ღ del odio al amor
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El clima seguía siendo frío puesto que seguían en invierno, aunque JongIn podía darse el privilegio de no usar bufanda y guantes de vez en cuando. Por supuesto que la mayoría de las veces los usaba, para evitarse problemas por si es que su madre le pedía algún vociferador.
Los inviernos en Hogwarts eran muy bonitos, a él le gustaba ver como la nieve pintaba todo el paraje de blanco y envolvía en esa aura todo lo que tocaba, haciéndolo todo un poco más mágico si es que eso es posible, considerando que usaban magia a diario en las aulas de la escuela.
Era Febrero y el típico festejo de San Valentín se acerca pese a que esa sea una tradición enteramente muggle, lo cierto es que según sus teorías, fueran magos o no, a las personas les encantaba el drama y tener algo que celebrar, por lo que la fecha le venía perfecto con cualquier excusa.
JongIn recibía chocolates todos los años desde su segundo año en Hogwarts, era un chico guapo y varonil, tenía buenas notas, era amable con quien quería ㅡmayormente los de su casaㅡ y había logrado entrar al equipo de quidditch de Gryffindor para enorgullecer a sus padres que también fueron leones.
Era realmente muy cómico para él como era que los padres aún seguían pensando de manera un poco tradicionalista pese a que hacía un buen tiempo la guerra supuestamente se debió haber llevado los estereotipos, pero ni Harry Potter ni Dumbledore en su tumba podían hacer que toda la gente cambiara de opinión por completo.
Así que sí, algunas personas seguían creyendo en la pureza de la sangre y esas cosas, para JongIn esas eran tonterías. Si él se enamoraba de alguien de Hufflepuff iría a por ello, igualmente si fuera Slytherin. Simplemente tenía la determinación y valentía que como gryffindor lo caracterizaba y de los cuales se sentía muy orgulloso al punto de presumirlo.
Está bien, quizá sí era un poquito engreído algunas veces y también un poquito, poquito bélico, se comportaba un tanto altanero con algunas personas que se llevaban los puntos que correspondían originalmente a su casa hacia otras. Como cuando McDonald acertó en herbología completando su respuesta y el profesor Longbottom de manera ridícula le había dado los puntos a ella en lugar de a él.
JongIn había comentado por toda la sala común de Gryffindor que obviamente el profesor tenía preferencia por los de su casa y que eso le parecía sumamente injusto. Pero le pareció peor cuando la profesora de transformaciones le regaló sus puntos a Do KyungSoo, un chico de Slytherin que era callado pero que realmente lo fastidiaba al punto de querer lanzarle un imperio para que cerrara la boca cada que le robaba la respuesta de alguna pregunta.
KyungSoo, un chico más bajo que él y la mayoría de su grado, casi nunca se dignaba en prestarle atención aunque fuera para defenderse cuando él y sus amigos se mofaban de su estatura de duende en los pasillos, sugiriendo que era la pareja de Peeves entre otras cosas tan graciosas que se partían de la risa porque no podía creer que fuera una persona tan graciosa.
Esas contadas veces, sin embargo, KyungSoo se convertía en un grano en el culo, como cuando le respondió que seguramente no había heredado cerebro suficiente como para decir una respuesta completa y que alguien más le «robara» los puntos, como cada que él se quejaba. O le decía que era tan quejica que probablemente en su casa estaban aliviados de tenerlo fuera la mayor parte del año.
Las palabras de esa serpiente lastimaban, Do siempre sabía acertar donde a JongIn le dolía y lo odiaba. Odiaba al maldito duende y sus estúpidos lentes que un día se encargó de pisar por accidente, cuando lo empujaron de tal manera en los pasillos al punto de casi caer, le habían dado un golpe en la cabeza y JongIn no había visto que se le habían caído los lentes, por supuesto. Él casualmente iba pasando por ahí y simplemente no los vio y los pisó.
Claro que el cerebrito de las serpientes los había arreglado con un simple hechizo que hizo a JongIn rodar los ojos y bufar, porque ni un día le había durado el gusto y sí que tenían bien ubicados a los novatos del equipo de Gryffindor que lo habían empujado.
TaeMin se reía a diario de él diciendo que parecía que su enamoramiento con el chico iba en aumento, cosa que sólo hacía que JongIn quisiera vomitar el jugo de calabaza que tomaba en las mañanas, porque prefería besar un duende de Gringotts ㅡque eran horrendosㅡ a que alguien pensara que le gustaba ese maldito mocoso.
MoonKyu, otro de sus amigos que pese a estar en Hufflepuff, siempre lo apoyaba, él era la clase de amistad que le mostraba a todo el mundo que la distribución de las casas no hacía a la gente, que eran las personas las que decidían lo que eran en realidad.
JongIn parpadeó, saliendo de su ensimismamiento, era la primera salida a Hogsmeade del año y había decidido pasarse por Honey & Dukes a comprar algunos dulces, también pasaría a la tienda de los Weasley para ver cuáles eran las mejores bromas que podía gastar en alguien como KyungSoo, aunque lamentablemente el muchacho no había caído en la píldora que JongIn esparció en el jugo de calabaza para ver cómo su cabezota se hacía diminuta, ni se había inmutado cuando un dulce de café había aparecido en su lugar y que le provocaría diarrea instantánea. KyungSoo simplemente lo había tirado a la basura, aunque su amigo JongDae le había dicho que podría tratarse del regalo de algún admirador, JongIn le había escuchado decir claramente que «él no tenía admiradores».
Y ahora estaba ahí, observando con especial atención la vitrina de los chocolates, en la tienda de sortilegios le habían dedicado a la fecha de San Valentín una parte completa de la tienda, con algunas bromas muy eficaces según las palabras del mismísimo George Weasley. Sin embargo, él estaba viendo en ese momento las cajas de chocolate rellenos de una pequeña porción de Amortentia, la más potente y peligrosa de todas las pócimas.
Según la información que le dio uno de los trabajadores ㅡsin que él preguntaraㅡ bastaba que la persona comiera un chocolate para que el efecto se realizara y tenía la duración de un día. TaeMin y ChanYeol se acercaron y el más alto de los tres lo observó frunciendo las cejas, con cierto recelo.
ㅡ ¿Qué sucede? ㅡ MoonKyu, que estaba viendo los artículos que daban sensación de comezón por todo el cuerpo, terminó por preguntar lo que los otros dos no se atrevían del todo.
JongIn sonrió, negando mientras estiraba sus labios en una mueca divertida pero espeluznante para sus propios amigos. ㅡ ¿Apoco no sería gracioso ver a Do arrastrarse de amor?
ㅡ ¿Estás bromeando, verdad? ㅡ ChanYeol preguntó con cierta desconfianza ㅡ Eso sería...
ㅡ Alucinante ㅡ MoonKyu respondió, echándose a reír, haciendo que el moreno se riera a su vez, mientras que la sonrisa de TaeMin era un poco más fingida.
ㅡ Claro cariño, pero hay límites. ㅡ TaeMin entonces tomó de la mano al moreno y lo hizo girarse para que lo viera a la cara. ㅡ Él nunca se ha metido contigo de esa manera y tú no vas a hacerlo, ¿verdad?
ㅡ Bueno, lo ha ridiculizado frente a todos... ㅡ MoonKyu se hundió de hombros y después se mordió el labio inferior, recibiendo una mirada de advertencia de TaeMin ㅡ pero... TaeMin hyung tiene razón.
ㅡ Si bueno, compremos lo demás y vayámonos de aquí. ㅡ JongIn declaró y siguió por uno de los pasillos contiguos a donde estaban los chocolates de amortentia.
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Cuando KyungSoo regresó a su habitación que compartía con sus compañeros de grado, se encontró con una bonita caja envuelta en papel plateado y un moño color verde esmeralda. Se veía precioso el empaque, pero el muchacho frunció el ceño, porque no podía ponerse a pensar que era algo para él.
Sus padres no solían enviarle obsequios a menos que fuese su cumpleaños, como el mes pasado que le había horneado su madre un pastel de zanahoria y se lo había llevado personalmente para darle un beso y felicitarlo. TaeYeon era una buena cocinera y cada que podía se lucía en la repostería, sobre todo cuando se trataba de su hijo.
Su familia no era demasiado adinerada y eran ahorrativos, no gastaban en ese tipo de cosas y aunque KyungSoo tenía algunos amigos que ya estaban trabajando, éstos tampoco solían enviarle más que largas cartas para contarle sobre lo que pasaba en el mundo mientras estaba en Hogwarts.
InSung le aseguraba un puesto en el ministerio, como su ayudante en el departamento de regulación mágica, mientras que JongDae se mofaba de esa amistad porque según él, el mayor quería follárselo a lo lindo en su escritorio y era por eso que lo quería con él.
KyungSoo no lo pensaba así, tenía años de relación amistosa con él y el mayor nunca se había propasado o insinuado algo, aunque JongDae le decía que era tonto y que no quería ver las cosas, porque según él, el otro se lo tragaba con la mirada.
También estaba WooBin, miembro de uno de los equipos más famosos hoy en día de Quidditch, lo había conocido en esa misma escuela hacía un par de años y había sido un excelente sumbae, se habían encariñado y hasta el día de hoy salían algunas veces.
KyungSoo tomó la cajita y la observó con curiosidad, dejándola después sobre la superficie de la cama, justo cuando JongDae llegaba a la habitación proveniente del baño.
ㅡ Oh, llegaste.
ㅡ Estuve estudiando...
ㅡ Espero que anatomía por ahí, con alguien ㅡ JongDae le guiñó y KyungSoo rodó los ojos, desplomándose sobre la cama, porque su amigo pues, siempre se mofaba de él diciendo que algunas veces actuaba como un santurrón.
ㅡ Vas a lo mismo... ya te dije que-
ㅡ Hey, yo conozco a algunos que se ofrecerían gustosos, pero tú no quieres. ㅡ El muchacho se sentó en su cama, que quedaba al costado de la de su amigo y lo observó. ㅡ Esos me los dio un chico camino aquí, son para ti.
ㅡ ¿Ah sí? ¿Quién te los dio? ㅡ KyungSoo preguntó, arrugando el ceño con desconfianza.
ㅡ Un chico de primero de Hufflepuff, dijo que tenías un admirador y que no diría quien era. ㅡ JongDae se hundió de hombros ㅡ ¡Lo interrogué y todo y no cedió!
KyungSoo se echó a reír al imaginar al su amigo interrogando al pobre niño de primer año, seguramente espantado de enfrentar a una serpiente de quinto año.
ㅡ Tengo ronda mañana.
ㅡ ¿Quieres que te cubra? ㅡ JongDae arqueó una ceja. ㅡ MinSeok hyung vendrá a Hogsmeade mañana, pero en la noche estaré libre.
ㅡ MinSeok hyung de verdad debe quererte como para venir desde Londres a acostarse contigo. ㅡ KyungSoo resopló y JongDae infló el pecho cual pavorreal.
ㅡ Lo que le doy no se lo da nadie más, sí señor ㅡ JongDae le guiñó. ㅡ En serio te puedo cubrir, quizá su admirador se te declare... o quizá venga ese Insung hyung a proponerte follar.
ㅡ Sigues con lo mismo ㅡ KyungSoo se quejó rodando sobre la cama. ㅡ JongDae, ya te he dicho que él me ve como un amigo. Y no tengo admiradores secretos.
ㅡ ¡Oh pues! Al menos destapa el regalito ㅡ JongDae hizo un puchero con sus labios y KyungSoo sucumbió ante él, porque el mayor lo tenía bastante medido con sus gestos que sabían que eran la debilidad del otro. El muchacho observó a KyungSoo tomar el papel y rasgarlo y sonrió ㅡ A veces siento que tienes un... ¿kink? Así le dicen los muggles, fetiche, con los pucheros.
ㅡ ¿Vas a seguir?
ㅡ ¿Si el tal Insung te pidiera follar con un puchero, le dirías que sí? ㅡ JongDae le mostró los dientes en una sonrisa y KyungSoo se levantó sólo para lanzársele encima y darle un puñetazo en el brazo para que dejara de decir estupideces.
ㅡ ¡Yah! No voy a abrir nada.
ㅡ Está bien, está bien... lo siento ㅡ JongDae puchereó nuevamente y KyungSoo suspiró, retomando la apertura del bonito paquete.
Era una caja de chocolates, cada uno con un envoltorio especial plateado que lo hacía lucir bastante agradable.
ㅡ Oh vaya, ¿ves?
ㅡ ¿Eres tonto? JongDae...
El mayor le sonrió falsamente y chascó la lengua después. ㅡ Maldición, creí que sí podrías tener un admirador.
ㅡ Quizá mi supuesto admirador necesita un admirador. Esta es la broma más estúpida que he recibido, si lo piensas.
ㅡ A lo mejor piensa que eres tonto ㅡ JongDae se hundió de hombros y luego se dejó caer sobre la cama.
ㅡ Probablemente... ㅡ KyungSoo sonrió con cierta malicia y JongDae lo jaló de la cintura para que se acostara en su cama, porque aquella sonrisa no podía significar nada bueno.
Por lo general Do KyungSoo era un buen chico, no se metía en problemas y estudiaba duro para tener buenas notas y al salir de la escuela tener un buen trabajo ya que su familia no era acomodada, porque pese a tener amigos adinerados no quería deberles favores, mucho menos recibir insinuaciones sexuales, si es que JongDae llegaba a tener razón; pero algunas veces, se le ocurrían cosas bastante malvadas y otras dignas de pensarse. Era astuto, después de todo, haciendo honor a Salazar.
KyungSoo releyó la nota adjunta en la caja de chocolates, y JongDae lo observó a los ojos, asintiendo porque como siempre, pasara lo que pasara, él estaría con él, y se lo dijo mientras le apretujaba la cintura.
«Estoy enamorado de ti y quiero que aceptes mis sentimientos, enamórate de mí y dame una oportunidad, Do KyungSoo»
[ ▪ ღ ▪ ]
ㅡ JongIn...
La voz de TaeMin lo sorprendió, el muchacho moreno arrugó el ceño mientras se acomodaba la túnica y bajaba de las habitaciones. Ese día tenían excursión a Hogsmeade los que quisieran ㅡy tuvieran permisoㅡ para pasar el día libre y los amigos habían decidido ir y atascarse con cerveza de mantequilla.
ㅡ Dime que no lo hiciste.
ㅡ ¿Qué cosa? ㅡ JongIn preguntó, y ChanYeol que estaba cruzado de brazos le dio una mirada mal.
ㅡ Vimos a Do comer chocolates en el gran comedor ㅡ ChanYeol explicó y JongIn abrió la boca con sorpresa.
ㅡ ¿Y soy el único que le podía regalar chocolates? Probablemente tenga un enamorado o qué se yo...
JongIn rodó los ojos ante la actitud de sus amigos y pasó de largo, apresurándose para ir al gran comedor porque se había quedado dormido y no había bajado a desayunar aún. Se había quedado despierto gran parte de la noche, pensando en muchas cosas, en la actitud que TaeMin y ChanYeol habían tomado con él en la tienda de sortilegios y en la manera en que él mismo se estaba comportando.
No estaba haciendo algo malo de cualquier manera... ¿O sí?
No, JongIn no creía que estuviese haciendo algo malo.
Cuando finalmente llegó a la planta baja y se encaminó hacia las puertas del gran comedor, JongIn se detuvo de repente al observar a Do KyungSoo parado al lado de una de las enormes pilastras, observando de un lado a otro mientras algunos estudiantes pasaban por su lado. El moreno tragó saliva y decidió avanzar a paso lento, mientras que el bajito que había estado girándose hacia la derecha, lo observó andar hacia él y se giró de nueva cuenta para encararlo.
JongIn se sintió extraño en ese momento, cuando KyungSoo suavizó su gesto parco y transformó la línea recta de sus labios pomposos en una sonrisa, en una dulce y agradable sonrisa.
ㅡ JongIn... ㅡ KyungSoo se mordió el labio y el moreno se detuvo en automático cuando el otro enunció su nombre, como si de un hechizo o algo así se tratara. ㅡ ¡JongIn!
KyungSoo sorpresivamente lo tomó del brazo y se colgó de él, haciendo que su cara se hundiera en su pecho mientras se abrazaba con cierta fuerza a su brazo. El moreno tragó saliva una vez más, con las mejillas coloradas mientras que todos los observaban con curiosidad.
ㅡ Feliz día, JongInnie... ¿Te gusta que te diga así? ㅡ KyungSoo preguntó, tapándose la boca con gesto de sorpresa con una de sus manos. ㅡ Me siento nervioso, he estado esperando por ti toda la mañana, estoy tan emocionado de estar juntos por fin.
Los ojos grandes y brillantes de KyungSoo refulgieron y JongIn sonrió lentamente, completamente divertido porque en verdad que no podía creer que el astuto y petulante Do KyungSoo hubiese caído en una broma tan estúpida como la de los chocolates con amortentia.
Asintió mientras el bajito volvía a colgarse del brazo y los demás estudiantes cuchicheaban cosas a su alrededor, sorprendidos por la extraña actitud del Slytherin y por la enorme sonrisa triunfante del león.
JongIn se preguntó qué pasaría si rechazaba a KyungSoo en ese momento, sería graciosísimo verlo llorar por su amor perdido y sintió el regodeó en su interior por hacerlo, sin embargo, cuando KyungSoo lo volvió a ver a los ojos, el moreno decidió que podía esperar a que pasara el día, después de todo, el efecto duraba todo el día.
ㅡ Solo dime JongIn, bebé...
KyungSoo se sonrojó y bajó la mirada, apenado, haciendo una risita ridícula mientras que asentía ㅡ Me gusta que me llames bebé... JongIn.
ㅡ Vamos por mi desayuno entonces, tenemos mucho qué hacer hoy.
KyungSoo asintió y JongIn dejó que el muchacho se colgara de su brazo para entrar al gran comedor juntos, el bajito completamente enamorado y el otro henchido de orgullo por su victoria. A JongIn en verdad no le importaba lo que sus amigos pensaran en ese momento.
MoonKyu tenía razón, podía disfrutarlo y lamentarlo después.
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Habían salido del castillo hacía un par de horas, JongIn pensaba que el tiempo realmente pasaba volando. Había evitado ir a Hogsmeade ya que ChanYeol y TaeMin se aparecerían como habían planeado y lo que menos necesitaba era un sermón cuando podía estar disfrutando de toda la función que Do estaba haciendo para él.
La voz de KyungSoo con el paso de las horas, no se sentía tan molesta como él siempre había pensado, era bastante varonil y también bastante profunda, tenía una peculiar manera de hablar de las cosas que sabía, como de cuántos tipos de sirenas se creía que había en el lago marino y sobre el pastel de zanahoria que su madre horneaba para él cada que podía.
JongIn sonreía cuando KyungSoo lo hacía, no tenía nada de malo de cualquier manera, simplemente estaba intentando pasar un buen día, porque no todo podía ser una burla, había sido divertido ver a KyungSoo abrazarlo en público pese a que todo el mundo pensaba que se odiaban, que se repudiaban y no podían ni dirigirse la palabra correctamente.
KyungSoo le decía que era guapo, que lo admiraba y que era lo mejor que le había pasado, con los ojos directo a los suyos, tan brillantes que hacían sentir al moreno realmente halagado.
ㅡ Soy tan afortunado de que me hayas hecho caso, he estado enamorado de ti desde primer año. ¡No! Desde que te vi en el vagón del expreso. ㅡ Las mejillas del bajito se arrebolaron y bajó la mirada por pena, pero JongIn lo tomó por el mentón para poder verle a los ojos y se sintió bien hacerlo finalmente.
El más alto alcanzó una de sus manos después y entrelazó sus dedos con parsimonia, con ligereza, haciendo que el agarre se sintiese incluso especial. JongIn se mordió el labio inferior y KyungSoo sonrió para él, como si estuviese más enamorado que nunca.
ㅡ ¿Es eso cierto? ¿Me amas?
ㅡ Te amo, JongIn ㅡ KyungSoo murmuró en voz baja y el león sintió su corazón acelerarse en su pecho, bajando la mirada y aclarándose la garganta porque aquello estaba tornándose muy extraño.
ㅡ Demos una vuelta por los terrenos, ¿te parece bien? ㅡ JongIn preguntó y KyungSoo asintió, siendo tomado de la mano por el moreno y comenzando a caminar a su lado de manera lenta.
ㅡ Creí que me odiabas, ¿sabes? ㅡ KyungSoo dijo mientras observaban como el cielo se pincelaba con los colores del atardecer.
JongIn negó en silencio, con una sonrisa, sintiéndose extraño por toda la situación en la que se encontraban. ㅡ No, no te odiaba.
ㅡ JongIn... ㅡ KyungSoo se detuvo repentinamente y el aludido se giró para observarlo.
Los estudiantes estaban regresando de su día libre, la mayoría yendo directo al castillo para tomar la merienda antes de dirigirse a sus salas comunes. Pero JongIn, cuyo pecho estaba más revuelto y ya no consideraba de pronto que la idea fuera especialmente divertida, observó a KyungSoo al rostro, observando su seriedad en sus facciones.
JongIn notó lo apuesto que era, aunque en realidad eso era una mentira, porque él ya lo sabía de antemano, simplemente que siempre lo omitía. Nunca había tenido la oportunidad de verlo tan de cerca, de observar los lunares que se distribuían con perfección sobre su rostro, estratégicamente sobre las cumbres de sus labios y también bajo su pupila. KyungSoo era guapo, era muy atractivo y su pecho se sentía extraño.
ㅡ ¿Me quieres? ㅡ KyungSoo preguntó, mordiéndose el labio inferior, tentándolo.
JongIn observó sus labios tomar un color más profundo, bastante apetecibles en la cercanía, haciéndolo asentir tontamente, completamente perdido en su mirada y en la forma de su cara.
ㅡ Te quiero... ㅡ El moreno declaró y sintió que todo estaba bien al pronunciarlo.
Su estómago era un revoltijo y le quemaba la piel cuando lo tocaba, cuando sus manos se entrelazaban con perfección, JongIn no pudo evitar inclinarse un poco, haciendo que sus narices se tocaran con suavidad.
ㅡ ¿Me querrás aún más mañana? ㅡ KyungSoo peguntó, bajando la mirada cuando la frente de JongIn se acomodó sobre la suya, compartiendo el mismo aire que respiraban al estar tan cerca. KyungSoo se sentía extraño, le temblaban las manos y se agarraba firme a la del moreno, esperando.
ㅡ Voy a quererte más cada día...
ㅡ Entonces vayamos, es hora de regresar. ㅡ KyungSoo sonrió con nerviosismo y se giró repentinamente, alejándose del espacio personal de JongIn, con las piernas temblando mientras caminaba sin soltarse de él para arrastrarlo de regreso hacia el castillo.
JongIn chascó la lengua y asintió, siguiendo a su novio falso, a su propia broma, observando su espalda y la túnica que caía gloriosa mientras avanzaban. Se había pasado, aquella broma era una completa estupidez y no podía hacer nada para revertirla.
Había estado pésimo siquiera pensarla, lo que al principio le había parecido divertido de ver a KyungSoo tan pegajoso, que todos viera que el gran estudiante modelo Do y sus desplantes se habían transformado en un montón de cursilerías y que él lo disfrutaba a sus anchas.
Pero ahora, de regreso a la realidad, JongIn se sentía mal, se sentía como si hubiese en verdad pasado todos los límites y sabía que no podía hacer nada, KyungSoo iba a odiarlo por la mañana, cuando el efecto terminara, porque lo había humillado públicamente y lo había hecho hacer cosas que nunca haría normalmente.
El corazón se le oprimió al pensarlo de aquella manera y comprendió las palabras de TaeMin en ese instante. ¿Qué podía hacer? No podía revertirlo.
Cuando ambos llegaron al hall del castillo, KyungSoo se detuvo porque su sala común estaba en las mazmorras y la de JongIn estaba en una de las torres del castillo, tenían que tomar diferentes rumbos de cualquier manera.
ㅡ ¿Te veré mañana, mi amor? ㅡ KyungSoo preguntó, pestañeando para su novio, a la par que JongIn asentía silencioso.
ㅡ ¿Puedo acompañarte a la entrada de tu sala común? ㅡ El moreno se mordió el labio inferior y KyungSoo lo pensó por un momento.
Asintió a final de cuentas y JongIn lo tomó de la mano una vez más, entrelazando sus dedos nuevamente, se sentía bien y sería la última vez que lo hiciera, de cualquier manera.
Ambos se desviaron por uno de los largos pasajes del castillo y comenzaron el descenso hacia las mazmorras, sin embargo, KyungSoo se detuvo un piso más abajo, porque sabía que a final de cuentas los Gryffindor no eran bien recibidos en aquel lugar ㅡde hecho todas las demás casasㅡ.
―ㅡNo podemos avanzar más, mis compañeros se molestarían...
ㅡ Está bien, cariño ㅡ JongIn enunció con voz suave y KyungSoo lo sintió aferrarse a su mano una vez más, como en el patio del castillo. ㅡ Buenas noches...
ㅡ Buenas noches JongIn...
Y cuando KyungSoo estaba por girarse, JongIn lo tomó por la cintura, atrayéndolo hacia él para abrazarlo fuerte. JongIn respiró profundamente, inundándose en la fragancia del Slytherin que terminó por abrazarlo también.
El Slytherin estaba realmente sorprendido, JongIn estaba aferrado a su cintura, y se sintió realmente extraño cuando se inclinó y reposó su frente con la suya, tal como había hecho antes en los terrenos del castillo. Ambos se vieron a los ojos, con el brillo chispeante de las antorchas a su alrededor.
JongIn le sonrió y KyungSoo se mantuvo inmóvil cuando terminó de inclinarse, sin soltarlo, JongIn dejó que sus labios se posaran sobre los suyos finalmente. KyungSoo tembló entre sus brazos, sintiendo un revoltijo en su pecho cuando los suaves labios del chico que le había gastado aquella absurda broma se movieron con lentitud.
Y cerró los ojos, dejándose llevar por el ritmo del beso de JongIn, que ladeó la cabeza haciéndolo hacer lo propio, mordiendo su labio inferior para que terminara de abrir la boca y poder invadirla por completo. KyungSoo se quejó y JongIn lo atrajo más de la cintura, sintiéndose temblar por el temor a que el bajito saliera huyendo en cualquier momento.
JongIn se separó de él para respirar y dejarlo hacer lo mismo, depositando pequeños besos sobre la superficie de sus labios, porque no tenía suficiente. No podía tener suficiente una vez que lo había probado.
ㅡ Maldición... ㅡ JongIn susurró con pesadez, con cierta desilusión en su tono de voz ㅡ ojalá me besaras de regreso porque quisieras, ojalá no fuera una maldita poción...
KyungSoo permaneció en silencio ante aquellas palabras y JongIn volvió a besarlo, demasiado aprehensivo en su agarre, con sus manos envolviendo su cintura y sus labios devorándole la boca por segunda vez, por tercera vez.
ㅡ Ojalá me hubiese animado a hacer las cosas bien... ㅡ JongIn se quejó y KyungSoo se alejó de él sin saber muy bien cómo continuar en ese momento o qué debía decir.
ㅡ Buenas noches, JongIn... ㅡ enunció y regalándole una última sonrisa el bajito terminó de desenvolverse de sus brazos.
Estaba por marcharse cuando a última instancia se puso de puntitas para besar a JongIn una vez más y después se giró, apresurando sus pies porque tenía que salir de aquel lugar lo más rápido que pudiera.
Y JongIn tenía que volver a la realidad y enfrentar las consecuencias.
[ ▪ ღ ▪ ]
Cuando la mañana finalmente llegó, JongIn se preparó para asistir a clases como cualquier otro día normal, aunque sabía de antemano que las cosas no serían para nada normales y eso era algo que él había provocado.
TaeMin y ChanYeol no se notaban nada contentos y los entendía, aunque tampoco le dieron el sermón que había estado esperando y que creía merecer con creces. Probablemente sus amigos debían suponer que ya tendría que lidiar con sus propias consecuencias como para agregarle más a la lista.
Así que cuando entró al gran comedor, deseando tener una capa de invisibilidad para que nadie lo notara, muchas miradas se posaron en él. Por inercia JongIn buscó la silueta de KyungSoo a un par de mesas de distancia, bajo los estandartes esmeralda y plata de su casa.
Esperaba que el muchacho se le lanzara encima para golpearlo o algo por el estilo, porque era algo que tenía bien merecido. Sin embargo, el pago recibido fue para él incluso peor: KyungSoo estaba sentado junto a su amigo JongDae, ambos estaban inmersos en su plática, y pese a que JongIn sabía que KyungSoo se había dado cuenta de su presencia porque su amigo lo observó un par de segundos, el muchacho no se giró para verlo, lo había ignorado por completo.
Y hubiese preferido un buen puñetazo, porque al menos hubiese sentido coraje, le hubiese provocado algo, pero KyungSoo volvía a ignorarlo y eso lo hacía sentir con los ánimos en el piso.
MoonKyu lo saludó desde la mesa de Hufflepuff y JongIn correspondió el saludo, antes de arrastrar los pies y dirigirse a la mesa que le tocaba, escuchando algunos comentarios torpes en el proceso como « Parece que la parejita del año se separó», «seguro JongIn le jugó una buena broma al imbécil de Do».
¿Desde cuándo la gente pensaba que el bajito era un imbécil? JongIn no había escuchado algo como aquello jamás, y no podía comenzar a hacerlo ahora, definitivamente.
Do KyungSoo no había sabido qué hacer con todo lo que había pasado. Al final del día había descubierto que JongIn podía ser divertido si quería y que su mano se acomodaba perfectamente a la suya, JongIn sabía mucho y siempre complementaba sus conversaciones acotando algo interesante a las mismas y bueno, KyungSoo ni siquiera se había podido reponer de la sesión de besos que tuvo con el Gryffindor en los pasillos hacia su sala común.
Se había sorprendido muchísimo de que lo besara, de escucharlo decir todo aquello, como si en verdad estuviese arrepentido de lo que había hecho, como si en verdad quisiera una oportunidad. Y por supuesto que los patanes de su clase no debían tener ninguna oportunidad, pero aún con ello, Do no podía dejar de pensar en cómo sus labios le habían devorado la noche anterior.
No sabía cómo se suponía debía actuar al respecto y decidió que no haría nada; no iba a hacer un escándalo después de que fue él quien decidió seguir con el plan y mostrar su mejor actuación. JongIn en el fondo ㅡverdaderamente muy en el fondoㅡ le parecía un buen chico y si no fuese tan engreído y quizá no tuviera esos amigotes y se la diera de malo, quizá entonces, en otras circunstancias y en otra vida, sus caminos se hubieran cruzado sin problemas y probablemente KyungSoo se hubiese enamorado de él.
No en esa vida y definitivamente no con ese JongIn que se burlaba de él cada que podía, porque según él, él siempre le hacía cosas malas.
Después de Herbología, todos iban directo al castillo, JongDae le estaba contando sobre su cita con MinSeok, que trabajaba actualmente en un buen despacho en Londres como mediador de muggles y magos. Y KyungSoo lo escuchaba con atención para evitar pensar en cómo JongIn lo había estado viendo tan insistente todo el día.
Ambos estaban también saboreándose la comida que degustarían ese día, a punto de llegar al Hall del castillo, cuando tocaron un par de veces el hombro de KyungSoo, quien se giró sólo para encontrarse a JongIn que los había alcanzado.
El muchacho se mordió el labio inferior y con las mejillas escarlata lo observó directo a los ojos.
ㅡ ¿Podemos hablar? ㅡ JongIn preguntó con nerviosismo y JongDae arqueó una ceja.
ㅡ ¿KyungSoo? ㅡ JongDae preguntó y KyungSoo lo volteó a ver, a la par que su amigo se hundía de hombros como diciéndole que la decisión estaba en sus manos.
KyungSoo asintió y el Slytherin hizo lo mismo, acercándose a JongIn por un instante para susurrarle. ㅡ Intentas pasarte de la raya y te voy a meter tus chocolates por el culo, gatito.
JongIn asintió ante la clara amenaza del mejor amigo de KyungSoo y esperó a que se marchara. El bajito no habló, incluso esquivó su mirada un par de veces, puesto que la situación era bastante incómoda y no sabía cómo actuar al respecto.
El moreno resopló, tomando un poco del mismo valor que lo había hecho tener la determinación para alcanzarlo y pedirle hablar, era lo que necesitaba en ese momento.
ㅡ Quiero ofrecerte una disculpa... fue una estupidez ㅡ JongIn comenzó y KyungSoo levantó la mirada para verlo disculparse. ㅡ No tengo perdón, lo sé y lo entiendo, sé que debes estar furioso y que probablemente me odias más, pero aun así quería disculparme. Creo que lo que puedo hacer al menos es dejarte en paz lo que resta de tu vida académica.
Los nervios lo inundaban, KyungSoo no le quitaba la mirada de encima y se sentía exhibido por completo, no tenía idea de qué era lo que pensaba y su silencio lo aterraba casi tanto como su indiferencia.
ㅡ ¿Odiarte más? ㅡ preguntó KyungSoo con el ceño ligeramente fruncido. ㅡ Yo nunca te odié, JongIn. Tú lo asumiste por razones que francamente no entiendo.
KyungSoo se mantuvo lo más tranquilo posible, pese a que se sentía morirse lento, tenía un montón de emociones que lo inundaban, se sentía acalorado cada que veía a JongIn y su mente le recordaba que lo había besado de regreso, que en el fondo, muy en el fondo, lo había incluso disfrutado. Que se le revolvía el estómago al verlo a los ojos y no se trataba de que estuviese enfermo por algo que comió, le aterraban las palabras de JongIn en parte, la parte en la que pretendía dejarlo en paz.
Por supuesto que era lo mejor y ambos lo sabían, KyungSoo podría seguir con sus notas altas y enfocarse en sus estudios para graduarse y quizá aceptar la invitación de InSung o encontrar trabajo en algún otro lugar valiéndose por sí mismo. JongIn tenía un buen futuro en el Quidditch o en algún lugar del ministerio si así lo quería, quizá en sus vidas jamás volverían a encontrarse. Y eso le hacía sentir una pérdida, hacía que el corazón se le oprimiera en el pecho, sabiendo muy bien la razón.
ㅡ No te odio, JongIn.
JongIn lo observó, relajándose un poco al escuchar sus palabras, mordiéndose el labio inferior mientras pasaba su peso de una pierna a otra sin saber qué esperar. KyungSoo era para él una caja de sorpresas.
ㅡ Aun así, discúlpame... no debí―
ㅡ Lo que dijiste anoche... ¿fue real? ㅡ KyungSoo preguntó y JongIn lo observó con un gesto de sorpresa.
Lo que le había dicho la noche anterior, había salido desde el fondo de su corazón, esa era la verdad, la única verdad que tenía en ese momento.
ㅡ Lo fue, lo es. ㅡ JongIn se corrigió ㅡ en mi estupidez terminé descubriendo lo mucho que me gustas, Do KyungSoo.
KyungSoo sintió sus mejillas arrebolarse ante la declaración y bajó la mirada con indecisión, a sabiendas que tenían la mirada de algunos curiosos sobre ellos, incluyendo la de los amigos del Gryffindor.
ㅡ ¿Es real o es otra bromita de tus amigos? ㅡ KyungSoo preguntó de nueva cuenta y JongIn suspiró, porque era muy respetable que ya no le creyera nada.
ㅡ Tae y Chan no me hablan todavía, ellos no estaban de acuerdo... y MoonKyu no es mala persona, él simplemente complementa mis tonterías; así que no, no es una broma. Es real.
KyungSoo asintió y se sintió tonto por dibujar una sonrisa en sus labios pomposos, por sentir su corazón acelerado ante las posibilidades. ¿Qué pasaba si él también había descubierto que JongIn le gustaba? Había querido darle una cucharada de su propio chocolate, pero había terminado sumergido hasta el fondo.
ㅡ JongIn...
El muchacho que había permanecido un poco cabizbajo mientras KyungSoo no hablaba, levantó la mirada al escuchar su llamado, viendo el brillo singular en sus ojos.
ㅡ Creo que es justo que te diga que... ㅡ KyungSoo se silenció por unos instantes, respirando profundamente para tomar valor ㅡ no comí tus chocolates.
JongIn parpadeó, sorprendido por las palabras del bajito. ㅡ ¿Qué?
ㅡ Quería darte una lección. No comí tus chocolates, sólo fingí que lo hice.
ㅡ Entonces... ㅡ JongIn se sentía confundido en ese instante.
¿Aquello significaba que KyungSoo se había burlado de él? Es decir, se lo merecía, pero entonces... no sabía cómo procesar aquello después de su confesión.
ㅡ Descubrí que eres una buena persona y que me agradan muchas cosas de ti. Y... ㅡ a KyungSoo se le arrebolaron las mejillas sin poder evitarlo ㅡ que eres un buen besador.
JongIn respiró profundamente, acercándose un poco hacia él, tragando saliva y agarrando valor para tomar su mano con la zurda y entrelazar sus dedos con ligereza, como habían hecho el día anterior.
ㅡ Me gustas mucho, KyungSoo. ㅡ JongIn enunció en voz baja ㅡ ¿Te gusto también?
Y KyungSoo no pudo evitar que sus mejillas se encendieran por completo, ni que su sonrisa creciera más y más. ㅡ Me gustas mucho, JongIn. Aunque seas un idiota, me gustas.
JongIn sonrió, inclinándose mientras con su mano libre lo tomaba por la cintura, porque aunque había pensado que lo odiaba, KyungSoo le había demostrado que se había engañado, que lo que más le molestaba era que lo ignorara, que hiciera como si sus palabras no le dolieran y lo contra atacara, que mostrara indiferencia cuando JongIn necesitaba ser visto, reconocido y quizá, aclamado.
KyungSoo se aferró al agarre de sus manos y se irguió un poco más, para alcanzar el rostro del más alto y atraerlo hacia él, porque después de todo lo menos que podía tener en aquella extraña reconciliación era un beso.
El bajito lo besó con insistencia y JongIn le correspondió cada pequeño roce de sus labios, lo atrajo más hacia él si es que era posible y disfrutó de sus labios en aquel momento hasta que no pudiera más.
Y al final de cuentas, los chocolates de amor no habían funcionado, pero JongIn y KyungSoo después de aprender la lección, estaban más que dispuestos a darse una oportunidad y ¿por qué no? Convertirse en la pareja más competitiva y melosa del castillo.
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Notas:
¡Feliz día del amorsh y la amistad!
Como ya deben imaginarse, esta fecha pues no es especial para mi xD, creo que la amistad y el amor se refuerza a diario, pero pues igual hay que hacer algo csm.
Esta historia es un disparate, pero se me ocurrió y espero que les guste aunque sea un poco.
Mucho amor para ustedes uwu 💖✨
Besos posholatosos
🌠ary
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