Me encontraba tumbada junto a la ventana, observando con curiosidad el mundo exterior. Ha pasado una semana y media desde mi llegada y durante tanto tiempo, había conocido el encierro y la opresión, pero algo era diferente ahora. A pesar de ser una pokemon maltratada, el amo me trata con cuidado y cariño.

Mientras miraba por la ventana, me gustaba observar a los demás pokemon jugar en el pasto verde. La idea de un futuro incierto me llena de temor, pero también de esperanza. Tal vez y solo tal vez, logré salir a disfrutar de mi vida como lo hacen los demás pokemon.

Aun recuerdo las cadenas que me habían atado a una vida de esclavitud, pero ahora, la suave caricia de mi nuevo amo me recordaba que la libertad era posible. Mis pensamientos se centran en él, preguntándome qué tipo de persona podría ser para tratarme con amabilidad, para no considerarme simplemente como una posesión.

A medida que el viento jugueteaba con las cortinas, cerré los ojos por un momento, imaginando un futuro en el que podría correr libremente, explorar el mundo y, tal vez, encontrar mi lugar en él. La ventana se convirtió en su símbolo de esperanza, un recordatorio constante de que, a pesar de mi pasado, un nuevo y prometedor camino se extendía ante ella.

*Fin del punto de vista de gardevoir*

Observaba a Gardevoir desde la puerta de mi habitación con una mezcla de intriga y consideración. Había oído un poco acerca de los abusos y la esclavitud a la que había sido sometida en el pasado, pero al verla en persona, mi corazón se llenó de compasión y de una extraña necesidad por protegerla.

Sus brillantes ojos carmesí reflejaban una larga historia de sufrimiento y desconfianza. Sin embargo, la forma en que la miraba la ventana, con una cautela mezclada con curiosidad, me hace pensar que hay un rastro de esperanza en esos ojos.

Se que tengo una oportunidad de cambiar el destino de gardevoir, de ofrecerle una vida diferente a la que había conocido hasta ahora. La pregunta que rondaba en mi mente era si debía llevarla a recorrer el pueblo. Soy consciente de que necesita tiempo para adaptarse, pero también puedo ver que simplemente quiere disfrutar de un poco de libertad.

Anoté en un papel algunas cosas que compraría, tomé mis cosas y me acerqué  a gardevoir. Su distraída mirada volteo hacia mí cuando me vio acercarme.

—Amo, ¿usted planea salir hoy? —preguntó con curiosidad.—

—Asi es —asentí con la caneza— iré a comprar algunos víveres que hacen falta.—

—Ya veo, entonces esperaré su regreso como siempre —Habló con un tono un poco apagado.—

—De hecho, ¿te gustaría ir conmigo? —pregunté al notar su tono de voz.—

—¿Esta seguro?, no quiero ser una molestia. —mencionó al escucharme.—

—Claro que no, puede que incluso resulte divertido —aclaré.— ven, acompáñame.

—Si es el deso del amo, entonces iré con usted —habló con un tono de voz un poco más alegre.—

Y así salimos de camino al pueblo, durante nuestro recorrido gardevoir observaba contenta a los pokemon salvajes jugar cerca del bosque mientras caminábamos pero todo cambió al llegar a la entrada del pueblo. Como todos los días había mucha gente junto a sus pokemon recorriendo el pueblo, a pesar de ser pequeño siempre hay algo nuevo todos los días.

Gardevoir se aferró a mi con fuerza mientras caminábamos la gente volteó a vernos y pronto empezaron a surgir murmuros a nuestro alrededor.

—Calma gardevoir —acaricié su cabeza para que se calmara un poco.—

—P-pero hay mucha gente —dijo con nerviosismo mientras veía como la gente la observaba.—

—Tranquila, mientras no te separes de mi yo te protegeré —《supongo que mis palabras harán que se relaje un poco》—

—E-entendido — asintió y se aferró a mi brazo con fuerza.—

La gente no deja de vernos, es demasiado incómodo pero no tengo idea de que hacer. Espera, ahí hay un desvío que podríamos tomar después de todo casi nadie camina por ahí. Nos dirigimos al desvío y gardevoir dejó de aferrarse a mi, puede que ya esté más calmada.

—¿Te sientes mejor ahora? —volteé hacia ella.— ya no hay tanta gente a nuestro alrededor.—

—Para ser honesta, me siento mucho mejor —respondió más tranquila.—

—Eso me alegra —contesté con una sonrisa.—

—Aunque quisiera disculparme con usted por mi anterior comportamiento, trataré de que no vuelva a suceder —se disculpó apenada.—

—No te preocupes —volví a acariciar su cabeza y continuamos caminando.—

Avanzamos unos cuantos metros hasta que me percaté que gardevoir se había quedado atrás, al regresar noté un olor extrañamente delicioso que provenía de un restaurante, parece ser nuevo ya que nunca lo había visto.

—Un nuevo restaurante —observé el lugar con detenimiento.— ¿quieres entrar a comer algo? —pregunté esperando una respuesta positiva de su parte.—

Los ojos de gardevoir se abrieron como platos al escuchar mi pregunta más intentó mantener la compostura.

—Amo, si usted desea puede entrar mientras yo espero aquí afuera —expresó tratando de ocultar el deseo que tenía por probar aquella comida.—

—Es imposible que te deje aquí afuera —mencioné con clara molestia por su idea.— además puedo notar que tienes antojo.—

—¿Qué?, amo yo no-.

Sus palabras fueron interrumpidas por un ruido proveniente de su estómago, que a pesar de cubrir con sus manos, no pudo esconder la verdad.

—Je, vamos estemos juntos —puse una de mis manos en su cabeza mientras soltaba una pequeña risillas por lo que sucedió.—

Empujé la puerta del local y una pequeña campana sonó cuando entramos. Gardevoir parecía estar avergonzada por lo que le sucedió hace unos instantes pero no quise poner tanta importancia para no incomodarle.

—《Vaya, no me equicaba al pensar que este lugar era nuevo》.—pensé mientras veía la particular decoración del lugar.—

De pronto una chica un tanto desequilibrada apareció frente a nosotros, me asuste un poco pero lo oculte o al menos eso creo.

—Bienvenidos a nuestro restaurante —nos recibió con una cálida sonrisa.— mesa para dos, ¿cierto? —preguntó de forma carismática.—

—Si, por favor —dije mientras la chica de paso irregular nos indicaba nuestra mesa.—

La chica nos llevó hasta una mesa cerca de la ventana, gardevoir y yo nos sentamos quedando cara a cara. La mesera nos entregó la carta mientras sacaba de su delantal un cuadernillo y un bolígrafo.

Realmente nada me llamaba la atención del menú, solamente entre acá por gardevoir ya que de mi parte jamás hubiera entrado aquí en primer lugar, decidí ordenar lo primero que vi mientras que esperaba a que gardevoir también estuviera lista para ordenar más notaba que no veía la carta del menu sino que observaba hacia otra mesa.

Volteé hacia la otra mesa para saber lo que veía y me percaté de un plato con panqueques, por como los ve supongo que es lo que quiero.

—Entonces, ¿Qué desea ordenar? —preguntó mientras colocaba su bolígrafo cerca del cuadernillo.—

—Yo quiero un sándwich y un café —pedí aunque no pensaba comerlo.—

—Muy bien —murmuró mientras anotaba la orden.— ¿y la pokemon?.—

—Ella va a querer unos panqueques —《espero le gusten》.—

—Excelente elección, en unos minutos traeré su orden —dijo y se fue hacia la cocina.—

Esperamos la comida pacientemente hasta que la chica llegó a nuestra mesa, dejó los platos y se retiró de nuevo a la cocina. Probé el sándwich sin muchas ganas mientras veía que gardevoir ni siquiera presentaba intención de comer los panqueques.

—¿Qué pasa gardevoir? —pregunté debido a su actitud.—

—Es que, no creo que deba comerlos, no he hecho nada para merecrlos —mencionó agachado un poco la cabeza.—

Supuse que diría algo como eso después de todo me ha dicho lo mismo toda la semana antes de cada comida así que me anticipe un poco.

—Qué cruel eres, compre ese costosos panqueques pensando que era buena idea —《solo hago un inocente chantaje para que acepte la comida 》—

—Eh!?, perdóneme por favor y-yo no quería parecer grosera, los comeré ¡la haré por usted! —exclamó mientras tomaba un trozo del panqueques y lo metía en su boca.—

Su expresión cambió radicalmente y empezó a devorar el panqueque mientras lo describía en el procesos, es la primera vez que observó una sonrisa genuina viniendo de ella.

—Amo, yo queria agradecerle por la comida—dijo con una sonrisa.— estuvo delicioso.

—Me alegra que te haya gustado —respondí mientras comía a fuerzas el sándwich.—

—Jeje, si...—respondió y volvió a la misma expresión de siempre.—

Termine de comer el sándwich, pagué la cuenta y salimos del lugar. Tengo una última cosa que hacer antes de regresar a casa.

—Bueno gardevoir, antes de regresar debemos hacer una última cosa, acompáñame —tomé su mano y nos dirigimos a un local que había visto antes —.

—E-esta bien —dijo con algo de nervios pues era la primera vez que tomaban su mano de esa manera —.

La cara de gardevoir cambio a una de confusión cuando entramos al local, éste lugar parecía estar dedicado a las prendas femeninas pues por la ventana se veían algunos vestidos entre otros accesorios. Me es molesto el como ve la gente a gardevoir, además ya se volvió algo incómodo, así que si le compró algunas vestimentas decentes dejaran de observalra tanto.

—Amo, ¿que hacemos aquí? —preguntó con incomodidad —.

—Pues me interesa comprar algo de ropa para ti pero no veo a alguien que atienda —dije mientras observaba algunas prendas.—

—P-pero esta es ropa para damas, no creo que haya algo diseñado para pokemon —respondió —.

—Oh, te equivocas pequeña pokemon —exclamó una voz femenina desde la parte oscura desde la tienda —en esta tienda hay todo tipo de vestimenta y accesorios tanto para damas como pokemon.

Aquella dama apareció desde la oscuridad, se acercó a nosotros lentamente luciendo el vestido negro que llevaba puesto.

—Permitame tomar a esta pokemon un segundo —tomó la mano de gardevoir — tengo unas prendas que te encantarán —dijo a gardevoir mientras caminaban a uno de los vestidores —.

Ni siquiera tuve tiempo de objetar pues ya se habían ido aunque no creo que sea una mala idea que ella le ayude con las prendas, solo espero que no sean tan caras. Espere pacientemente a gardevoir sentado cerca de la ventana de la tienda pensado en los diversos vestidos que podría usar.

—Disculpe la demora, todo esta listo —anunció la dama —.

Volteé al escuchar la voz de la dama quien traía a su lado a gardevoir quien portaba un vestido azul con algunos detalles blancos. No podía apartar la mirada de ella, su vestimenta la hacia ver más refinada e incluso no parecía ser la pokemon que había traído a la tienda.

—Fue un trabajo complicado pero el resultado lo vale, ¿no lo cree? —preguntó con una sonrisa  —.

—C-claro que lo vale, ¿cual es el precio? —《espero que no sea mucho》—.

—Serán 80 monedas de plata, espero que no le parezca muy alto —dijo manteniendo esa misma sonrisa más su aura era diferente —.

¡80 monedas!, es demasiado por un solo vestido pero ella se ve tan linda... bueno ya que.

—Amo no es necesario que lo compre, estoy bien con mi ropa anterior —mencionó, supongo que hasta para ella el precio es elevado —.

—Nada de eso —moví la cabeza hacia los lados en señal de negación — tenga —saqué de mi bolsillo una bolsa con monedas —.

—Sabia decisión —dijo la dama mientras contanba las monedas —.

—Bueno gardevoir, nos vamos —me acerqué a ella y tomé su mano —.

—¡Gracias por su compra!, vuela pronto —se despidió la dama mientras observaba como el doctor y la pokemon caminaban a lo lejos—.

El doctor continuaba con su camino mientras que la pokemon aun estaba confundida pues paso de estar llevando su típico vestido a uno nas elegante cosa que no le terminaba de gustar.

—Amo — dijo para luego detenrse en seco.—

—¿Que sucede gardevoir? — respondí al llamado de la pokemon y volteo hacia ella.—

—Estas ropas.. —mencióno en un intento por pensar en una manera para expresar su incomodidad.—

—¿Pasa algo malo con ellas? —pregunte al notar el tono de voz y su clara actitud incomoda.—

—No, no pasa nada malo con ellas, solo siento que se desperdician en mi.—

—¿Eh? —mi rostro paso a uno de confusión al escuchar sus palabras.—

—¿No cree que esta gastando demasiado en una pokemon como yo?, este vestido es demasiado caro y realmente no quiero que usted-.

—Detente un segundo —interrumpí—
Para mi no es un problema ya que dejando de lado el que era necesario, el hecho de que ese vestido haga resaltar tu belleza compensa el costo.—

Gardevoir no pudo evitar sonrojarse al escuchar mis palabras aunque rapidamenete volteo hacia otro lado para intentar ocultarlo.

—Entiendo amo —murmuró aun ocultando su sonrojo.—

Al llegar a casa nuestro día continuo de manera normal hasta que llegó la hora de dormir. Cada uno fua a su habitación como de costumbre pero al llegar la medianoche un golpe seco que sonó desde la habitacion de gardevoir hizo que me levantara de golpe.

—Continuará—

Bueno, volvi cabrones.

Nah mentira.