CAPÍTULO 104
CAPÍTULO 104
Tragué con dificultad por el nudo en mi garganta mientras Harry regresaba con arma en mano.
—¿Ya se despidieron? —nos señaló y sonrió —luego de que acabe ya no habrá tiempo.
Dejó el arma a un costado para desatarme y tomarme con ambas manos.
—Es hora, te dije que serias mía. —sonrió como un desquisiado y Thomas se enfadó.
—¡Dejala!
—¿Quien lo impedirá?, ¿Tú?, ¿Sam? —rió con sarcasmo. —No era un pregunta ni elección, yo decido aquí.
Me tomó con fuerza sin que pueda oponerme, presionó tanto mis brazos que dolían y me llevó a una habitación, la cual estaba decorada con rosas, de las mismas que me había enviado tantas veces.
—¿Te gusta? —intentó besarme, pero me negué desviando el rostro todo lo que me fuera posible.
—Ya basta. —supliqué con voz débil.
—¿Se fue el valor? —sonrió deteniendose un momento. —Esperé mucho por esto, no escucharé nada.
Me tiró en la cama mientras se desabrochaba el pantalón y miré a todos lados buscando algo que pudiera ayudar, pero no había nada.
Se colocó encima intentando despojarme de mi ropa y como pude lo empujé para patearlo en la entrepierna. Se arrodilló con dolor y pude salir corriendo, pero tropecé golpeándome las rodillas. Rápidamente me levanté y continué hasta Thomas no sin antes tomar el arma que había dejado.
—Tom... —intenté liberarlo sin éxito y me frusté sin saber que hacer. Él parecía inconsciente. —por favor.
—Sam, esto te saldrá muy caro —llegó a nosotros y me alejé de Tom para poder apuntar.
—No te acerques.
—Sino, ¿Qué harás? —mostró un cuchillo como si fuese un juego.
—Acabaré con esto de una vez... —moví el arma en su dirección para que supiera que hablaba en serio.
—No lo creo. —interrumpió acercándose rápidamente a Thomas. Se colocó detrás tomándolo del cabello para levantar su cabeza —Si no sueltas eso, él morirá aquí mismo
—Lo haces y tú tampoco saldrás con vida. —me alteré sintiendo como la desesperación acrecentaba en mi interior.
—Vamos Sam, ¿Cargarás con su muerte? —presionó el cuchillo sobre y me desesperé cuando Thomas hizo un gesto.
—¡Déjalo! —grité con la misma desesperación y sonrió.
—¿A pesar de lo que hizo, aún te importa? ¿Que tan bajo puedes caer Samantha? —borró su sonrisa para cuestionar con enfado.
—¿Tú que sabes? —respondí del mismo modo.
—Te mintió al igual que tu hermano. Él no te quiere, ¿Por qué lloras por él?
Y solo porque lo dijo noté mis mejillas húmedas por las lágrimas, algo que no podía controlar.
—Es momento de acabar con esto... —volvió su atención a Thomas y noté como comenzaba a herirlo mientras un hilo de sangre se deslizaba por su cuello.
—Hazlo... —se detuvo y me miró sin comprender. Finalmente Thomas abrió los ojos. —Hazlo y yo también moriré aquí, no harás nada de lo que planeaste.
Y sin pensarlo dos veces coloqué el arma en mi cabeza y ambos se sorprendieron.
—Estoy agotada de tu maldito juego y obsesión...
—No serías capaz. —lo soltó con desprecio para mirarme con seriedad.
—Sam, no lo hagas. —continuó Thomas con voz agotada, pero desesperada.
—Baja eso, vamos. —siguió Harry levantando las manos alejadas de Thomas. —¿Morirás por él? ¿Qué sentido tiene? Vamos...
—Mirate hasta parece que realmente te importo, maldito psicópata... —respondí con rabia —claro que estoy dispuesta porque a pesar de todo es Thomas, siempre fue, es y será Thomas, al que siempre quise y no cambiará. —confesé entre lágrimas, encontrándome con su mirada. Harry por su parte se molestó.
—¡¿Cómo puedes decir eso?! —intentó acercarse, pero se detuvo al ver que presioné más el arma, tomándola con seguridad.
—Pero... —volví a mirar a Thomas, esperando que comprendiera. —Por primera vez no haré esto por él, ni por mi padre, ni por Daniel, ni por nadie más. Lo haré por mi misma, porque al parecer solo así desaparecerás de una maldita vez. Estoy agotada de ti, de toda esta mierda que no me deja vivir... Podrán encontrar mi cadáver, pero correrás el mismo destino o incluso uno peor, maldito desgraciado.
Suspiré quitando el seguro, claramente sabía como hacerlo gracias a Robert que me había enseñado una vez, solo por curiosidad.
Entrecerré los ojos con lentitud y decisión a halar del gatillo, el tiempo se sintió lento al aceptar la decisión que había tomado. Y un disparo repentino resonó en el lugar haciendo que observara caer a quien tenía delante. Pronto entraron las unidades especiales a la cabaña para tomar a Harry quien había sido herido en el hombro y liberaron a Thomas.
—Samantha Anderson, deje eso. —dijo un agente intentando quitarme el arma, pero no hice caso.
—Sam... —Thomas se acercó con dificultad para tomar el objeto. —Suelta eso.— solo al verlo cerca de mí pude hacerlo y la entregó al agente. —vamos
—No se quedará así, aunque sea lo último que haga. Si no eres mía, no serás de nadie Samantha... —dijo Harry cuando pasamos a su lado. —¡No lo olvides!
Los agentes nos guiaron hasta la camioneta donde comenzaron a revisarnos, el más herido era Thomas y me preocupaba. Yo solo tenía raspones y el labio partido, comparado a episodios pasados, no era nada grave.
—Disculpe señorita —se acercó una agente con una tablet que parecía marcar el rastreo. —El dispositivo, ¿Puede entregarlo?
Asentí y me quité la pulsera para entregarla.
—Solo tomaremos la información, luego será devuelta a su dueño. —explicó y se alejó.
—¿Viniste aquí por voluntad propia? —preguntó Thomas frunciendo el ceño y entrecerré los ojos.
—No, pero sabía que iría por mi. Solo estaba prevenida, aunque tardaron más de lo que imaginé. —desvié la mirada.
—Juntos superaremos esto —tomó mi mano, pero miré en sentido opuesto.
Supuse que comprendió que las cosas debían mejorar y me soltó.
—Maldición, ¿No saben quien soy? Los destruiré... —dos agentes sacaban a Harry, quien hacía un escándalo diciendo cosas sin sentido —¡todos ustedes lo pagaran!
—¡Hagan que se calle! —ordenó uno y le dieron un puñetazo.
—Samantha, recuerdalo. ¡Si no eres mia, no Serás de nadie! —exclamó lo último, pero lo ignoré sin apartar la vista de los árboles.
Se opuso tanto a ser llevado que tuvieron que obligarlo entre cuatro, y parecía un monstruo fuera de control.
—Bien, todo parece haber acabado... —volvió a acercarse el médico —a simple vista ambos presentan heridas leves, pero Rogers deberá hacerse unos estudios para estar seguros y estar bajo observación. Pronto llegará el helicóptero para recogerlos.
Ambos asentimos y quedamos en el mismo lugar, en completo silencio.
A cierta distancia escuchamos un escándalo seguido de un disparo que resonó en todo el lugar, provocando que las aves volaras asustadas y Thomas se acercó rápidamente.
—Sam...
Dirigí la vista al frente, las cosas parecían pasar con lentitud. Harry recibió múltiples disparos y estaba tendido en el suelo, en un gran charco de sangre, pero solo el primer disparo hacía eco en mis oídos.
Bajé la mirada con lentitud mientras la respiración se volvía pesada, era casi imposible que el oxígeno llegara a mis pulmones. No podía ser cierto.
—Tom... —dije con dificultad por lo que estaba presenciando.
Cuando finalmente parecía acabar, debía suceder algo como eso.
Ahora si, me retiro lentamente ☺
Para quien fue el disparo? (」゚ロ゚)」 *Sale corriendo*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro