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-Ciao Amore- 🍒

-La joven tambaleaba sus caderas al ritmo de la música, su melena dorada se ondeaba gracias al aire fresco que entraba gracias a las ventanas abiertas, sus ojos aqua cristalinos te hacían hundirte en un hermoso abismo azul, sus labios tan suaves y rosados te hacían perderte en ellos, sus mejillas rosadas le daban vida a esa cara tan suave y lisa, y para darle un mejor toque, aquel maquillaje sencillo y dulce la hacía ver inocente, lo contrario a lo que verdaderamente era...

Sus amigas hacían un circulo alrededor de ella y de la pelíturquesa, ambas reían alegres y divertidas, demostrando la hermosa sonrisa que ambas tenían; Por algo ambas eran las más populares de aquella escuela, y ahora, de esta fiesta, estaban tan felices ambas de aquel ambiente divertido y, hasta cierto punto, sano para todos los jóvenes de ahí.

Todos estaban en sus respectivos asuntos, unos bebían, otros bailaban, otros se encontraban fumando afuera; y otros, como aquel rubio, estaban viendo como sus amigos jugaban video juegos, algo que varios incomodaban.

"ESTAS EN UNA FIESTA ¿POR QUÉ JUEGAN?"

-Entendía eso, pero prefería estar jugando a estar tomando o dañando su cuerpo de alguna sustancia asquerosa, él aparto la mirada de aquella rubia y se enfoco en el video juego, esta noche no quería jugar, solo ver; estuvo viendo como unos ganaban y otros perdían las partidas, el solo se estaba divirtiendo viendo todo el show.

-Len~ -. La voz de la pequeña rubia llamó su atención, el volteo a verla para saber que quería, levanto una ceja en clara señal de que estaba esperando su respuesta-. ¿Ya nos vamos? Es que ya se fue Miku, y mañana tenemos que ir a la reunión, ya llame al chofer, de hecho ya nos espera afuera. -El dudo por unos minutos, aunque no pareciera se estaba divirtiendo verlos jugar, suspiro a sus adentros y se levantó de su asiento, después de despedirse de todos decidió salir de aquel cuarto de sala; Ambos caminaron a la salida mientras una que otra chica se despedía de la rubia, ella con mucha dulzura y amabilidad se despedia, luego de eso ambos salieron de la casa, Rin tomo del brazo a Len en un indicio de que no se alejara, él no entendio porque lo hacía, hasta que a lo lejos vio el grupito de las chicas que la molestaban y que en ocasiones acosaban y se ofrecían a Len, el siguió su caminata, pero ahora en vez de tomarla del brazo, decidió abrazarla de la cintura, esta solto un pequeño quejido de sorpresa mientras se sonrojaba, el carro que los espera se freno enfrente de la banqueta, él abrió la puerta y dejó que entrara la pequeña primero, esta se inclino en agradecimiento y entró al carro, él sin voltear la mirada entró al carro para después cerrar la puerta; El chófer comenzó a manejar dirección a sus casas, Rin sacó su teléfono y contestó uno que otro mensaje, él solo decidió mirar la ventana, en busca de relajar su cuerpo después de tal abrumadora noche, no es que no le guste ir a fiestas, es solo que en ocasiones el ambiente le asquea-.

-¿Ya están listos para el evento de mañana?-. -El señor de mediana edad decidió hablar primero después de un silencio sepulcral, ambos jóvenes voltearon a verlo, después de escuchar tal pregunta solo decidieron suspirar-.
-¿Eh?...pues...algo jeje...-. -Ella guardo su teléfono y le presto atención al chófer, así demostrando un poco de la educación que le enseñaron.
-...mmm.....-. -El miró de nuevo la ventana, respondiendo más que nada un "no me importa realmente" de su parte.

-El chófer solto una pequeña risa, y los miró atraves del retrovisor.

-¿Seguros?...mañana se que será un día difícil y los necesito relajados a ambos...se que no es fácil...pero se que lo lograran-. -Regreso la mirada al frente miestras sonreía, el les tenía mucho aprecio a ambos jóvenes, más al chico, ya que lo había conocido desde que era un pequeño niño.
-Si, gracias....-. -Dijo sin interés, no le llenaba mucho de ilusión lo que pasaría mañana, pero estaba feliz porque acabará pronto esta tortura.

El viaje iba relativamente tranquilo, la joven bajaba de vez en cuando la ventana, así dándole pequeñas brisas de aire fresco en su rostro, ella adoraba los viajes en carro por la noche, y más si tenían que ir alado de los edificios, para ella era un panorama dulce y encantador.

A lo lejos vio un centro comercial que conocía como la palma de su mano, decidió acomodarse en su asiento y cerrar la ventana.

-Am...Gaku~ ¿Crees que te puedas detener en el centro comercial?-. -Dijo con algo de timidez, no era mucho de hablar o pedirle algo a Gaku~, apodo que le puso de cariño para poder entrar más en confianza.
-Claro señorita ¿Necesita algo?-. -Este respondió con amabilidad, era obvio que aunque no quisiera tenía que obedecer a sus superiores.
-Si, necesito un perfume...lo que pasa es que olvidé comprarle algo a Maika-. -Esta sonrió para darle un poco de confianza para que el aceptara el favor.
-Claro señorita-.

-Este sonrió y desvió su camino, así cruzando aquel puente que conectaba la avenida con el centro comercial, la joven acomodo su postura y espero a que llegarán, mientras, el joven solo entrecerro los ojos y la vio de reojo con algo de desaprobación.

-Mi mamá no necesita un perfume...además ¿Por qué le regalarlas algo?-. -Ahora la miraba directamente, el solo quería regresar a dormir y poder despejar la mente.
-Es un regalo amistoso entre damas, me lo enseñaron en mi clase de educación para señoritas-. -Esta aparto la mirada del joven, le tenía aprecio y cariño, pero en ocasiones se llegaba a sentir incomoda con su mirada tan pesada.
- tiene sentido...-. -Dijo el chófer para bajar los humos un poco.
-Como sea...-. -Volvió a mirar a la ventana en busca de una salida.

Después de pasar por la máquina que daba boletos para estacionarse, por fin entraron, el chófer encontró un lugar casi en la entrada, este se estacionó y apago el carro, miro a través del retrovisor asi esperando la siguiente indicación.

-Llegamos señorita...¿El joven también bajara?-.
-am...de hecho...me gustaría que fueras tu en lo que nosotros esperamos-. -La rubia le pasó dinero que eran 41375.65000¥, o $250 dólares.
-Pero~-. -Este tomo el dinero y dudo por unos minutos, él no podía dejar el carro en ningún momento, ese era su código, pero tampoco podía pasar de largo la orden de un superior.
-¡Plis! Tu conoces muy bien la clase de perfumes que ella usa...ademas~-. -La rubia señaló su teléfono, en un indicio de que viera su teléfono, él, con curiosidad, prendio su teléfono y vio el mensaje de la joven.

"Déjame hablar a solas con Len, por fa"

-jm...ya entendí, en un minuto regreso-. -Resignado y con una sonrisa, bajo del auto, dejando las llaves en el mismo por si algo llegaban a necesitar o llegara a pasar ellos pudieran actuar con facilidad.
-Grazie-. -Ella vio como el chófer se alejaba con algo de rapidez pero sin perder la elegancia-.
-¿Qué necesidad de que él se bajara?...bien pude acompañarte y ya...-. -Su tono era molesto, pero le inquietaba aun más el saber porque quería que se quedaran a solas...aunque...muy en el fondo lo sabia.
-Bueno...te necesitaba a solas, mañana será la última cena de nuestras familias antes de casarnos y te necesito tranquilo-.
-Estoy tranquilo, solo que...jm...realmente no lo se-. -Por primera vez en el viaje despejo la mirada de la ventana y ahora miraba su reflejo en el retrovisor.
-¿Y crees que hablarlo ayudará?...dentro de un mes seré tu esposa y...pues sabes que confías en mi...¿verdad?-.
-lo ...no es nada...es que...van a llegar más compromisos de "casado" es todo. -Sobo ligeramente sus ojos para despues verla a ella ..¿Cuanto tardará Gakupo?-.
-Unos 30 minutos más o menos...-.
-¿Eso es bue-. -El joven no pudo terminar su frase ya que la rubia se avalanzo hacia sus piernas, sentándose en las mismas, mientras ella junto sus labios con los del joven, este le siguió la corriente y comenzó a besar a aquella rubia; Todo había comenzado en un beso tierno y sutil, pero ahora se había tornado en uno más fogoso, el metió su lengua en aquella zona prohibida, la rubia comenzó a contornear sus caderas en aquel aparato apreciado, este solto un gemido y se aparto del beso cuando sintió que la rubia había desabrochado su pantalón. -Rin, No-.
-¿Por qué no? No es la primera vez que lo hacemos-. -Esta estaba roja a más no poder, su tono de niña dulce había desaparecido, ahora era uno de lujuria y desesperación.
-Pero estamos en un lugar publico ¿Sabes lo que me haría tu familia si se entera que ya te quite la virginidad antes del matrimonio?-. -La miro de la misma manera, pero con algo de cautela.
-Pues...les diría que me alegra que mi futuro esposo lo haya hecho y no un don nadie-. -Coloco de nuevo su mano en aquel cierre.
-Rin-. -Este levantó la mano de Rin para evitar que continúe.
-Hagamos algo entonces...deja que te haga desestresarte...ya sabes...mañana te necesito tranquilo...-.
-Insisto en que estamos en un-.
-Ay Len...¿Cuantas veces no lo hemos hecho en los baños de la escuela? Y ahí no te veo preocuparte...-. -Sonrió burlonamente, era más su exitacion que su temor.
-....¿30 minutos?-. -Dijo mirando la entrada del centro comercial, en cualquier momento puede regresar y verlos.
-. 25 ahora...y si te tardas ma-.
-agh~-. El joven acostó a aquella rubia en el asiento donde anteriormente estaba sentada, levantó aquel vestido y noto que no tenía nada, él la miró con algo de desconfianza...¿En que momento se los quito?...o más bien-. ¿Traías cuando estábamos en la fiesta?-.
-Obvio si, me los quite en cuanto Gaku~ bajo-.
-jm~. -Volvió a su labor anterior, el abrió los labios de Rin y noto que ya estaba húmeda, no pudo evitar dar un lengüetazo en aquella zona tan preciada, cerró los ojos al sentir el sabor de Rin recorrer toda su lengua, esta solo podía retorserse del placer y taparse la boca, era cierto que les gustaba la adrenalina de hacerlo en público, y más al saber que una regla de ese matrimonio forzado era "Ambos perderán la virginidad después del matrimonio" cosa que, obviamente, habían roto hace unas semanas atrás, querían conocerse más y esta fue una manera muy efectiva, pero aunque eso fuera divertido, si alguna de ambas familias, sobre todo la de ella, se enteraban, eran capaces de ir incluso a un problema legal, Rin solo podía apretar aquel vestido de noche que tenia puesto, Len por su parte, no dejaba de lamer aquella perla preciada y dar embestidas con sus dos dedos dentro de Rin, la pequeña rubia arqueo su espalda y apretó más el vestido, clara señal de que ya estaba a punto de acabar, él se alejo lo más rápido que pudo y se acomodo en su lugar, lamiendo alrededor de sus labios los rastros de aquel jugo, y lo que quedó en sus dedos, Rin maldijo a sus adentros y solto un suspiro pesado...no había acabado aún, pero captó el mensaje y ahora esta se había acomodado de tal manera que se coloco enfrente de Len, el carro era lo suficientemente grande como para dejar un espacio de medio metro entre los asientos del chófer y copiloto con los asientos de atrás, no sin dejar ese vidrio que los podía dividir así quitando toda visión y sonido entre el chófer y los asientos traseros si es que se subía; Rin se acomodo y desabrocho el pantalón formal de Len, este solo abrió las piernas y espero el siguiente movimiento de ella, Rin hizo a un lado el boxer y sacó aquel tesoro tan sagrado para ella, para empezar el juego solo comenzó a lamer la punta de su pene mientras masturbaba lenta y tortuosamente el tronco, este solo se dejó llevar, sus mejillas ahora estaban al rojo vivo, odiaba admitir que aquella rubia sacaba su lado más vulnerable y sensible, pero a la vez amaba que sólo ella lo hiciera; Rin comenzó ha acariciar la punta de su pene mientras lamia el tronco, y con la otra mano acariciaba el abdomen del mismo, este se estremecía en su asiento mientras ella hacia un excelente trabajo, había aprendido gracias a varias sesiones que anteriormente habían tenido aquellos rubios, ella comenzó a masturbar aún más rápido, él solo podía aguantar lo más que pudiera, aunque su cuerpo lo delató cuando sus piernas comenzaron a temblar, Rin dejó de hacer su trabajo y se separo, Len tardo en recuperar su aliento, miro a la joven con una mirada de desespero y enojo, la joven se acostó en aquel espacio del carro, abrió ambas piernas de manera lenta y seductora, después estiro ambos brazos, en un indicio de que la abrazara; El se acomodo enfrente de la joven y se coloco en medio de sus piernas, aunque estuviera algo pequeño ese espacio ambos cabían bien para lo que estaban a punto de hacer.

-El puso la punta de su pene en la entrada de Rin, lo acaricio un poco para lograr lubricarla y no lastimarla, comenzó a empujar un poco lento su pene, ella sentía como poco a poco se abrían las capas de su vagina, Len se sostuvo en sus antebrazos para tener más firmeza, cuando por fin logró entrar todo, ambos soltaron un gemido, Rin abrazo al joven del cuello, Él solo puso su cara en aquel hueco del cuello de la rubia, asi perdiendose en aquel perfume dulce y fresco, él joven comenzó a dar embestidas rápidas, estaban a punto ambos de llegar al clímax, solo faltaba un "pequeño" empujón.

Sus embestidas después de un rápido se habían vuelto más rápidas y con firmeza, Rin se apoyaba en sus antebrazos para no mover su posición, mientras Len tomó con firmeza los muslos de Rin y dio más embestidas, Ahora si, los gemidos de Rin eran audibles, Len comenzó a succionar el cuello de la pequeña, ella se dejaba llevar por aquel momento tan lujurioso, ambos jóvenes se abrazaron y juntaron más sus cuerpos, ella gemia en el oído de él, haciendo que este se exitara aún más.

-El chófer había salido antes de lo previsto, llevaba su pequeña bolsa donde tenía el perfume, a lo lejos vio como el carro tenia "ciertos" movimientos en especial, un leve sonrojo se presento en su cara, sonrió con algo de vergüenza y espero en la entrada del centro comercial, el frío era infernal pero esperaría solo un poco más con tal de que los jóvenes se..."desestresaran"...

-El joven abrazo con firmeza la cintura de la pequeña rubia, ella se aferro a la espalda del joven, ambos soltaron un último gemido de satisfacción, habian acabado al mismo tiempo; ella sin darle oportunidad de volverlo a hacer, solo se río divertida y se separo de él, él aún intentaba regular su respiración mientras veía a la joven.

Esta solto una risa divertida y se sentó en su puesto, miro la ventana y dijo divertida.

-Gaku viene para aca-.

-El joven se sentó lo más rápido que pudo, guardo su pene y acomodo toda su ropa, ambos intentaban regular su respiración y hacer que aquel sonrojo y sudor desapareciera lo más rápido posible.

-Gakupo había llegado al carro, tocó la ventana para avisar que ya habia llegado y darles tiempo de que se vistieran bien, ambos jóvenes ya se habían terminado de acomodar, la joven tocó de vuelta la ventana y regreso a su lugar, el señor entró con lentitud y paciencia, una vez adentro cerró la puerta y prendió el carro, vio a los jóvenes a través del retrovisor, ambos estaban con la cara roja, y uno que otro pequeño mechón de cabello estaba pegado en sus frentes, ella estaba abrazando el brazo del joven mientras una sonrisa boba y maliciosa, como si hubiera hecho una travesura, inundaba su rostro, el joven miraba la ventana y de igual manera tenía una sonrisa boba y maliciosa en su cara; El señor comenzó a conducir el auto, ahora si, dirección a sus respectivas casas.

-Era vergonzoso todo esto, pero en el fondo el joven sabía, que sus padres habían elegido bien a su prometida...ya que...ambos estaban totalmente enamorados...

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