Tus palabras siempre llegan a mi corazón y este palpita más rápido cuando me cantas al oído.

—Emine.

Christopher James.

Empapados de sudor salimos del escenario bajo los gritos de nuestros fans. El concierto benéfico había sido todo un éxito, vendimos todas las entradas por lo que la fundación tendría una entrada grande este mes.

La adrenalina aún corría a través de mi sangre. No podía creer lo que había hecho, pero tuve que hacerlo luego de tener la melodía en mi cabeza. Emine se había despedido de mí con un hasta pronto y te veo desde el público. Sus ojitos castaños brillantes me inspiraron como un loco. Juro que nunca me burlaré de los ataques de locura creativa de Mark cuando Vanessa está presente, porque lo viví y había sido exactamente eso, una locura.

Quito los audífonos de mis oídos, odiaba usarlos por mi asunto de orejas sensibles, sin embargo, tenía que hacerlo sino jamás escucharía la música a través de los gritos. Tiemblo sin poder evitarlo mientras observo como Betsie era traída desde el escenario hasta el backstage, con mucho cuidado. No era vanidoso, pero si alguien rayaba mi antiguo piano lo destruiría en segundos, no había segundas oportunidades cuando se trataba de mi piano.

La palma en mi espalda me sobresalta, Frankie salta como un desquiciado, si yo tengo la adrenalina a millón él la tiene por los cielos.

—¡Quisiera ser una chica para que me dediquen esa jodida canción!—grita mientras salta cual saltamontes—. Yo tendría sexo contigo después de esas letras. ¡Mierda! Necesito liberar todo lo que mi cuerpo ha absorbido de ese público.

—Yo necesito descansar—dice Mark acercándose al saltarín Frankie, coloca su pie maliciosamente haciendo que este se tropezara y cayera estrepitosamente hacia el suelo.

—¡Mark! ¡Joder!

—No olvido que me golpeaste hace un rato, Frankie.

Mark pasa de nosotros arrojándose al sofá de nuestro pequeño camerino.

El siguiente en llegar es Dustin con su usual manzana post concierto. Mira de arriba a abajo al dolorido Frankie del suelo, emboza una sonrisa, da una última mordida a su manzana y luego la arroja en la cabeza de este.

—¡Hey! ¡No soy una papelera!

—Ups, perdón, se me cayó.

Niños.

Frankie se levanta a regañadientes tomando una de las botellas de agua selladas de la pequeña nevera. Tal vez necesitaba el golpe que sufrió en el suelo puesto que ahora se encuentra un poco más tranquilo. Después nos encerramos en el camerino dispuesto para nosotros.

—¿Viste a Emine? Ella sabía que esa canción era suya—me lanza la tapa de la botella al notar que solo me arrojo en el suelo recostando mi espalda en la pared, le frunzo el ceño al sentir el contacto del plástico en mi frente—. Dime qué hoy te acostarás con ella.

—¡Dios mío, Frankie! No todo es sobre sexo.

—Mi pene dice lo contrario.

—El mío también —secunda Dustin arrojándose sobre el somnoliento Mark, este lanza un quejido—. Y mira que me enamoro fácil, pero el sexo es importante en la ecuación, si no eres compatible en el sexo con la persona que estás enamorado entonces esa relación no llegará a ningún lado.

—Te lo dice alguien con experiencia—agrega Frankie ganándose una mala mirada de Dustin.

—¡Dustin! Baja tu culo sudado de mi abdomen—gruñe Mark haciendo un inútil esfuerzo de bajar a Dustin. Él se aferra al espaldar del sillón evitando moverse del regazo del guitarrista.

—¿Qué opinas tú, Markito?

—Si te alejas tal vez pueda dar mi opinión.

—Estoy muy cómodo, te siento bastante duro. ¿Estás haciendo ejercicio?

—Al contrario de ti—ataca Mark arrojando finalmente a Dustin al suelo—. Joder, creo que estás comiendo demasiados frijoles, como pesas, hombre.

—Lo certifico, Dustin ha estado sobre mí y pesa un montón, pero te aseguro que es puro músculo—Frankie lo dice tan serio que por un momento todos guardamos silencio.

Mark niega con la cabeza y posa sus ojos en mí, él va a opinar.

—No todo es sobre sexo, es cierto. Al menos yo nunca pensé en tener sexo con Vanessa.

—¡Que mentira!—Frabkie lo mira incrédulo, Dustin aguantándose la risa—. Miren esa nariz de pinocho, nadie te cree, Mark.

—Odio decir esto, pero Frankie tiene razón —intervengo. Nadie en su sano juicio se creería tal cosa. Antes de finalmente salir con Vanessa apuesto a mi querida Betsie que Mark se imaginó todas las posturas sexuales posibles junto a su, aquel entonces, enemiga.

—Sin comentarios, mi punto es que el sexo es importante en cierta parte más no primordial.

—¿Qué pasaría si te dijera que Vanessa ya no quiere jugar a los doctores contigo?—Mark frunce el ceño y se lo piensa, Frankie no lo deja pensar demasiado—. Exacto, te volverías loco y se te caería la polla. Los hombres pensamos con el corazón, pero hay que ser sinceros, la mayor parte pensamos con la polla. Y mi polla me está diciendo que debes follar a Emine, mi querido Chris.

—No escribí esa canción para follarla.

—Yo escribiría una canción solo para follar.

—Tu harías cualquier cosa solo por follar, Frankie —especifica Dustin, se va a defender pero solo asiente conociendo la verdad.

—Hay cosas que quiero resolver antes de que se vuelva formal—les digo.

—No necesitas formalidad para follar.

Dustin golpea la parte trasera de la cabeza de Frankie en un sonoro ruido seco.

—¡Dustin!

—Gracias, Dustin, fue un sonido muy satisfactorio—extiendo mi sonrisa en agradecimiento, pero veo los brillantes ojos de malicia de Frankie.

—Créeme, será más satisfactorio si escuchas los gemidos de Emine.

En ese instante la puerta del camerino es abierta y el alma por poco se cae a mis pies al imaginar que son nuestros invitados los que habían entrado. Afortunadamente es solo Austin, quien se queda de piedra en el marco de la puerta al escuchar a Frankie, mira a todos rápidamente y luego solo niega con la cabeza como si ya todo estuviera perdido.

—No voy a preguntar, sé que hacerlo es tiempo perdido.

—Solo hablábamos de como Chris escribió una canción para follarse a Emine—explica de igual manera Frankie.

—No escribí esa canción para follarme a nadie—repito bastante aburrido.

—Frankie dice que sin sexo una relación no sirve—explica Mark—. ¿Tú qué opinas Austin?

—Opino que no deberían seguirle las conversaciones a Frankie, siempre termina en un desastre.

—¡Hey!

—Solo pasaba para felicitarlos, fue un buen concierto y excelente canción Chris, cual sea que fuera tu intención con ella, es impresionante. La disquera la escuchó y quieren que sea grabada.

La puerta esta vez suena, Austin al ser el más cercano a ella la abre dejando ver a nuestros invitados. Vanessa, Evelyn, Faith, Jean Luca y Emine. Me parece extraño no ver a la fanática número uno de Four Chips.

Sí, hablo de la señora Martin.

—¡Eso fue jodidamente fantástico! —Vanessa corre arrojándose sobre su novio e iniciando una sesión de besos que nadie quería apreciar.

Quizás solo Frankie, a él le gusta mirar.

—Oye Chris, esa canción me hizo querer enamorarme—menciona Jean Luca bastante animado—. ¡Es grandiosa!

Me limito a responder con unas gracias. No me cae mal el primo de Mark, pero su excesiva personalidad me molestaba en algunas ocasiones, más aún cuando le daba dolores de cabeza a mi amigo. Jean Luca podía ser un grano en el trasero y pocas veces Mark lo ponía en su lugar.

Luego fue el turno de mi hermana en acercarse. Hace una mueca la ver cómo mi camisa está llena de sudor, por lo que se detiene a una distancia prudencial.

—Trajiste a Betsie —susurra en voz baja de tal manera que los presentes no nos escucharan y cada quien estuviera pendiente de su conversación.

Jean Luca era una buena persona para mantener a todos entretenidos mientras me enfrentaba a una nueva batalla de preguntas con mi hermana menor.

—Traje a Betsie.

—¿Por qué trajiste a Betsie?

—Porque Betsie se sentía sola en casa—respondo divertido, los ojos de mi hermana también están llenos de diversión—. ¿Qué?

—Me gusta ver esta faceta de Chris.

Voy a responder, pero noto por el rabillo del ojo como Emine les entrega algunos sobres a mis compañeros, curioso fijo mi mirada en ella, hasta que se da cuenta de que mis ojos están fijos en cada movimiento que hace.

Con evidente nerviosismo se acerca a nosotros, no dice nada, solo me extiende el papel.

—¿Qué es?—cuestiono algo dudoso, recordando las cartas de la acosadora personal de Four Chips.

Las cartas no me traigan buenos recuerdos.

—Una chica se estaba casi ahogando en el público solo porque quería que ustedes tuvieran eso—mete la mano en su bolsillo sacando un sobre similar al mío—. Incluso me dio uno.

Nervioso de lo arrebato sin permiso, la escucho quejarse, pero necesitaba leerlo. Solo quiero asegurarme de que no es una maldita amenaza de muerte.

Pero a medida que leo una sonrisa real se extiende por mis labios. Si estas palabras eran dirigidas a Emine no podía esperar a leer las que eran solo para mí.

No termino de leer porque Emine me la arrebata de las manos como yo hace un minuto, con la diferencia de que ella está enojada.

—No tenías ningún derecho de leer eso.

—Fiu, Chris ya no va a follar esta noche—silba Frankie no muy por lo bajo.

—Cállate, Frankie—regaña Dustin.

—Solo quería ver si las palabras eran seguras, chica castaña, después de lo que pasó con Vanessa no me fío de ninguna carta.

—Hizo bien, medio fandom la odia—las palabras de Evelyn hacen que todos guardemos silencio. Me enojo, sin embargo, no digo nada, no quiero volver a otro episodio como el de esta tarde, no quiero humillarla, pero es crucial hablar con Evelyn.

Por lo que me acerco a la cuñada de Mark y la tomo del brazo asegurándome de no hacerle daño mientras la guiaba fuera del camerino. A la mirada atónita de todos—excluyendo a Vanessa—, me giro con los ojos puestos solo en mi chica castaña.

—La fama es increíble, pero debemos renunciar a ciertas cosas solo para obtenerla, una de ellas es nuestra vida privada. Los fans creen que porque somos famosos también somos como deidades, pero la verdad es que somos simples mortales como ellos, mi pasado puede hablar por mí—señalo el papel en sus manos—. Lee lo que escribió, hay fans que creen que somos dioses, pero fans como la que escribió esa carta aún son conscientes de que realmente somos humanos.

Me di la vuelta y salí del camerino guiando a Evelyn al segundo lugar más privado luego de nuestro lugar, el cuarto de sonido, conocido por todos como el lugar de Frankie. Todos los cuartos de sonido de todos los estadios eran el lugar preferido del baterista para hacer de las suyas.

Sí, hablo de follar por si no queda claro.

Algunos nos miran antes de entrar, hablarían, poco me importaba.

—¡Me lastimas!

—Deja el drama Evelyn, sabes que no lo estoy haciendo.

Evelyn hace un puchero y desvía la mirada dándome la razón.

—¿Por qué me trajiste hasta aquí?

—Porque quiero hablar contigo y disculparme por cómo te hablé hace un rato—Su mirada está fija en sus zapatos, por lo que apoyo mi mano en su barbilla empujando su rostro hasta que sus ojos por fin están bajo mi escrutinio—. Eres preciosa, te conozco muy poco, pero Vanessa habla maravillas de ti y aunque Mark tiene ciertos conflictos contigo aún, tampoco nunca ha dicho algo malo sobre ti, por lo que puedo intuir que también eres buena persona, pero esa es la realidad Evelyn, no te conozco, tu tampoco me conoces...

—Se quién eres, si te conozco.

—Conoces a Chris James, el tecladista de Four Chips, la celebridad, pero no conoces a Christopher.

Ella no conoce a Alan.

—Quiero conocerlo—suplica ella, está a punto de llorar y odio ser el causante de sus lágrimas por más que me moleste como trata a Emine.

—Puedes conocer lo que yo quiera que conozcas, Eve—Digo su apodo esta vez—. Pero solo pocos tendrán la desdicha de conocerme más a fondo.

Ella traga con dificultad, una lágrima se desliza por su mejilla.

—¿Ella conoce todo de ti?

—Ella conoce cosas que pocos saben de mí, pero no solo le escribo canciones por lo que sabe, ella tiene mis letras porque me hace sentir, Eve. Nunca nadie me ha hecho sentir como Emine lo hace desde que la conocí y quiero que entiendas eso.

Ella asiente lentamente y trata de embozar una sonrisa. La abrazo, pocas veces lo hago, pero la Evelyn que tanto Vanessa habla con orgullo no es una mala persona, es una buena chica, con un enamoramiento hacia alguien que es solo una fantasía para una fanática.

—Sigues siendo mi Four Chips favorito—masculla ella entre risas ahogadas.

—Solo dime que Dustin sigue siendo el segundo.

—¿Dustin? Dustin es especial, solo cuando no es influenciado por Frankie—señala ella con fastidio—. Y Mark sigue siendo el idiota que está de último en mi lista. Así que Dustin es mi segundo favorito.

—A veces los segundos pueden convertirse en los primeros.

—¿Qué quieres decir?

—Nada, yo me entiendo.

¡Hola a todos!

Sí, no es domingo. Sí, también tardé en actualizar. La verdad es que les traigo un poco de malas noticias :( Ya no podré actualizar todos los domingos y tampoco les puedo dar una fecha fija de cuando lo haré. ¿Motivos? CLASES PRESENCIALES xD Pronto empezaré de nuevo mis clases presenciales en la uni y he estado en corre corre de comprar cosas que me faltan para mis prácticas.

Lo que si es seguro es que no me voy a perder como lo hacia antes, digo perderme por 6 meses :v De verdad trataré de actualizar en un máximo de dos semanas, de igual amnera pendientes en intocablesxcollge en instagram donde les estaré informando. Ahorita me estoy dedicando a terminar este libro por mi cuenta antes de iniciar clases, espero lograrlo, así podemos hacer maratones :)

Así que, capítulo dedicado a zapotamente <3 y espero que lo disfruten :)

Nos estamos leyendo de aquí a cuando tenga tiempo :)