CAPÍTULO 102
CAPÍTULO 102
Regresamos a la casa y lo primero que hice fue tomar una ducha para quitar la tensión que había producido el último incidente. Me alivié y salí, Alexia me esperaba con una píldora y la tomé sin decir nada.
—Ya no tienes episodios de ansiedad, pero es mejor prevenir —mencionó ante mi mirada a la nada y seguramente había notado mi preocupación.
—Lo sé. —asentí
—Sam... —dudó —¿Realmente se terminó? Me refiero a Thomas.
Pensé un momento aunque no tenía mucha vuelta que darle, mi respuesta era simple.
—Así es, se acabó. No puedo estar con él de este modo, y tampoco lo quiero en mi vida. —respondí con tranquilidad. —Es momento de sacarlo completamente de ésta historia.
—De acuerdo, es tú decisión, pero recuerda que en algún momento lo tendrás que afrontar como se debe.
Fruncí levemente el ceño desviando la mirada. Ella tenía razón, aunque la decisión de terminar no tenía nada que ver con la huída que realizaba cada vez que la situación se complicaba, si era necesaria. No podía estar con él de ese modo, ambos necesitábamos espacio y esperaba que por una vez me comprendiera.
Una vez que se retiró, continué pensando otra cosa, claramente era consciente de lo que estaba sucediendo, pero Paul lo dijo, él vendría por mi y por Thomas. Era increíble que aún habiendo terminado de la peor manera, me preocupara, pero lo hacía, o quizá no quería sentirme culpable si sucedía algo por mi causa. Había tomado mi decisión, no lo quería en mi vida y eso implicaba que tampoco quería que le sucediera algo. Solo deseaba que finalmente se terminara.
Por la noche estaba en mi cama sin poder conciliar el sueño, no era por nada en particular, solo tenía insomnio y en la oscuridad de la noche podía escuchar mis propios latidos, como un mensaje premeditado de preocupación. Giré a un lado y abrí los ojos de forma repentina cuando la luz del móvil se encendió.
Mensaje
Thomas: Sam, no puedo continuar así. Por favor platiquemos. Te lo explicaré todo, y te esperaré hasta que estés lista. ✓✓
Suspiré ignorándolo y apagando el móvil, no quería saber nada de él y tampoco de sus explicaciones.
Al día siguiente estaba en la cocina cuando Alexia entró con Emma y sonreí.
—Tienes visitas, no tendrás problemas en platicar con la señora Emma. —mencionó Alexia y asentí —Saldré un momento, cualquier cosa me llamas y vendré de inmediato.
—No te preocupes, toma tu tiempo. —añadí y se sorprendió por mi tranquilidad para después retirarse.
—Pequeña —me abrazó con fuerza.
—¿Como estas? —sonreí con amplitud
—Bien ¿y tú? ¿Aliviada?
—En parte, la sentencia fue satisfactoria aunque falta que lo encuentren.
—Lo harán, seguramente...
Pasamos varias horas platicando sobre mi avance y como llevaba la universidad, tomaba las clases a distancia y sólo me presentaría a rendir los exámenes. Además, Emma me contaba sobre su vida y así nos entretuvimos.
—Sam, realmente te ves muy bien —sonrió levemente y noté tristeza en su mirada.
—¿Sucede algo? —me preocupé esperando que me dijera cualquier cosa para aliviar su ánimo.
—No, nada. Solo quiero verte bien, tu total recuperación es lo importante. —tomó mis manos, después de un momento se retiró dejándome cierta confusión.
Por la noche y por varios días recibí llamadas de Thomas que decidí ignorar.
Suponía que comprendía mi sitúacion, que comprendía lo que hizo y que me daría mi espacio, pero por 2 días las llamadas se volvieron aún más recurrentes, despertando así un mal presentimiento.
Caminaba por el jardín cuándo vibró en mi bolsillo, lo tomé y era él. Sin más remedio respondí con fastidio.
—¿Que demonios te sucede? ¿No te dejé lo suficientemente claro? Ya no quiero saber de ti Thomas, dejame en paz... —me detuve al escuchar una risa del otro lado, un sonido escalofriante.
“Creí que no responderías, pero me diste una gran sorpresa Sam.”
—¿Harry?
“Si, y tengo una grata compañía. Me pregunto si lo reconocerás cuando acabe con él.”
Colgó, dejándome estática y helada por la idea que surcaba mi mente.
—Desgraciado, maldito enfermo... —me molesté para buscar a mi padre.
Entré al estudio sin golpear y estaba con Daniel, no lo había escuchado llegar.
—¿Que pasó con Thomas? —pregunté sin rodeos y ambos me miraron sorprendidos.
—¿Sam? —preguntó mi hermano.
—Responde —pedí.
Ambos se miraron un momento y el más joven suspiró.
—Thomas está desaparecido hace dos días y nadie lo ha visto, pero...
—¿Continuaré siendo la última en saber lo que sucede? —interrumpí molesta —el maldito de Harry lo tiene, acaba de llamarme. Maldición.
—¿Se lo dijeron? —Alexia entró con prisa para detenerse a mi lado.
—Ese idiota se encargó de hacerlo. —respondió mi hermano y salí de allí para subir a mi habitación.
Miré un momento el móvil y lo dejé en el mueble, Alexia no tardó en entrar.
—Sam, consideré que fue mejor que no te lo dijeran, no quiero que caigas de nuevo.
—No lo haré, no caeré en ese pozo oscuro de nuevo ni en su juego. Solo necesito la verdad, siempre la necesité. No quiero que Thomas... —me detuve frotándome los ojos por la simple idea de lo que podía suceder.
—¿Lo perdonaste? —preguntó sentándose a mi lado.
—Que lo haya perdonado o no, no quiere decir que deseé o se merezca esto. Jamás me perdonaría, que en el caso extremo, alguien perdiera la vida por mi causa. Y sé perfectamente que Harry podría hacerlo, ya no tiene nada que perder. —llevé una mano a mis labios, para calmar el temblor de los mismos.
—De acuerdo, pero las autoridades están haciendo todo lo posible para encontrarlo, están rastreando absolutamente todo.
—Si realmente lo hicieran, dos días son suficientes para encontrarlo. ¿Sabes como están sus padres?
—Estuve dando apoyo a la señora Emma, y su padre puso investigadores para que lo encuentren. La sitúacion está muy tensa, no te recomiendo que te muevas de aquí, podría ser una trampa para llevarte. —sugirió con seriedad.
—No haría tal estupidez, la mayoría de las veces no funciona.
Aquel día Alexia regresó a la casa de los Rogers por pedido de el Señor Jack, por lo que supe Emma estaba muy afectada y me generaba tanta impotencia no poder verla.
En la sala encontré a mi hermano caminado de un lado a otro con preocupación.
—¿Donde está papá? —llamé su atención.
—Fue a ver como están las cosas con la familia Rogers. —se detuvo para mirarme un momento.
—¿Alguna novedad?
—No. —lo miré con seriedad esperando que continuara. —Digo la verdad, no sé nada.
—Está bien, ¿Alexia también está allá?
—Si.
—¿Puedo salir un momento?
—Definitivamente no, las cosas ya están lo suficientemente mal, no te expongas.
No dije más y salí al jardín por un poco de aire fresco. Luego de mucho pensamiento decidí llamar a alguien que no tardaría en llegar, por fortuna Daniel había salido dejandome al cuidado de los guardias y que nuestro padre pronto regresaría.
—Hola Sam —sonrió levemente y devolví el gesto.
—Hola Adam, pasa por favor. —le di paso.
Pasamos a la sala donde tomamos asiento para hablar más cómodamente.
—Supe lo que sucedió, bueno todo lo supimos. Alguien filtró la información, lamento lo que tuviste que pasar. —me miró detenidamente frotándome el hombro —Y siento lo de Thomas.
—Robinson no se quedaría de brazos cruzados, al menos dañaría nuestra imagen, pero, ¿Como sabes lo de Thomas? —lo miré con atención.
—Nos estamos encargando de buscarlo, recuerda que el drone tiene esas funciones...
—¿Alguna novedad?
—No, perdimos conexión hace un día y estamos a ciegas. Presentó una avería sistemática poco usual.
—O mejor dicho inusual —corregí —recuerda que son los dueños de Robinson Groups and Technology, desarrollaban tecnología. Harry pudo ingresar e interferir en el sistema sin problemas y es justamente por lo que te he llamado. —respiré profundo.
—Tienes razón, pero dime ¿Que necesitas? —se inclinó en su asiento para prestarme total atención.
—Ese psicópata vendrá por mi, tarde o temprano por eso pensé en estar prevenida...
—No pienses en eso, tienes la mayor seguridad que he visto. Sin mencionar el pedido de captura. —me interrumpió. —Solo es cuestión de tiempo para atraparlo.
—Ya burló la seguridad una vez, no dudo que pueda hacerlo de nuevo. Entró al país sin que lo supiéramos, hizo de las suyas y secuestró a Thomas ¿Crees que se detendrá? Cada día su obsesión aumenta y se vuelve más enfermizo. —intenté explicar para que comprendiera la situación. —Tiempo es lo que no tenemos, sino ajustarnos al suyo.
—De acuerdo, pensemos en eso como caso extremo. No quiero imaginar que te ponga en riesgo de nuevo, ¿Cual es tu plan?
—El producto tiene un sistema de rastreo ¿cierto? —asintió —entonces recibieron la información de dónde se perdió la conexión.
—Exactamente, y es dónde se está buscado. Aunque creo que es inútil, solo despistó a las autoridades. —frunció en ceño.
—Bien, estuve pensando que hagas un dispositivo pequeño, un rastreador para mi. Una vez que lo tenga y suponiendo que venga por mi, obtengas la información y manualmente cortes la conexión en el mismo punto ¿Me hago entender?
—Si, creo comprender por donde vas —sonrió levemente.
—Pasado ese punto creerá que lo hizo él mismo, asumiendo que nuestras especulaciones son ciertas. Así podrás activarlo de nuevo y tener mi paradero, finalmente podría ser capturado. Suponiendo que no me asesine antes. —murmuré lo último, esa siempre era una posibilidad.
—Wooo Samantha... —suspiró con admiración. —Realmente eres una genia, solo habrá un problema.
—¿Cual?
—No te podrás en peligro, no puedo permitirlo. —negó de inmediato. —Ya fue suficiente, alguien más puede hacerlo.
—Nadie más puede hacerlo, como así tampoco puedo confiarle esto a nadie más. Adam, confío plenamente en ti... Ayúdame, por favor. —pedí con seguridad para que notara que hablaba en serio y que no cambiaría de opinión.
—Sam... —se quejó quedando pensativo por unos segundos y volvió a mirarme. —No confío en que este plan salga perfecto, pero si confío en tu capacidad y fuerza para enfrentarlo. No quiero que lo hagas, pero prometí escucharte.
—Así es, ¿Entonces?
—Puedo hacerlo, pero habrá un pequeño inconveniente...
—Dime cual.
—Al desactivar el dispositivo necesitaré mínimo media hora para encenderlo de nuevo, y una hora máximo. No quiero imaginar lo que pueda suceder en ese tiempo.
—Tienes razón, por eso confiemos en que funcionará. No me cabe dudas de que vendrá. —suspiré.
—Muy bien.—se levantó —iré a prepararlo ahora mismo, mañana estaré aquí con el rastreador.
—De acuerdo. Te lo agradezco —intenté sonreír.
—Te volviste más fuerte, no tienes idea de cuanto te admiro, pero espero que no vuelvas a estar en peligro. —me abrazó y besó mi frente para después irse.
Extra, extra... La tensión regresa *tira una ramita*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro