¿Cómo una persona es capaz de hacerte volver a sentir? Es extraño, nunca lo vi venir, sin embargo solo tuve que echarte una mirada y ahí... me tuviste a tus pies.

—Chris.

Emine Murphy.

Después de la extraña tarde del día de ayer en presencia del hermano mayor de Faith las cosas en el apartamento se volvieron menos tensas y vergonzosas. Ambas hablamos por horas de las cosas que nos gustaban y disgustaban, para sorpresa de ambas éramos muy parecidas en cuestión de gustos. Sin embargo, aunque nuestras personalidades eran similares Faith era más relajada, yo era una especie de maniática del control a la que le gustaba hacer listas. Realmente ella se rio cuando le dije que organizaría una lista de quehaceres para el apartamento, de verdad pensaba que no estaba hablando en serio.

—¿Hiciste una lista de pros y contras sobre siete champús para saber cuál te convenía más?—había preguntado Faith incrédula.

En mi defensa había encontrado el mejor champú para mi cabello, el cual lo dejaba brillante y sedoso después de cada ducha que tomaba.

Mi asunto con las listas empezó curiosamente con mi büyükanne{7} mientras estaba en una llamada telefónica con ella. Mi abuela insistía en hablarme en turco cundo lo único que sabía en esos momentos era como decir cabrón luego de que mi padre le mencionara uno de sus socio a mi madre. Mamá odiaba a aquel hombre por lo que se refería a él como cabrón en turco, fue fácil aprender la palabra.

La abuela hablaba sin parar y yo muy pocas cosas le entendía, ella sabía que no le estaba prestando atención, así que se había callado por un momento y le había mencionado que tenía un hobby: armar listas de todo, incluso me había mencionado su nueva lista en proceso sobre pasos para elaborar tu propio jabón artesanal y los beneficios de eso. Me dijo que lo intentara y que la próxima vez podríamos comparar nuestras listas.

La verdad lo hice por mi abuela, quería encontrar algo en común para hablar con ella. La abuela siempre hacía el intento para que le agradara, no me costaba nada tratar de obtener algo en común con ella. Mi primera lista fue sobre los beneficios de no depilarte con una maquinita de afeitar y por qué debía usar la cera, me cambio la vida por más absurdo que suene.

A la siguiente llamada, por primera vez en la vida mi abuela y yo tuvimos algo que hablar, intentó hablarme en inglés y yo probé con algunas frases en turco que le había pedido a mi madre previamente que me tradujera.

Faith y yo nos acostamos súper tarde, tanto así que a la mañana siguiente realmente me costó abrir los ojos y dejar la cama, pero debía hacerlo ya que tenía que llevar mis papeles a la universidad para formalizar mi inscripción y además por la tarde iniciaría mi nuevo trabajo en la cafetería.

A la mañana siguiente Faith me ofrece un vaso con jugo de naranja recién exprimido a penas me ve cruzar la cocina, pero la verdad era que necesitaba un café negro bien fuerte para terminar de despertar. Irme a la cama tan tarde me estaba trayendo secuelas.

—¿No hay café? —le digo en súplica buscando con la mirada el delicioso líquido de los dioses.

Faith niega con la cabeza mientras toma de su vaso con jugo, luego sin decir nada deja un estuche sobre la pequeña isla. Cuando me enseña lo que hay dentro puedo entender su negativa, dentro del estuche hay un glucómetro {8}.

—¿Eres diabética?

—Lo soy. Trato de llevar una vida sana y eso incluye a todo lo que introduzco en mi cuerpo, así que el café está vetado para mí. Además, después de haberlo probado no creo que sea la gran cosa.

La miro como si hubiese dicho un sacrilegio.

—El café es un regalo de los dioses, Faith—mascullo muy seria, tanto que Faith se ríe porque me lo estoy tomando muy en serio—. Más tarde traeré un poco, necesito tener mi dosis matutina de café.

—¿Lista para llevar tus papeles?

—Lista pero nerviosa, gracias a Dios te tengo ahí como compañía.

La noto un poco incómoda, ella de verdad estaba decidida a que yo no le hablara en la universidad. Para mala suerte de Faith sería su sombra, odiaba la idea de que la gente la llamara de aquella manera, era un apodo insultante.

—¿Estás segura de que... uhm... quieres llegar conmigo? —Su pregunta temerosa hace que una furia crezca en mí.

No por Faith sino por todos esos idiotas que no la dejan en paz y hace que sea insegura.

—Créeme, no tengo ninguna duda en mi cabeza. Eres mi nueva amiga Faith, no tengo muchos de esos, al menos no reales, llevo poco conociéndote pero sé que eres lo más real que ha estado a mi alrededor.

Los ojos de Faith se cristalizan, toma mi mano y la estrecha en señal de agradecimiento.

Cuando llegamos al campus no puedo evitar abrir mi boca de la impresión.

El campus estaba cubierto de una fina capa de césped y los árboles a nuestro alrededor se disponían en fila a cada lado del camino principal, algunos de estos aún contenían unas pocas hojas color rojizas y marrones, características de los colores del otoño mientras que otros tenían fundas de hojas en el suelo ya que sus ramas se encontraban desnudas.

El departamento de literatura de la universidad de Toronto podría considerarse lo mejor. La entrada tan imponente como el fuerte de un castillo me llamaba a gritos para que fuera dentro. No me decepcionó lo que vi, los pasillos modernos se combinaban con algunas piezas antiguas de la escuela llevándome a un viaje al pasado pero recordándome que todavía estaba en el siglo veintiuno.

—Esto es increíble.

—Espera ver la biblioteca, de seguro te morirás cuando veas todas esas filas de libros. Cuando la conocí te puedo asegurar que tuve un orgasmo literario.

—Estoy seguro de que es el único tipo de orgasmo que habrás tenido en tu vida, Fatie.

Me tenso al escuchar la voz masculina a nuestras espaldas, noto que Faith se queda tiesa en su lugar. Cuando me doy vuelta me encuentro con un chico bastante guapo. Ojos azules, cabello castaño y una sonrisa que podría robarle el aliento a cualquiera, lástima que esa belleza se esfumara solo por ser un idiota.

—Justin.

—¿Quién es tu amiga, Fatie?—Justin me mira con curiosidad, por mi parte solo recibe indiferencia, es solo lo que demuestro por fuera porque por primera vez quería golpear a alguien. Ni siquiera con Dustin había sentido tal impotencia—. ¿Eres nueva? Nunca te había visto por aquí.

No le respondo, es más, hago como si no existiera y vuelvo mi mirada a Faith quien pareciera que está a punto de llorar.

—¿Qué tal si me llevas a la biblioteca luego de que entregue mis papeles, Faith?—hago énfasis en su nombre, para ver si el tarado comprende que su apodo no es gracioso.

—Oye, te hice una pregunta, ¿eres sorda?

—No, la verdad es que no soy sorda, solo no gasto mí tiempo en imbéciles que solo buscan hacer sentir menos a los demás con apodos hiriente —le regalo una sonrisa gigante, el chico frunce el ceño.

No sé de donde salió tal valentía, tal vez fuera la idea de que debía cuidar a Faith. Ella no se merecía ese apodo, era una chica preciosa, amable e increíble.

—¡Vaya! ¿La entrenaste para que estuviera de tu lado, Fatie?

—No lo hice —responde bajo la chica.

Para hacer las cosas peor, un delgado brazo envuelve la cintura de Justin. La mujer es alta, delgada, con una figura estilizada. Por un momento me hizo sentir un fenómeno.

—¿Perdiendo el tiempo con Fatie de nuevo, Justin?

Faith está a un comentario más de llorar. No aguanto verla así, por lo que haciendo caso omiso a la pareja perfecta de idiotas tomo a la chica arrastrándola sin saber a dónde ir. Cuando diviso la puerta de los baños me dirijo hasta ahí con ella pisándome los talones. Ya dentro me cercioro de que el baño este vacío, cuando me aseguro de que es así volteo hacia Faith la cual tiene dos gruesas lágrimas recorriendo sus mejillas. Se me parte el corazón por un minuto.

—Oye, esas personas no se merecen tus lágrimas, Faith.

—Por eso te dije que no era conveniente que estuvieras de mi lado. Justin hará todo lo posible para tenerte en su equipo.

—Pues que lo haga, de igual manera siempre seré equipo Faith—La envuelvo en un abrazo, ella lo necesita.

Faith me dio a entender que la mayoría de nuestros compañeros eran así con ella. Si ese pequeño altercado me hice ver rojo, no me quiero imaginar lo que tendré que ver todos los días a partir de hoy.

Cuando Faith calma su llanto volvemos al pasillo del departamento de Literatura, mi felicidad se fue por el caño y solo un desagradable sabor se encuentra en mi boca. Faith me dirige hasta la administración y poco tiempo después ambas estamos caminando por el campus dejando ese mal momento atrás. Sin embargo no puedo evitar hacer preguntas.

—¿Cuándo empezó todo ese asunto de Fatie?

Faith se detiene frente a un banco aproximándose para sentarse, no espero a que me invite a sentarme a su lado por lo que tomo la delantera y lo hago. Faith toma una hoja rojiza a sus pies empezando juguetear con ella, no presiono, le doy tiempo, de lejos se nota que esto es un tema delicado para ella.

—Siempre he sido víctima de abuso y no solo hablo de los apodos. Hay cosas en mi vida que siguen mal aunque he tratado de mejorar... Tengo un recuerdo que me atormenta tosas las noches aun cuando lo he querido dejar atrás—arruga la hoja en su mano y luego posa su atención en mí—. Las burlas hacia mi físico siempre han existido, algunas veces duelen, otras... siento que ya es absurdo sentirme mal por ello. Lo peor no son los apodos.

—¿Qué quieres decir con eso?

Faith está por responder cuando un eco de gritos se escucha al otro lado del campus no muy lejos de ahí. Vemos como chicas pasan frente a nosotros desesperadas, como si la universidad estuviera en llamas. Rápidamente me doy cuenta de que los gritos no son de terror, son de emoción, a lo lejos veo como chicas y chicos se reúnen en un círculo, todos tienen teléfonos en sus manos, grabando lo que sea que tuvieran al frente, puedo jurar que una chica hiperventila como si se fuera a desmayar.

—Parece que llegaron.

—¿Qué? ¿Sabes lo que está pasando?

Faith frunce el ceño mirando a la chica que hiperventilaba ahora desmayada sobre el suelo. Sin embargo se veía que estaba actuando, como si quisiera tener la atención de todos hacia ella.

—¿No recuerdas lo que dijo mi hermano ayer cuando se despedía?

En mi mente se dibujan los ojos embriagadores de Christopher James, el hermano de Faith. Rememoro sus palabras y recuerdo que mencionó a la universidad de Toronto, sin embargo no le pregunté a Faith en su momento de por qué lo hizo, tampoco la razón de ella estando tan nerviosa.

— ¿Qué tiene que ver eso?

Faith suspira, se levanta del banco y me extiende su mano. Cuando la tomo poco a poco nos dirige al tumulto de personas.

—Te dije que lo peor no eran los apodos, ¿no?—Faith se detiene a una distancia considerable del grupo de personas, pero a una distancia en la cual podía ver quienes estaban detrás de ellos—. Lo peor, Emine, es ser el boleto de entrada hacia mi hermano.

Frunzo el ceño pero no me da tiempo de preguntar a que se refiere porque la respuesta está frente a mis ojos. La figura sensual del hermano de Faith se dibuja al otro lado del muro de personas ruidosas, Christopher está al lado de otros tres hombres iguales de espectaculares que él, a diferencia de que estos tienen una sonrisa dibujada en sus labios. Christopher está serio, con ese aire misterioso que lo hace ver delicioso, puedo notar un poco de fastidio en su expresión corporal.

Él parece famoso.

Por un momento recuerdo aquella banda canadiense que a mi mamá le encantaba escuchar, yo los llamaba los chicos de las posiciones, así como esa canción que hablaba abiertamente de sexo pero de manera sutil y que tanto amaba cantar mi madre. Sin embargo, eso sería demasiada casualidad, era obvio que Christopher, el hermano de Faith, era famoso pero... ¿así de famoso?

—¿Quién es tu hermano?

—Te hablé de Four Chips, pensé que los conocías pero de verdad no tienes ni idea, ¿verdad?—me evalúa con la mirada, sin embargo no tengo nada que fingir, el nombre no me suena de nada —. ¿Vivías debajo de una piedra en California?

—¿Tal vez? ¿De verdad debo conocerlos?

—Umm la verdad es que sí, es una de las bandas de música del momento.

Oh si, demasiada casualidad.

—¿Es esa banda de chicos del momento que tiene una canción súper de doble sentido que se llama Posiciones?

—La peor canción de ellos, no me sorprende, la escribió Frankie después de todo.

Vale, madre, parece que estoy cerca de la hermana de uno de los chicos por los cuales estarías si no fueras esposa de papá.

{7}Büyükanne, abuela en turco.

{8}Glucómetro, es un dispositivo médico que se utiliza para medir el nivel de glucosa que hay en la sangre sin necesidad de realizar una prueba de laboratorio.

Hola, holaaaa, ¿Cómo están? ¿Cómo se sienten? ¿Ya comieron? 

jijijiji aquí tenemos un poquito más de mi bebé Emine y mi niña Faith, que por cierto ya pueden ver en el apartado de PERSONAJES como mas o menos me los imagino, así que corran a echarles un vistazo, todavía me falta agregar personajes pero tenganme paciencia, de verdad me cuesta conseguir a personas de carne y hueso parecidas a lo que me imagino.

De más está decir que... Justin no será un personaje muy querido xD Ya sabrán un poco más de él, solo espero que recuerden cierta charla de Faith con Mark en el anterior libro para que tenga un contexto.

Este capítulo está dedicado a Nanys1 <3 Espero que te haya gustado :)

Quería subir otro capítulo peeeero creo que lo dejaré para estos días, lo más seguro es que lo suba antes del domingo porque ya lo tengo escrito y solo me falta editarlo así que pendientes :)

Nos estamos leyendo :)