CAPÍTULO 109

Pasaron dos semanas y con ellas la notable recuperación de Thomas, los médicos estaban muy satisfechos al examinarlo y decir que ya podía llevar su vida cotidiana. Solo el deporte debía esperar e ir incorporándose de a poco.

Desde esa pequeña platica de esa noche nuestra relación había dado un giro, no puedo decir que inesperado,  pero si era algo que quería hace años, nos volvimos amigos y muy unidos. Dejando de lado nuestros sentimientos de pareja y los momentos que habíamos vivido.
Estaba satisfecha al decir que habíamos reanudado aquella amistad que había desaparecido sin razón, o al menos desde mi punto de vista.

—¿A dónde vas? —preguntó recargado en la puerta de mi habitación.

—Hoy tendremos dos exámenes. —respondí mientras terminaba de guardar mis cosas

—Creí que las darías de forma virtual como yo.

—No... —lo miré —yo creí que tú también lo harías presencial —lo señalé.

—¿Como perdimos la comunicación? —frunció el ceño señalándonos a ambos.

—No la perdimos, solo que tú volviste a ser el mismo de antes. Te encerraste en tu habitación para estudiar por tu cuenta y me buscabas para pedir opinión en alguna que tuvieses duda. Pero está bien, así volveré triunfante luego de tantos meses. —me acerqué intentando salir.

—¿Vendrán por ti?

—Si, Daniel pasará por mi.

—De acuerdo.

—Nos vemos luego. —me despedí rápidamente al escuchar la bocina.

Corrí y me alivié al verlo solo. No tenía idea de lo que había sucedido con su relación, pero como lo había dicho, no me interesaba.

—Buenos días. —saludé acomodándome en mi asiento.

—¿Lista para la entrada triunfal que tanto querías? —sonrió muy animado.

—En efecto. —señalé al frente

Llegamos a la universidad y parecía el primer día, absolutamente todos nos miraban como si fuese la primera vez.

—¿Cuando dejarán de hacer eso? —me molesté intentando ignorarlos.

—Es el efecto de la entrada triunfal —sonrió y lo imité.

A una distancia distinguí a Yessica que intentaba acercarse, con una expresión... 

Hacía mi hermano, por lo que decidí apresurar el paso al salón dejándolos atrás.

En cuanto entré tanto Austin como Cameron saludaron frenéticamente con ambas manos y reí para acercarme.

—Hola chicos, se los ve bien. —asentí.

—La vida nos trata bien mi querida Sam... —rió tan característico.

—En efecto, principalmente a Austin que será padre y no puedo identificar si su risa es de felicidad o nerviosismo. —agregó Cameron con una sonrisa, con su distinguida calma y reí.

—Yo diría que de ambas.

—Sam es una muy buena amiga de mi novia, estoy seguro de que irá a cambiar pañales muy pronto.  —agregó muy seguro y me sorprendí.

—¿Disculpa? Te haces cargo de tus acciones Romeo. Bueno, voy a mi asiento. Los veo después

—Espera... —me detuvo Cameron —realmente me da gusto verte bien.

—Te lo agradezco.

Tomé mi lugar esperando que el profesor llegara, en ese momento noté que mi hermano entraba platicando con Yessica y tomaron sus asientos. Suponía que las cosas eran igual entre ellos.

El examen se nos fue entregado, respondí con seguridad y sin distracción pudiendo así, salir primero.

Faltaban dos horas para el almuerzo, pero igualmente fui a la cafetería a por algo y salir al campus, estaba tan solitario y tranquilo.

—¿Sam? —llamó mi atención y la miré.

—¡Sophia! —me levanté para abrazarla, había pasado tanto tiempo.

—Finalmente te dejas ver mujer —me abrazó con fuerza —supe lo que pasó, quise llamarte pero no lo hice para no perturbar. Era un tema delicado. —susurró.

—Esta bien, finalmente es un libro cerrado —suspiré separándome y sonreí. —¿Como estás? ¿Como están las cosas? ¿El taller? ¿Oscar y Adam? —no pude evitar preguntar seguidamente.

—Todo va bien, realmente te extrañamos por el taller. Hoy teníamos examen, Oscar quedó echando humo por las orejas y Adam estará por ahí con Olivia. Conociéndola bien es bastante agradable. —dijo en tono bajo lo último y sonreí.

—Que bueno, en definitiva todo va excelente.

—Si, ¿Y tú? ¿Regresarás a la universidad?

—No, solo haré los exámenes de forma presencial. Tengo otros planes. —hice una seña automática con la cabeza.

—Entiendo.

—Ya me habría ido, pero tengo otro examen luego del almuerzo y quería verlos.

—Aqui me tienes. —se señaló —olvidate de Oscar, será el último en salir y Adam, viene justo ahí —señaló y miré de inmediato para encontrarlo.

—Poderosa Samantha —se alegró y corrió hacía mi para abrazarme.

—Adam —reí correspondido.

—Finalmente...

—Me dejo ver —completé y asintió.

—Fui a casa de tu padre, pero no estabas, y decidí esperar. Aquí estás —sonrió con amplitud.

—Como puedes ver —miré a Olivia —hola —saludé sin perder los ánimos.

—Hola Sam, que gusto verte bien —sonrió con una amabilidad que me sorprendió.

—Te lo agradezco.

—No es secreto lo que pasaste y sé que no se compara a lo mio, pero si tan solo hubiésemos compartido nuestras similitudes y no nuestras diferencias, nos habríamos apoyado de otra manera —dijo con serenidad —quiero que sepas que mi padre también tomó el caso pendiente y no dejará que escapen. Por otro lado, quiero pedirte disculpas por todas las cosas que te hice y dije alguna vez. Tienes todo el derecho a no hacerlo, pero fui injusta, malvada y todo los insultos que puedas decir. No me excusaré diciendo que era una adolescente, pero también tenía mis traumas, yo no tengo madre y con el apoyo de Adam e inspirándome en ti, pude conseguir ayuda profesional y saldar eso...

Lo expresó con tanta fluidez, no parecía estudiado para que me hiciera dudar, por primera vez veía arrepentimiento en sus ojos. Después de todo, cada uno tenemos nuestras historias y traumas.

—Está bien, la vida se trata de avanzar ¿no? —suspiré con alivio. —Lamento lo que pasaste, no puedo decir que seremos amigas, pero dejemos el pasado atrás.

—Me da mucho gusto —extendió su mano y la tomé —espero que finalmente puedas ser feliz con Thomas como lo soy con Adam —sonrió con amplitud y el nombrado la imitó.

—Y yo puedo decir que finalmente puedo invitarlas a cenar sin el temor a que vuelen los platos. —levantó las manos como si agradeciera al cielo y reímos.

—Adam, Adam... —negué —ya que estamos, ¿Podemos hablar un momento?

—Claro.

—Sophi, vamos por algo de comer —sugirió Olivia retirándose.

—¿Que? —me miró con picardía —¿Quieres que sea tu testigo de bodas?

—Deja eso... —reí y lo halé para que nos sentáramos —mi padre dijo que funcionó “la idea”, quería agradecerte por eso.

—¿Por qué? Fue tu idea, la mejoraste. Incluso estoy pensando en cambiar el nombre del prototipo a Samantha y no estoy bromeando.

—Haces eso y te presento una demanda. Tampoco estoy bromeando —lo amenacé y rió totalmente divertido.

—Calma, calma...

—¿Como van tus cosas? ¿La empresa?

—Bien, ¿Recuerdas que mi tío reconoció mi esfuerzo delante de ti? —asentí —Bueno, ya se esfumó su emoción porque no quise cambiar de carrera. Quería que estudiara administración empresarial dejando leyes, llevo 3 años en esto ¿Como podría? Se molestó y mucho, de nuevo cree que no estoy a la altura de la sitúacion. Hace un tiempo me buscó el hijo de Watson, de Desarrollo Tecnológico de Alemania. Dijo que quería un contrato conmigo, había hablado contigo, pero lo rechazaste, su motivación es “No Ser la Sombra de nuestros Padres”, En mi caso de mi tío, obviamente no pude aceptar ya que no cuento con estabilidad empresarial, solo recibo un porcentaje de las ventas... —suspiró y me miró.

—Wooo... Un momento, deja que analice la información —pensé un momento —¿Aún tienes contacto con Frederick?

—Si.

—Manten contacto constante, posiblemente se me ocurra algo para ustedes. Solo dame un par de meses...

—Sabes que confío completamente en ti, mi ángel, hada madrina y ...

—Basta —reí —serás reconocido como te lo mereces, nadie debería ser  conocido como la sombra de otra persona o limitado por el pasado. Quiero encargarme de eso —dije en tono bajo sin pensar.

—No tengo dudas de que conseguirás todo lo que te propongas. Y todos estaremos allí para apoyarte, principalmente yo. Jamás terminaré de agradecerte por confiar en mi.

—Mas importante que eso es nuestra amistad Adam, eres al único que puedo llamar realmente amigo en este lugar.

—Claro que no...

—No me hagas caso —miré la hora —debo regresar, tengo otro examen.

—Suerte —levantó los pulgares animándome y se lo agradecí.

Creo que dejaré esto hasta aquí y me retiraré lentamente... *aviva la hoguera y sale corriendo*