39. Un juicio, dolor y muerte en juzgado de California
Capítulo 39: Un juicio dolor y muerte en juzgado de california...
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Ingresaron al salón junto a una marea de personas entre las cuales Tessa reconoció a familiares de chicas con las cuales se había entrevistado antes y que luego de un asentimiento de cabeza como saludo hacia ella, se iban sentando de manera ordenada en las bancas que permanecían desocupadas.
Teresa suspiro con cansancio y elevo una oración silenciosa pidiéndole al creador que todo pudiera solucionarse aquel día y que ese palpito, aquel presentimiento que tenía desde hace días sobre que algo inesperado ocurriría fuera solo nerviosismo suyo y que todo aquello no terminara en tragedia.
Habían sido unos días duros y creía justo que por fin la lluvia menguara trayendo un radiante sol que iluminara su vida de una vez y para siempre.
No más problemas, fue su silenciosa plegaria.
Los reporteros acechaban como buitres en los accesos de entrada del pequeño recinto pues, debido a la complejidad del caso, no tenían permitido ingresar al salón junto a los directos implicados o familiares de estos. Tales personalidades del país no se permitirían tal escarnio público por lo cual todo había sido arreglado de ese modo, aunque igual las fotos de sus familiares aparecían a todo momento en noticiarios así como prensa virtual, radial y en redes sociales.
Luego de organizarse junto a sus familiares, Andrew y el señor Wesley se disculparon para luego dirigirse al sitio donde se encontraban reunidos el fiscal del caso, el abogado defensor y el de la parte acusatoria, o sea el de ellos. Un sujeto con demasiados años como litigante y el cual había sido estudiante de Ron en sus años de profesor universitario. Había escuchado decir que el sujeto era un completo tiburón a la hora de emprender un caso y que no dejaba títere con cabeza, esperaba que si fuera igual de bueno a como lo vendían.
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Dejando a mi hermano conversando con aquellos sujetos, el señor Wesley se acerco hasta el comienzo de la fila y luego me hizo señas de que me acercara. Me puse de pie para luego dirigirme de manera nerviosa y un tanto curiosa hasta donde él se encontraba esperando que no fueran malas noticias.
- Relájate niña que no es nada malo. – me tranquilizó apenas estuve a su lado, y logrando que el miedo y la preocupación se dispersaran un poco de mi ser. Solté el aire que no sabía estaba reteniendo. - Solo quería asegurarme de que aun sigues de firme y que en cualquier momento no saldrás corriendo dejándonos metidos en todo esto.
Su tono de voz sonó a modo de broma pero sus ojos demostraban otra cosa. Ya habíamos tenido esta conversación antes pero tal vez mi modo de actuar les estaba dando señales de que en cualquier momento abandonaría el barco.
Mi estomago se contrajo ante el remordimiento y desvié la mirada apenada.
- Claro que si, esto no tiene vuelta de hoja. - Hable tratando de sonar segura pero fallando totalmente en el intento. – no tienen que estar nerviosos porque en cualquier momento cambie de decisión, estoy cien por ciento comprometida con la causa.
Susurro un "bien" y luego se quedo en silencio, todo ese rato sentí su mirada sobre mi persona
Dios, ¿tan obvio era que lo único que quería en estos momentos era echarme a correr?
Trataba de permanecer tranquila pero de verdad no podía, por más que lo intentaba esa sensación extraña no desaparecía.
Suspire derrotada.
- Relájate, respira profundo y no digas nada diferente a lo ya practicado o dicho en las indagatorias o a lo ya practicado. – Hablo Ron dándose cuenta de que yo no hablaría, - el juicio es solamente una formalidad pues con las pruebas recaudadas ellos están hundidos hasta el cuello y de treinta años no les bajan la pena.
Cuando iba a responderle un policía hablo llamando al orden en la sala pues el juez ingresaría en dos minutos. él señor Wesley se alejo de mi luego de darme un apretón en el hombro, encaminándose hasta la primera fila donde estaría junto a mi hermano por si las cosas se complicaban aunque con tal eminencia en el tema que era ese abogado era poco probable, yo también volví a mi sitio y cuando estuve ya acomodada les regale una pequeña sonrisa a las dos personas junto a mí.
Me levanto mecánicamente, junto a los demás cuando el encargado mando a todos a levantarse ante la presencia del juez. Observo de reojo al jurado que se hallaba presente. Cuatro hombres y seis mujeres lo conformaban, volví la atención al frente cuando escuche el mazo del juez, todo el salón se encontraba en pleno silencio. La tensión se que irradiaba el lugar se podía sentir a kilómetros.
- Estados unidos, Estado de California, veinticuatro de noviembre de 2016, siendo las diez horas con ocho minutos, se da inicio a la causa N. 341.289 por acceso canal abusivo, 389.229 por amenaza e intimidación, N.563.732 por intento de homicidio en contra de los hoy sindicados -recito el encargado dirigiéndose a todos los ahí presentes. - iniciamos el juicio, dirige la audiencia, el juez Michael Jabs. Pediremos a las partes que se apersonen. - el hombre observo a la parte defensora. - abogado, proceda.
Me removí de manera incomoda en mi asiento, mientras nombraban los nombres y números de documento de cada uno de mis atacantes así como de cada una de nosotras como demandantes.
El abogado hizo una introducción que a nadie convenció, o por lo menos conmigo no lo hizo. Intento alegar por sus defendidos argumentando que el abuso del alcohol y de las drogas había hecho mella en sus defendidos, empujándolos a cometer las distintas violaciones y delitos que realizaron y de las cuales no se sentían para nada orgullosos. Pero ellos sabían que con las pruebas que poseían era defender lo indefendible. Algo que en el fondo Marco Dónelo, quien fungía de abogado de la defensa también reconocía muy en el fondo. Lo único que quedaba era que se declararan culpables y acceder a una posible rebaja de pena.
- Buenas tardes estimados señores del jurado,- empezó nuestro abogado cuando fue su turno de hablar. - Cada una de mis defendidas son mujeres inteligentes y luchadoras, - empezó mientras se paseaba por la sala, - ingresaron a la universidad de california por medio de becas las cuales todos los aquí presentes tenemos conocimiento de no es algo que cualquiera pueda lograr debido a los altos estándares y requisitos exigidos por la institución educativa, la única forma es a base de trabajo duro y esfuerzo. Todas llenas de sueños, metas e ilusiones con respecto a su futuro las cuales desaparecieron como burbujas en el aire luego de que aparecieran en escena los hoy aquí sindicados. - dijo señalando a los acusados.
Escuche atentamente todo el discurso del abogado, como narraba la manera en la cual cada una de nuestras vidas se vino abajo luego de la intervención de aquellos sujetos. Su introducción duró aproximadamente 10 minutos.
Luego de tres interminables horas las cuales se fueron entre testimonios por parte de las victimas presenciales, video llamadas con dos de las chicas las cuales una por problemas de salud, y la otra por estar internada en un centro de reposo. Si, la chica es Ashley la cual todavía sigue internada porque tuvo una recaída. Por fin el encargado dice:
- ya habiendo revisado todos los testimonios, el juez procederá a analizar junto al jurado todas las pruebas hoy aquí presentadas y a dictar una sentencia. Por lo cual se dicta un receso de cuatro horas, al cabo de las cuales todos los implicados deberán estar presentes para la lectura del veredicto.
Es así como el juez se pone de pie junto al jurado y uno a uno abandonan la sala, luego lo hacen los acusados siendo custodiados por la policía y de ultimo todos los presentes al juicio.
Nos dirigimos a una cafetería en las afueras del lugar donde solo picotee mi pedido ante la insistencia de los presentes, tenía el estomago completamente cerrado.
***
Cuatro horas después...
- Luego de revisar con calma todas las pruebas recaudadas ya se ha tomado un veredicto. - Informó el juez cuando todos estuvimos en nuestros lugares, - pero antes de dar a conocer la decisión, ¿alguno de los acusados tiene algo que decir?
Dijo mirando hacia ellos pero cada uno de ellos dio una respuesta negativa, excepto uno el cual su declaración logro crear un gran revuelo en la sala conforme tan asquerosas palabras salían de su boca.
- No entiendo porque tanto revuelo,- se encogió de hombros. - Esas zorras se lo merecían, pueden decir que no lo disfrutaron pero bien que gemían mientras se los hacíamos. No entiendo porque ahora se las vienen a dar de santas...
El tipo siguió hablando pero no se escuchaba nada debido al alboroto que de un momento a otro se formo en la sala, yo solamente estaba en shock, las palabras de esa escoria se repetían una y otra vez en mi cabeza.
Todo ocurrió muy rápido, de un momento a otro varios objetos fueron arrojados en su dirección y la policía tuvo que ponerse de escudo para evitar que alguno de los sindicados resultara lesionado, tuve el impulso de agarrar algo también y arrojarlo en su dirección, pero unos fuertes brazos, los brazos de Alón me jalaron hacia atrás y luego me indico que me agachara bajo las bancas. Cuando lo hice mi madre estaba igual, las puertas se abrieron de repente y varios uniformados con escudos ingresaron para sacar a los detenidos pero la gente estaba enardecida. En ese momento agradecí el que la audiencia no hubiera sido a puertas abiertas. Empezaron a evacuar a las personas las cuales se negaban a abandonar el recinto, a empujones la policía los saco y luego hicieron lo mismo con nosotros, mientras nos evacuaban sentí un cosquilleo en la nuca y de manera automática me di la vuelta hacia atrás tratando de localizar desde donde me observaban, algo que nunca debí haber hecho pues observándome fijamente y casi sin parpadear estaba el miserable que había abierto su boca tildándonos de putas y quien sabe que cosas más siendo custodiado por policías. Su sonrisa era demencial y su mirada lucia oscura y desorbitada pero con miles de turbias promesas, todas ellas dirigidas hacia mí persona queriéndome dar a entender que todo esto no había acabado, que yo era su próximo objetivo.
Mi cuerpo entero se estremeció con temor y cuando quise decir algo fui arrojada bruscamente hacia la salida lo cual hizo que fijara mi vista de nuevo al frente, afuera el alboroto era peor, había más personas además de los periodistas quienes con sus cámaras y micrófonos intentaban recaudar el máximo de información posible. A quienes iban sacando intentaban entrar de nuevo a la fuerza, algo que obviamente no les permitían los uniformados, la situación iba de mal en peor y de un momento a otro me vi rodeada de desconocidos, no veía a mi madre ni a Alón por ningún lado. Comencé a desesperarme e intentar salir de la trifulca pero solo obtenía empujones, golpes y arañazos. Me desespere y empecé a empujar de nuevo hacia la salida cuando de un momento a otro algo hizo que me detuviera en seco.
Sentí un chuzón en mi costado y luego me invadió un intenso dolor, sentía el área caliente y poco a poco el aire me comenzó a faltar, luego fue otro chuzón seguido de unos cuantos más, la vista se me fue nublando y sentía la blusa mojada. Me toque el sitio a como pude y al alzar mi mano la vislumbre cubierta de sangre. La sangre que abandonaba mi ser de manera copiosa.
En un instante estaba de pie tambaleante, y a la siguiente en el suelo, tendida y con alguien a quien no distinguía a mi lado prácticamente rogándome que no cerrara los ojos y pidiendo ayuda a gritos, el disturbio había cesado y todos estaban a mí alrededor observándome preocupados. No quería cerrar los ojos, el dormir no estaba en mis planes pero sentía los ojos demasiados cansados, además.
No sabía a quién debía hacerle caso, si a la persona frente a mí que luego me di cuenta de que se trataba de mi madre la cual llorando me pedía que no me rindiera, o a quien detrás de esta, vestida de blanco y con una sonrisa digna de comercial de pasta de dientes me ofrecía su mano para llevarme con ella, además de calmar el dolor penetrante que sentía en mi espalda baja.
Pero debía hacerle caso a alguno de los dos, ¿verdad?
***
Sin comentarios.
Voten y comenten si les gusto.
Nos leemos pronto.
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