CAPÍTULO 64

No podía evitar reír por la sitúacion anterior y Thomas resopló.

—Eres todo un caso Samantha. —sonrió con la mirada al frente.

—¿Que puedo hacer? Soy única. —encogí los hombros —Hace tiempo es a mi favor, no sé cuantos puntos voy delante.

—¿Quieres competir en eso también?

—Es que no sabes como era en América, competíamos mucho y aunque me esforzaba mucho, Dan ganaba por unos puntos sin importar la situación. Obviamente, no puedo compararme porque es un genio de toda la vida, igual que tu. Pero yo...

—No te quedas atrás —me interrumpió con tranquilidad. —eres inteligente y en otras cosas no te quedas atrás. Deberías dejar de competir.

—¿Lo crees?

—Si, ¿Quieres dar un paseo?  —me miró y dudé un poco.

—Mientras no haya mucho movimiento me parece bien.

—Conozco un buen lugar.

Unos minutos después estábamos en un lugar un poco alto y  alejado de la ciudad. Me sorprendí por la vista, Londres se veía tan hermosa desde ese punto en especial.

Nos bajamos para apreciar mejor y sonreí maravillada.

—¿Como puede haber un lugar así? —sonreí mirándolo.

—Este lugar aún no tiene destino, solía venir aquí para estar solo —confesó.

—Es muy bonito y la vista hace olvidar cualquier cosa. No está muy alejado y es lo que más me sorprende —me recargué en el auto.

—Observando y teniéndote aquí, no sabría decir quien se gana mi atención. —me haló para sentarse y abrazarme por detrás

—¿Por qué eres así? —cubrí mi rostro ruborizado.

—¿Tiene algo de malo? —susurró en mi oído erizandome la piel.

—No digas eso luego de hacer referencia a esto. —señalé mi vestimenta.

—Sinceramente no estás nada mal. —descansó su mentón en mi hombro

Reí, pero no dije nada, por el hecho de que me estaba abrazando comencé a sentir un poco de calor o me convencí de que era por eso.

Me relajé lo más que pude acariciando sus manos mientras sentía su respiración calmada en mi cuello. Me moví un poco para poder mirarlo e hizo lo mismo, nos miramos a los ojos un momento, sintiendo su respiración golpear mi rostro y no sabía lo que me sucedía hasta que lo besé y correspondió al instante.
No era un beso cualquiera, era uno muy demandante que aceleraba mis latidos, despertaba mis instintos y subía la temperatura.

—Quizás debamos regresar. —reaccioné separándome aunque no quería alejarme.

—Como quieras. —acarició mi rostro mordiéndome  el labio y suspiré.

Asentí para subir al coche, pero mi respiración no se calmaba, como si fuese un instinto animal quería más. La sitúacion era parecida a una del pasado, una que temía, pero con Thomas era diferente. No temía en su compañía, muy al contrario, quería saber más; conocer más y explorar más.

Antes de que emprendiera marcha lo detuve, me miró un poco confundido y no sabía como accionar, con rubor en mis mejillas lo halé levemente de la corbata para reclamar sus labios. No se opuso y segundos  después me haló hasta su asiento para que me sentara en sus piernas. Inconscientemente sonreí perdiéndonos entre besos y caricias.

Suspiré cuando comenzó a bajar lentamente por mi cuello mientras con una mano me acariciaba la pierna,  y  con la otra la espalda. Poco a poco sentí algo más donde estaba sentada y lo detuve para mirarlo. Sus ojos reflejaban deseo y sonreí.

—Thomas Rogers, controlate. —volví a besarlo y sonrió sobre mis labios

—Es tu culpa. —presionó un poco mis glúteos y me sorprendí.

No entendía como estábamos en esa situación, pero se sentía muy bien hasta que sonó mi móvil por alguna parte. Lo busqué con la mirada encontrándolo en el asiento e intenté normalizar la respiración para poder responder,  siguiendo en el mismo lugar.

—¿Diga? —respondí sin mirar quien era, sintiendo la manos de mi novio subir lentamente por mi espalda.

“Hija, creí que estabas dormida.”

—¿Padre? —me sorprendí volviendo a mi asiento por lo que Tom suspiró y sonreí.

“Si, quería preguntarte si harás compras mañana. Te enviaré con alguien que sabe del tema.”

—¿Llamaste sólo por eso? —rasqué un poco mi cuello, disimulando la frustración.

“Si, te vi muy preocupada por la vestimenta. Creí que era importante ¿Ya estabas durmiendo?”

—Lo es, es importante. Y justamente estaba por dormir —mentí divagando con la mirada. —No necesitaré a nadie, como dije iré con Emma. Confío en ella, no te preocupes.

“De acuerdo, descansa. Mañana será otro día ocupado en la universidad.”

—Lo sé, buenas noches.

Colgué suspirando aliviada y miré a Tom que parecía un poco molesto.

—¿Lo siento? —dudé.

—Demonios Sam, ¿Por qué provocaste esto? —suspiró entrecerrando los ojos y no comprendí a qué se refería.

—¿Provoqué que cosa? —me confundí.

—Nada, ¿Volvemos? —sonreí y asentí.

Puso en marcha el automóvil bajando la ventanilla, hacía frío y  era absurdo ir de ese modo.

—¿Puedes cerrar eso? Me hace frío —me quejé cruzando los brazos.

—Creeme que lo necesito. —expresó sin mirarme.

—¿Por qué? —lo miré esperando una respuesta.

—Olvidalo.

Sonreí por su actitud, estaba serio, pero no parecía molesto.

Al llegar al edificio subimos en silencio y nos despedimos con un corto beso.  Era casi medianoche por lo que Daniel estaba durmiendo y lo agradecía. Al colocarme la pijama noté humedad en mi parte íntima, eso sorprendió y decidí darme una corta ducha.

Antes de dormir pensé un momento en lo que pudo haber ocurrido, mis mejillas ardieron al instante, pero me alivié. No lo quería así y agradecía que mi padre había llamado.

Otro día comenzaba y desayunaba con mi hermano que solo me miraba con seriedad.

—¿Algun problema? —pregunté comiendo.

—Fuera de que no tengo idea de que hora llegaste anoche, ninguno. —ironizó con el ceño fruncido.

—Por favor, estaba con Tom. Somos novios y lo sabes, dijiste que confías en él

—Lo hago, pero no me tengas preocupado, sabes lo que digo. Además, puede ser Tom, pero no puede tenerte hasta la madrugada, ¿Entiendes?

—No sucederá nada, estoy bien. No tengo miedo y supongo que el “plan está funcionando” no recibimos noticias.

—Pero aún así —suspiró —olvidalo, lo importante es que estas bien.

Después de esa plática salimos rumbo a la universidad, Daniel fue llamado por el capitán del equipo por lo que seguí con mi camino.

Al llegar al salón saludé a la distancia a Yessica, Austin y Cameron que respondieron del mismo modo.
Tomé mi asiento un poco avergonzada con mi novio que parecía concentrado en algo.

—Buenos días. —saludé en tono bajo haciendo que me mirara.

—Buanos días.

Desvié su mirada sonriendo levemente, me sentía avergonzada y sabía que lo entendía.

—Luego hablaremos. —volvió a lo suyo.

¿Que se suponía que debíamos hablar? ¿Esas cosas se platicaban? No estaba segura, pero esperaría a su plática.

Observé que mi hermano se acercaba sacándome la lengua  para molestarme, pero se dirigió a Thomas.

—Tom, habrá partido luego del almuerzo y Tadeo quiere que seas el capitán.

—¿Por qué? —pregunté curiosa

—Porque tuvo una lesión, no es grave, pero le tomará una semana.

—¿Y por qué no eres tú? —cuestioné un poco molesta.

—Porque no quiero... —respondió de inmediato para después ignorarme.

Miré a Thomas esperando que dijera que no, pero asintió y me sorprendí. No parecía grave, pero ser el capitán del equipo incluía tener algunas niñas por detrás.

—Genial. —mi hermano asintió regresando a su asiento.

—¿Celosa?

—Claro que no, pero no pienso quedar a ver eso.

—Y pensaba dedicarte una anotación —sonrió de lado y resoplé con fastidio.

—¿Crees que puedes engañarme con eso? —crucé los brazos.

—Apuesto que lo harás.

—¿Quieres perder?

—Ganaremos el partido. —me guiñó un ojo y fruncí el ceño.

—Como diga señor futbolista.

Después de la clase fuimos a almorzar mientras le escribía a Emma.

                Mensajes

Yo: Buenas tardes 😄 podemos ir de compras hoy?

Emma: Hola cariño, claro que si!! Dime la hora y pasaré por ti ❤

Yo: en 30 minutos en el edificio. El mismo donde vive tu hijo

Emma: que sorpresa😮 nos vemos mi niña ✓✓

Sonreí y volví mi atención a la mesa, platicaban animadamente sobre el dichoso partido.

—Yessica,  ¿Verás el partido? —llamé su atención.

—Pero claro que sí, también lo harás ¿cierto? —negué inmediatamente.

—No tendremos clases luego, así que iré de compras.

—¿Por qué no otro día? Quisiera acompañarte. —se quejó.

—Por eso te lo pregunto, pero no puedo cambiarlo, ya quedé con Emma.

—Entiendo —se decepcionó mirando a su novio.

—Es cierto, la madre de Tom siempre te quiso mucho. —mencionó Cameron y asentí.

—Es increíble, si ustedes salieran serían la pareja perfecta. —Austin nos señaló. —Tu suegra te adoraría —rió mientras Cameron asentía y Thomas frunció el ceño levemente.

—¿Que dices? —continuó mi hermano —cuando más los conozco juntos, más creo que son como el agua y el aceite —intentó molestarme.

—Un hermano dignamente protector —lo señalo Cameron. —Como debe ser.

—¿Verdad que serían un hermosa pareja? —preguntó Yessica y me atraganté con el jugo.

—Definitivamente. —asintió Austin.

—Confirmo —siguió Cameron y reí un poco nerviosa.

—Bueno, suerte en su partido —me levanté —debo irme.

—¿Quieres que te acerque? —preguntó Daniel y negué tomando mis cosas.

—Estoy bien, ganen el partido y luego me cuentan. Nos vemos.

Me despedí y salí caminando rumbo al edificio. Debía dejar mis cosas y tomar las tarjetas de crédito entre otras cosas.

Actualizando con mini maratón *se va corriendo* ಥ⌣ಥ