sidon con la palma de su mano.
-"Estas en mi recamara, trajimos esta cama para ti" Sidon le dio una sonrisa deslumbrante "Los campeones, la Reina, todos, estamos pendientes de tu pronta recuperación, cada uno ha dejado cartas y obsequios solo para ti, mira" Sidon apuntó con su cabeza al otro lado de la cama, donde se encontraban situadas diversos empaques, cartas, flores y plantas en jarrones decorativos.
Link sintió su pecho estrujarse ¿porqué harían algo como eso? confundido por la culpa que invade su corazón "Yo... no entiendo" Link frunció el ceño, y Sidon se acercó a su rostro un poco mas "Link" Sidon tenía una expresión tan feliz, tan serena "Vencimos a Ganon, eres libre ahora" acarició delicadamente sus dorados cabellos "¡Lo logramos!" Las mejias de Link se calentaron al sentir cosquillas en su piel por la cercanía del príncipe, parpadeó un par de veces, aun sin entender nada.
Sidon se acurruco a los pies de Link, abrazándolo y acariciando su cabello, enterrando su rostro al costado de su rostro, Link aceptó la muestra de cariño rodeando sus brazos alrededor del cuello del príncipe, cerrando sus ojos sintiendo cada roce de su piel, su corazón acelerado y recibió sus cariñosas palabras, Link empezó a explorar con sus manos el cuello del príncipe y notó las marcas de sus propias manos, y de repente los recuerdos invadieron su mente, de como casi asesina al príncipe con sus propias manos, la culpa que sentía dentro lo empezó a carcomer otra vez, sus manos empezaron a temblar y su cuerpo a estremecerse, cuando de repente los cálidos labios de príncipe presionaron su rostro.
Sidon había besado su mejía, sus labios se quedaron ahí por lo que parecía una eternidad, pero fueron tan solo unos pequeños segundos, dejando a Link absorto en la sensación, sin reacción inmediata, solo miró la hermosa y brillante sonrisa de Sidon, y su mente había escapado de ese lugar.
-"Oh, me dejé llevar" Sidon rio un poco nervioso y le sonrió de nuevo, Link parpadeó atónito por la nueva sensación, su corazón empezó a correr a mil por hora, y el príncipe paciente mente esperó una respuesta.
-"¿Podrías hacerlo una vez más?" dijo con la mirada baja y mejías rosadas, ¿Cómo podría resistir el príncipe una petición así? viniendo del ser mas bello, fuerte y preciado de todas las tierras santas de Hyrule, así que volvió a acercarse y presionó besos en su rostro, eran lentos y llenos de el mas fuerte y puro cariño que le tenía, los colocó en su frente, orejas, mejías, parpados, nariz, en su mentón y peligrosamente cerca de sus labios, con cada gota de amor que tenía dentro beso cada rincón de su rostro, respetando sus deseos y sus limites, se contuvo las fuertes ganas de explorar mas partes de su cuerpo y sus labios.
Sidon estaba perdido en el momento y Link empuñó sus ojos sintiendo las cosquillas que le proporcionaba cada beso, cada caricia, la sensación lo envolvía, empezó a soltar pequeñas risas placidas y encantadoras, que eran la mas embriagante melodía que Sidon había escuchado en su vida.
-"Link yo-" Sidon se forzó a detenerse de repente, observando el hermoso rostro de Link, con sus cabellos alborotados y su leve sonrisa "Yo..." ¿era el momento indicado?
Su corazón estaba tan inquieto que si no lo decía en ese momento, sentía que iba a reventar.
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