CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 51
La cena marchó tranquila, tanto Thomas como su padre llegaron un momento antes de la misma. El primero mostrándose indiferente como siempre, y el segundo con un abrazo paternal.
—Sam, ¿Como te sientes ahora? -preguntó el señor Jack. —Tu imagen cambió completamente después del anuncio.
—Un poco bajo presión, lo admito y como dijo mi hermano, el peso del apellido. —sonreí levemente.
—Así es, pero con el tiempo te acostumbrarás. —me animó y asentí.
—Nos sorprendió mucho que ese chico fuese tu hermano mellizo. Suponía que debía ser tu hermano, pero ¿Mellizo? —siguió Emma, como si aún no lo creyera.
—Lo sé, y en este caso los medios se llevaron la sorpresa luego de todo lo que dijeron, pero cuando me tocó a mí, me desmayé. Y no estoy exagerando. —conté con total confianza y se rieron.
—Es entendible, no sólo apareció tu padre sino un hermano y me gustaría conocerlo luego.
—Claro, pero anticipo que somos diferentes en algunas cosas.
—Lo entendemos perfectamente. —agregó el señor Jack y qudó un segundo en silencio, aparentando la duda ante algo que quería saber. —No quiero ser indiscreto, pero quisiera preguntarte algo, ¿Por qué tu padre demandó a Robinson Groups and Technology?
Dejé de comer, colocando el cubierto a un lado, mientras meditaba en como responder su pregunta. No quería que supieran esa parte lamentable de mi vida.
—Papá, son cuestiones internas de las entidades. Eso no nos concierne. —respondió su hijo y lo miré con seriedad.
—Hijo, pudimos firmar con ellos. Cuando supe que no lo hiciste me molesté, pero ahora creo que debería estar aliviado. —volvió a mirarme. —Tu padre tuvo contrato con ellos, quiero saber que tan malo es. No quiero detalles.
—La verdad... —me incomodé sin saber cómo responder, frunciendo el ceño para decirlo claramente de cierto modo. —La verdad es que no puedo decir mucho por cuestiones legales, pero se llevaran a cabo dos demandas. Una por la entidad y la otra... En contra del hijo de Robinson.
—Vimos las noticias y todos los rumores entorno a ustedes, ¿Nada de eso sucedió? —siguió Emma con la mirada en mí y negué inmediatamente.
—Claro que no, nada de eso es verdad. Esa es una parte de mi vida que no me agrada recordar, pero que inevitablemente pronto se sabrá, así que esperen un poco.
Los mayores quedaron pensativos mirándose entre sí. Parecían comprender y a la vez confundirse, quizás se hacían una idea y se negaban a aceptarla. Para mí tranquilidad no se habló más del tema, y ayudaba a lavar los trastes con Emma cuando recibí un mensaje.
Dan: ¿Dónde estás? 😒
Yo: ¿A penas te das cuenta de que no estoy? 🙄
Dan: Tom tampoco está, supuse que estás con él 😏
Yo: estoy cenando con su familia 😠
Dan: que rápido fue todo. Tendremos que hablar en cuanto regreses 😋
Yo: 😠 ✓✓
Suspiré para luego sonreír por sus ocurrencias cuando Emma se acercó para tomarme las manos.
—De acuerdo, no te preocupes. Sabes que sea lo que sea, siempre tendrás nuestro apoyo. Y si es necesario utilizaremos lo que esté a nuestro alcance para que la justicia haga lo suyo. —sus palabras me sorprendieron, dejándome en silencio por unos segundos.
—¿Estuviste pensando en eso?
—Espero que no sea lo que pienso. —me abrazó con fuerza, demostrando su apoyo y correspondí.
—Gracias por siempre estar.
Me despedí de ellos para regresar con Thomas. Había un incomodo silencio que ninguno estaba dispuesto a romper y lo agradecía aunque algo más me molestaba.
Al llegar al edificio bajé para que él estacionara, pero me alcanzó en el elevador.
—Tom... —hablé en tono bajo, llamando su atención. —siento lo que te dije, no era mi intención. Solo... Lo siento.
—Está bien. —respondió de un modo desinteresado que me molestó hasta que llegamos a nuestro piso.
—Lo digo en serio. —lo detuve antes de que entrara.
—Está bien. —repitió del mismo modo.
—¿Solo así? —cuestioné sin entender.
—Solo así. —afirmó mirándome.
—Está bien, está bien que continúes molesto. Lo entiendo.
Giré para entrar al departamento un poco desilusionada, me había disculpado sinceramente y él me respondió tan indiferente que dolía. Definitivamente era un amargo, desconsiderado e idiota.
Fui a mi habitación con total fastidio, liberando un suspiro pesado que no ayudaba en nada.
—¿Si saben que deben pedir tu mano primero? —mencionó mi hermano, ingresando por detrás.
—No molestes...
—¿Mala noche con los suegros? —sonrió para molestarme.
—No son mis suegros, además ellos me adoran. —me senté en la cama para sacarme los calzados.
—Buen punto, ¿Entonces cual es el problema? —insistió desde su lugar, balanceándose como un niño.
—Thomas, Thomas es mi jodido y amargo problema. No lo comprendo en lo absoluto. —confesé alterada.
Dan no dijo nada y era extraño, lo observé por un momento y solo apretó los labios haciendo una seña por encima de ellos, dando a entender que no diría nada.
—¿Que sabes? —lo amenacé con mi zapatilla.
—Nada. Solo me agrada, imagina tenerlo como cuñado. —bromeó saliendo mientras mi zapatilla se estampaba contra la puerta.
Me recosté dispuesta a dormir cuando recibí un mensaje.
Thomas: Estás dormida? ✓✓
—No te interesa. —respondí a la pantalla. —para que veas lo que se siente.
Lo dejé en visto sintiendo satisfacción y poco a poco el sueño se apoderó de mí.
Al día siguiente me sentía el ser más ofendido del planeta e ignoré a todos hasta el final del día. Me aliviaba poder salir de aquel ambiente que se sentía demasiado pesado, pero no duró mucho ya que Yessica me alcanzó a la salida y la miré un momento esperando una explicación hasta que Daniel nos alcanzó con su automóvil.
—Suban bellezas de mi corazón. —coqueteó e hice una mueca de desagrado.
—Belleza mi pie. —respondí de mala gana.
Ambas subimos y noté un pequeño bolso en el asiento trasero. Pensé que era del equipo de fútbol de Daniel, pero esa idea se descartó en cuanto llagamos al edificio y por detrás Thomas.
—¿Hay algo que deba saber? —pregunté en el elevador, intentando ignorar a quien sentía que era una intrusa en el lugar.
—Yess pasará el fin de semana con nosotros. —respondió lo más normal posible.
—¿Con el permiso de quién? —cuestioné de inmediato y sonrió.
—Es mi departamento.
—¿Que? ¿Si sabes que no vives solo? Y que solo hay dos habitaciones, debiste decírmelo al menos una hora antes para que buscara otro lugar para quedarme. —crucé los brazos totalmente molesta.
—Repito que es mi departamento y también sabes que no te dejaría ir a otro sitio. —no pude replicar. —Y dormirá contigo. —amplió su sonrisa y Yessica asintió feliz.
—Conmigo mi pie, ¿Por qué no contigo? Es tu novia. —agregué sin pensar.
—¿Estás segura? No es mala idea. —guiñó un ojo y asimilé la situación.
—Pensándolo bien... —alejé a Yessica de él. —dormirás en mi habitación.
—Tom, veremos el partido en tu departamento ¿cierto? —se dirigió al presente.
—Si. —respondió como siempre y me adelanté para abrir la puerta.
—Oíste Sam, tendremos una pijamada tranquila. —agregó Yessica y rodé los ojos.
—Uff, que emoción. En serio. —expresé con sarcasmo. —Algo me dice que ustedes tres están conspirando en mi contra. —mencioné sin mirarlos.
—¿Por qué lo haríamos? —escuché a Thomas.
—Era una expresión retórica. No me dirijas la palabra. —finalmente entré al departamento seguida por los otros dos.
—¿Que fue eso? —preguntó Dan y lo ignoré completamente yendo a mi habitación sin saber que Yessica iba por detrás.
—Tu habitación es bonita. —dijo en tono eufórico haciendo que tirara las cosas que llevaba en la mano.
—No hagas eso. —suspiré luego de asustarme.
—Lo siento. —sonrió caminando de un lado a otro observando cada rincón.
—Puedes dejar tus cosas por ahí. —señalé un sillón. —Y el baño está ahí...
Salí esperando la cena, pero había pizza, algo tan tentador, intenté tomar una porción sin éxito luego de que Daniel me lo impidiera.
—Esta la llevaré para el partido. —sonrió por mi expresión.
—No importa, vamos a comprar cosas dulces para nosotras Sam. —mencionó Yessica sacándole la lengua a su novio.
—Si, Vamos. —no era de mi agrado salir, pero debíamos comprar algunas cosas.
Compramos mucha comida chatarra y regresamos rápidamente teniendo el departamento solo.
Vimos un par de películas en la sala, por su lado Yessica se la pasó riendo, llorando y emocionándose en algunas escenas. Por mi lado solo reía y mostraba indiferente en algunas escenas
—Quiero mi amor de película. —murmuré sin pensar, reconociendo que solo se daban justamente en las películas.
—Por suerte ya lo tengo. —se limpió las lágrimas.
—Callate. —la golpeé con un cojín.
Dejamos todo tirado en la sala yendo a la habitación para intentar dormir y mi cama era lo suficientemente grande para ambas.
—¿Recuerdas los viejos tiempos Sam? Solíamos hacer pijamadas desde pequeñas. —entró a la cama.
—Lo dijiste muy bien, viejos tiempos. —remarqué lo último.
—¿Podemos hablar de eso? —me miró a la espera de una afirmación.
—Yo no tengo nada que decir. —intenté acomodarme.
—Jordan me obligó hacer y decir esas cosas, era una adolescente enamorada e ingenua Sam. Si hubiese sido Thomas quizá tú también...
—Yo no te hubiese cambiado por nada Yessica, eras mi mejor y única amiga. Te consideraba mi hermana, pero ya sabía que sucedería, Jordan te manipuló a su antojo, pero está bien. Supongo que comprendiste. —fruncí el ceño, controlando otras cosas que quería decirle.
—Gracias a ti comprendí y gracias a Dan sé lo que es el amor sincero. Perdoname. —me abrazó y me incomodé.
—Como sea, ahora eres mi cuñada, por más que me cueste debemos suavizar las cosas, quizá no te hice nada por lo que me hiciste, pero si haces algo con mi hermano debes tener presente que te arrepentirás. Y lo digo muy enserio.
—Prometo no cometer más errores, mi amiga y cuñada. Comencemos de muevo. —apretó el abrazo.
—Bueno, bueno... —me solté totalmente incomoda.
—Será el mejor fin de semana. —sonrió emocionada y pude notar que hasta parecía la misma Yessica de años atrás. El efecto que producía Daniel era evidente.
Vamos, vamos. ͡° ͜ʖ ͡°
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