Al abrirse la puerta del restaurante, se sintió algo molesto, puesto que acababa de cerrar, sin embargo resultó ser una buena amiga quien venía de visita y a pedir un pequeño favor.

－Hermanito Kai － Dijo Alice poco después de entrar －Sabes cocinar ¿no?

－¿Realmente estás preguntando eso? Sigo llevando mi uniforme de chef － Suspiró pesadamente, aquella pequeña idol era incomprensible a su parecer.

－¿Dónde está el hermanito Kazuki? － Preguntó mirando a los alrededores ignorando por completo la respuesta ¿por qué había preguntado siquiera?

－Salió, no me preguntes donde, ni siquiera me avisó － Respondió el chef con molestia, después de todo prácticamente lo había abandonado al final de la jornada laboral así que tendría que limpiar todo él solo.

－¡Perfecto! － Celebró alegremente la ídolo para correr hacia la cocina －¡Hermanito Kai, preparemos chocolates!

No dijo palabra, solo la miró fijamente con desaprobación, acababa de terminar de limpiar la cocina y no quería tener que volver a hacerlo, además de que, conociendo a Alice ni siquiera lo ayudaría.

－Porfis, porfis. Necesito darle chocolates a mi hermanita Mimori － Pidió suplicante, haciendo uso de su natural adorabilidad ¡nadie podría resistirse a esa carita!

－No － Nadie excepto Kai.

Así que inició el plan B, hacer un berrinche... Fue inútil, su querido amigo se negó rotundamente, a este paso se quedaría sin planes, pero ahora que A y B fracasaron, solo tenia la opción de usar el plan K, no pregunten que paso con los 8 restantes.

－Es una lástima, el hermanito Kazuki se alegraría mucho si recibiera chocolates de tu parte － Dijo Alice fuertemente mientras cruzaba el umbral de la puerta －Una lástima.

－E- espera － La detuvo casi de inmediato －¡Solo esta vez! ¿Entendido?

－¡Yey!

Motivada la idol, no dudó ni un segundo en ponerse manos a la obra, había llevado ya todo lo necesario, incluidos los moldes de corazón, que porsupuesto ¡son lo más importante!, era un experiencia divertida aunque la chica era sorprendentemente hábil en lo de preparar chocolates así que hizo cuestionarse a Kai su motivo de estar allí: "debí de haberla rechazado... Ugh, pero de todos modos quería preparar chocolates para Kazuki". Pero este pensamiento desapareció cuando Alice le pidió que le enseñará a preparar un pastel de chocolate, aparentemente su idea era hacer un pastel con decoraciones de flores, corazones y el típico texto romántico para poder dárselo a Mimori.

－¿Qué harás tú, hermanito? － Preguntó divertida mientras escribía alegremente con chocolate blanco derretido sobre el pastel, escribiendo la frase: "Tu belleza me recuerda al más hermoso prado de flores, a un oasis en medio del desierto y tu aroma al perfume de las rosas. Con amor, Alice".

－¿Qué clase de frase es esa?

－¿Qué quieres que escriba entonces? － Hizo un puchero con enojo, entonces se le ocurrió un idea, y escribió una nueva frase: "¿Eres chocolate? Porque eres lo que más deseo este San Valentin". Apenas terminó de escribir estalló en carcajadas mientras el chef la miraba con una mezcla entre decepción y enojo.

－Esto es enserio, Alice.

－¡Es una buena frase!

Con un suspiro, Kai continuó con su propio trabajo... Una frase... Una frase... "Mi vida era escalar hasta que me topé contigo. Ahí se volvió vectorial, pues cobró sentido". Sí, sonaba bien.

－¿? No entiendo, pero suena bien y rima de todos modos － Comentó algo confundida －¿También harás un pastel?

－Eso es correcto.

－Copión

Pero aún si este trabajo fue un éxito, llegaba la parte más difícil, entregarlos. No es como que alguno de los dos fuera tímido, incluso sabían que de todos modos no iban a ser rechazados, ya eran pareja después de todo, es solo que a ambos les costaba un poco las muestras de afecto y era posible que se terminara volviendo algo incómodo así que Alice propuso su increíblemente buena idea (idea mediocre según el razonamiento de Kai, pero no veía el porqué no. La idea increíblemente buena/ mediocre consistía en que Alice entregaría el regalo de Kai y Kai entregaría el de Alice, así se volvería menos incómodo para ambos.

－¿Esto no podría crear malentendidos? － Preguntó el chico.

－Esta bien, los pasteles están firmados y es tan simple como aclarar las cosas desde el inicio ¿no?

－... Un interesante pero lógico razonamiento, no detecto ninguna falla.

－Gracias, aunque no era necesario decirlo así.

－Un genio de genios debe ser capaz de dominar el lenguaje.

－¿No te habías rendido con eso?

Y con esto, ambos empezaron su misión, no sería difícil encontrar a Mimori quien a estas horas debía de encontrarse en su casa. Y así fue.

－¿Kai? －Preguntó confundida al ver tal repentina visita.

－Alice me pidió que te entregará esto － Le entrego el pastel de chocolate de Alice.

－Oh... Ya veo, muchas gracias － Rió algo nerviosa, le hubiera gustado que se lo entregará ella en persona, pero comprendía su situación y no quería hacerla sentir incomoda, y de todos modos la ídolo le había prometido que pasarían esa noche juntas, así que se verían poco después.

Pese que aquello fue bien, ¿donde está Kazuki? Llevaba más de 1 hora buscándolo y cuando estaba apunto de rendirse, se topó con él mientras esté salía de una pequeña tienda de dulces.

－Toma － Sin rodeos, se lo dio －De parte de mi hermanito Kai.

－¿De Kai? － Sonrió alegremente －La verdad, yo también quería regalarle chocolates, pero no soy bueno en esto, todos se ven muy bien.

－¿Ustedes se verán más tarde?

－Sí, quedamos en mi casa en unas horas.

Alice suspiró, ¿qué sentido tenía entonces el plan medi- el plan increíblemente bueno? Ambos se encontrarían con su pareja pronto después de todo. Entre suspiró se dirigió hasta la casa de su novia.

－¡Alice! － La recibió con un abrazo －Gracias por el pastel, ya probé un poco, esta delicioso.

－Me alegra que te guste － Dijo para acurrucarse un poco contra ella.

－Yo también había preparado unos chocolates, ¿qué tal si lo compartimos mientras vemos una película?

－¡Yap! － Corrió hasta el sofá para sentarse siendo seguida por Mimori, volviendo a acurrucarse la una con la otra pasaron aquella noche juntas.

Por otro lado, Kai llegaba a la casa de Kazuki, sorprendido por el silencio, se esperaba encontrar a los hermanos de este o a su madre como solía ser usualmente, pero ahora ambos tenían un poco de espacio a solas.

－Te compre unos chocolates － Le dijo alegre －A diferencia tuya no sirvo para esto, solo compre el más caro.

Kai rió y se dispuso a recibir el regalo －Gracias.

－No es mucho comparado con tu regalo la verdad － Rascó su nuca algo avergonzado, pero poco después fue sorprendido por un beso en su mejilla.

－Me agradeces después, primero comamos.

Ambas parejas disfrutaron aquel día al tenerse el uno al otro y claro, también junto con los chocolates.