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Capítulo 10. Reencuentro




























La pantalla por un momento dejó de mostrar lo que pasaría. El grupo de Wei Wuxian del futuro ya sabían lo que ocurriría y el mismísimo Wei estaba rezando a los dioses que realmente su otro yo no fuera a aquel lugar, ni mucho menos se encontrara con esa persona y le dijera esas palabras. Sin embargo, muy dentro suyo, tenía el presentimiento de que ocurriría aquello.

Mientras rezaba en su interior, Wei Wuxian decidió mirar hacia el otro lado, hacia el mismísimo Lan Wangji, provocando que su corazón doliera ver a la versión de su esposo destrozado. Éste tenia la cabeza gacha, dolido, seguro al saber sobre los pensamientos  de su otra versión sobre él y el haber escapado  rápidamente como si hubiera visto a un fantasma.

Aplanó los labios, doliéndole el saber que sus otras versiones sufrieron lo mismo que ellos.

Su muerte y trece largos años de espera.

Pero sonrió, al saber que también Hanguang-jun salvó a A-Yuan del asedio y que lo crió como si fuera su hijo. Eso lo tranquilizaba y hasta estaba seguro que su otro yo, también se pondrá feliz de saberlo más adelante.

Siguió observando el rostro abatido de la otra versión de su marido, notando como Zewu-jun intentaba consolarlo cuando su vista es bloqueada por un pecho fuerte cubierto por una túnica blanca y pura como una nube.

—Lan Zhan...— susurró en reproche.— No puedes estar celoso de ti mismo.

— Mh.— respondió, aunque Wei Wuxian pudo notar lo celos en sus orbes y un puchero casi invisible de sus labios, provocando que soltara una risita deseando besarlo allí mismo. Sin embargo, los dos en un voto de silencio, se pusieron de acuerdo de no mostrar ningún gesto amoroso entre ellos, fingiendo ser amigos y no un matrimonio.

¿Por qué?

Porque, primero, querían que sus otras versiones se dieran cuenta de su amor. Y si eran, demasiado ciegos, dirían algunas cosas... pero no le dirían la verdad.

Segundo, no creían que los del pasado dijeran algo sobre su relación. Es más, estaba seguro, que Lan Qiren haría todo lo posible para que el Lan Zhan adolescente no estuviera con su versión, hasta creería que tomará nota sobre lo que sucederá en frente de sus ojos para no hacer lo mismo.

Y tercero, decidieron aquello debido a que... ¿Y si les decía la verdad de su relación solo provocarían todo lo contrario? No sabían como fue su encuentro, no sabían casi nada de ese mundo y aunque, el principio, fue parecido al suyo, eso no garantizaba nada.

Por eso... prefirieron observar como se desarrollaba su historia y si, era necesario, harían algún comentario pero no moverían los hilos del destino.

Ellos eran observadores de un mundo parecido al suyo pero que no lo era.

—Entonces... ¿Algo parecido ocurrió en su mundo?— preguntó Wei Wuxian a su otro yo, que lo sacó de sus pensamientos, y  asintió con la cabeza como respuesta.— Por lo tanto, sabrán lo que pasará ahora ¿No?

—Bueno... en cierto sentido.—Dudó.—
No sabemos si ocurrirá de la misma manera.

》Ya nos han mencionado diferencias de nuestros mundos... por lo tanto, no sabemos que pasó en su pasado ni lo que pasará en el futuro. De que nos hemos enfrentado a ese brazo, es verdad, el adoctrinamiento Wen es verdad al igual que la guerra, pero los detalles... no estoy seguro.《

—¿Descubrieron el dueño del cuerpo?— preguntó Mingjue provocando que los Juniors, Jiang Cheng, Hanguang-jun se tensaran. Sin embargo Wei Wuxian hizo su mejor sonrisa y asintió con la cabeza. Pero, para Nie Huaisang no se le pasó desapercibido, teniendo un mal presentimiento por ese cadáver.

—Que bueno.— respondió adolescente Xichen aliviado de que ese hombre haya podido al fin descansar en paz.

—¿Realmente... no conociste a Shanhú?— volvió a preguntar Wei Wuxian a su otro yo.

—No...— respondió con pesar al darse cuenta que para su otro yo, fue una persona muy importante para su vida.—Solamente conocí a Qing-jie y A-Ning...

—Ya veo...— susurró con tristeza, pensando que habrá pasado para que su Shanhú no estuviera en la vida de su otro yo. Sabiendo que... si Wen Shanhú no estuvo con su otro yo... habrá sido un completo infierno para su otra versión el pasar por los Túmulos Funerarios.

Lástima.

—No-Nosotros ta-tampoco co-conocimos a la se-señorita Shen.

—A-Ning.— lo regañó una voz femenina.

Wei Wuxian palideció al oír aquellas voces. Su cuerpo giró en la dirección de la voz, encontrándose a su amigo y hermano escondido detrás de...

Oh Dios...

Wen Qing.

Wen Ning y Wen Qing estaban vivos.

Estaban allí con ellos.

Estaban bien.

Wei Wuxian recién se daba cuenta de la presencia de ellos dos y una sonrisa salió de los labios a la vez que lágrimas caían por sus mejillas, provocando que un nudo se le formara al otro Wei Wuxian al saber y sentir lo mismo que él estaba sintiendo al verlos de vuelta. Cuando el mundo de felicidad, alivio y pesar, de los dos Wei Wuxian se derrumba ante los gritos despectivos y amenazas de los demás cultivadores, principalmente del futuro.

—¡Es el General Fantasma!

—¡El General Fantasma está aquí!

—¡Mátenlo!

—¡No lo dejen ir!

—¡Hay que acabar con la amenaza!

—¡NO!— gritaron los dos Wei Wuxian llenos de terror al ver cómo un cultivador corría con su espada lista para apuñalar al General Fantasma, donde Wen Qing llena de miedo se puso en frente de su hermanito para protegerlo cuando todos se congelan en el lugar al ver cómo la espada estaba a unos solos centímetros del rostro de Wen Qing.

El cultivador estaba quieto, como una estatua, siendo rodeado por una energía rojiza. De hecho, la energía roja estaba apretando cada extremidad del cultivador que ni siquiera lo dejaba respirar.

—¡Energía Resentida!— gritó el Lan Qiren del pasado.

—¡WEI WUXIAN!— gritó furioso Lan Qiren del futuro.— ¡Deja al Cultivador en paz!

—¡Acabemos con Wei Wuxian!— gritó otro cultivador, donde inmediatamente los dos Hanguang-jun se tensaron como la tanza de un arco y sacaron sus espadas, listo para proteger a Wei Wuxian al igual que los Juniors que se separaron para proteger a cada uno, unos defendiendo a su Maestro Wei y al otro futuro Maestro Wei del otro tiempo.— ¡Si lo matamos seguro seremos libres!

—¡Esperen!— interrumpió Jiang Fengmian, que al notar como los cultivadores del futuro se dividían para atacar y no les hacía caso, le gritó a su sobrino.— ¡A-Xian detente por favor!

—¡No soy yo!— gritaron los dos a la vez, que se miraron por una fracción de segundo y volvieron a gritar.— ¡No somos nosotros!

Jiang Cheng de los dos mundos del futuro fruncieron el ceño al oír aquello. Sin embargo, el Jiang Cheng de cicatriz se quedó en el lugar, mirando con atención esa energía roja que rodeaba al inútil cultivador, resultandole muy conocido. A su lado se quedó Jin Ling que miraba la situación con confusión.

Era verdad... ese era el General Fantasma.

Era el monstruo que había asesinado a su padre.

Pero... a la vez no lo era.

Ese General Fantasma estaba vivo y más joven... hasta podría tener casi su edad.

Y si los adultos no se daban cuenta de ese hecho, que él teniendo solo trece años lo vio, puede sacar la conclusión que los grandes son unos idiotas.

Menos su Jiujiu.

Su tío no había movido ni un músculo y solo miraba la escena con la clara irritación en sus orbes.

Hasta que los gritos de furia de un lado y los gritos de intentar calmar a los otros fue interrumpido por varios chasquidos de lengua, sonido llenos de decepción y furia.

Se quedaron quietos en el lugar y el silencio reinó en el ambiente, solo escuchándose ese chasquido proviniendo de la pantalla.

Otra vez...

Otra vez estaba esa silueta de la mujer.

Los Cultivadores que querían matar a un Wen Ning inocente jadearon al ver que la causante de lo que le sucedía a aquel cultivador, discípulo Yao, era esa figura femenina al ver como de la mano había una pequeña esfera rojiza más fuerte siendo el contraste del fondo rojo.

—¡Cultivadora demoníaca!

—No.— pensaron los dos Wei Wuxian al igual que Jiang Cheng de cicatriz, mirando fijamente a la figura femenina que chasqueó los dedos, soltando al cultivador.— No lo es.

Éste al ser liberado, comenzó a toser pidiendo aire para sus pulmones mientras era ayudado por sus hermanos de secta.

—¡Mujer demonio!— lo llamó un Líder de secta menor.— ¡Te exigimos que nos libere! ¡No estamos interesados en ver la historia del monstruo de Yiling!

Silencio.

Todos se quedaron tensos escuchandose la respiración agitada de algunos cultivadores hasta que la voz femenina y distorsionada se escuchó.

—Ya, ¿Y a mí qué?

—¡¿Cómo?!— rugió indignado.

Un suspiro de cansancio se escuchó y exclamó.

—¿Que parte de que están allí, encerrados,  por un 》Deseo《 y que yo solamente lo cumplo... no entendieron? En serio... Que tienen en la cabeza ¿Mierda?

—¡Maldito demonio! ¡¿Cómo te atre...

Y el otro cultivador no pudo terminar de hablar cuando una energía rojiza lo envolvió, lo elevó en el aire y lo sacudió de un lado a otro y de arriba a a abajo.

Algunos cultivadores quisieron ayudarlo sin embargo no lo podían agarrar. Los dos Wei Wuxian dejaron de mirar al cultivador que gritaba por ayuda, decidiendo clavar sus orbes en la pantalla viendo con atención a la figura femenina que chasqueó con sus dedos y el hombre cayó de un golpe al suelo.

—Están encerrados aquí por un deseo y con un objetivo.— exclamó con seriedad e irritación, llamando de vuelta la atención.— Conocer la verdad de una injusticia, sobre el Patriarca de Yiling.

》Ahora, no puedo sacarlos, pero si puedo dejarlos aquí... para siempre. ¿Eso quieren?《

Silencio.

—Hice una pregunta.

—Claro que no.— respondió Wen Ruohan, que las demás sectas contestaron igual pero en bajo susurros.

—Bien.— aplaudió.— Dos cosas que aclarar... Primero, no provoquen mi ira porque ustedes saldrán perdiendo y yo ganando, por lo tanto... vuelven hacer algo como eso... atacarse entre ustedes, no se los perdonaré. De hecho, ahora mismo, me llevaré sus espadas.— chasqueó con su mano, donde todos jadearon y se quejaron al ver cómo sus espadas se elevaban en el aire por un aura rojiza y desaparecía atravesando la pantalla.— Dejen llorar como niños, ¿Para qué lo necesitan? Ni tienen energía espiritual, cortesía mía.— rió como si hubiera contado un chiste, ignorando por completo las quejas de los cultivadores.— Segundo, se los dejo claro una vez más, solo saldrán del lugar cuando terminen de ver toda la verdad.

》Ahora... seguiremos viendo, pueden sentarse si quieren... Disfruten《

—¡Espera!— llamó Wei Wuxian del otro futuro.— Señorita Sombra.. ¿Cómo puedo llamarte?

—Mmm... Puedes llamarme Wanda.

Los presentes fruncieron el ceño ante aquel nombre desconocido, sin embargo la voz de Wei Wuxian volvió a hablar.

—Bien, Señorita ¿WangDa?— la llamó con dudas pero el asentimiento de cabeza por parte de la mujer, continuó.— ¿Usted aparece cuando hay un problema? ¿O aparecerá más adelante para comunicarnos novedades? Ya que, aunque en nuestro mundo esté congelado... estoy seguro que el mundo 643 y 641 les gustaría saber que está ocurriendo, ¿No es así, Tío Jiang?

El líder de Secta rápidamente entendió y asintió con la cabeza.

—Así es.— respondió inclinando con respeto hacia la silueta femenina.— Nos gustaría saber que esta pasando afuera de estos muros y si nos podríamos comunicar con nuestra gente,  decirles que estamos bien.

—Vendré más adelante y veré que puedo hacer.— respondió sinceramente.— Haré lo mejor que pueda, recuerden que no tengo acceso al mundo 643 y apenas puedo estar en el otro, pero cuando tenga algún anuncio, les informaré. ¿Algo más?

Los presentes negaron con la cabeza.

—Entonces, antes de irme, recuerden que no pasan hambre ni sed ni cansancio pero si se quieren sentar.— chasqueó una vez más los dedos, donde por arte de magia unas sillas aparecieron detrás de cada persona. Y eso que llegaban a más de 200 personas en el lugar. Siempre sorprendiendo lo que podía hacer aquel demonio.— para mejor comodidad, ahí tienen unos asientos.

》Ahora... continuemos, todavía falta un GRAN recorrido. Esto recién empieza.《

Y la figura desapareció, volviendo a mostrar la pantalla. El ambiente a su alrededor cambió, como si el sol iluminara sus cabezas y una cálida brisa sacudió sus túnicas y cabellos. Wei Wuxian decidió sentarse en la silla, siendo seguido por su esposo, por Jiang Cheng y por los Juniors, que los demás al verlo... algunos dudaron y otros le siguieron como los líderes del pasado.

Si iban a estar encerrados ahí y si era verdad de que faltaba mucho... entonces se sentarían y mirarían lo que tendrían que ver.

Ahora, prestando atención hacia la pantalla, este mostraba un paisaje tranquilo y maravilloso.

En el medio de un campo de cultivo, se podía ver dos figuras, siendo una de un animal y otro de un muchacho de vestimenta negra que intentaba avanzar mientras empujaba a su burro.

Su transporte.

Entre quejas, empujones y muchas rabietas, lograron llegar a un lugar fresco, en este caso, era la sombra de un árbol. Acostado, debajo del gran árbol, observó como ese tonto burro comía el pasto tierno y bien verde mientras que a su lado, había un pozo con una cubeta junto con un cucharón para que los viajeros pudieran saciar su sed.

Soltó una risita desganada mirando a su animal, sabiendo que su transporte fue una tortura para su trasero.

¿Que clase de burro era este?

Delicado con su comida, gruñón por no tener lo que éste quiere ¡Y se enoja por cualquier cosa que hiciera!

Que animal tan terco.

Se levantó del suelo y decidió acercarse hasta el pozo para beber un poco de agua mientras pensaba mirando con mala cara a su burro.

Que montura tan difícil que me elegí.— bufó.— Hasta mi espada era mucho mejor que esto.

Apenas mencionó a su querida Suibian una sonrisa amarga nació de sus labios y una mirada melancólica se mostró en su rostro.

¿Dónde estará ahora?— pensó para luego soltar una risita y mirar hacia el cielo.— Lo más seguro es que esté colgada como trofeo en una predominante secta.

Los presentes del futuro se tensaron al oír aquello debido a que claramente tenía razón. Sin embargo, a Jiang Fengmian ni a Jiang Cheng adolescente le gustó oír eso provocando que el menor mirara mal a los del futuro. Al igual que los Juniors que ya sabían la verdad miraron mal a cierto lider de secta de túnicas doradas, que éste frunció el ceño confundido.

Mientras las personas seguían incómodo y tensos por las palabras de Wei Wuxian, la mente de Wen Ruohan estaba consumida por otros asuntos. La única mención de su clan, el clan más fuerte de la época, fue en referencia al papel de Wei Wuxian, el Patriarca de Yiling, en su caída. Ambos fueron considerados monstruos que fueron derrotados hace más de una década, entonces, ¿cuál fue la diferencia?

¿Fue simplemente que Wei Wuxian era más reciente?

No, era más que eso. Incluso en las tareas diarias de un cultivador, se lo había mencionado en numerosas ocasiones, y no se había hablado de los Wen ni una sola vez.

Después de que los Wen diezmaran a las cuatro grandes sectas restantes, Wei Wuxian había intentado terminar el trabajo. Sus
(decepcionantes, inútiles ) hijos eran técnicamente sus herederos, pero Wei Wuxian era el verdadero sucesor de su legado como el cultivador más peligroso del mundo.

Y, sin embargo, fue recordado de manera diferente.

Los Wen eran una parte de la historia antigua; Wei Wuxian era el monstruo que los padres les dijeron a sus hijos para que se comportaran. A pesar de que Wen Ruohan se había cultivado hasta la cima de lo que era posible, a pesar de que había obtenido la técnica casi olvidada de la mano derrite núcleo.

O tal vez eso fue todo. Casi había destruido el mundo de cultivo, pero Wei Wuxian había creado otro.

Wen Ruohan había perfeccionado todas las técnicas conocidas, y los Lan y Nie e incluso Wen Zhuliu tenían habilidades únicas transmitidas de generación en generación que los diferenciaban de otros cultivadores. Sin embargo, ninguno de ellos había creado nada. Wei Wuxian había inventado talismanes y banderas y la brújula del mal y todo el campo de cultivo demoníaco en los pocos años que había estado vivo. Por sí mismo, se había vuelto lo suficientemente poderoso como para que el mundo se uniera contra él.

Algo a considerar en el futuro.

Al lugar llegaron un grupo de personas y se les acercaron.

Los que recién llegaron llevaban con ellos, cestas de bambú, vestían ropas cómodas de algodón y sandalias de paja, era muy obvio que se trataban de simples campesinos rurales.

Era claro el porqué habían parado allí, después de un largo día de haber caminado bajo el caluroso sol, estas personas tenían el mismo objetivo que él, descansar bajo la sombra fresca de un árbol.

Pero, estos notaron, a un burro atado al árbol a unos metros y un lunático con maquillaje extremadamente exagerado y cabello desarreglado, temieron en acercarse.

Wei Wuxian al notar esto, suspiró y se apartó hacia un lado para que estas personas se tranquilizaran.

Al ver aquella acción, los viajeros entendieron que el lunático no era un peligro, se acercaron al pozo y comenzaron a llenar sus cantaros con el agua fresca y limpia del pozo.  Se podía apreciar en la pantalla lo sudorosos que estaban, con mejillas acalorada que algunos se abanicaban con sus sombreros de bambú y otros tomaban agua.

Entre los viajeros, se distinguía dos figuras femeninas y un niño con una espada de madera,  una era una joven y delicada muchacha, daba un aire dulce y risueño debido a sus mejillas regordetas decoradas de un suave carmín. Y la otra era alta, vestida con túnicas negras y violetas (igual que el menor mientras que el resto estaban diferentes)  y que, para su confusión, la dama no se había sacado el sombrero de paja que tenía un tela que cubría su rostro.

Sin embargo... podía sentir sus ojos sobre el.

La muchacha de mejillas carmín, se sentó al lado del pozo y miró en la dirección de Wei Wuxian con una sonrisa, éste frunció el ceño confundido pero aún así, decidió volver la atención hacia su burro que se sorprendió al ver a una niña acariciando a su mascota, que esa no era el motivo de su sorpresa sino es que su transporte se dejara acariciar con tanta paz.

Maldito traidor.

—¡Oh Dios! ¡Dioooos miiooo!— chilló Wei Wuxian emocionado, interrumpiendo por completo el silencio.— ¡Es ella! ¡Es Mei! ¡Es Yun! ¡Y la mujer... la mujer es Shen Lian! ¡Al fin nos vamos a encontrar con ella, digo..., te vas a encontrar con ella!

—¡CÁLLATE!— gritaron Jin Ling y Jiang Cheng hartos de escuchar la voz de éste y que interrumpa constantemente los momentos emocionantes. Ellos también, aunque no estaban demostrándolo, estaban emocionados por saber como sería el encuentro entre esos dos.

Aunque Jiang Cheng miró a su otra versión, notando rápidamente en esos orbes el enojo, la irritación y el desagrado,  de saber que supuestamente la mujer de su "situación amorosa" del otro mundo, se cruzó primero con Wei Wuxian antes que el.

Hasta podría apostar... que su otra versión estaba celoso.

Suspiró desganado, sin saber si realmente quería saber la vida de su otro yo o no.

Wei Wuxian se acercó con cuidado hacia la niña y el burro para no asustarlos, ya que estaban muy cómodos en su mundo.

—Hey... Veo que le agradas.

La nena se sobresaltó un poco y miró en dirección de la voz masculina, encontrándose a un joven con maquillaje que, aunque daba un poco de miedo su rostro, no parecía ser mala persona y le sonrió apenada alejándose un poco del animal y se inclinó con respeto al mayor.

Algo que le había enseñado su Jiejie.

—Lo-Lo siento señor...

—Oye, no tienes porqué inclinarte ni disculparte.— se acuclilló en frente de la nena y le siguió sonriendo.— No hiciste nada malo, de hecho... puedes seguir haciéndolo, mi burro me está mirando mal y tengo miedo de que me de una patada por haberlos interrumpido.

La niña soltó una risita y asintió con la cabeza feliz, volviendo a acariciar con cuidado al animal. Wei Wuxian sonrió ante aquella imagen, recordando a ciertos niños que cuidó en los Túmulos Funerarios, hasta que esa mirada se apagó en una llena de tristeza y amargura.

—Ya hemos llegado a los pies de la montaña Dafan.— la voz de una de esas personas, logró que Wei Wuxian saliera de sus pensamientos y mirara a aquel hombre que sostenía entre sus manos, una especie de brújula que éste señor dividía su mirada hacia el horizonte para luego volver a mirar al compás, confundido.— ¿Por qué el puntero no ha comenzado a mover todavía?

Wei Wuxian y los Juniors, junto con Hanguang-jun y Jiang Cheng se tensaron al oír aquella ubicación.

Con una mueca de temor en los labios de los menores y otra de pesar en los mayores, se miraron con preocupación deseando muy en su interior que no fuera lo mismo que paso en su mundo.

Mientras tanto el otro Wei Wuxian, que estaba emocionado por haberse encontrado con su Meimei, sonrió de lado al ver que usaban una vez más uno de sus inventos.

Hipócritas...

El objeto que el hombre sostenía entre sus manos tenía un aspecto extraño, lo que demostraba que no era una brújula común.

A Wen Ruohan y a Jin GuangShan realmente les interesó aquel artefacto que era distinta a las normales y miraron con atención ese invento.

Mientras tanto a Jiang Fengmian, sus hijos, Nie Mingjue, su hermano menor junto con Lan Xichen y Lan Wangji adolescente les sorprendía cada vez más la inteligencia de Wei Wuxian y sus inventos.

Wei Wuxian al oír aquello, analizó el compás que aquel hombre sostenía y pensó.

—Por lo que veo... esa brújula no señala los puntos cardinales como una normalmente lo haría.— sonrió de lado.— Ese artefacto, en realidad, señala a las criaturas maliciosas... La brújula del mal ¿Eh?

》Parecer ser cultivadores de bajo recursos que decidieron  alejarse de su Villa para instalarse en otra secta prominente o mejor dicho, ganar alguna criatura de carácter peligroso para obtener reputación.《

El líder del grupo, que se encontraba bebiendo un poco de agua, tragó  y respondió.

—Puede que tu compás esté roto, ya te conseguiré uno nuevo. La Montaña Dafan solamente esta a unos 16 kilómetros más adelante, lo que significa que no podemos descansar por mucho tiempo. Ya nos hemos esforzado durante todo el camino para ahora relajarnos, no podemos. Si decidimos descansar, solo pasará que nos quedemos atrás y otras personas nos ganarán. Si eso pasa, no habrá valido la pena todo nuestro esfuerzo.

Wei Wuxian escuchó aquello y su cabeza rápidamente hizo click.

Una cacería nocturna.— pensó para luego sonreír ladinamente mientras miraba hacia el cielo.— Esa tarea era mi especialidad... Sin embargo, en estos días solo he destruido pequeñas tumbas y solo pude encontrar fantasmas pequeños.— sus orbes se apartaron del cielo para mirar su muñeca derecha donde todavía quedaba el último corte por sanar.— Ya que después de todo... necesito un fantasma soldado que haga el mal por mi... y creo que el lugar que acaban de decir, es perfecto para . Mientras más cruel, mejor.

Susurros despectivos interrumpieron el silencio debido a las palabras de Wei Wuxian, sin embargo, se callaron inmediatamente ante la mirada fulminante de Wen Ruohan.

Cuando por fin se estaban a punto de marchar, Wei Wuxian notó como la muchacha de mejillas regordetas se inclinaba hacia la otra mujer para luego acercarse a él con una pequeña pero madura manzana entre sus manos.

Al estar en frente suyo se lo entregó.

—Aquí tienes.

Al principio Wei Wuxian parecía un poco reacio a corresponder a la muchacha, pero después de unos segundos tomó confianza y lo agarró sonriendo de lado a lado.

—Gracias.

La muchacha asintió con la cabeza, se inclinó para luego alejarse de su ubicación.

—Tu burro quiere la manzana.

Wei Wuxian se sobresaltó al oír la voz de la nena, que se había olvidado por completo de su presencia y miró a su costado derecho viendo como la menor miraba la fruta en su mano, al igual que el burro con sus orbes brillando.

—Los adultos ya se están yendo.— habló preocupado porque dejaran a la niña.— Ve antes que te dejen atrás.

—¡A-Mei!— la voz del niño, llamó la atención de ambos, acercándose el niño de túnicas negras con detalles violetas y su espada de madera en una de sus manos. Wei Wuxian lo analizó a detalle notando una cicatriz en uno de sus ojo, sus orbes eran de un tono violeta, su piel era pálida y de cabellos negros. Por un momento, por un segundo, se le vino a la cabeza a una sola persona cuando era un niño.

Se parece a Jiang Cheng.

Los mencionados fruncieron el ceño al no ver un parecido con el menor, hasta que Yanli soltó una pequeña risita llamando la atención del adolescente Jiang que se sonrojó al ver la mirada divertida de su hermana mayor.

—A-Xian tiene razón.— comentó ocultando su sonrisa detrás de su manga.— Tienen un parecido, hasta podría ser tu hijo A-Cheng.

—A-Ah.. ¡A-Jie!— regañó avergonzado a su hermana mayor, odiando que se riera de él y dijera aquellas palabras.

—Vaya...— susurró el otro Wei Wuxian hacia su esposo.— No lo había visto de esa manera... tiene razón, tiene un parecido contigo Jiang Cheng.

—Wei Wuxian.— masculló con la mandíbula tensa, mirando la pantalla fijamente.— Cállate.

Wei Wuxian hizo un puchero y volvieron su atención hacia la pantalla.

—A-Yun.— sonrió feliz, donde Wei Wuxian miró ahora a la menor, recordando a esa niña a su hermana menor.

Y ella se parece a Shanhú.— pensó sonriendo melancólica al ver a los dos menores hablar entre ellos.

—¡Son sus hijos!

—¡Cállate!

Jiang Fengmian quiso ocultar su sonrisa al ver cómo sus hijos, tanto adolescentes como adultos, estaban rojos hasta las orejas de la vergüenza. Él también veía un parecido del niño con su hijo, sin embargo, todos sabían que no era su sangre.

Mientras tanto a Madam Yu le desagradaba la idea de esa mujer con su hijo. Que, para su suerte, en su mundo esa niña nadie la conocía.

Pero... ¿Por qué?

¿Por qué su hijo se había enamorado de una perra Wen? ¿Era amor realmente?

Era ridículo.

Además... una de las preguntas que más se hacia era... ¿Por qué su otra yo dejó que su hijo se acercara a esa niña?

¡Es un peligro!

¡Ella y Wei Wuxian eran y son un peligro para su secta!

Jamás dejaría que esos dos se encuentren... destruirán la vida de sus hijos.

Eso no lo permitiría.

—Lamento que mi hermana lo haya molestado, señor.— habló el niño, causando que Wei Wuxian volviera a prestar atención a los dos niños, que se inclinaban ante el con respeto.— Que siga teniendo un buen viaje.

—No se preocupen, no me ha molestado.— sonrió correspondiendo el saludo con otra reverencia.— Y gracias, ustedes también tengan un muy buen viaje.

Los dos niños asintieron con la cabeza y agarrados de las manos, se dirigieron hacia el grupo de cultivadores. Wei Wuxian observó como los menores agarraban cada uno, la mano de la joven que le había dado una manzana, alejándose ya de su ubicación.

—¡¿Que?! ¡¿Y mi reencuentro?!

La mayoría también pensaron lo mismo. Hasta las dos versiones de los Juniors querían ver ese momento pero se sintieron confundidos y decepcionados al ver cómo el grupo de cultivadores junto con los niños se alejaban de Wei Wuxian.

Son cultivadores.— pensó frunciendo el ceño.— No deberían llevar niños a cacerías nocturnas... Además...— analizó al grupo, que ya estaba un poco lejos.— ¿Dónde está la mujer de túnicas negras?

Los presentes contuvieron el aire al ver en la pantalla como la dama estaba detrás de Wei Wuxian aún con su sombrero de paja que cubría por completo el rostro.

Wei Wuxian se tensó como la tanza de un arco al sentir una presencia detrás suyo. Rápidamente, giró sobre sus talones y saltó hacia atrás al ver cómo la mujer lo comenzaba a atacar.

—Espera... ¿Que?

Wei Wuxian no podía creer lo que sus ojos veían.

¿Por qué?

¿Por qué lo estaba atacando?

¿Era para ver si era él?

¿Era una prueba?

Wei Wuxian sonrió de lado al ver la valentía de la mujer en atacarlo, que esquivó cada ataque con la técnica de pies de los Jiang.

—Así que... se dio cuenta que soy un Cultivador demoníaco ¿Eh?— pensó analizando a la mujer, que casi roza su mejilla, sorprendido por la rapidez y fuerza que tiene ya que también ha bloqueado algunos golpes.— ¿Cuánto cultivo tiene? No creo que haya sido eso... Ni siquiera he usado la energía resentida...

》Bueno, en fin... vamos a acabar con el misterio.— sonrió ladinamente y abalanzándose hacia la mujer que está vez los papeles se invirtieron, Wei Wuxian mandó una ráfaga de energía resentida, sin dañarla, para que el sombrero de bambú volara y dejara ver el rostro de la dama misteriosa.— Vamos a ver quién es la da...— y Wei Wuxian no pudo terminar de hablar al reconocer aquel rostro.

Como si el tiempo se hubiera vuelto más lento, el sombrero salió volando con lentitud dejando ver de a poco el rostro de la mujer. Primero comenzando con su mentón, para luego ver sus labios y sus mejillas que estaban empapadas de lágrimas hasta que se dejaron ver unos orbes cristalinos de color verde llenos de dolor, mirándolo hacia él.

El silencio abordó entre ellos, al igual que los presentes que veían en la pantalla.

El rostro de Wei Wuxian se veía la incredulidad, la sorpresa, el terror y el dolor que inundaba en sus orbes, sin poder creer lo que veía.

—¿Sha... Shanhú?— susurró tan bajo que ni siquiera sabía si lo había pronunciado.

El silencio se prolongó por unos malditos e infinitamente segundos, hasta que la voz de la castaña, se escuchó.

—Wei Wuxian.













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¡Hola! ¡Acá les traigo un nuevo capítulo!

¿Que les pareció?

¿Les gustó?

¡Ya se encontraron!

¿Que piensan que pasará?

¡Voten y comenten!

Espero que les haya gustado.

Cuídense.

Besitos.

~M.






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