Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 58

CAPÍTULO 58


Para mi sorpresa, Daniel no me molestó con nada al respecto y era algo sospechoso.

Los días pasaban y mi relación era como hasta el momento, dentro de la universidad eramos como desconocidos, pero a Thomas se le hizo un habito robarme besos cuando nadie nos veía. Fuera de eso, nadie sospechaba de nosotros.

Mensaje

Thomas: ¿Estás dormida?

Leí su mensaje con una sonrisa sentándome en la cama.

Yo: No, pero estaba por acostarme 😋

Thomas: vamos a la azotea 😏

Yo: Para qué? 🙈

Thomas: Ven a descubrirlo 😏

Yo: De acuerdo 😙

Me puse un abrigo liviano saliendo de la habitación, pero encontré a Dan en la cocina.

—¿A donde vas a esta hora? —me miró con seriedad.

—A la azotea. —no pude evitar sonreír

—No digas más. —levantó una mano —Solo no tardes.

—No te preocupes.

Lo encontré de espaldas observando la ciudad, y en su distracción lo abracé con un poco de fuerza. Acarició mis manos para luego voltear sin soltarse y darme un adictivo beso.
Adictivo, así comencé a llamarlo ya que curiosamente cada vez quería más. Antes de que se alejara lo reclamé de nuevo, y debía decir que mi forma de besar había mejorado, perdiendo la timidez.

—¿Para que querías verme? —sonreí luego de separarme.

—Para esto. —negué por su respuesta y suspiró. —Mañana comienza el fin de semana y no hay que levantarse temprano.

—¿Si?

—Platiquemos. No podemos en tu departamento por Daniel, y en el mío no sería correcto. Podría armar un alboroto.

—Te adora como cuñado. —bromeé haciendo que sonriera.

—Nos entendemos. —rió mientras nos sentábamos

—Tenemos plática pendiente, mejor dicho preguntas y dudas ¿no? —asintió y descansé mi cabeza sobre su hombro mientras me abrazaba. —comencemos.

—¿Comienzas tú?

—Ya hice mi pregunta, y todos estos días pensé en tu respuesta.

—No tengo respuesta.

—Estoy segura de que no fue antes de que me fuera ni cuando regresé, ¿Acaso mi inteligencia fue atractiva? —cuestioné de forma bromista.

—Puede ser, entre otras cosas. —besó mi frente

—Bien, puedes seguir tú... —cedí el turno aunque no estaba satisfecha con esa respuesta.

—¿Por qué te fuiste realmente?

No esperaba esa pregunta, después de tanto tiempo creía que no mencionaría nada al respecto, y lo que era peor, no sabía qué responder.

—¿No hablamos de eso? —intenté evadir.

—No lo hicimos.

—Bueno. —medité un poco lo que diría y me separé un poco. —De pronto llegó una carta de mi padre. No me lo esperaba, y hasta entonces lo consideraba muerto. Lo llamé, una cosa llevó a la otra y decidí irme. —dije para que comprendiera, sin ánimos de dar más explicaciones.

—¿Solo así?

—Al principio no pretendía quedarme más de una semana, solo quería conocer su historia, pero me topé con un hermano mellizo convenciéndome de que no regresara y tenían razón cuando dijeron que no tenía porqué regresar, ellos eran mi familia. Así pasaron dos años. —crucé los brazos

—¿No tuvo nada que ver conmigo? —lo miré un momento, claramente dudé, pero terminé  negando. —Bien, sigue.

—¿Notaste mi ausencia cuando regresaste? Recuerdo que debían llegar ese mismo día.

—Llegamos una hora después o eso dijo mi madre. Para ser sincero no sabía nada, solo encontré la fotografía y la nota en mi habitación.

—No te afectó en lo más mínimo, ¿cierto? —necesitaba saber eso.

—Tenía la certeza de que regresarías, pero una semana se convirtió en un mes, luego un año, dos años y de pronto regresaste. Al pasar tanto tiempo creí que no lo harías y dejame decirte que eres muy mala disimulando. —sonrió como si recordara algo.

—¿De qué hablas?

—Creiste que no te reconocería en la competencia, me evadiste de todas las formas posibles, incluso intenté hablar contigo, pero no te encontré.

—¿Realmente lo hiciste? —asintió con tranquilidad. —Creí que no lo harías, no me veía igual, hablé diferente, era diferente. Recuerdo lo que dijiste alguna vez y no me parecía en absolutamente nada a aquella chica tanto en aspecto como en intelecto. Además estaba en una competencia importante, tú expectativa conmigo jamás fue tanta así que creí que no era posible. Nisiquiera pensé en encontrarte allí. —desvié la mirada.

—Fui al hotel, bueno estábamos en el mismo, pero ya no estabas. Fuiste muy rápida.

—Era suplente para la primera etapa, Daniel llegó a tiempo y literalmente quería huir de ti. Te vi en el elevador y corrí a las escaleras —reí con ganas al recordar esa carrera a gran nivel.  —Fue una locura, ¿De verdad me buscaste?

—Si.

—¿Para qué? —lo miré directamente a los ojos esperando.

—Solo quería platicar un poco contigo.

Sonreí levemente reprimiendo algo que posiblemente arruinaría el momento y una vez más lo guardé.

—¿Por qué huiste de mí? —hizo que lo mirara de nuevo.

—No lo sé, era mi nueva vida y no...—fruncí el ceño negando ante la idea que tenía en ese tiempo.

—Dilo. —acarició mi rostro.

—No te quería en ella. —terminé cerrando los ojos, no me atrevía a mirarlo.

—Entiendo, pero siempre terminamos cruzándonos —agregó muy cerca de mi rostro y lo miré.

—Aunque no te quería en vida siempre pensaba en ti, incluso en los peores momentos. —confesé, esperando que comprendiera a lo que me refería.

—¿Soy tan importante? —sonrió.

—No imaginas cuanto, pero que eso no eleve tu ego y arrogancia. —me alejé.

—Me gusta cuando lo dices. —besó mi mejilla y sonreí.

—Mi turno, y es algo que siempre quise saber. —asintió —¿Olivia y tú?

—No. —respondió de inmediato —Jamás sucedió nada, te lo aseguro.

—Hmm... ¿Que hay de la fotografía de tu cumpleaños? Estaban abrazados.

—Solo fue una fotografía, no sucedió absolutamente nada.

—Te saludé ese día.

—Perdí el móvil.

—Todos estaban ahí, incluso Yessica.

—Fue sorpresa e invité a un amigo más, no fue fuera del país por eso tardamos un día mas en regresar. Solo eso.

—Que considerado. —tragué con dificultad al recordar ese momento.

—Íbamos a festejarlo juntos, ¿Recuerdas?

—Si, pero tu... —me detuve con paciencia. —terminemos aquí o discutiremos.

—Siempre lo hacemos.

—Pero hoy no quiero. —palpé su mejilla.

—Te ves tan linda cuando te molestas y más aún cuando te sonrojas cuando lo digo.  —dijo prácticamente rozando sus labios con mis mejillas que comenzaron a arder.

—Callate. —me cubrí el rostro.

—Mi novia es la más bonita. —susurró desviándose en mi oído.

—Basta. —me avergoncé intentado levantarme, pero me lo impidió.

—¿No te gusta que sea tierno? —sonrió divertido.

—Si, pero me da pena. Es lo mismo que te diga guapo cada vez que te vea. —suspiré.

—No me molestaría, porque lo soy. —me acercó más a él

—Eres tan arrogante —hice una mueca colocando las manos en su pecho.

—Pero así me quieres y no solo eso.

—¿Que más? —estábamos a escasos centímetros.

—Estoy seguro de que también me amas. —sonrió con amplitud.

—Eso alimentaría tu ego y no estoy dispuesta a hacerlo. —negué con una sonrisa.

Sin más me reclamó con un beso profundo, apasionado e impaciente. Uno que.hasta el momento no había dado y me costaba seguir el ritmo, pero lo hice, subiendo las manos lentamente para envolver mis brazos en su cuello. Intenté acercarlo más, si es que eso fuera posible.

Ya no era un beso tímido, el poco tiempo que podíamos estar solos era de esa manera, un tanto más adictivo y fue la primera vez que sentí el roce de su lengua con la mía.

—Deberíamos bajar... —susurré separándome para recuperar la cordura. Él me miró un momento y tuve que aclarar. —Para dormir.

—Claro. —sonrió.

—¿En qué piensas Thomas? —lo acusé con un dedo.  —¿El diablillo está en tu hombro?

—No, solo explicate mejor. —se avergonzó poniéndose de pie.

—Me encanta cuando te da vergüencita. —lo abracé riendo.

—Vamos, pasar más tiempo contigo me volverá loco. —se separó comenzando a caminar.

—¿Cada día soy más irresistible? —guiñé un ojo y me miró detenidamente, con un semblante preocupado.

—¿Has notado que tienes cambios de humor y personalidad? —frunció el ceño.

—¿Cambios de personalidad? —borré mi sonrisa. —Cambios de personalidad mi pie —crucé los brazos ofendida.

Me adelanté sin esperarlo, pero lo sentía detrás hasta llegar a nuestro piso.

—Buenas noches —dije aún ofendida, pero me detuvo antes de entrar.

—Lo dije porque me preocupas, no para que te enfades. —susurró y lo miré.

—Tan considerado. —sonreí tomando su rostro y negó.

—Descansa —besó mis labios esperando que entrara y moví una mano en despedida.

—Nos vemos.

Me recosté con una sonrisa que poco a poco se fue borrando, pensado en lo que dijo,  ¿Cambios de personalidad?
Suspiré sentándome de nuevo, quizá tenía razón, pero no estaba dispuesta a encontrarme con un psicológo y ningún  especialista, no de nuevo. Al menos no por el momento en el que sentía que estaba bien.
Solo había notado tal cosa en mis días particulares, pero era habitual en cualquier mujer, fuera de eso no lo tomaba en cuenta y esperaba que no fuera lo que me venía a la mente.

Me quité el abrigo para finalmente recostarme y quedar completamente dormida.



Chan, chan... Actualizando (-᷅_-᷄)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro