CAPÍTULO 57
CAPÍTULO 57
Llegamos al salón, había pocos en sus asientos y el mio vacío, algo poco habitual. Obviamente tardaría tomando su tiempo, tomé mi asiento y a los cinco minutos llegó con el cabello húmedo que lo hacía ver más atractivo, no pude evitar sonreír, pero sin mirarlo.
Tomó su lugar en silencio y lo miré un momento hasta que hizo lo mismo.
—Buenos días. —susurré
—Buenos días —respondió del mismo modo robándome un beso rápidamente.
Me sorprendí por su acción mirando a todos lados esperando que nadie lo haya notado y afortunadamente nadie nos vió.
—¿Estás Loco? —cuestioné alarmada y sonrió.
Durante el almuerzo las cosas fueron “normales” con nuestra actitud habitual, y evitaba mirarlo para no sonreír como tonta.
Sentí la mirada de Yessica sobre mi por lo que la miré haciéndome una seña disimulada. Miré lo que señalaba, y a una distancia Olivia parecía tener una discusión con su novio. El hecho no pasó desapercibido para los demás presentes ya que llamaba la atención y parecía que por primera vez sería humillada, también distinguí a Adam intentando acercarse.
Sin decir nada me levanté rápidamente para alcanzarlo para detenerlo, impidiendo que interviniera y no era por maldad o venganza, claramente aquella situación no me provocaba placer.
—¿Por qué? —me miró sin comprender.
—Será peor —intenté calmarlo mientras llegaban algunos profesores para intervenir. —Vamos.
Lo llevé en contra de su voluntad para que saliera al campus y así intentar calmarlo.
—Le hubiese dado su merecido, ¿No viste lo que sucedía? —cuestionó molesto.
—¿Crees que eso habría calmado las cosas? Habría sido mucho peor cuando volvieran a solas, al parecer es un poco temperamental.
—¿Tú que sabes de eso? —se sentó en una banca mirando a otro lado.
—Lo he visto de alguien cercano, por eso lo sé. Es mejor tranquilizarte, escucha, lo mejor que puedes hacer ahora es acercarte o hablar con ella, o con quien sea para que termine esa relación. Solo así tendrás una oportunidad, si aún la quieres. —intenté convencer sentándome a su lado.
—Claro que la quiero, de hecho si no hubiese sido primero por Thomas y ahora por ese idiota, quizá, ahora... —suspiró dejando sus palabras al viento, pero se comprendió perfectamente.
—¿Thomas? —mencioné en tono bajo.
—No sucedió nada, solo quedó encantada con él cuando cambió de colegio en el último año. Thomas la rechazó, —me alivié internamente —y ahora con Erick. Suena mal, pero creo que es por su estatus social. —apretó los puños.
—¿Tú no tienes? —me atreví a preguntar sin intención de molestarlo.
—No lo tengo, así como me ves... —se señaló —soy huérfano, pero soy sobrino del CEO Walker, de la empresa de desarrollo tecnológico. Él paga mi universidad, pero no cree que sea lo suficientemente bueno para que algún día tome su puesto. Por esa misma razón estudio leyes.
—Llevas un apellido importante Adam Walker, no te desanimes. Sólo debes probar que eres más de lo que espera y romper su idea, calculo que no tiene hijos.
—No, se divorció hace años y solo vive por la empresa. Es un obsesivo, si confiara en mí muchas cosas serían diferentes. —expresó con frustración.
—No pienses en lo que hubiese sido, sino en lo que puede ser y lo que puedes conseguir —me levanté para mirarlo de frente. —Eres fuerte porque sonríes a pesar de las cosas. Continuemos en otro momento, pero calmate y podrás ver las cosas más clara. —palpé su hombro.
—Gracias por escucharme y no permitir que hiciera una locura. —sonrió levemente y le devolví el gesto.
—No te preocupes, debo regresar a clases. Recuerda, la calma es lo primero. —lo señalé antes de irme
Llegué al salón y todos murmuraban lo sucedido. Daniel, Yessica, Austin y Cameron estaban igual, tanto que me hicieron señas, pero me negué yendo a mi asiento. Miré a Thomas que se veía molesto por lo que le escribí un mensaje.
Yo: No te pongas así 😙
Thomas: 😐
Yo: ¿Me llevarás a casa? 😙
Thomas: No
Yo: Te pagaré.
Thomas: 🤔
Yo: 😙❤
Thomas: Paso 😐
Yo: 😮 ✓✓
Lo miré por dejarme en visto, pero me ignoró completamente, y suspiré esperando la clase hasta finalizar el día.
—¿Tom podrás acercar a Sam? —Dan lo detuvo y lo miré esperando una explicación. —Lo siento, iremos a tomar un helado.
—Los invitaríamos, pero es para parejas —agregó Yessica con una sonrisa y la imité sin que lo notara.
—Cuidado, mucho helado congela neuronas. —intenté molestar.
—Claro que no —respondió de inmediato frotándose la cabeza —¿Cierto Dan?
—No le hagas caso, solo nos molesta porque no tiene con quien compartir un helado. Y también porque no puede tomarse de la mano... —la tomó para señalar.
—Adam sería un buen candidato. —siguió su novia y la fulminé con la mirada haciendo que rieran y huyeran.
—¿Subes? —preguntó Tom con seriedad.
Solo pude sentir subiendo de inmediato, e intenté entablar conversación sin éxito. No me dirigió la palabra y al llegar no fue diferente, solo entró a su departamento sin mirarme.
Después de una ducha medité unos minutos para salir y tocar su puerta. Al no abrir entré sin permiso, supuse que estaba en la ducha por el sonido de la regadera y me senté a esperarlo en la sala.
—¿De nuevo te mueves como delincuente? —salió frotándose el cabello con una toalla.
—Es tu culpa. —encogí los hombros levantándome para abrazarlo desprevenido. —No estés enfadado.
—¿Que te dije? —susurró dejando la toalla en una silla.
—Que eres celoso —recordé —Está bien, muy celoso —corregí haciéndolo énfasis.
—Exacto, ¿Entonces por qué haces eso?
—Debí hacerlo. —me separé para mirarlo —hubiese empeorado las cosas.
—¿Para quién? —frunció el ceño.
—Para Olivia, indirectamente para Adam —jugué con el cuello de su camiseta.
—¿Te compadeces de ella luego de todo lo que te hizo?
—No solo de ella, no me gustan las personas como ese tipo. Yo mujer, y no puedo simplemente mirar sin importar lo que haya hecho. Aunque ahora no hice nada especial, no quería que Adam se involucrara de ese modo. Entiendeme, además, él gusta de ella, así que no te preocupes.
Sonreí por su sorpresa y no sabía exactamente porqué, mientras tanto me acerqué para besarlo, poco a poco dejaba la torpeza, pero solo lo hacía simple. Antes de que me alejara se encargaba de hacerlo más profundo e intenso haciendo que olvidara todo por ese instante.
—Acepto tu pago por el transporte. —sonrió acomodando un mechón de mi cabello.
—Que considerado. —lo abracé ocultándome en su cuello.
—¿Siempre será así cuando nos besemos? —tambien me abrazó.
—¿Así? —seguí del mismo modo.
—Avergonzada.
—No es vergüenza... Bueno si. —suspiré cerrando los ojos. —Pero es por no saber cómo hacerlo, no tengo experiencia, ¿Me tendrás paciencia? —confesé esperando no sonar un bicho raro y me separó para que lo mirara.
—No te preocupes, te tendré toda la paciencia del mundo. —se acercó con la intención de besarme y cerré los ojos, pero nunca llegó y volví a abrirlos
—¿Quieres dar un paseo? —susurró conteniendo la risa.
—Eres increíble... —negué con indignación. —Me gustaría, pero no sé si deberíamos.
—Al demonio, no creo que haya problema. Vamos.
Antes de salir ambos nos pusimos gorras para que no nos reconociera algún conocido.
—A veces siento presión por mi padre. —confesé mientras caminábamos
—¿A no cumplir con sus expectativas? —me miró
—Ese es el punto, tiene demasiadas expectativas desde que soy “inteligente” —hice comillas —y temo decepcionarlo, como lo hice anoche.
—Fue solo un evento, es cierto que fue el anfitrión, pero podrás estar en otros. Está bien que quieras distancia de los medios, pero también debes tomar tus responsabilidades, ya no eres alguien común con un perfil bajo. Aunque no lo quieras, esa es la realidad.
—Sabes como es al principio, tu madre me contó como te estresaste, cuando Rogers Empire dejó el anonimato.
—Durante una semana fui centro de atención de los medios hasta que di una conferencia de prensa. —recordó un poco cansado.
—Quien diría que el poderoso Thomas se sentiría así. —reí sentándome debajo de un árbol en un pequeño parque.
—También soy humano. —se sentó a mi lado
—Ahora comienzo a creerlo, al menos sonríes más seguido. —pellizqué su mejilla por lo tierno que se veía.
—Dejame —me detuvo riendo.
—Quiero saber algo. —asintió para que prosiguiera. —¿Desde cuando comencé a gustarte? —sonreí como niña esperando una grandiosa respuesta.
—¿Por qué preguntas eso? —desvió la mirada y pude notar que estaba avergonzado.
—Quiero saber, y sería decepcionante no escuchar una respuesta.
—Creo que ambos tenemos preguntas. —asintió a sí mismo evitando la mía.
—Entonces, hagamos algo. Despejemos nuestras dudas.
—Me parece justo. —miró detrás de mí frunciendo el ceño.
—¿Que miras? —volteé para encontrarme con una pareja observándonos, una pareja muy molesta que parecía existir para eso.
En cuanto se dieron cuenta giraron como caricatura y fingir no vernos mientras apresuraban su andar.
—Serán tontos. —bufé molesta. —Ahora me molestará todo el tiempo.
—Entonces hagámosle compañía. —se levantó halandome de la mano.
—No creo que sea buena idea. —hice una mueca deteniéndome y me miró.
—Sólo vamos.
Los alcanzamos e iban murmurando cosas que no entendí, pero parecían decifrar algo.
—¿Hola? —llamé su atención y ambos se asustaron.
—¿Sam? ¿Tom? Que sorpresa, no los habíamos visto, ¿Verdad, Yess? —la miró y asintió inmediatamente.
—Estaban parados como estatuas y aún así... —negué para después mirar a mi compañero.
—¿Ustedes están juntos, por qué...? —preguntó Yessica con desdén.
—Porque... —respondí del mismo modo. —¿Por qué? —miré a Tom.
—Estábamos dando un paseo. —respondió tranquilamente y sin pena, colocando las manos en los bolsillos.
—¿Un paseo? —repitieron ambos al mismo tiempo. —Creí que no se llevaban tan bien como para hacerlo —continuó mi hermano frunciendo el ceño.
—¿Tienes algún problema? —preguntó Tom sin inmutarse y Daniel se sorprendió por su actitud.
Yessica me miró sorprendida y luego a Dan como si intentara comprender.
—Puede ser, es mi hermana. —respondió con seriedad, colocándose a su altura.
—Comprendo. —asintió una vez. —Pero acostumbrate.
Lo miré de inmediato sin encontrar palabras para intervenir y que no lo dijera de ese modo tan característico en él.
—¿Por qué? —se acercó un poco amenazante.
—Porque resulta que somos muy cercanos. —respondió sin cambiar su actitud.
—¿Eso quiere decir? —Yessica se cubrió los labios y negué.
—¿Sam? —mi hermano me miró señalándome y luego a Tom, como si no pudiera conectar. —¿Qué está diciendo?
Sonreí un poco apenada y negué sin respuesta, mi mente se quedó completamente en blanco por un momento y no sabía cómo reaccionar.
—Estoy diciendo que somos pareja. —concluyó Thomas y cerré los ojos esperando no desmayarme. No esperaba que lo dijera de ese modo, mucho menos a mi hermano.
—¿Pareja? —nos miró a ambos un poco molesto sin comprender —¿Como?
—No, no quiso decir eso —intenté calmarlo —solo...
—Si, dije lo que dije —me interrumpió Tom —que lo sepa, es tu hermano.
—Pero no lo quería así. —murmuré y sonrió levemente. —Que falta de tacto.
—La presión. —dijo Daniel dramáticamente. —Se me bajó la presión. —colocó una mano en el pecho
—¡Aish! Tú no tienes problemas de presión. —me molesté golpeándolo en el brazo.
—Es cierto. —se recuperó riendo y se acercó a Thomas para amenazarlo. —Lo aceptaré por ahora, pero ten en cuenta algo, lastimas te arrepentirás. Lo prometo. —lo señaló y pude sentir la tensión entre ambos hasta que rió como un tonto. —Por otro lado, ¡felicitaciones! —festejó para abrazarlo.
—Tanta exageración. —hice una mueca totalmente indignada por su actuación.
—Hermanita. —me abrazó con fuerza como si lo hubiese esperando más que yo. —Me cae bien, les deseo felicidad con muchos años juntos, pero recuerda que yo soy yo. Papá es otra cosa. —sonrió con malicia. —Es difícil, más luego de que dijiste que Tom era tu enemigo.
—¿Que hiciste qué? —cuestionó sin comprender y negué para que no prestara atención.
—¡Sam! —exclamó Yessica abrazándome —Finalmente, tendrás tu romance. Alegrate mujer, Tom es como Dan, son ediciones limitadas. —me movió por los hombros.
La miré un momento esperando que se detuviera y sonreí.
—Por favor.
—Ahora si podemos tomar un helado los cuatro, cita doble —continuó emocionada guiñándome un ojo y era lo que menos quería en ese momento.
—Tom —lo miré esperando que se negara.
—Vamos. —sonrió levemente.
No fue como lo imaginaba, la tarde pasó muy agradable entre bromas y pláticas, por suerte Dan no molestó demasiado y era un gran alivio.
Regresamos como fuimos, caminando mientras Daniel llevaba a Yessica. Nuestras manos rozaban al caminar provocando que sonriera por la sensación hasta que tomó mis dedos con los suyos; entrelazando nuestras manos.
Subimos el elevador de ese modo, sin decir nada, y nos soltamos al detenernos en nuestras puertas.
—No esperaba que hicieras eso, pero es un alivio. —sonreí
—Así podré verte más seguido y sin excusas. —me acercó a él y llevé mis manos a su cuello.
—Nos vemos todos los días.
—Pero somos desconocidos. —se acercó para besarme en la mejilla y lo abracé.
—De acuerdo.
Estábamos apunto de besarnos cuando el elevador se volvió abrir dejando ver a mi hermano haciendo que nos separemos de inmediato un poco incómodos.
—No vi nada. —mencionó abriendo la puerta, ingnorandonos. —Pero consigan otro lugar. —volvió a cerrarla
—Ya me voy para darle su merecido —sonreí señalando la puerta.
—De acuerdo. —me dió un corto beso y sonrió. —Nos vemos.
Asentí con una sonrisa para después entrar al departamento y liberar un suspiro.
Okey... Aquí vamos 😉
ಥ⌣ಥ
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