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Capítulo 33.

Sería capaz de ir hasta el fin del mundo solo para volverte a ver.

—Chris

Emine Murphy.

Tomé la primera oportunidad que tuve de huir luego del episodio con el profesor Paul y Christopher perdiendo la cabeza. Habían pasado dos semanas desde aquel suceso y todavía podía recordar cada momento como si hubiese sido ayer. Las manos asquerosas de ese tipo recorriendo mi cuerpo, llegando a ese punto tan prohibido y luego... Christopher.

Christopher golpeó al profesor Paul hasta casi matarlo, gracias a Dios no lo logró o sino no sé qué habría pasado. Christopher tuvo que pagar una multa gigantesca por aquel suceso, pero gracias a Faith y muchas otras chicas que habían sido chantajeadas por el profesor Paul, Christopher había salido ileso aun cuando tenía antecedentes de agresión. Pero la verdad era que sin él... la historia hubiese sido completamente diferente y tal vez estaría más rota de lo que actualmente me siento.

Sin embargo, no pude verlo, no pude hablar con él, porque Christopher James me provocó el mismo miedo que el profesor Paul. Su rostro dulce, serio y sin pocas emociones había cambiado al rostro de un asesino, él quería sangre, quería dolor, él estaba sufriendo cuando llegó a buscarme y ver aquella escena hizo que explotara.

No estaba muy segura de que sentir, solo quería huir.

Volví a California con mis padres, obviamente la universidad no puso ninguna restricción, pero como Faith había dicho una vez, a este paso jamás me graduaría. Aunque no estaba muy segura si quería volver.

Faith apoyó mi decisión, no le gustó mucho la idea de que me fuera sin hablar con Christopher, pero no dijo más. Me sentía un poco mal, sentía que la estaba traicionando al dejarla sola. Tuvo que mudarse con Chris nuevamente, eso me lo dijo hace tres noches atrás cuando finalmente pude contestar su llamada.

El profesor Paul sería juzgado después de salir del hospital, había sido un escándalo y nadie podría apoyar a un agresor sexual.

La presa ha sido cruel, los miles de titulares de cómo habían intentado violar a la novia de Chris James iban entre demasiado sinceros a ultra amarillistas. Los fans eran otra historia, parecía que me odiaban aun más, pero muchos cambiaron del bando odiador a vamos a darle una oportunidad a la pobre chica.

Con la mirada fija en las olas frente a mí inhalo profundamente el aire con olor a agua salada. Por primera vez en bastante tiempo sentía la calidez que rodeaba mi hogar, la exquisitas vistas a la playa que jamás podría tener en el antiguo apartamento y lo extrañé. No recordé por lo que me había ido y solo quería volver a estar en mi hogar, con mamá y papá, con... nadie.

—¿Bebeğim?—escucho como mi mamá abre lentamente la puerta con preocupación.

No estaba comiendo bien, tampoco salía de mi habitación. Solo estaba existiendo. Eso tenía a mis padres preocupados.

—¿Bebeğim? Oh, alguien vino a verte.

Frunzo el ceño y volteo un poco para ver el rostro de mi madre. Para mí sorpresa no está muy contenta.

—No quiero ver a nadie.

—Lo sé, pero ha insistido mucho y no quiere irse—se queja ella—. Además, creo que será divertido que lo recibas para que patees sus... toplar.

¿Dijo patear sus... pelotas?

Intrigada me levanto con desgano de mi sofá y arrastrando mis pies camino hasta mamá, la cual me deja un espacio para salir.

Pensé encontrarme con cualquier persona, menos con Dustin jodido McFly.

El emboza una sonrisa gigante al verme mientras que yo solo puedo mirarlo como si fuera algún bicho raro no identificado. Me doy la vuelta para dar con mamá, preguntando si es en serio lo que estoy viendo.

—¿Que mejor cosa para levantar el ánimo que patear algunas pelotas, bebeğim?

Quizás fue la primera vez que sonreí desde el suceso.

—¡Emine! Wow, estás preciosa—dijo babosamente Dustin.

Sigue siendo un mentiroso, me veo como la mierda, obviamente con unos kilos menos y unas ojeras más que kilométricas.

—Tú por el contrario sigues viéndote como el idiota que eres—contesto sin muchos ánimos, él se sorprende, pero no dice nada—. ¿Qué haces aquí?

Dustin se remueve incómodo, tal vez un poco nervioso, como si fuera un chico que no sabía romper ni un plato.

—Supe que estabas aquí y quise verte. Me enteré de lo que pasó, que horrible, Emine—sigue mintiendo, ahora finge estar horrorizado. Era tan mal actor—. Quiero que sepas que cualquier cosa me tienes para ti, aquí tienes un hombro en donde llorar.

Mamá tenía razón, quería golpear sus toplar con muchos ánimos.

—No me interesa llorar sobre tu hombro, Dustin.

—Oh, bueno, yo solo quiero...

—Dustin, por favor, no hagas esto más incómodo, por favor, solo... sal de mi casa y nunca vuelvas.

—Entiendo que estés enojada, Emine—Su voz comprensiva me invita a golpearlo, pero me controlo. Se acerca un poco más a mí como si quisiera tocarme, pero me alejo—. Sé que no terminamos en buenos términos...

—Porque metiste tu pene en dónde no debías.

—... Pero eso no significa que no podamos arreglarnos y volver a hacer amigos y... quizás algo más.

Lo dice con toda la seriedad del mundo, no puedo creérmelo. Vuelvo a mirar a mamá quien mira con burla a nuestro invitado. Si yo no golpeo sus bolas ella puede que lo haga.

—Escúchame bien Dustin, yo jamás, nunca, es imposible que siquiera reconsidere volver a dirigirte la palabra en buenos términos—Me acerco cada vez que digo una palabra—. No puedo confiar en un imbécil que metió su pene dónde no debía y que solo se excusó conmigo con un es que tú no me atiendes bebé, yo tengo necesidades. Sí, no olvido tus estúpidas palabras.

—Eso no...

—¡No quiero escucharte! ¡No me importa! Solo lárgate y déjame en paz—Voy hacia la puerta y la abro de par en par—. Y por favor, jodidamente no vuelvas a pisar esta propiedad.

—Pero si acabo de llegar.

Escucho un jadeo por parte de mi madre mientras que yo me congelo mientras volteo lentamente en dirección hacia la puerta abierta. Un despeinado y ojeroso Christopher James está justo en la entrada de mi casa... En California... En los malditos Estados Unidos. No Canadá, no en el apartamento de Faith. Aquí, en casa de mis padres.

—Chris...

—Hola, chica castaña.

Después de irme no había recibido una llamada de su parte, tampoco yo había tomado la iniciativa de hacerlo.

Ver su rostro solo me hacía recordar la sangre, su mirada asesina, su dolor. Tenerlo aquí tan tranquilo, como siempre lo había visto desde que lo conocí me hizo temblar.

—Dustin, cariño, te voy a pedir por favor que te vayas de mi casa—La voz melodiosa de mi madre me hace despertar de mi ensoñación y voltear a ver de nuevo a nuestro visitante indeseable. Mamá lo toma del brazo y lo arrastra hacia la entrada—. Emine tiene mucho de qué hablar con su novio.

Enfatiza mucho la última palabra.

Dustin se infla como un gallo y le extiende la mano a Christopher.

—Soy Dustin McFly.

—Chris.

Por la mueca que hace Dustin al Christopher darle la mano sé que el apretón por parte del segundo ha sido mortal. Su mirada de advertencia también lo es.

—Es-espero poder ha-hablar luego con-contigo, Emine—balbucea mirando con temor a Christopher.

Se despide con la mano y sale corriendo de ahí como si lo que le hubiese dicho hace un minuto le había entrado por un oído y salido por el otro.

—Tranquila bebeğim, le diré a seguridad que no lo deje pasar nuevamente.

—Gracias, mamá.

Luego el silencio que se forma es incómodo y la mirada acosadora de mi madre sobre Christopher podría definirse en muy extraño.

—Christopher y yo iremos a mi habitación mamá.

—Oh sí, no hay problema—lo dice tan inocentemente, pero la conozco y su mirada está brincando en este momento.

Tomo a Christopher de la mano y lo arrastro por las escaleras hasta llegar a mi habitación. Lo dejo pasar y cierro con seguro. Él arquea una ceja por aquella acción.

—No me quiero arriesgar a que mi madre le dé un ataque de fanática loca e insista en entrar a la habitación.

—Tienes razón, no es momento de un ataque de fanática loca.

—No lo es.

—Para nada.

—Sí, es imposible.

—Sería bastante incómodo —zanja él.

Me empiezo a remover nerviosa en mi posición, hasta que me canso, me dirijo hacia el sofá de mi habitación y me arrojo agotada. Al poco tiempo lo tengo a mi lado.

—Tenemos que hablar, Emine.

Vaya, mis palabras favoritas.

¡Hola, hola, perinola con coca-cola!

Por fin tengo tiempo de pasar por aquí y actualizar CHRIS, un capítulo bastante transitorio para lo que se viene *grita asustada*

Espero que lo disfruten <3 Este capítulo está dedicado a 15devone15 :)

Nos estamos leyendo pronto :)

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