Perdón por aprender a quererte tanto en tan poco tiempo pero,

Eras aquello que nunca busqué pero siempre necesité...
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Apenas abro los ojos y observo a mí alrededor, me siento momentáneamente confundida y algo desorientada pues, no reconozco la habitación donde me encuentro y esperaba encontrarme la ya habituales paredes blancas del cuarto compartido del sanatorio y no paredes en color verde menta, o al darme la vuelta con mis compañeras aun dormidas y no el escritorio con la laptop junto a la ventana. Eso es hasta que todos los acontecimientos del día anterior llegan a mi mente a manera de flashback. La despedida, la firma del mural y finalmente, yo mudándome a la casa de Alón.

Me siento en la cama y froto de manera descuidada un lado de mi cara, luego observo el reloj en mi mesita de noche el cual marca las nueve de la mañana. Jadeo sorprendida pues desde hace meses esto no sucedía, desde hace un año prácticamente que no podía descansar de esta forma, además de que normalmente a esta hora yo ya habría corrido una buena milla además de realizado mis ejercicios de yoga y desayunado, mi estomago ruge. Me estiro para luego bajarme de la cama, siento la alfombra bajo mis pies apenas los apoyo en el suelo, diviso mis pantuflas a un lado del escritorio y camino hacia ellas, me pongo las pantuflas y reviso mi celular que permanece en el mueble escritorio en busca de algún mensaje, hay uno de Alón informándome que se encuentra en clases y que lo espere a medio día para que vayamos a almorzar, además espera que me haya gustado mi sorpresa. Frunzo el seño ante esto último.

Tomo mis útiles de aseo y salgo de la habitación para luego encaminarme hacia el baño que utilice la noche de ayer para asearme antes de dormir. Hago mis necesidades fisiológicas para luego lavarme el rostro, cepillar mis dientes pero a último momento decido bañarme de una vez. Me quito la pijama que corresponde a una blusa cuello en v hasta los codos color blanca con la frase THERE IS HAPPINESS en el frente y un pantalón de pijama azul con rallas blancas de manera horizontal, ingreso a la ducha para luego abrir el grifo de la llave, el agua tibia empieza a emanar trayendo a coalición muchos pensamientos e ideas que se cuelan sin querer en mi mente.

He decidido hacer algo que tal vez no les agrade a mis familiares, pero que ya hable con la psicóloga y ella me dijo que si me sentía preparada y no presionada por las circunstancias, lo hiciera, tal vez esté un poco nerviosa por ese paso que daré pero sé que debo salir adelante, no quedarme estancada y aprender a vivir con el pasado, con las cosas que sucedieron pero no pude hacer nada para evitarlas. son heridas en mi ser y de mi solamente corresponde el cerrarlas, que dejen de ser heridas sangrantes y se vuelvan cicatrices de guerra, algo que recuerde pero que deje de doler.

Me lavo con un Shampoo que se encuentra en el organizador, pues no tengo utensilios de aseo tipo toallas, jabón, tampones, etc. Lo que me recuerda que debo pedirlo a una farmacia, también deseo hacerle un almuerzo a Alón para agradecerle por dejarme vivir en su casa y si, se cocinar, el hecho de que naciera en una familia acomodada no me hace una inútil. Cocino, llevo mi ropa a la lavandería ordeno mi habitación pues soy muy meticulosa con mis cosas, lo único que no hago es lavar el baño porque me parece asqueroso y los platos, irónico ¿no? Ensuciamos el baño nosotros mismos pero nos da asco lavarlo. Ah, los platos también odio lavarlos y no conozco a nadie que le agrade hacerlo. Cierro la llave de la ducha y me escurro el exceso de agua del cabello, cuando abro la puerta y palpo en donde van las toallas es que me recuerdo que deje la mía en el cuarto, asomo la cabeza y no hay toallas por ningún lado.

Aprovechando que no hay nadie más en la casa salgo corriendo del baño hasta mi cuarto, dejando un reguero de agua por todo el corredor, arto trabajo el que me espera al limpiar ese desastre, llego al cuarto también dejando un reguero de agua a mi paso, camino hacia mi maleta la abro y saco la toalla, la tomo y seco mi cuerpo a consciencia. Luego sigue mi cabello y al final quedo como un león, con el cabello alborotado. me aplico crema hidratante en todo el cuerpo y también la crema para el rostro, saco un conjunto de lencería color negra y me lo pongo, primero los pantis y luego el brassier, saco unos jeans color azul y una blusa negra de tiras, tipo de blusa que antes no usaba pero mi pensamiento a cambiado mucho en los pasados meses, también unas balerinas color negras con un moño en la parte frontal, me acabo de vestir y me dirijo a limpiar el regadero que deje, termino con la espalda un poco molida pero todo queda bien limpio y cuando todo está en orden hago una nota mental de lo que necesito de el supermercado, camino hacia la cocina con la idea de encontrar algo para desayunar pero me quedo totalmente sorprendida al observar la pequeña nota en la encimera y lo que está junto a esta.

Mi corazón comienza a latir de manera desbocada y una tonta sonrisa se forma en mi rostro cuando me acerco al desayuno que Alón dejo para mí en la encimera. La nota solo dice, buen día acompañado de un guiño y un postdata de que si aprecio este gesto, debería de limpiar nuestra nevera.

Lo último me hace reír a carcajadas.

El desayuno está compuesto por fruta picada, un sándwich de jamón y queso, jugo de naranja, café negro y unos macarons. Tomó una olleta y vierto en ella el café para ponerlo a tibiar, luego meto el sándwich al microondas por 30 segundos. Cuando el café se encuentra tibio lo echó de nuevo en la taza y sacó el sándwich del horno, agarro mi comida y me dirijo a la mesa del comedor en donde ingiero mi desayuno sin que la sonrisa boba se borre de mi rostro.