-La rubia estaba revisando los papeles, estaba un poco molesta y cansada debido a la hora, y ¿Cómo no estarlo? Eran las 3 de la mañana y aún no acababa ni la mitad de lo que su general Meiko le había dejado, estaba cansada y harta.

Y para agregar, también estaba sola, ya que su prometido Oliver estaba haciendo rutinas matutinas para evitar incidentes, lo cual no le molestaba, desde que la habían comprometido a la fuerza con él, todos los días era una gran lucha y una enorme actuación, no lo hacía por ser mala, queria mucho a Oliver...pero no como pareja, a quien en realidad amaba era a Le-

-sus pensamientos fueron interrumpidos, ya que una pequeña piedra había golpeado levemente la pequeña ventana que tenía al frente, esto le parecía muy raro...la rubia sin pensarlo dos veces se Asomo por la misma, no es normal que hagan ese tipo de "bromas", abrió la ventana para ver quien era, cuando un segundo despues un cuchillo golpeó alado de la ventana...justo alado de su cara, "¿eso era una amenaza de muerte?"...

Lin. ¡¿QUE DIABLOS?!

-Volteo rápidamente a ver quien era aquel intruso, cuando solo vio a una particular sombra masculina correr a la puerta trasera de su cabaña...

Su enojo solo aumento y Volteo a ver el cuchillo que anteriormente casi golpeaba su unico ojo bueno, vio que había una nota, como pudo quitó el cuchillo y leyó la nota...

"UN GUSTO VERTE DE NUEVO, FLORECITA"

-No pudo evitar soltar un gran y pesado suspiro, guardo la nota en su saco y se puso sus sandalias, aún tenía su uniforme puesto, solo que no quería ponerse sus zapatos del uniforme...ya que le parecían incómodos...rápidamente salió de su "casa" y corrió a abrir la puerta.

Cuando salio no encontró nada más que su jardín trasero, y una lampara en medio del patio, que no ilumina todo pero se veía bien...

Ren. Hola florecita~ -El rubio salio por detrás de un arbol para hacer acto de presencia, la rubia hasta cierto punto no lo extrañaba, pero sabía que era inevitable no verlo casi todos los días, debido a su trabajo y misión...
Lin. ¿Ahora que quieres? -Respondió enojada, no es que no le diera gusto verlo, solo que su "bromita" no le había gustado, aunque sabe que el rubio tiene buena puntería, hoy podría ser de esos días donde él rubio fallara y las cosas no saldrían bien del todo~
Ren. ¿A la pequeña florecita no le da gusto verme? -Dijo en tono burlon, la rubia estaba más irritada ya que su respuesta, como de costumbre, fue estupida-
Lin. ¿Después de la idiotez que hiciste? -Sin pensarlo, saco el cuchillo y se lo avento directo al pecho, pero fue detenido por la mano del rubio, deteniendo el cuchillo y guardandolo en su saco~
Ren. Ay vamos~ no me digas que no te gusto-
Lin. De verdad eres idiota- -La rubia cruzo sus brazos y miró a otra dirección...sabía a que se enfrentaba al meterse con un maldito sádico y maníaco como el sujeto que tenía enfrente de ella.
Ren. Mi general~ -Hizo una pequeña reverencia para después levantarse, lo cual funcionó ya que llamó la atención de la rubia- -Estoy aquí para hacer negocios con usted~
Lin. Eres un estupido~

-Ambos rubios se acercaron uno al otro y se besaron con pasión, La rubia se aferraba a no dejarlo ir esta vez, no sin demostrarle todo lo que sentía en ese momento, el rubio tenía las mismas intenciones, hacerla suya una vez más, ambos adoraban sus encuentros a escondidas, les exitaba el hecho de saber que lo suyo era prohibido, y hasta cierto punto, al rubio le gustaba saber que la rubia lo prefería a él antes que al enano de Oliver~

-Ambos rubios entraron a la cabaña de la pequeña general, cuando por fin entraron, se separaron de su ardiente beso por la falta de aire, la rubia aprovecho para cerrar la puerta con seguro, El rubio parecía apreciar todo a su alrededor, ¿Y cómo no estar tan atónito? Aunque por fuera la cabaña parezca humilde, al ser prometida del hijo de la general, estaba muy elegante y amueblado, la rubia interrumpio su momento de inspector, tomo su mano y comenzó a llevarlo a su oficina, donde anteriormente ella estaba haciendo el aburrido "favor" que más bien era trabajo.

Una vez llegando a ese cuarto, comenzaron a besarse de nuevo, un juego entre lenguas y un intercambio de fluidos era lo que estaban gozando aquella pareja, el joven rubio comenzó a tocar lugares, que sabía, que la rubia adoraba, quitó ese grueso y pesado saco y lo dejo en alguna parte del cuarto, desabrocho la camisa de la rubia y dejo al descubierto parte de su pecho y cuello, el rubio comenzo a besar y dejar una que otra marca en esa piel tan suave y blanca

La rubia tiró todo el papeleo que había en la mesa, estaba harta y hasta podía jurar que lo prenderia en fuego ahora mismo, el rubio subió a la joven ensima de la mesa de madera, el cual se veía muy elegante, esa era una mesa que le había regalado su comandante unos meses atrás por su nuevo ascenso como "comandante Lin".

Siguieron con su cesión de besos apasionados, al principio era dulce y tierno, pero ahora el joven estaba soltando mordidas y dejando las marcas~

Lin. Oye idiota-
Ren. Callate~

El joven aparto esos pantalones tan molestos, los pantalones de aquellos soldados eran, hasta cierto punto, incómodos y molestos, eran anchos y acampandos, eran muy gruesos para evitar cortadas o heridas punto cortantes; El rubio bajo los pantalones de la rubia hasta medio muslo, donde el pudiera entrar fácil pero sin dejarla tan al descubierto, una vez así, el rubio comenzó a lamer ese lugar tan preciado~
Comenzó a pasar su lengua por toda su vagina, la general sólo podía disfrutar ese momento, el rubio le daba una que otra mordida en los muslos, lo que en vez de molestar a la general, la exitaba aún más.

La general soltaba gemidos sin pena alguna, aunque las casas de los demás generales estaban relativamente cerca, aún así había un espacio suficiente para tener cada quien su privacidad.
El joven comenzó a lamer el clitoris de su compañera e introduciendo un dedo dentro de esta cavidad, haciendo una penetración improvisada, lo cual volvía aún más loca a la pequeña rubia, después de haberla lubricado y dilatado bien, el saco su miembro erecto comenzó a acariciar la entrada con su glande, lo cual provoco que la rubia entrara en una exitacion aún más grande, el rubio subió las piernas de la rubia hasta sus hombros, gracias a su pantalón, que aún estaba puesto y que el joven bajo hasta los talones, pudo aferrarse a que las piernas de la general no se fueran, una vez hecho esto, el rubio metió de una sola embestida todo su pene dentro de la rubia, lo cual provoco un gran gemido, eso le provoco más exitacion al rubio.
El joven comenzó a dar embestidas rápidas y fuertes, lo cual hacía que la rubia soltará más gemidos de exitacion, ambos tenían un sonrojo en la cara y sentían que el calor iba en aumento, la rubia se aferraba a la espalda, no quería o más bien, no podía dejarlo ir en ese momento, el rubio daba cada vez más rápidos y fuertes sus embestidas, la rubia sólo podía disfrutar, Tiro su cabeza para atrás y se percato de que todo el papeleo estaba tirado por todos lados, no sabía que disfrutaba más, si sentir que aquel rubio la estaba llevando al cielo, o que no tenía que hacer esos papeleos por esa noche y se podía relajar...

Ambos estaban disfrutando tanto ese encuentro que no querían que nada lo interrumpirá, la rubia estaba a punto de venirse y se lo dio a entender al rubio, lo miró con una exitacion grande, el rubio vio como sus pequeños pechos rebotaban, y no pudo evitar lamer el pezon y dejar una que otra mordida en las mismas, la rubia quiso quitarlo, pero el rubio sujeto sus muñecas y las coloco a la par de su cabeza, permitiéndole seguir con su entretenimiento en aquellos pequeños pero redondos y suaves pechos, la rubia sólo se dejó llevar por aquel encuentro perfecto, sintió aquel calor recorrer su entrepierna, dejó caer mas su cabeza y aquel rubio comenzó a lamer y morder el cuello de la rubia, ambos se vinieron, la rubia sólo soltó un pesado y fuerte gemido, el rubio mordió el hombro de la rubia, de tal manera que quedó muy marcado. Ambos respiraron agitados, aún exitados por aquel encuentro sexual, el rubio tenía pensado algo desde hace varios días, la cual aprovecho sin dudarlo.

El rubio salio de la pequeña general, ella estaba a punto de levantarse los pantalones, cuando el la levantó y le dio la vuelta~

Lin. ¿02-
Ren. Shh~... -El rubio recostó a la general, haciendo que esta estuviera con el pecho pegado al escritorio, él joven hizo que la rubia pasara sus brazos para atrás, lo cual sin impedimento alguno la rubia acato a las órdenes, el joven rubio quitó la pequeña venda de su cuello y comenzó a amarrar los brazos de la rubia de tal manera que no pudiera desatarse, la joven solo se dejaba llevar, esperando el siguiente movimiento del rubio.

Ren. ¿Qué tal va tu compromiso con el idiota ese? -El joven había terminado de atar aquellos hermosos y musculosos brazos de la pequeña rubia, se veía tan indefensa y al tener el trasero descubierto, lo cual le exitaba aún mas, quitó el lazo que ataba su cabello, dejando libre su corta melena, este lazo lo uso para hacerle una pequeña coleta a la rubia~
Lin. ¿Qu-Que? -Aun dejándose llevar por el rubio, le incomodo la pregunta antes mencionada...
Ren. Ya sabes, con el idiota de tu prometido...el hijo de la general, el tal....pedazo de mier- -Cuando logro terminar de atar la coleta, se coloco en su puesto listo para comenzar~
Lin. ¿De verdad quieres hablar de Oliver ahora? -Ese estúpido comentario hizo molestar a la comandante, lo cual casi logra que ella ya no quisiera hacer nada~
Ren. No... -El rubio lamio el lóbulo de la rubia para después susurrarle al oido~ -Solo quiero recordarte...que...aunque estés casada con ese idiota...solo yo te haré sentir esto~ -Después de haber lubricado un poco con sus fluidos vaginales aquel pequeño lugar, abrió el trasero de la rubia y un poco rápido pero cuidadoso, metió su pene en el pequeño orificio de la rubia, la cual jamás había sido tocada~
Lin. ¡Ah!~ ah~... -La rubia dejo caer su cara en aquel escritorio, sentía un ardor exitante en su ano, aunque jamás había intentado eso...le llenaba de entusiasmo el saber que aquel que la hizo sentir eso por primera vez, haya sido ese rubio~

El rubio comenzó a dar embestidas al principio lentas para que la rubia se fuera acostumbrando, ella solo podía recargar su frente en aquel escritorio y morderse el labio, sentía ardor pero era más su lujuria que su dolor, el rubio comenzo a dar embestidas más fuertes, lo cual hacía que la rubia soltará más gemidos fuertes y lujuriosos, eso hacía al rubio exitarse más. Después de un rato de seguir con las embestidas el joven sujeto la coleta que aquella rubia tenia y lo jalo hacia atrás, eso hizo sentir a la general una adrenalina inexplicable, pero le exitaba aún más el ser tratada asi, después de un rato el joven sintió el calor de nuevo, abrazo a la rubia y se aferro a su vientre, mientras seguía con las embestidas, el joven acariciaba el clítoris de la joven, lo cual lleno aún más de exitacion a la pequeña rubia, Ren comenzo a dejar marcas y mordidas en la espalda de la rubia, después de unos segundos ambos se vinieron y respiraron agitados.

El joven sacó el pequeño cuchillo que le había aventado a la rubia y rompió las vendas que sostenían los brazos de la rubia, tomó las vendas y los guardo en su saco blanco, aún sin salir de ella, quitó la flor que tenía en la oreja y se lo coloco a la rubia en su cabello~

Ren. Toma...una flor para una belleza, mi florecita~ -Habiendo hecho esto, salio de dentro de ella y se subió el pantalón, le regalo un pequeño beso en los labios -Nos vemos mi pequeña florecita -Después de ese acto tan "tierno" salió por la ventana de un brinco y corrió por el bosque, perdiéndose en el mismo~

La rubia sólo se quedó ahí recostada, tratando de recuperar las fuerzas después de tal encuentro, levantó levemente la mirada para ver la hora que era...

-5:50 am-

-Suspiro profundamente, Oliver no tardaría mucho en llegar, ya que su horario de salida era a las 6:00 am, vio todo el tiradero en el suelo y se percato que ella estaba desnuda, tenía que arreglar todo esto en menos de 15 minutos.

Le había encantado tanto este encuentro pero...

Ella odiaba que él fuera su "nemesis", que ellos no podían estar juntos, se supone que no debería de estar con él...lo odiaba pero también lo amaba...era extraño, él le daba un sentimiento de nostalgia y de amor extraño...sentía que lo había visto en el pasado pero...¿no?....odiaba el hecho de que entre ellos había una guerra, odiaba el hecho de saber que algún día llegaría el día de tener que matarlo...ya que él es Karakuri y ella es Burst....

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¡¡Gracias por leer!!

-¡INFORMACIÓN Y ACLARACIÓNES!

-Aqui Lin y Ren son Rin y Len (Ren y Tsubaki) solo que vendrian siendo su "otro universo" donde Len esta con los Karakuri (Donde esta Tsubaki) y Rin esta con los Butst (Donde esta Ren)

-¿Porque no le puse Tsubaki a Rin? Siento que ese nombre va mas caracteriztico a el tomo original, por lo cual decidi ponerle Lin (como una version de Len-Ren, pero para Rin)