— ¡Vuelve aquí!— Nathan gritó detrás mío con una furia que espantaría a cualquier persona. Yo, por otro lado, huía de él para salvar a mi pequeña y poco coordinada persona.

Admito que eso de renunciar a hacer deportes no fue la mejor decisión que he tomado, quiero decir, estoy tan fuera de forma que casi no aguanto este escape por salvar mi vida mientras que Idiopido me sigue sin inmutarse del cansancio.

Sé que media escuela ha de estar enterada que la loca de las cicatrices está huyendo de Nathan y hablando cuánta tontería pero honestamente no me importa, ahora lo que necesito es escapar para que Idiopido no me asesine.

Justo cuando creí que mi única opción era seguir huyendo encontré la puerta del laboratorio de Biología abierta así que sin dudar o ver algún riesgo me adentré ahí.

No esperé mucho porque mi decisión y lo más rápido que pudo planear mi cerebro, sí, no soy muy buena haciendo las cosas bajo presión, como sea, sólo pensé en esconderme en el escritorio del profesor de laboratorio que milagrosamente este salón no está ocupado.

Escuché unos pasos, es él.

— Peyton... ¿Dónde estás?— la voz de Nathan sonaba molesta. Yo por mi parte me limité a guardar silencio— ¿La niña quiere jugar a las escondidas?— juro que probablemente puso una sonrisa entre arrogante y siniestra, me lo imaginé— bien, juguemos.

Bien, sé que es algo confuso, quiero decir, debo una explicación de porqué Nathan desea masacrarme sin piedad. Ok, volvamos atrás en el tiempo.

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Después de estar encerrada ayer con Nathan pues hoy era día de escuela así que aquí estoy, en mi clase de biología, el profesor no ha venido aún. No tenía nada que hacer, así que me puse audífonos, ninguno de mis amigos les tocaba esta clase conmigo.

Antes de ponerme los audífonos vi por última vez como Idiopido se había colado a mi salón para besarse con una rubia de cuerpo muy lindo, estaba maquillada y arreglada, no tan extravagantemente pero se veía bien. Ella es de las lindas del salón.

Nathan es un mujeriego de primera, sólo llevaba conociéndolo tres días y lo veía coqueteando con cada cosa que tuviese vagina, incluso conmigo como que se pone seductor y aunque admito que es muy atractivo, para que alguien me guste, esto no influye sólo en mí sino en muchas personas, debo conocer más a la persona, tratar con ella. La apariencia es genial pero la personalidad enamora a cualquiera.

Como sea, me puse los audífonos. Sólo pude escuchar una canción porque el profesor llegó a clases. Hoy la clase sería teórica y no practica, por eso no estamos en laboratorio. Ah, e Idiopido se había ido.

:'D

Lo sé, paz y tranquilidad al fin.

— Bien, hoy formaré parejas para un trabajo, deben realizar una maqueta de célula animal o vegetal junto a un informe y mañana expondrán su trabajo ¿Dudas?— preguntó el profesor.

— ¿Se debe usar algún material en específico para la maqueta?— preguntó una chica. La nerd que por cierto, me detesta porque saqué una nota más alta que la de ella, pero que culpa tengo yo de que esta sea la materia que me guste y le ponga mi mayor esfuerzo.

Esfuerzate ridícula.

— No, pueden usar el que sea y gastar lo que gusten— contestó el profesor. Ella volvió a alzar la mano.

— ¿El informe cuántas páginas serán y se hará a mano o computadora?— volvió a preguntar.

— Son diez hojas de ensayo a computadora, títulos y subtítulos arial 14 y demás en arial 12, interlineado de 1.0, justificado, no olviden la hoja de presentación, igual algo descente, van casi a la universidad, sus trabajos deben ser impecables ¿Alguna otra duda?

Nadie dijo nada y así el profesor comenzó a formar las parejas de trabajos.

Pero lo que no me esperaba era que me tocaba con Katherine Denovan o mejor conocida como la pobre víctima de Idiopido. Yo no planeaba hacer nada, hasta que algo se me vino a la mente, pero primero debía confirmar sospechas.

La chica estaba mensajeandose con Idiopido por whatsapp, pero me pareció gracioso como lo tenía agregado.

De: Nathan Bb 💕
No sabes lo ansioso que estoy de que llegue esta noche para pasarla tan bien con una chica tan guapa como tú -3- — bien, estaba espiando la conversación de la chica pero nunca dije que mis estrategias no implicaran invadir la privacidad del prójimo. Por lo que leí básicamente sólo tienen algo para la noche.

Ella:
Pero yo en la noche no puedo, no me darán permiso mis padres ¿Te parece en la tarde? ¿Saliendo de la escuela? Recuerda Nathan, sólo es un día de diversión y mis reglas son sólo hoy, sino hacemos nada hoy no te daré otra oportunidad. Así soy yo :b

De: Nathan Bb 💕
Por supuesto princesa, va a ser hoy, voy a aprovechar el tiempo contigo muñeca -3- — bien, admito que la venganza será dulce. Sin más por leer me senté nuevamente en mi lugar. Debo admitir que sentí raro, y no, no habló de cosas del típico cliché en el que probablemente sea un ataque de celos del cual no voy a admitir, sino que me fue muy bien, quiero decir, la chica ni se inmutó que leí sus conversaciones o algo. Por una vez en la vida la vida me está sonríendo para al menos algo.

Ya sabía cuál sería el plan.

El tarupido me debe muchas y pienso cobrarme

Antes de que la clase finalizara me acerqué a ella.

— Ammm... ¿Qué vamos a hacer para el trabajo?— y abrió los ojos como platos para luego golpearse la frente— ¿Sucede algo? ¿Tenías planes o alguna emergencia?— estás últimas palabras trataba de no hacer algún tono malicioso o algo que me delatara pero la estaba teniendo difícil.

— No, no, es sólo, algo mío nada importante, pues tendríamos que ir a alguna casa y comprar los materiales en alguna papelería, para el informe, hay que ver ¿Tienes impresora en tu casa o lo imprimimos en algún ciber? Digo, porque si no tienes para que tratemos de terminar antes de que cierre...

— Tranquila, yo tengo impresora y tinta a color— recordé que antes me daba pereza mover mi perezoso trasero a corto plazo así que le pedí dinero a mamá para comprarme una. Ella no podía así que tomé la decisión de ahorrar, cuando logré juntar más del 80% del dinero ahí si me puso lo que faltaba. Así, promoví a acabar con mi condición física en definitiva, pero vale la pena, si se me olvida algún trabajo o me acuerdo tarde sólo es cosa de pararme de mi cama e imprimir.

Me puse de acuerdo con la chica y acordamos ir a mi casa. En cuanto terminó la clase pude salir directo hacia la libertad, afortunadamente era la última hora así que esperé a la chica fuera del salón. Vi a Nathan entrar e instintivamente hice lo mismo.

Los chicos hablaban pero supongo que en algún punto de la conversación tocaron el tema del proyecto y con quien precisamente le tocó a Denovan. Nathan me miró por unos instantes con cara de pocos amigos. Bien, ya me estaba cayendo bien pero ahora me retracto. Es un Idiopido mujeriego que sólo piensa en acostarse con cualquier chica y coquetearle a todo lo que tenga vagina.

Nathan me tomó del brazo para luego casi arrastrarme fuera del salón.

— ¿Pasa algo?— pregunté con voz de inocencia. Ok, eso ni yo me lo creo.

— ¿Qué te traes entre manos?— preguntó.

— ¿Yo? Pues nada, simplemente voy a hacer un trabajo con la pareja que me asignó el profesor porque la tarea es para mañana— aseguré. Bueno, es la verdad después de todo.

— No juegues conmigo esponja, con esa chica me voy a acostar y sólo me dio para hoy en la tarde para hacerlo y...— se detuvo un momento dándose cuenta de que me estaba revelando mucho sobre su vida sexual— bien, no es de tu incumbencia pero no te metas con mi vida sexual.

— Ptsss, tranquilo, yo jamás haría algo para hundirte o arruinar tu asquerosa vida sexual.

Idiopido regresó al salón para luego despedirse de Katherine con un beso, en el cual básicamente se succionaban como aspiradora industrial. Yo los miré con asco. En cuanto terminaron hablaron.

— Marcame las veces que puedas princesa— le dijo sin soltarla de la mano.

— Por supuesto bebé— le dijo. Puse los ojos en blanco, era un proyecto en equipo no la iba a fusilar o algo por el estilo.

En cuanto terminaron la chica y yo nos fuimos directo a mi casa en transporte.

En cuanto llegamos le dije que pasara, la atendí dándole un vaso con agua por el momento para después comenzar a preparar algo para que ambas comieramos. Ninguna decía nada, sólo agradecimos y ya. Era algo incómodo pero nada grave. En cuanto terminamos lavé los trastes para luego salir de casa, directo a la papelería.

Caminaba con Katherine en silencio. La chica no era mala, jamás me vio con indiferencia como los demás, sólo como a cualquier persona.

— Plastilinas de estos colores— encargué. Mi proyecto no era de mucha ciencia pero ya qué. Katherine me dio cooperación para el trabajo, en cuanto nos dieron lo que encargamos pagamos.

Mis ojos se volvieron a los de ella. Unos chicos que iban pasando cerca de nosotros la miraban fijamente, como si se la quisieran comer pero ella era agena a las miradas.— ¡Hey, dejen de mirarla!— les regañé a los chicos.

— Mirad, la cosa habla— un chico habló en español. No entendí— the monster talk— dijo. Lo fulminé con la mirada.

— Pues este monstruo te va a romper la nariz, imbécil— y justo cuando estuve a punto de seguir peleando Katherine me detuvo. El chico tuvo suerte, iba dejarlo tendido en el suelo por tanto golpe que plabeaba darle.

— Déjalo estar— dijo con tranquilidad— ya estoy acostumbrada, pero no es como que le vaya a hacer caso— el chico lo escuchó. Sus amigos se burlaban de él mientras Katherine sonreía con arrogancia.

Seguimos caminando sin mencionar nada más. En cuanto llegamos a mi casa subimos directamente a mi cuarto.

— ¿Y cómo nos repartimos el trabajo?— preguntó. Yo puse mi portátil.

— Tú harás el trabajo de 10 hojas y yo la maqueta ¿Te parece?— ella asintió.

Así fue mi tarde de trabajo con esta chica.

— Oye ¿Peyton cierto?— preguntó. Asentí— ¿Por qué no hablas mucho?

— Soy muy callada— contesté formando la célula.

— Pero con Nathan, Marissa y Shane eres muy distinta, principalmente con el primero.

— Mira, Marissa y Shane son mis amigos de hace tiempo, no es una sorpresa que me abra mucho hacia ellos y Nathan, bueno, es alguien que me hace muchas travesuras, no es mal sujeto pero a veces me saca las canas verdes pero ¿Cómo sabes que me llevo con Idiopido?

— ¿Idiopido?— preguntó ella. Upsss, ese apodo sólo yo lo conozco.

— Perdón, Nathan— corregí.

— Muchos hablan de ello, pensé que eran novios pero ahora que me medio traté con Nathan me dijo que él no es de estar en relaciones— respondió sin dejar de escribir.

— Pero... ¿Por qué aceptaste el trato de Nathan de acostarte con él sin ni siquiera ser novios? Eres una chica muy linda— la miré. Ella no es popular como Marissa y Shane pero por su aspecto destaca en algo, quiero decir, sigue siendo desconocida para muchos pero quienes la conocen la catalogan como guapa. Su test blanca, cabello rubio, cuerpo delgado y ojos verdes la hacen lucir divina.

— No sé, mira, yo estoy consciente de quien es Nathan y lo que quiere, pero te voy a decir algo, nunca se lo he contado a nadie pero por alguna extraña razón das aire de confianza, yo tengo muchos problemas con mamá, soy una hija no deseada ni planeada— sé lo que es eso, mi mamá tampoco me tenía en sus planes— a veces me sustenta, otras me manda al diablo, ella no me quiere pero ni en pintura, quizás por eso acepto eso de ser amiga con beneficios, esa mujer lleva muchos hombres, aunque esté yo en casa realmente no le interesa, ella sólo tiene sexo, papá murió, él me dio todo en su momento— jamás he recibido amor paterno, nunca conocí a ese hombre. Los ojos de Katherine comenzaron a llenarse de lágrimas e instintivamente la abracé.

— ¿Y no tienes familiares que te apoyen o algo?

— Pues unos tíos míos quieren adoptarme, criarme como a una hija pero no he aceptado.

— ¿Por qué? Si sabes que te van a dar amor...— fui interrumpida por Katherine

— Porque aunque mamá no me quiera yo a ella la adoro, sé que ella no ha sido la mejor conmigo pero ambas necesitamos ayuda, si logro convencerla de que está mal podemos salir adelante juntas, no me gustaría sólo irme y dejar que se hunda, alguien que tiene problemas se le debe ayudar, bueno, al menos eso me decía antes papá— sus ojos eran lágrimas. Su comentario me enterneció.

— Tienes un corazón muy lindo y noble— le dije. Yo sí viese a papá no reaccionaría con amor, le tengo coraje porque jamás estuvo para mí, probablemente así siga siendo— eres una gran persona, creo que alejarte de Nathan para que no seas su amiga con beneficios fue una gran idea.

— ¿Tú sabías de mi plan?— preguntó. Mentí. En parte.

— Sólo quería frustrar Nathan para que no tuviese oportunidad de estar con alguien, por él me he metido en más problemas de los que podría contar, pero creo que hice un favor— ambas nos abrazamos y mientras hacíamos el trabajo seguíamos platicando.

Así fue, el trabajo lo terminamos algo tarde, ella se fue a casa y con eso logré ayudar a Katherine e igual frustrar uno de los planes de Idiopido. Dos pájaros de un sólo tiro. Lo sé, es genial.

Arruiné todo su plan con la chica con la que iba a tener sexo, no sé porque tanto drama si con lo bueno que está puede conseguirse cualquier otra chica, menos yo, o Marissa, de allí en fuera puede estar con quien quiera. Sus pasos resonaban por el lugar, sólo era cuestión de tiempo para que diera con el lugar en el que me encuentro pero si tengo algo de buena suerte...

— Aquí estás— dijo con una sonrisa maliciosa. Ok, olvidemos lo de la buena suerte, todos sabemos que no iba pasar de cualquier modo. Di un grito. Nathan se tapó los oídos.

— ¿Quieres cerrar la boca?— preguntó enojado— arruinaste la oportunidad que pude haber tenido con esa chica ¿En qué demonios pensabas?

En venganza, justo en eso.

— Amm... ¿Cómo te parece el clima?— sí, mi intento miserable por salvar el pellejo era un asco.

Él me tomó de la mano y de un rápido movimiento ya me había acercado a él, dispuesto a robarme un beso. No iba a permitir que eso pasara, sí, estaba rechazando al chico más guapo que he conocido hasta ahora, pero, vamos, por muy bueno que esté no voy a dejarme robar un beso por él sin siquiera quererlo. No soy una más del montón en su Idiopida vida.

Le escupí la cara y él me soltó.

Volvió a acercarse a mí pero ésta vez estaba preparada. Le lancé un golpe en el estómago. Hubiese sido divertido de no ser que caí al suelo, mi mala suerte estaba de mi lado.

Justo cuando iba a pararme Nathan se había montado encima mío.

Iba a dar otro grito pero alguien abrió la puerta de laboratorio. Era el profesor de biología llevando a un grupo de alumnos al laboratorio.

— ¿Pero qué..?— ok, debo admitir que este momento es muy vergonzoso. Nathan se paró de encima mío y el muy caballero me dejó tendida en el suelo pero no importó porque igual yo me levanté— ¿Qué clase de comportamiento es este?— su tono de voz destilaba furia— ¿Se encierran en un laboratorio para tener sexo?

¿Tener sexo? Ese profesor está muy mal, lo miré por unos instantes. Por su cara de pocos amigos nos va a mandar a dirección. Ambos con resignación seguimos al profesor a la oficina del director, no decíamos nada pero bien que nos lanzábamos miradas llenas de odio.

En cuanto llegamos el profesor habló.

— Esperen aquí, siéntense si gustan— nos señaló las sillas— debo hablar con el director sobre su mala conducta, si se escapan les damos de baja del sistema ¿Queda claro?— ambos asentimos. Sin más que decir el profesor entró a la oficina del director.

Nathan y yo nos miramos durante unos instantes.

— Todo es tu culpa— le reclamé.

— ¿Mi culpa?— preguntó.

— Sí, tuya, desde que apareciste en mi jodida vida, no has hecho nada más que que meterme en problemas— hablé soltando todo el veneno de mi voz.

— Pues lo mismo digo, ahora no sólo eso, sino que medio mundo ha de pensar que me gustas, que asco— eso último hirió mi ego. Las lágrimas amenazaban por salirse de mis ojos pero en cambio decidí alzar mi cabeza para reclamar. Él no iba a humillarme, mucho menos lloraría por su culpa.

— Oye tú pedazo de...— pero no pude terminar porque el profesor nos habló para entrar a la oficina del director.

Suspiré.

Bien, problemas, ahí les voy.