Capítulo 4.
Haces que mi mundo se ponga de cabeza, quizás por eso no quise alejarme de ti.
—Emine.
Christopher James.
Tal vez Faith estará enojada conmigo por un buen tiempo, pero tenía que venir y apenas vi los ojitos temerosos de aquella chica me arrepentí. No podía ver el reconocimiento en sus ojos, ganas de devorarme si, pero no me sorprendía, era atractivo y no me hacía un narcisista reconocerlo. Está bien, podría serlo un poco, pero en mi mundo era algo normal de ver. Tenía mujeres a mi disposición las veinticuatro horas del día los siete días de la semana que me lo recordaban, mis mensajes directos en instagram podrían estar invadidos por fotografías de tetas y culos—a veces algunos penes—, que me llegaban todos los días, una de las razones por las que odiaba las redes sociales y no las usaba mucho.
Sentado en el sofá de la pequeña sala espero con paciencia, mi hermana me había dado aquella mirada de no jodas más conmigo por lo que trataría de no hacerlo. Al menos la chica no parecía reconocerme así que tal vez no estaba mintiendo. Pero una vez que supiera quien era, ¿cómo reaccionaría?
Me remuevo en el sofá impaciente porque ambas mujeres salgan de la habitación, sin embargo parecía que no lo harían pronto. Me pongo de pie dirigiéndome al balcón que miraba hacia la calle principal. La reunión de hoy había sido... interesante. El nuevo álbum estaba siendo un éxito y debíamos ir preparando tres nuevos videoclips, pasado mañana empezaríamos a grabar y sabía que Faith no estaría contenta con la locación, por el demonio que yo no lo estaba.
Lo que daría por un maldito cigarrillo.
De igual manera juré no recaer otra vez, se lo había prometido a Faith y yo nunca rompía mis promesas, no desde que le fallé aquella maldita tarde.
Escucho como las chics salen cuchicheando de la habitación, me doy la vuelta sin embargo no vuelvo a la sala, me sentía cómodo con el frió. Sin embargo, el encogimiento de la nueva compañera de mi hermana me decía que parecía no disfrutarlo tanto como yo.
—No eres canadiense y estoy seguro de que nunca has tocado la nieve—La muchacha al escucharme se congela y se sonroja.
Ella no me conocía, pero tenía un efecto en ella... Por primera vez aquel gesto me parecía dulce y no exasperante, la diferencia era que el gesto era fidedigno, desde que había iniciado en la industria me había conseguido con gestos demasiados falsos, al menos de aquellas mujeres con las que me iba a acostar.
—La verdad he tocado la nieve, pero no soy muy fanática—La chica se acerca extendiendo su mano tímidamente, le aplaudo mentalmente, ella dio el primer paso—. Soy Emine Murphy, umm, la nueva compañera de Faith.
—Querrás decir la única compañera que ha tenido Faith—Aunque no sueno amable tomo su mano y la estrecho.
El contacto de su tersa palma por un momento me causa escalofríos, frunzo un poco el ceño y me golpeo mentalmente, seguro fue una ráfaga de viento. Pero extrañamente no logro separar nuestras manos, tampoco desviar la mirada. Emine tenía unos simplones ojos castaños que acompañaban a un revoltoso cabello del mismo color, además de una nariz puntiaguda y unos labios tan rosados como las flores. Era una chica simple, eso no le quitaba lo malditamente hermosa que era, tampoco quitaba que mi miembro se removiera en respuesta al contacto de su mano con la mía.
—Eso fue grosero, Chris—La queja de mi hermana me hace despertar de mi ensoñación, como si fuera posible Emine se sonroja aún más de lo que ya estaba.
Recupero mi mano y cierro las puertas corredizas del balcón, la piel erizada de la chica confirmaba que de verdad no le gustaba el frío.
—Me alegra ser la única compañera que ha tenido Faith—desliza una pequeña sonrisa en sus labios mientras se abraza a si misma cubriéndose del frío—. Yo también estudio literatura por lo que será divertido compartir en el campo con ella.
Ella parecía sincera, pero yo más que nadie sabía que la mayoría de las ovejas eran solo lobos disfrazados esperando su oportunidad para atacar.
—¿De dónde eres? —empiezo mi interrogatorio lo más casual posible. La chica endereza su espalda en respuesta, ella sabía que tendría que responder cada una de mis preguntas aunque no lo quisiera.
—Soy de California. Ya sabes, sol, arena, mar—Hace gestos de nerviosismos con sus brazos, parecía una tonta, pero de nuevo en ella era... lindo. Al ver que no correspondo a su sonrisa ni a su terrible chiste, muerde su labio inferior—. No estoy para nada acostumbrada al frío, por eso creo que estoy viendo una clase de infierno congelado cada vez que salgo a las calles.
—Es extraño.
—Umm, ¿qué... cosa?
—Si no te gusta el frío, ¿por qué elegiste Canadá?
—Nunca dije que no me gustara el frío.
No digo ni una palabra y solo la mido con la mirada, bajo mi escrutinio Emine se encoge. Un lado de mi conciencia le gustaba verla nerviosa, el otro lado aún se mantenía alerta preguntándose, ¿por qué esa chica le resultaba tan... impactante?
—¿Ya acabó el interrogatorio, Christopher? —La helada voz de mi hermana hizo que desviara mi atención de su compañera a ella, arquea una ceja mientras cruza sus brazos frente a su pecho.
—Estoy disfrutando del hecho de que tu amiga pareciera no saber quién carajos soy—Me encojo de hombros antes de echarme de nuevo sobre el sofá. Emine parece confundida por mi comentario—. Es la primera vez que alguien de tu círculo no me grita en el oído y se presenta correctamente.
—Chris—advierte Faith, pero la ignoro.
—Tengo que admitir que sigue sin gustarme la idea de que compartas el apartamento con alguien desconocido, pero lo entiendo—digo antes de que mi hermana me interrumpa ya que su expresión corporal me decía que quería hacerlo—, me pediste libertad y te la estoy dando, eso no significa que dejaré de protegerte.
—Suenas como mi padre—Emine se ríe un poco pero al ver que yo no lo hago y que capta mi atención deja de hacerlo, se aclara la garganta—. Mi padre no estaba muy contento de que pidiera una transferencia a Toronto, ni se diga mamá, esta tarde cuando la llamé dijo que vendría la semana entrante para ver si me había instalado bien.
—Eso es muy tierno por parte de ellos.
—Lo es, pero una de las razones por las que decidí Canadá fue para independizarme un poco de ellos. No quiero...
Emine hace silencio y me mira, vuelve a sonrojarse al ver que tiene mi total atención.
—¿Qué es lo que no quieres? —cuestiono intrigado por la castaña.
—No quiero seguir viviendo bajo una sombra.
¿Una sombra? Interesante.
Era imposible que alguien pudiera captar mi atención de esa manera, la nueva compañera de mi hermana era interesante, era un enigma, un muy bonito enigma. Es extraño, pero tenerla cerca me hacía pensar por un momento lo que Mark describe en las letras de sus canciones cada vez que ve a Vanessa.
Tengo que salir de aquí.
—Es hora de irme, tengo otras cosas que hacer—abruptamente me levanto del sofá y camino hacia mi hermana para abrazarla, ella tensa me lo devuelve, aún está enojada—. Deja de ser tan mala conmigo, solo quiero ver que estás bien.
—Lo estoy, deberías confiar un poco más en mí.
Beso su frente e internalizo sus palabras, debo confiar más en ella. Pero pensaba que no podía hacerlo, sabía que me ocultaba cosas para no preocuparme, entonces, ¿cómo podría confiar en ella?
Me separo de ella y miro por última vez a Emine quien tenía una mirada dulce en esos profundos ojos marrones. No le dije nada, solo asiento en su dirección y camino hacia la puerta del apartamento, antes de salir recuerdo una de las razones por las que estaba aquí.
—Lo olvidaba, ¿recuerdas lo que hablamos hace unos días sobre el lugar de la grabación? —No doy demasiados detalles, Emine tarde o temprano descubría quien era, por ahora solo quería darle algo de paz a mi hermana después de la tormenta que se vendría.
—Lo recuerdo.
—Es la universidad de Toronto.
—¡No me jodas!
—Lo siento, no puedo intervenir—Faith está nerviosa, quería reconfortarla pero el escrutinio de Emine me está obligando huir—. Llámame si necesitas algo
Y sin más salgo del apartamento, camino hacia el elevador mientras marco el número de Piper en el teléfono.
—Pero si es la superestrella, Alan James—saluda la mujer sarcásticamente al otro lado del auricular, mi elevador llega por lo que subo relajándome un poco cuando las puertas se cierran—. Es extraño que estés llamándome a este número.
—Supongo que estás en tu lugar.
—¿Qué sucede?
—Necesito vete, ahora—exijo mientras salgo del elevador y posteriormente del edificio, Carl mi guardaespaldas ya estaba esperándome fuera del auto.
—Pensé que ha habíamos terminado. ¿Qué sucedió para que me llamaras?
¿Qué paso para que volviera a necesitar a Piper?
Los ojos castaños empiezan a aparecer en mi mente.
No es jodidamente posible.
—Es algo... raro. Ella me pone nervioso.
Esperen... ¿Dijo Alan? ¿Quién rayos es Piper y que quiere con mi bebé Chris?
Jijijiji ¡hola a todos! Yo de nuevo por acá super feliz de traerles este nuevo capítulo, espero que les guste :)
Este capítulo está dedicado a Soy_una_percha <3 espero que te haya gustado :) Recuerden que si quieren dedicación elijo al azar de los comentarios.
No olviden seguirme en instagram, estoy como intocablesxcollege y en twitter como littlemapl3
Nos leemos la próxima semana :)
P.D. Ya agregué la sección de personajes, la iré actualizando a medida de que encuentre a las personas adecuadas para interpretar a mis hijos xD Les estaré avisando
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