CAPÍTULO 61

Un nuevo día comenzaba, cosas habituales, clase habitual, actitud habitual, el  almuerzo también sería habitual si no hubiese encontrado a una pareja en la entrada de la cafetería.

Suspiré fastidiada adelantándome un poco, en cuanto me vió “Erick” se alejó de Olivia, pasé de largo para hacer mi compra y sentarme con Austin y Cameron que ya estaban comiendo.

—¿Que fue eso? —preguntó Yessica después de un momento acompañada por Daniel y Thomas.

—¿Que sucedió? —continuó Austin bebiendo de su jugo.

—Se lo pregunto a Sam, Erick prácticamente huyó en cuanto la vió.

—¿En serio? —se sorprendió poniéndome toda la atención.

Los miré, prácticamente los cinco esperaban una explicación que no estaba dispuesta a dar y sólo me limité a encoger los hombros.

—Al parecer andas sembrando temor —mencionó Cameron y lo miré.

—¿Quieres probar? —cuestioné y negó levemente volviendo a su almuerzo

Miré a Thomas que parecía no comprender mi actitud, pero no dijo nada, solo continuó con lo suyo.

—Lamento la molestia —mencionó  Adam acercándose. —¿Tienes un momento?

Asentí sin mirar a los demás, más precisamente a alguien en partícular que seguramente se molestaría, para levantarme y dirigirnos al campus.

—Al parecer terminaron. —contó en tono bajo con una sonrisa que parecía no poder ocultar.

—Eso es muy bueno. —respondí del mismo modo levantando un pulgar para animarlo. —es tu oportunidad.

—¿Que me aconsejas? —nos sentamos y me miró con ilusión en su mirada.

—¿Soy la doctora corazón? —reí sin poder evitarlo.

—Cupido te quedaría mejor, por lo adorable. —pellizcó mi mejilla como si fuera una niña, mientras reía.

—Cupido. —repetí asintiendo. —Bueno, calculo que se intentará alejar de él, entonces puedes mostrarle tu apoyo. Está vulnerable, un amigo le haría bien. Escucha bien lo que digo, un amigo —remarqué la última palabra para dejarlo claro y diferenciado. —No la presiones.

—¿Parezco alguien que puede presionar? —quedó pensativo y claramente no lo era. Desde que lo había conocido me había parecido alguien espontáneo que dejaba que las cosas fluyeran, aunque también sabía que tenía su carácter, pero todo en un buen sentido.

—No dije eso, pero los hombres a veces son complicados. Solo bríndale tu compañía, algo cálido, que confíe en ti. En definitiva, tu amistad.

—Entiendo, entonces no estaría bien invitarla a un paseo o tomar un helado.

—No, no aún. Puedes acompañarla a su casa quizás, aquí ofrecerle que se siente con ustedes en el almuerzo para que se sienta acompañada, pero si se niega tampoco la presiones. Lo otro vendrá después, con tiempo y paciencia. Por horrible que haya sido su relación no esperes que inmediatamente quiera algo contigo, esa bonita sonrisa no hace magia. —lo señalé y rió con ganas.

—Solo tú puedes ser así, buenos consejos y graciosos. —se recuperó —Entiendo.

—Al menos entendiste —encogí los hombros

—Si, y por cierto entré al equipo.

—¿En serio? Que bueno, pon en práctica ese aspecto atlético, pero no andes de galán. —volví a señalarlo y asintió sonriendo.

—Lo único que lamento es dejar la fotografía, ya hablé con Sophia y Oscar, se molestaron,.pero lo entenderán. Igualmente los ayudaré cuando deban tomar fotografías.

—Si, las personas deberían entender nuestras decisiones —asentí desviando la mirada alrededor, no había muchas personas y aquello había sonado melancólico.

—Cupido tiene problemas —cantó sonriendo mientras bajaba la vista, no sin antes guiñarme un ojo.

Lo entendí cuando volteé y encontré a Thomas a pocos metros, su expresión lo decía todo.

Sonreí un poco apenada volviendo a Adam que asintió levantándose.

—Continuamos en otro momento, pero el cine sigue en pie ¿cierto?

—¿Que? —pregunté confundida para también levantarme.

—Creí que no te gustaba el cine. —agregó  Tom confundiéndome más.

—Bueno, yo...

—Es una gran película de comedía —me interrumpió Adam y lo miré con una expresión de “por favor”.

—Creo que no estás comprendiendo. —para mi sorpresa Thomas se pegó a mí, colocando su brazo sobre mis hombros a modo de abrazo.

—Ahora lo entiendo todo. —sonrió levantando las manos —nos vemos luego Sam.

Se retiró dejándome totalmente confundida, claro que había entendido su objetivo, pero me fue sumamente difícil seguirlo. Miré el brazo de Tom y luego a él, quien tenía una expresión indiferente.

—¿Celoso de nuevo? —lo regañé.

Varios estudiantes comenzaron a circular por el campus prestandonos especial atención, por lo que me incomodé. Él solo colocó las manos en sus bolsillos para retirarse.

—Quiere molestarme, lo sé —lo seguí hasta el salón.

Al entrar no había absolutamente nadie así que no dudé en correr y abrazarlo por detrás.

—No te molestes, por favor —supliqué como una niña.

—Lo peor es que provocas esto y te haces la confundida. —se soltó para mirarme.

—Solo estábamos platicando —intenté explicar. —No tenías que hacer eso, parecías un animal marcando territorio —fruncí el ceño y por su expresión sabía que lo había complicado.

—¿Animal? —mordió su labio demostrando molestia.

—No, no lo tomes mal. —intenté convencerlo —Lo siento.

Me tomó del brazo para acercarme con fuerza y detenerme a centímetros de su rostro. Sonrió de lado, con una mirada intensa que parecía decir, “te demostraré lo que es un animal”, para después besarme. Un beso un tanto peligroso para el lugar en el que estábamos, un beso que me encantaba, un beso salvaje, pero debíamos reaccionar.

—No puede ser. —escuchamos en algún lugar del salón y nos separamos para buscar al dueño de aquella voz, aunque lo reconocía.

Encontramos a Daniel y Yessica levantándose de su asiento que parecían haber estado escondidos como dos detectives que fueron descubiertos. Thomas desvió su rostro en sentido contrario un poco avergonzado y suspiró.

—¿Que demonios? —me acerqué a ellos.

—Veamos que dice papá de esto. —me mostró la pantalla con la fotografía besándonos.

—Ni se te ocurra. —lo amenacé.

—Y ésta tarde tendremos reunión en la empresa. —sonrió mientras hacía algo.

—Lo haces y te despides de tu “cute bear” —lo señalé y volvió a mirarme.

—¿Que? —divagó con la mirada.

—Estaba muy bien guardado,  supongo que es muy preciado. Sería horrible que termine indefenso en un bote de basura sin que nadie pudiera ayudarlo. —mostré otra fotografía sosteniendo en dichoso oso.

—Eso no puedes ponerlo en juego, es, es...

—Lo ves Yessica, si duerme con peluche. —susurré y rió divertida.

—Está bien, no se lo mostraré a papá, pero lo quiero sano y salvo.

Reí triunfante volviendo con Thomas que seguía igual, sin decir nada y lo entendía, su reputación de chico indiferente había caído delante de mi hermano. Lo tomé de la mano para ir a nuestro asiento mientras le sacaba la lengua a la pareja.

—Es tu culpa. —murmuré mirándolo.

—¿Mía? —reaccionó y asentí.

—En primer lugar tú se lo dijiste, en segundo no debías besarme aquí. En definitiva, es tu culpa.

—Lo tendré en cuenta desde ahora. —frunció el ceño desviando la mirada a la pareja e hice lo mismo.

—¿Que miran? Metiches —los regañé y rieron.

—Su primera discusión como pareja, tan lindos. —respondió Yessica.

—Deberiamos tomar cada momento de su relación. —continuó mi hermano simulando tomar otra fotografía.

—¿Por que no tomas esto? —arranqué una hoja aboyandola para tirarle, pero le pegó a su novia.

—¡Oye! —se frotó la frente y le saqué la lengua.

—Ya madura quieres. —me interrumpió Tom con seriedad

—¿Madurar? ¿Yo? —me ofendí frunciendo el ceño. —Ni que fuera fruta, que amargo eres...

No continué ya que el resto de la clase comenzó a entrar de a poco, no sin antes mirarnos y sabía muy bien porque. Lo pateé por debajo de la mesa molesta para poner mi atención en el libro que tenía.

Capitulo relax (◍•ᴗ•◍)❤