Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 53

CAPÍTULO 53

Nos levantamos juntas para desayunar con Daniel quien aún no había despertado. Hicimos el desayuno y luego sonreí con malicia para cobrarme de lo que hacía cada mañana. Tomé una olla y entré golpeándola a su habitación. Inmediatamente me sentó asustado, pataleando, sin saber dónde estaba y comencé a reír.

—Por favor dime que nuestras expresiones no son las mismas. —reí sin poder contenerme.

—¿Que demonios? —se molestó con el cabello alborotado.

—Está listo el desayuno, arriba Romeo —tiré las cobijas al suelo para después salir totalmente satisfecho por haberlo hecho.

El desayuno marchaba tranquilo con una pareja muy enamorada ignorándome.

Suspiré mirando a la nada hasta que la pregunta de Yessica llamó mi atención.

—Dan, ¿Los chicos se enamoran igual que las chicas?

Volví a mirarlos en un vaivén, esperando la respuesta de mi hermano.

—¿De qué hablas? —sonrió.

—No, no enamoramiento. Gusto —corregí con sutileza.

—Eso, gusto. —repitió.

—No entiendo absolutamente nada de lo que hablan. —continuó con su desayuno y Yessica me hizo una seña para que preguntara, pero  negué.

—Quiero decir, ¿Como sabes cuando le gustas a alguien? ¿Como actúan los chicos? —preguntó animada.

—¿Por qué? ¿No te lo he demostrado lo suficiente? —la miró dudoso, frunciendo el ceño.

—Solo responde...

—Bueno, no sé. Supongo que todos los chicos somos diferentes. No somos como las chicas que se sonrojan cada vez que ven al que les gustan, tampoco nos ponemos nerviosos, no enviamos mensajes amorosos o cortejamos a la antigua.

Ambas nos miramos un poco confundidas sin comprender su analogía.

—¿Demuestran más con actos o palabras? —pregunté interesada para salir de la duda.

—Depende que actos sean, algunos chicos somos directos con las palabras —me miró.

—¿Que dices si se molesta cuando un chico se acerca a una chica en particular? —siguió su novia y asentí.

—Puede que el chico no sea de su agrado y no precisamente guste de ella. —encogió los hombros bebiendo su café.

—¿Si la mira mucho?

—Quizás algo llame su atención, somos de mirar mucho, pero no significa nada.

—¿Si habla con ella y no con las demás?

—Quizá no la consideré una pretendiente y esté tranquilo —nuevamente encogió los hombros.

Cada una de sus respuestas me desilucionaban más y más, haciendo que bajara la mirada asimilando que no significaba nada para Thomas, nada más que una molestia.

—¿Si sonríe discretamente mirándola? —pensé en voz alta, aunque mi voz había sonado apagada.

—Eso es coqueteo. —respondió con una sonrisa y me sorprendí. Yessica también lo hizo.  —En parte así comenzamos con Yess.

Sonreí por sus expresiones y continué preguntando.

—¿Si envía mensajes luego de parecer molesto aún sabiendo que al día siguiente su actitud será la misma? —pareció pensar un poco.

—Es que aún estando molesto quiere saber de ti, es como decir, no importa lo que suceda quiero saber que estás bien. —asintió satisfecho por su propia respuesta.

—¿Si te da su abrigo cuando sientes frío? Aún sin pedirlo.

—Quiere cuidar de ti, que no te suceda nada. —parecía pensar la respuesta de cada pregunta.

—¿Si estuvo ahí cuando más lo necesitabas? ¿Te abrazó sin que lo pidieras? ¿Supo leer realmente como te sentías cuando nadie más lo supo?

—Entonces estuvo observando por mucho mucho tiempo, eres muy importante para él y quiere protegerte.  —sonrió mirándome, hasta parecía que sabía de lo que le hablaba.

—Con ese contexto, si otros chicos se acercan... —esperé que comprendiera.

—Si no lo puede ocultar o quizás si, pero si se muestra molesto es porque definitivamente está celoso.

Sonreí con los latidos a mil por segundo meditando la última pregunta, pero alguien se adelantó.

—¿Eso significa que le gusta? —preguntó Yessica sonriendo.

—Tonta sería si presenciando todo eso, aún tuviese dudas.

—No puede ser —cubrí mis labios con una mano y Yessica festejó.

—¿Ahora me dicen de qué o quien hablan? —frunció el ceño señalándonos en un vaivén sospechoso.

Ambas nos miramos un momento sin saber que responder.

—Vimos una nueva serie y la protagonista tiene estas situaciones —respondió su novia un poco dudosa.

—¿Me preguntaron todo eso por una serie? —se sorprendió y asentimos.

—Es que solo se emite una vez por semana y apenas va por el principio, nos atrapó —respondí rápidamente.

—¿Y como se llama? —no supe que responder mirando a Yessica

—Amor después del tormento. —respondió con un poco de desdén y asentí de inmediato.

—Solo ustedes pueden ver esas cosas. Comienzo a pensar que fue mala idea que se unieran. —nos señaló. —Hasta pensé que alguien estaba interesado en mí hermanita.

—Pues te toca limpiar esto. —señalé la mesa ignorando lo último, cosa que notó de inmediato.

—No. —se quejó —Yess.

—Lo siento, soy una invitada. Iré a preparar mis cosas. —sonrió con amplitud.

Sonreí triunfante ante su expresión derrotada, pero me tiró un poco de agua.

—Disfruta nomas —sonrió y lo miré mal para hacer lo mismo

—Lo siento parecía que no te habías lavado el rostro.

Antes de que hiciera algo más corrí a la habitación cerrando la puerta y recargarme contra ella.

—¿Que más prueba necesitas? —preguntó sonriendo mientras acomodaba sus cosas.

—No lo sé, soy insegura. No quiero chocar contra la pared de nuevo —encogí los hombros.

—Es tu decisión dar un paso, esperar, o no hacer nada.

—Como sea, ¿Qué hora te vas? —me senté en la cama.

—Por la tarde, pero quiero acomodar esto.

La tarde pasó bastante tranquila, estaba totalmente aburrida ya que la pareja estaba en lo suyo platicando y tomándose fotografías de enamorados.

—Iremos al parque de diversiones y luego la llevaré a su casa. —avisó Dan tomando las llaves.

—De acuerdo —respondí sin ganas recostada en el sillón.

—¿Quieres venir? —preguntó Yessica y negué

—Estoy muy cómoda aquí y no pretendo moverme.

—Cualquier cosa me llamas —Dan se acercó para besarme en la frente.

—Eres tan buen hermano. —sonrió su novia con ternura.

—Solo quiere parecer tierno ante ti. —agregué para molestarlo y rodó los ojos.

—Nos vemos mañana Sam.

Se despidieron dejándome sola. Sola y aburrida, miré el móvil no tenía mensajes y el reloj marcaba las 6 pm.

Me levanté a tomar una ducha y ponerme algo cómodo, sin saber que más podía hacer encendí la televisión, pero la apagué inmediatamente sin encontrar nada entretenido.

—Aún es temprano para dormir —murmuré sin saber que más podía hacer.

Observé por la ventana, la noche poco a poco cubría la ciudad encendiendo sus luces dejando un vista realmente hermosa desde la altura y eso sonaba como un buen plan.
Salí a paso tranquilo subiendo por las escaleras hasta la azotea, nadie estaba allí y la vista era magnífica, incluso para simplemente estar allí para observar todo desde la lejanía.

Respiré profundo elevando la vista dónde era imposible ver estrellas por tanta iluminación, pero no importaba.
Me recargué en la orilla perdiendome en la belleza de la gran ciudad, para cuando vi la hora eran las 7:50 p.m y un mensaje.

Thomas: 😐

Sonreí sin comprender y respondí

Yo: estoy en la azotea ✓✓

—Genial, ahí vas de nuevo.

Suspiré, pero esta vez no estaba molesta, volví a perderme en aquella vista tan bonita que hacia olvidar los pensamientos por un momento y era lo que necesitaba mientras un leve brisa nocturna movió mi cabello. Al mismo tiempo me inquieté al sentir algo sobre mis hombros haciendo que girara de inmediato. No sabía en qué momento había subido, pero me encontré con él a mis espaldas colocándome una sudadera.

—¿Te asusté? —preguntó con calma y sonreí levemente.

—No, estaba distraída. Gracias —acomodé la prenda para que no cayera.

—¿Que haces aquí? —se colocó a mi lado para observar la ciudad.

—Estaba aburrida, apreciar la vista sonaba bien.

—Lo es. —asintió colocando la mano en la orilla, provocando que chocara con la mía, cosa que no parecía molestarle y mantuve la calma.

Por un momento pensé y pensé sobre que debía decirle, llegando a la conclusión de que debíamos aclarar la situación para saber en situación nos encontrabamos para no confundirnos innecesariamente.

—Tom —lo miré dudosa y él fijó su atención en mí. —yo...

—¿Tú? —preguntó al detenerme.

—No quiero ilusionarme por nada como en el pasado, quiero aclarar ésto de una vez. —fruncí el ceño colocando la mano en el pecho —creo que comprendes lo que intento decir.

—¿Qué es lo que quieres? —desvió la mirada por un segundo, haciéndome sentir que lo importaba, pero aún así continué.

—Es lo que quiero saber, ¿Qué quieres tú? Así estar segura de lo que quiero yo. No sé que somos, ¿Vecinos? ¿Amigos? ¿Compañeros de clase? ¿Conocidos? —pregunté un poco nerviosa. —No entiendo tus actitudes con respecto a eso, así que por favor, quiero que lo aclares.

—Dime que quieres tú, solo eso importa. —me miró directamente.

—No quiero nada. —susurré bajando la mirada —pero...

No pude continuar ya que había tomado mi mentón para que lo mirara a los ojos, acariciando mi rostro mientras se acercaba lentamente.

—Eres tonta. —susurró deteniendose a escasos centímetros y en ese momento solo pude recordar la última vez que decidí aclarar lo mismo. Aquello día donde me dijo cosas tan hirientes que aún dolían al recordarlo, cosas que necesitaba sanar, cosas que no sabía que me dejarían marcas, cosas que él había provocado en el pasado. —No quiero acercarme más por temor a traerte malos recuerdos. —acarició la comisura de mis labios con el pulgar dando en el punto justo con sus palabras, ¿Hablaba del mismo momento? Fue la interpretar su mirada que noté que no hablaba de lo mismo,  no, él mencionaba mi trauma posterior, demostrando preocupación.

Nos miramos un momento, ambos en la misma situación, ambos con indecisión reflejada en nuestros rostros, ambos con temor, pero ese temor derivado de diferentes situaciones. Un temor que nunca se iría si no tomaba una decisión en ese momento. Fue entonces que decidí dar el paso como último recurso, acorté la poca distancia que había entre nosotros dando un tímido beso en sus labios, un simple roce que implicaba y significaba muchas cosas.
Me separé a los pocos segundos, observando la sorpresa en su expresión, pero no fue por mucho. El segundo lo dió él, uno más más seguro, uno que parecía haber estado en espera por un largo tiempo.

Al separarnos me sentía en las nubes, con un sentimiento tan cálido me recorría disipando cualquier temor que sentía momentos antes. Aún sin creerlo me abrazó un momento mientras una lágrima traicionera rodaba por mi mejilla como acto automático.





Cri cri (-᷅_-᷄)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro