CAPITULO 23
CAPÍTULO 23
Suspiré y entramos juntos a paso firme en nuestra nueva universidad y buscamos nuestro salón, tendríamos la mayoría de las clases juntos porque estudiamos la misma carrera y era un alivio. Lo único que me provocaba curiosidad era si alguno de mis ex-compañeros estarían allí, anteriormente no pregunté porque no me interesaba. En ese entonces no era diferente, solo no quería cruzarme con ninguno, con absolutamente ninguno sin importar quien sea.
Iba tan pensativa que no me di cuenta en qué momento, pero ya estábamos en las puertas del salón por lo que Daniel tocó con tranquilidad, no sin antes dedicame una mirada para que me relajara y acto seguido abrió la puerta. Ambos pedimos permiso, saludamos educadamente al profesor que nos sonrió levemente.
—Adelante, ustedes deben ser los nuevos estudiantes. Me han informado la transferencia, sean bienvenidos. —Dirigió la vista al salón —Estudiantes tenemos 2 compañeros nuevos, sean amables por favor. ¿Pueden presentarse? —nos volvió a mirar
—Claro, mi nombre es Daniel Anderson. Es un gusto —sonrió levemente y me miró para que siguiera su ejemplo.
—Soy Samantha Anderson, un gusto —hablé con cierta indiferencia.
—Muy bien, hay dos asientos disponibles, pueden ir para comenzar la clase.
Miré rápidamente el salón y pude reconocer a cinco personas en particular, justamente dos con las que no quería cruzarme tenían asientos disponibles y pensé que la suerte nunca estuvo de mi lado.
Daniel se adelantó, tomó un asiento para dejarme el peor, y maldije mentalmente.
Caminé mientras sentía las miradas sobre mí hasta llegar al asiento del final donde me senté sin mirar a la persona de al lado.
—Muy bien, demos comienzo a la clase de hoy... —el profesor se vió interrumpido por un golpe en la puerta —disculpen un momento. —salió unos minutos.
Mensaje
Dan: ¿Mas tranquila?
Yo: ufff, de maravilla 😒
Dan: ¿Ahora que? Ni que tu compañero fuese el tal Thomas
Yo: 😐😐😐
Dan: ¿Es en serio? 😶
Yo: Idiota😐😅
Dan: Solo no hagas nada
Yo: 😅😅😅
Dan: mejor cambiamos
Yo: ni lo sueñes 😐 me estás subestimando.
Dan: 😋 ✓✓
Lo dejé en visto por molesto y decidí abrir mi libro para leer un poco antes de la clase.
Después de unos minutos el profesor regresó.
—Alumnos tendremos examen sorpresa, quiero ver el desempeño de todos. Por favor no se estresen solo respondan el cuestionario, pasen las copias.
Fueron pasando de adelante hacía atrás hasta llegar a mi, tomé mi copia y le di la última que quedaba a quien tenía al lado.
—Comenzando desde este momento tienen 2 horas para terminar —avisó tomando su asiento.
Comencé a leer y responder de inmediato, aquello parecía básico y simple, algo que en el pasado no creí posible.
Para cuando terminé miré el reloj y solo me había tomado 30 minutos.
—Quienes terminen pueden entregar y retirarse. —dió otro aviso.
Tomé mi mochila y entregué la hoja al profesor. Inmediatamente sentí una presencia detrás y podía imaginar de quién se trataba.
Salí a paso tranquilo, sin prisa y me senté a esperar a Dan. Thomas pasó por delante, pero ambos nos ignoramos completamente, no pasó mucho cuando la puerta se volvió a abrir y salieron unos cuantos.
—¿Sam? —preguntó uno mirándome con curiosidad. —¿Eres Samantha Anderson? —era Austin y pretendía ignorarlo, pero las cosas ya no eran las mismas.
—Si, ¿Algún problema? —respondí con tranquilidad.
—Vaya, Tom tu acosadora regresó —una vez más, Jordan llamó la atención del nombrado, con su característico apodo.
—¿Algún problema? —preguntó una voz conocida a sus espaldas
—Ninguno —lo miré para que no sucediera nada.
—Bien, ¿Vamos a la cafetería? —asentí y nos fuimos ignorando a los presentes.
—¿Donde está la cafetería? —pregunté después de un momento mientras caminábamos.
—La encontraremos si vamos por aquí o tal vez por allí. —se detuvo para mirar dos pasillos y reí por su actitud desorientada.
—Es por aquí —señalé a la izquierda y me adelanté.
—¿Como lo sabes?
—Intuición femenina.
—Hay un cartel ahí —se dió cuenta y reí por lo bajo.
Solo compré unas galletas y él un sándwich y nos sentamos en cualquier mesa. No había prácticamente nadie hasta que otro grupo entró y cambié mi expresión.
—Con que él es el famoso Thomas Rogers —mencionó por lo bajo y sonrió mientras comía.
—Ya lo viste así que ya puedes estar en paz. —resté importancia recordando las veces que me había preguntado sobre él. —Y no actúes como si no lo conocieras.
—Solo lo vi en la competencia —encogió los hombros —¿Y los demás? —los miró disimuladamente.
—Jordan Bennet, Austin James y Cameron Parker. Solía llamarlos los 4 fantásticos porque eran los mejores del salón.
—Pero que tonta —rió y lo seguí, aun me causaba gracia ese apodo. —¿A ellas también las conoces?
Miré a quien se refería y mi sonrisa se borró de inmediato al verlas.
—La de cabello oscuro es Olivia Martin y la castaña Yessica Green —desvíe mi mirada reprimiendo una mueca. —La otra no tengo idea.
—¿Sucedió algo con ellas? —negué ante la pregunta y continué comiendo.
Lo que había sucedido con ellas era un pequeño detalle que no había contado y tampoco lo haría. En realidad todo lo que había sucedido antes de irme era totalmente desconocido para mi hermano.
—¿Piensas unirte a algún club? —cambié la conversación.
—Quizá algún deporte, ¿Y tú?
—No lo sé, no quiero involucrarme con nadie, y no tengo talento para esas cosas.
Asintió sin mirarme y terminó su sándwich. Quedamos sentados allí sin decir una palabra, personalmente estaba perdida en mis pensamientos hasta que alguien habló.
—Daniel Anderson —mencionó alguien cerca de nosotros.
Volteé a mirar y era Cameron quien estaba de pie mirando al mencinado.
—Ay —me asusté y ambos me miraron, pero negué sin importancia.
—¿Si? —respondió el nombrado
—Se rumorea que eres un prodigio, te llevarás bien con nosotros ¿Quieres unirte?
—Será bueno conocerlos, ¿Vamos Sam? —me miró
—¿Tengo expresión de querer?
—¿Por qué eres así? —achinó los ojos.
—Pero ve, seguramente los adorarás. Yo daré una vuelta por ahí.
—Bien, solo no te pierdas.
—Ya quisieras.
Ambos nos levantamos y en cuanto crucé lo pateé disimuladamente por detrás haciendo que se detuviera.
—¿Estás bien? —le preguntó Cameron.
—Si —me miró mal —solo que jugué fútbol hace poco y me tiró un poco.
—¿En serio? Pues en el club necesitamos uno. —mencionó y rodé los ojos para salir de ahí
Mi poderoso e inteligente hermano al parecer caería muy pronto en las redes de los niños malos y lo lamentaba por él. Sonaba feo y que permitiría que sucediera, pero no, estaba segura que las cosas marcharían bien para él.
Suspiré caminando a paso lento, observando cada señal para conocer la universidad. Muchos me miraban y rumoreaban, como en todos lados, ser la nueva no pasa desapercibido.
Dudaba en salir del edificio ya que en 10 minutos comenzaría la próxima clase. Decidí regresar al salón al mismo paso lento, e inmediatamente detrás de mi se cerró la puerta con fuerza, algo que me traía recuerdos e intuía a quien se trataba.
Liberé un suspiro lleno de paciencia y volteé para mirar.
—La acosadora ha regresado —mencionó Olivia con las manos arriba —sería un buen titulo para el periódico de la universidad.
—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunté con indiferencia ignorando lo dicho.
—No lo sé, ¿Tú que dices Yess? —la abrazó. —¿Necesitamos algo de nuestra querida Sam?
—Lo que digas estará bien. —respondió sin mirarme.
—¿Como te ha tratado la vida Sam? ¿Donde estuviste todo este tiempo? —se acercó intentando intimidarme.
—Mi vida no te interesa y donde estuve, tampoco —la miré directamente.
—Este tiempo sirvió para que tengas valor. —aplaudió con ironía. —Esto se pondrá interesante.
—Por cierto, ¿Qué estudias? la clase anterior no estuviste aquí, ¿Por qué estás aquí ahora?
—Estudio leyes, mi coeficiente es superior. —respondió con arrogancia.
—Leyes —sonreí del mismo modo.—Es deplorable.
—¿Que dijiste? —se molestó
—No me gusta repetir las cosas
—Eres...
No continuó ya que se abrió la puerta dejando ver a un grupo masculino.
—Sam, ¿Ya hiciste amigas? —preguntó Dan y lo miré con seriedad.
—Si, como puedes ver —Olivia me abrazó —De hecho somos viejas amigas, ¿no? —me miró.
—Por supuesto, las extrañaba tanto, pero luego recordé que detesto la hipocresía y se me pasó. Ademas soy alérgica a chicas de su clase. —me solté y fui a mi asiento sin esperar respuesta, pero las expresiones de los varones lo decían todo.
No tardaron en ingresar los demás alumnos y acomodarse en sus respectivos asientos, por ende Thomas a mi lado. Lo ignoré olímpicamente y con éxito durante todo el día, bueno él tampoco se esforzó por decir algo y realmente lo agradecía.
Al finalizar el día me sentía agotada y prácticamente arrastraba los pies para caminar.
—¿Que haces? Apresurate... —Dan me alcanzó tomandome de la capucha del buzo y hacerme correr a su ritmo.
—Espera, espera... —no me hizo caso hasta llegar al edificio.
—Primer día, fuera —simuló anotar en el aire —no estuvo tan mal.
—Depende para quien —murmuré mientras entraba.
—¿Donde quedó la actitud de esta mañana? —me siguió.
—La tengo, sólo es cansancio ¿vale?
—Pero que grosera —murmuró de mala gana y tuve que respirar para ganar más paciencia.
Otra mini maratón (C_C)
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