CAPITULO 11
CAPITULO 11
Afortunadamente fui tomada en el empleo, dónde solo debía tomar pedidos en las mesas y servir.
Alexia era muy amable y comprensiva con mi horario escolar, pero igualmente trabajaba duro como lo había dicho y también lo hacia en los estudios, aunque, lo único que provocaba era agotamiento.
Las fechas de los exámenes finales se acercaban lentamente y era una de las noches en la que me quedé dormida en el escritorio y lamentaba hacerlo.
Otro día comenzaba y me había ganado un horrible dolor de cuello por lo de la noche anterior.
—Sam, ¿estas bien? —preguntó Emma mientras me frotaba el cuello.
—Si, solo es un poco de cansancio —sonreí levemente y continué desayunando.
—Te dormiste en el escritorio. —volví a mirarla y sonrió. —También fui estudiante, pero eso solo me sucedió hasta la universidad.
—Ya veo —me incomodé un poco ya que parecía que la inteligencia estaba en los Rogers.
—Si es tan difícil, ¿por qué no le dices a Thomas que te ayude?
Instintivamente lo miré y éste dejó de comer para mirarme mal.
—Estoy bien así —tomé un poco de agua
—Sam, te esfuerzas mucho, deberías salir bien los últimos exámenes y conseguir pase para la universidad, me lo prometiste
—Lo sé, y lo tengo muy presente.
Aunque no era exactamente lo que había prometido, no quería pedir ayuda a Tom. Tenerlo cerca me arruinaría completamente.
—Entonces Thomas, hijo eres un prodigio no será difícil para ti ayudarla —sonrió para su hijo
—¿Me veo como profesor?
—¿No vinieron numerosas veces tus amigos justamente para que les enseñaras? Y es justamente por eso que ingresaron al salón especial todo este tiempo.
—¡¿En serio?! —no pude evitar sorprenderme por tal cosa —¿quiere decir que si me ayudas podría ingresar al salón especial? —me levanté esperando respuesta.
—¿De que te serviría en el último mes y medio? —cuestionó con arrogancia.
—Sé que el salón especial otorga puntos extras para la admisión de la universidad, al menos podría...
—No lo haré —se levantó y salió de la casa sin que pudiera decir nada.
—Tranquila, lo hará. Solo dejamelo a mí. —agregó su madre como si eso fuera un gran desafío para después sonreír —Ahora ve o se te hará tarde.
Asentí y salí casi corriendo, mientras caminaba me perdí en mis pensamientos y no me di cuenta de cuando lo había sobrepasado, pero me detuve cerca de la cafetería para saludar a Alexia a la distancia, quien respondió al instante.
Continué hasta llegar al instituto y tomar mi libro de lengua extranjera, de todas asignaturas esa era de las peores para mi. Justamente teníamos dos horas y no comprendía ni “j”, pero ahí estaba poniendo expresión de estatua inteligente.
—Muy bien, Samantha presentate y di algo sobre ti. Es básico así que debes hacerlo bien —dijo la profesora mirándome.
Me levanté y sonreí levemente, entendí lo que dijo por mi nombre y básicamente estaba escrito en la pizarra.
—Mi hombre es Samantha —la miré —so... Sorry —asentí y volví a sentarme.
Mis compañeros no tardaron en explotar en risas, pero sólo los ignoré.
—Samantha, ¿eres consciente que para entrar a la universidad debes tener el mínimo conocimiento de lengua extranjera? Tienes problemas en gramática de tu idioma nativo, y debes conocer otros. —volvió a hablarme la profesora y asentí —por favor esfuerzate más, en el examen final ésto acumula puntos extras. Tenlo en cuenta. Continuemos, Olivia.
El resto de la clase no presté atención y solo podía sentirme frustrada.
Mientras llegaba a la cafetería pensaba en que si Thomas, por milagro divino, me ayudaba y aprobaba sería una obra titánica.
—¿Que te tiene tan pensativa? — preguntó Alexia sacandome de mis pensamientos.
—Nada importante. —sonreí y limpié unas mesas.
—Cualquier cosa que te tenga así es importante, ¿es el colegio?
—En parte y el pase a la universidad —me sinceré —pase que debo conseguir mediante los exámenes finales
—¿No eres buena?
— Depende, lo soy cuando me lo propongo, pero eso implicaría el máximo de mis esfuerzos
—Estos niños de ahora —rió levemente —puedes retirarte una hora antes para que puedas prepararte.
—¿Que? —me sorprendí
—Lo que escuchaste, y es mejor que lo hagas o te despediré —me señaló tomando algunas cosas.
—Gracias. —reí.
—No agradezcas, en las vacaciones serás tiempo completo —se retiró.
—Claro.
Al llegar a la casa no encontré a nadie por lo que subí a la habitación y después de una relajante ducha me senté para estudiar o al menos intentarlo.
—Así hasta pareces intelectual —aquello me asustó tanto que tiré mi libro por la impresión
—¿Por qué haces eso? —volteé con una mano en el pecho
—¿Si te ayudo que me darás a cambio? —preguntó con una mirada indiferente que ya no me molestaba en procesar.
—¿Te pedí ayuda? —levanté el libro y volví a acomodarme.
—Como quieras —salió
—Lo que quieras —lo detuve —lo que quieras, solo quiero aprobar los exámenes.
—Interesante, pensaré al respecto —sonrió levemente y se fue
—¿En serio? —pregunté a la nada y volví a sentarme —amargado —murmuré de mala gana.
Nuevamente quedé dormida en el escritorio y lo supe hasta la mañana cuando desperté con el cuello totalmente adolorido, “por suerte” era sábado.
Bajé a desayunar y la familia Rogers estaba completa.
—Buenos días —saludé tomando asiento
—Buenos días —saludaron los mayores.
Comencé a comer con tranquilidad mientras pensaba en los exámenes y en las posibilidades que tenía.
—¿Como van los estudios? —preguntó Emma y la miré —Thomas ayer prometió ayudarte.
—¿Lo prometió? —lo miré con sorpresa.
—Si, ¿no te lo dijo?
—No, de hecho...
—Comenzaremos hoy —me interrumpió.
—Lo mismo dijiste ayer
—Cariño, vayamos de paseo hoy y dejemos que los chicos estudien tranquilos, ¿que te parece? —agregó su esposo.
—Es una excelente idea —sonrió —tú quedas a cargo —señaló a Thomas y tuve que reprimir una carcajada por su expresión.
Apenas terminaron el desayuno se retiraron y no pude evitar sonreír.
—¿Por qué sonríes? No te emociones —me miró con seriedad
— ¿Emocionarme? ¿Crees que no tengo dignidad? —crucé los brazos y volteé —iré por mis cosas
Tomé todos mis libros y cuadernos para bajar rápidamente. Tom ya se encontraba sentado en la sala y parecía un profesor que odiaba a sus alumnos.
—Empecemos con lengua extranjera —anticipé dejando mis cosas sobre la mesa.
—Creo que es demasiado para ti.
—Estas aquí para ayudarme, no juzgarme.
—En realidad tú estás en mi casa —no pude responder —¿dijiste algo?
Solo lo miré mal mientras abría el libro, no estaba ahí por gusto o placer sino porque no tenía otra opción. Abrí el libro hasta la mitad, pero lo volví a cerrar para comenzar desde la primera pagina.
—Quiero que me expliques desde el comienzo o se lo contaré a tu madre —acusé.
—Insoportable
Y cuando dije desde el comienzo era desde el comienzo, prácticamente desde el alfabeto. Por un momento se me había cruzado la idea de que con su ayuda podía modificar mi pequeña condición, con su ayuda y enseñanza, pero lo descarté al notar que era mucho más frío que lo normal. Frío, pero concentrado de lo que hablaba.
Tomé nota de absolutamente todo y estaba tan concentrada en lo que hacia que la cercanía de Thomas no me perturbaba.
—En esta oración —mostré el apunte —¿Que diferencia hay? Uno es, I love you que significa Te amo y el otro, I love it que significa me encanta.
—Tu misma lo estás diciendo —suspiró con paciencia
—No comprendo.
—La diferencia estaría en la persona, no es lo mismo you que hace referencia a una persona. Que decir it que es por algo.
—¿No puedo decir I love it? — pregunté señalándolo completamente —Sería me encanta esto, la persona completa.
—No, solo aprende lo que digo —respondió malhumorado
—Está bien. —rodé los ojos y anoté algo, pero me lo arrebató
—¿Que demonios?
—Son mis notas —se lo quité.
—Cuando quieres aprendes rápido
—Por si no te diste cuenta, me estoy esforzando al máximo —miré mis anotaciones y evité reír.
Tenía muchos apuntes y la mayoría eran oraciones con Thomas como:
angry Tom
Thomas bad boy etc.
Pero el mas remarcado era Thomas= puntos extras.
Definitivamente era todo un caso.
Hola, hola otra mini maratón para dar contexto ಠ_ಠ
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