CAPÍTULO 67

El pasar de los días eran como de costumbre, “normales” como solía llamarlos.

Me encontraba en el campus leyendo unos apuntes cuando Adam se acercó con muchos papeles.

—¿Me ayudarías con esto? —preguntó doblando algunos evitando que se cayeran.

—Claro. —tomé la mitad para acomodarlos y parecían ser planos. —¿Que es todo esto? 

—Un proyecto que estoy apunto de tirar a la basura. —suspiró agotado y frustrado.

—¿Es un drone? —giré varias veces la hoja buscando la forma aunque no lo comprendiera.

—Algo así.

—¿Por qué  quieres botarlo? —lo miré.

—Porque no sirve —comenzó acomodar las hojas, arrugando algunas.

—¿Por qué los tienes aquí?

—Los traje para preguntarle algunas cosas al club de ciencias, pero sólo se burlaron.

—¿Exactamente que hace? —inevitablemente me interesé.

—Ese es el punto quiero que haga algo que todos dan por fracasado, quiero desarrollar algo más avanzado y complejo de lo que existe actualmente, pero no tengo conocimientos para tal cosa. Estudio leyes, estuve en el taller de fotografía y ahora en el equipo de fútbol. No encuentro mi lugar. —confesó y pude ver un deje de desesperación en su rostro.

—¿Se lo mostraste a tu tío? Es CEO de una empresa de desarrollo tecnológico. —froté su hombro en apoyo.

—No quiere saber absolutamente nada, ni la idea. Para él, esto... —señaló los papeles —No es lo mio y lo admito.

—¿Por qué aceptas la derrota? —sonreí levemente —Las puertas no están cerradas, solo es cuestión de tiempo. Como las inversiones, no se trata de ver un edificio desde fuera e invertir de inmediato; es necesario un buen análisis.

—Suena tan fácil señorita Anderson, tu puedes conseguir todo con solo hacer esto. —chasqueó los dedos

—No siempre fue así, incluso poco mas de dos años atrás no era la señorita Anderson. No era la que todos ven ahora, solo recuerda como era hace unos meses cuando ingresé a ésta universidad.

—Lo siento, lo había olvidado. Diste una conferencia de prensa por eso. —rascó su cuello.

—Esta bien, pero lo que no dije fue  qué, trabajé en una cafetería los últimos meses  antes de graduarme.

—¿Es en serio? —se sorprendió.

—Así es, fue cuando falleció mi madre y quedé completamente sola. —recordé con melancolía. —Por eso no te desanimes. Las cosas cambiarán, tomarán su rumbo por ejemplo con Olivia. No fui a los partidos últimamente, pero la vi dirigirse ahí, también almuerzan juntos ¿cierto?

—Si —sonrió cambiando su semblante. —Nos volvimos muy cercanos,  comienza a confiar y desahogarse conmigo. Sólo recordar ciertas cosas quiero buscar a ese maldito y ...

—Wow, calma. Calma —lo interrumpí —Lo importante es que se alejó.

Asintió terminando de acomodar los papeles mientras alguien se acercaba.

—Adam hay entrenamiento. —habló con seriedad y lo miré.

—Lo sé. —miró los papeles y luego a mi —¿Te los puedo dejar un momento?

—Claro. —los tomé para abrazarlos como un libro.

—Gracias, nos vemos luego. —se levantó y se fue.

Suspiré con un poco de pena y miré a Thomas que se encontraba sin expresión.

—No es buen momento para tus celos, así que ahorratelos. —arrugué la nariz

—No diré nada.

—¿El entrenamiento?

—¿No irás?

—No me respondas con una pregunta —no respondió y rodé los ojos. —No, no iré. Solo corren detrás de un balón, no le encuentro el sentido.

—Hoy pareces irritada. —sonrió y lo miré mal —Podría relajarte en menos de un minuto.

Me sorprendí mientras mis mejillas ardían y me cubrí el rostro.

—¿Lo ves?

—Idiota. —me levanté y Yessica se acercó para tomarme del brazo.

—Lamento interrumpir chicos.

—Ya me iba —respondió Tom yendo en dirección al campo.

—Idiota. —murmuré para después mirarla. —¿Pasa algo?

—Quería ir de compras, ¿Me acompañas? —sonrió.

—Creí que verías el entrenamient

—No, hoy quiero comprar algo nuevo, no estoy de humor para otra cosa.

—Bien, de hecho también quería comprar algunas cosas —miré los papeles —pero...

Tomé el móvil para escribirle a Adam.

                Mensaje

Yo: Adam, tuve que irme. Llevaré los papeles, luego te los devuelvo😅

Adam: No hay problema, podrías botarlos en algún lado por mi ☺

Yo: Dije que no😒

Adam: 😔. ✓✓

Negué mientras volvía mi atención a Yessica.

—Vamos, pasaremos por el edificio.

—De acuerdo. —mostró unas llaves

—¿Y eso? —fruncí levemente el ceño

—Mis padres me quitaron mis llaves hasta que tenga buenas calificaciones.

—¿Tenías coche? —asintió con una sonrisa y fijé la mirada en las que tenía en la mano. —pero esas...

Se les quité para reconocerlas, eran las de Daniel.

—Ese idiota te presta su automóvil y a mi no me enseña a conducir —murmuré molesta, sintiéndome traicionada.

—Vamos cuñada, no te molestes. —me haló hasta el auto 

En pocos minutos estábamos en el departamento. Tomé una corta ducha mientras Yessica hacía lo mismo en la habitación de mi hermano.

Al salir noté que llevaba una playera suya, pero me ahorré el comentario.

—¿Que quieres comprar? —pregunté mientras conducía

—Algunas prendas y ropa interior. —sonrió —Tambien podríamos ir al salón de belleza.

—¿Que dices de un gimnasio? Sería bueno cambiar un poco la rutina.

—Hace tiempo queria hacerlo, pero no tenía compañía. Nos embelleceremos para nuestros chicos —me guiñó un ojo y sonreí.

—No es por eso, solo quiero mantener un equilibro y cambiar la rutina, como dije. Además oxigenaria el cerebro. —la miré discretamente mientras se sorprendía.

—¿Eso se puede?

—Cuerpo saludable, mente saludable. Aumenta el coeficiente intelectual. —levanté un pulgar evitando reír.

—Aumentaría la inteligencia. Allá vamos.

Desvié la mirada por la ventanilla mientras reía, Yessica a veces parecía inocente y fácil de convencer.

Llegamos a una enorme tienda de solo ropa femenina, y observaba muchas prendas con un poco de desdén.

Eran bonitas, pero no se aplicaban a mi estilo, muy al contrario de mi compañera que todo lo que veía lo tomaba para probarse.

—Vamos  Sam, escoge algo. Así te daré  mi opinión y tu me darás la tuya —me animó.

—No estoy muy segura, pero escogeré un poco deportivo para el gimnasio. Eso es. —señalé la sección deportiva

—Claro, y Thomas se morirá al verte siempre así. —dijo en tono bajo, pero igualmente la escuché.

—No comiences.

—Son novios, por favor.

—Mejor vamos, también necesitarás de estos. —la halé.

Sabía mis talles para esas ropas por lo que seleccioné conjuntos que me gustaran y Yessica también. Luego volvimos a la otra sección, escogí algunas prendas y ella mucho más.

—Ya te probaste algunos y todos son la misma talla, no tienes que probarte todo. —me quejé con poca paciencia.

—Aprende mi querida, imagina que vendrás a comprar algo con el amargado como le dices. Esto es una buena técnica, pedirle su opinión. —me guiñó un ojo modelando.

—Entiendo, pero no soy Dan, sabes que todo te queda bien. Solo escoge de una vez. —suspiré.

—Estoy dando consejos valiosos y respondes así. —achinó los ojos y negué —Aún nos falta algo muy importante.

Asentí comprendiendo, después de que al fin se decidiera por las prendas y dejar todo un desorden nos dirigimos a la sección de lencería.
Al igual que lo anterior no hice mucho escándalo, elegí algunos conjuntos que me gustaron y Yessica se quejó.

—¿Solo llevarás eso? —frunció el ceño.

—¿Cual es el problema? —dudé mirando lo que había escogido.

—Llevan unos meses juntos, al menos que lo supimos —respondió en tono bajo —¿Acaso aún no?

—No hablaremos de eso aquí. —la golpeé levemente con el codo

—Esta bien, pero lleva otra cosa más provocativa.

—Estoy bien así, cuando me sienta cómoda pediré tu opinión. —fruncí el ceño con molestia.

—Eres todo un caso.

—No dices nada nuevo.

Finalmente pagamos y nuestro próximo destino fue el gimnasio.

—Mira la hora, la cena. —froté mi abdomen

—Regresemos y cenemos en el departamento, de todos modos Dan deberá llevarme a casa. —sonrió y asentí.

Al llegar mi hermano veía televisión con una expresión aburrida hasta que miró las bolsas.

—¿Solo compraron eso?

—No, esto es solo mío. Lo de tu novia sigue en el auto —suspiré y la miré. —Ayudame hasta la habitación.

—Cariño puedes pedir algo para comer, vinimos a cenar contigo. —mencionó mientras me seguía.

Dejamos las cosas en la habitación y cuando regresamos ya tenía dos pizzas sobre la mesa.

—Pueden llamarme genio, les leí la mente. —se señaló orgulloso y negué con una sonrisa.

—Creo que pediste esto para ti solo y justo llegamos.

—¿Por qué eres así? —achinó los ojos mientras alguien tocaba la puerta —Ya verás.

Fue abrir y tomé un vaso con agua, pero lo escupí al escucharlo decir “cuñado”.

—Será idiota —murmuré mientras se acercaba con Tom.

—Cenaremos en pareja —aplaudio levemente Yessica.

—Que emoción. —agregué sin ganas.

—Hasta parece que no lo querías ver, eres mala como novia. —dijo Daniel con una sonrisa, simulando indignación.

—No es eso, solo que fue un día agotador. —miré a Thomas y luego señalé a Yessica quién se asustó.—Por su culpa

—¿Que hice?

—Lo sabes y eso me recuerda, ¿Como es que le prestas el automóvil y a tu hermana no le enseñas a conducir? —lo amenacé con una cuchara.

—Sabes porqué —suspiró.

—Pero... —miré a Thomas para quejarme. —Dile algo, es injusto.

—Eres una niña. —sonrió levemente.

Arrugué la nariz mientras nos acomodábamos para cenar y fue lo suficientemente tranquilo, tanto que el sueño casi se apoderó de mí.

*Silencio incómodo* (◎_◎;)