❝Soy un monstruo invisible
y soy incapaz de amar a alguien.
No sabes qué es peor❞
—Desconocido

Para su sorpresa, Casey había recibido una nota en la mitad de la clase de Encantamientos. No estaba muy detallada, tampoco era como si las notas de los merodeadores lo fueran alguna vez. Era muy vaga para su gusto.

Casey, por favor, reúnete con nosotros en la S.D.M. esta noche a las 6pm en punto. Ven sola, tenemos que decirte algo.
S.O.B., R.J.L., J.C.P., P.P.

Era ligeramente obvio que Remus lo había escrito, pero ella no estaba fijándose en eso. Estaba más preocupada por lo que tenían que decirle.

6pm, Sala de Menesteres

—Casey.

Ella contuvo el aliento y dio media vuelta.

—Yo... nosotros, nosotros tenemos algo que decirte —dijo Remus, su voz tan débil como se veía enfermo.

Casey levantó una ceja como incitándolo a seguir. Sus brazos estaban cruzados fuertemente y sus hombros, encorvados hacia arriba. Mordió su labio. Estaba nerviosa, tan nerviosa como lo estuvo en su primer día en Hogwarts.

Frente a ella, Remus tomó un profundo respiro. James tenía una mano sobre su hombro y parecía que lo estaba reconfortando mientras Sirius hacía lo mismo pero en su lado izquierdo.

—Y-yo soy un... soy un hombre lobo.

Su corazón se detuvo.

¿Un hombre lobo?

Eso no puede ser.

Ellos eran malvados.

—¿Q-qué? —dijo dejando salir un tembloroso respiro, retrocediendo paso por paso.

—Soy un hombre lobo —dijo él un poco más fuerte.

Todos ellos son malvados.

Son despreciables.

Son asesinos.

—N-no —Dio otro paso atrás.

Sirius miró a James y luego ambos miraron a Remus con lástima en sus ojos.

—Lo es, Case —dijo Sirius.

Ellos la mataron.

Ellos trataron de matarme.

Ellos no pueden ser buenos.

Él no puede ser uno de ellos.

—¿Y-y ustedes lo s-sabían?

Sirius y James asintieron. James dio un paso adelante.

—Case.

Ella dio otro paso atrás.

Asesino.

Homicida.

Monstruo.

—Eres un monstruo —murmuró.

Remus la miró, encontrando sus ojos. Lucía destrozado. Sus ojos hazel estaban cristalizados... Eran los ojos de un monstruo.

Entonces ella salió corriendo del cuarto.

Era amiga de un monstruo.

Estaba enamorada de un monstruo.

Él era un monstruo.