Dedicado a todas las mujeres que se identificaron y encontraron refugio en esta historia.  A todas las que, como Samantha, han enfrentado la violencia, la injusticia o el dolor en sus propias vidas, porque todas fuimos Samantha algun vez, en mayor o menor medida. Esta novela es un testimonio de la fortaleza y la resiliencia del espíritu femenino, un canto a la esperanza y a la búsqueda de la propia voz.

Escribir sobre Samantha me ha permitido explorar las complejidades de la experiencia femenina, las heridas que a veces ocultamos bajo la superficie y la lucha constante por la libertad y el reconocimiento.  Espero que su historia te inspire a ti también a alzar tu voz, a decir “No quiero esto”, “no quiero sufrir así”, “no quiero cargar con todo”, y finalmente, “¡Merezco ser escuchada!”.

Que esta novela te impulse a tomar las riendas de tu vida, a alcanzar tus metas, a construir una vida plena y a apoyar a otras mujeres que también están luchando.  Recuerda que la unión hace la fuerza.  Juntas somos más fuertes.

Y a todas las que aún no han encontrado su voz, espero que esta novela sea un faro de esperanza, un recordatorio de que no estás sola y que mereces ser escuchada, amada y respetada.

Gracias a todas las mujeres que me han escrito para compartir cómo esta historia las ha inspirado... (Cuando aún estaban permitidos los mensajes)

Gracias por leer, por sentir y por compartir.

Simplemente gracias.

Con amor: Kiseki (...) [Puntitos para dejar en suspenso mi verdadero nombre]