Capítulo 1
Amanecía en un gran prado de flores, cercano a este empezaron a mostrarse abejas que iban zumbando hacia las muchas flores alimentándose de estas sin preocupaciones en sus vidas.
Pasado unos minutos que el sol daba calor al tocar la tierra algunos monstruos tenían que esconderse para no quemarse o sufrir las consecuencias del calor que era su mayor enemigo.
En cambio el día era lo mejor para salir a trabajar para los humanos. Cerca de un arroyo había una pequeña casa de madera y piedra por la cual salió un joven dispuesto a trabajar de talar unos árboles para calentar su horar.
Con su mochila donde llevaba lo que necesitaría este día en la espalda, acomodo la máscara que llevaba puesta en la cara siempre que salía por temor a que lo reconozcan.
El joven vivía solo cerca de aquell prado y su casa estaba oculta entre un bosque así que tenía que caminar un poco lejos para no talar su escondite. De hecho tenía un pequeño burro que le ayudaba a traer más materiales en los viajes que hacía así que después de darle de comer a su ganado fue a montarse sobre el burro y salir hacia el norte.
Pero como era obvio buscar materiales tanto como madera y comida era cada vez más difícil así que debir alejarse más de su hogar debido a eso. Por suerte tenía un mapa que estaba haciendo a medida que salía en cada oportunidad.
La vida en este mundo era difícil, no sólo por ser un joven solitario, si no por los peligros que puede encontrar cada día. Había talado unos cuantos árboles cercanos a un lago y entre que cortaba la madera en pedazos más pequeños para llevar más fácilmente su burro empezó a exaltarse a sus espaldas lo cual le hizo voltear tomando su pequeña espada de hierro rápidamente por si alguien le atacaba.
Grande fue su sorpresa al quedarse helado en su sitio por tener enfrente a una criatura que desconocía.
Alta y oscura, su cuerpo era tan delgado y terrorífico que apenas mirar sus piernas ya le aterro en un principio. Levantó la vista hacia arriba para mirar el rostro de esa criatura. Igualmente de horrorosa y unos enormes ojos violetas que parecía miraban directamente su alma. La tensión creció de manera tan rápida que el joven apretó sus ojos nervioso y bajo la cabeza con el corazón latiendole a mil con la negatividad que desprendía aquell ser.
Pero de pronto esta se fue y su cuerpo fue destensandose de a poco. Miro de nuevo y la criatura se había ido. Giro hacia todas las direcciones para mirar no creyéndose que esa cosa se haya ido tan rápido y entonces se asusto al verlo otra vez pero estaba a una distancia bastante alejada para su sorpresa.
Y así pudo ver que aquella cosa se movía de una manera muy rápida, como si el espacio no fuera problema para el y aparecía en distintos lugares.
El temor se volvió curiosidad dentro de el y se subió en su burro de nuevo para empezar a seguir aquella criatura. En el camino le dio un vistazo a su libro de explorador y encontró la página donde había encontrado un libro que hablaba de una criatura alta y oscura que aparecía en todos lados y provenía del fin del mundo...
Era peligroso seguirlos por que si lo miraba a la cara este le atacaría de una manera brutal así que lo seguía a una distancia segura.
Tan concentrado estuvo en no perder de vista a la criatura que había perdido totalmente la orientación en su mapa, y la mañana se volvió tarde en poco tiempo. El joven trago saliva preocupandose de como pasaría la noche pero entonces en lo que seguía al ser oscuro vio a lo lejos algo raro.
Una estructura que no cuadraba con el lugar, en ese momento había perdido de vista a la criatura pero ahora no tenía más que acercarse a aquell lugar extraño. A medida que se acercaba podía oír el mar y tuvo que dejar al burro alejado una vez estuvo a pocos pasos, no podía creer que lo que tenía frente suyo era lava, fuego y la tierra carbonizada al rededor de aquell lugar. Se acercó más para inspecciónar y parecía ser un antiguo templo pero ¿por que estaba todo rodeado de esto?
Había encontrado un cofre sorprendentemente con algunas cosas adentro. Para su codicia y emoción encontró pepitas de oro y una manzana dorada la cual no se atrevió a comer, y una carta algo chamuscada y se notaba era de mucho tiempo.
"La puerta al fin del mundo se abrirá con fuego y solo los más fuertes podrán sobrevivir al cruzarla"
Esto lo volvió a dejar helado mirando aquella "puerta" era un esculpido de obsidiana, la piedra más fuerte que había encontrado una vez, era imposible de romper a no ser por diamante. Pero dejando de pensar en eso se puso enfrente del agujero que seria la puerta y empezó a pensar como abrirla. Guardo el oro y la manzana y antes de que se hiciera de noche preparo un refugio simple con la madera que había conseguido hoy. Servirá para mantenerse protegido en la noche de algunos zombies y esqueletos.
Pero mientras volvió a con la estructura para poder abrirla, aún que no había mucho misterio con lo que decía la carta, de su mochila sacó su chispero para hacer fogatas y lo prendió contra la obsidiana. Su sorpresa le hizo saltar hacia atrás cuando el fuego se expandió volviéndose violeta y cubriendo todo el agujero entre la piedra. La luz violacea y un sonido totalmente extraño empezó a salir de ahí a la vez que las cenizas igual de violetas volaban fuera de la puerta.
No podía creer lo que estaba viendo.
¿Esta era la puerta que llevaba al fin del mundo?
Su deseo desde tantos años era poder encontrar esta puerta y al fin lo logró, su viaje y sacrificio por tanto tiempo había valido la pena, pero nunca hubiera pensado encontrar primero la puerta y no estar listo.
Todavía necesitaba prepararse para la batalla y solo era un chico con una espada y un burro por ahora.
Había quedado tan maravillado con la brillante entrada que no se dio cuenta que se había puesto oscuro a su alrededor, apresurado se fue a intentar prender sus antorchas y ponerlas cerca del refugio pero ya era tarde, los zombies salieron de sus escondites y lo habían visto, pronto los gemidos de muerte le rodearon y con su pequeña espada de hierro intentaría proteger a su compañero animal.
Por suerte había escondido bien al burro atrás del refugio así que los monstruos solo se fijaron en el y empezaron a perseguirlo. No sólo eso una flecha se clavo en su hombro de la nada y fue directo a llevar una mano a la flecha cayéndose al suelo por el dolor. Intento sacarse la flecha pero dolía demaciado. Eran esqueletos arqueros que también lo habían visto.
Estaba rodeado, ¿Acaso lo matarian así de fácil y vergonzosa? Por más que les dre pelea a los monstruos eran demasiados y no sobreviviría a todos sus ataques, no sin nada de protección.
Pero de pronto sintió como una catarata de sangre podrida lo ensucio por completo y entre la oscuridad apenas pudo ver que los zombies estaban siendo cortados por la mitad y decapitados, con la sangre en su máscara y ojos no pudo ver nada hasta que intento limpiarla con la manga de su ropa pero mientras seguía en el suelo escuchaba como alguien masacraba a los monstruos en la oscuridad.
No había nada cerca para prender un poco de fuego pero intento levantarse para quitarse la flecha que era su mayor molestia ahora en su cuerpo hasta que los sonidos de pelea cesaron y escucho unos pesados pasos acercarse a él.
Se giro y levantó las manos sin hacer nada más que mirar con la poca luz que la luna ofrecía al que lo salvo de esos zombies. Acaso era un golem? Un forajido? No lo sabía pero los ojos blancos de este le hizo desorientarse totalmente sin saber quien podría ser.
Pero se tenso cuando este levantó su espada amenazando con cortarle el cuello en cualquier momento, ahí reacciono y le habló.
-¡Espera! ¡No soy un monstruo!-
Eso había funcionado, el desconocido se quedó inmóvil un momento y luego bajo la espada. Poco tuvo tiempo de suspirar que este le golpeó la cabeza con la otra mano desmayandolo de una.
Autora:
Esto es un Farfadox x Dream
Pero con una historia algo distinta a la canónica que pueden tener los personajes.
Más que nada moldeare a estos de otra manera para tener una historia masomenos larga espero se entienda y les guste.
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