28
❝He perdido la cabeza y caído en mi corazón❞
—Dan Millman
—El proyecto "Jily" es un sí o sí.
Casey tomó la mano de Marlene mientras ambas caminaban hacia la pelirroja, que estaba leyendo un libro de Encantamientos.
—Lils —Casey le dio unos golpecitos en su hombro.
—¿Sí, Case? —sonrió Lily.
—¿Podrías venir y mostrarnos a Alice y a mí el viejo salón de Defensa? No podemos recordar dónde está —respondió Casey sin esfuerzo.
Lily asintió y se puso de pie, las tres comenzaron a caminar.
—Entonces, ¿para qué necesitan encontrar el salón?
—Oh, um, queríamos practicar unos cuantos hechizos pero todos estaban haciendo mucho ruido —habló Alice y Lily asintió otra vez.
—Son las 3:24 —susurró Casey a Alice.
—Entonces, ¿estamos a tiempo? —preguntó Alice y Casey asintió.
Las tres se detuvieron fuera del aparentemente abandonado salón.
—Aquí es donde... —Casey y Alice interrumpieron a la chica al empujarla dentro del salón. Detrás de ellas, Sirius se acercó a la puerta y la bloqueó con magia.
—Buen trabajo —sonrió Casey, mientras chocaba las palmas con Alice.
—Le quitaron su varita, ¿verdad? —indagó Remus, acercándose y parándose junto a Casey. Ella se mofó.
—Obviamente. Aprendimos de ese error en tercer año, si recuerdas.
—Ah, sí —rió Remus, pasando un brazo alrededor de los hombros de Casey—. Ese fue un día gracioso.
Casey alzó una ceja.
—¿Le dices gracioso a ser perseguidos por todo Hogwarts por Lily y James?
—Bueno, estaba contigo.
Casey sonrió y se apegó más a Remus, su mano en su pecho y poniéndose de puntillas. Los brazos de él se enrollaron en su cintura.
—Ew, ew, ew, no, párenla —gruñó Sirius, y Casey cerró sus ojos y tomó un fuerte suspiro.
Alice frunció el ceño y golpeó el brazo de Sirius. Él hizo un puchero y se sobó infantilmente.
—¿Por qué tuviste que arruinar eso? ¡Era adorable! —susurró.
—Porque era asqueroso. Han estado coqueteando todo el día y es grosero —señaló hacia la pareja.
—Ay, por favor, no estarías quejándose si fueran tú y Mar —provocó Alice, y Sirius se tiñó de una ligera sombra de rojo.
—Bueno, estoy seguro de que te encantaría que fueran tú y Frank —Sirius entrecerró sus ojos y Alice se sonrojó hasta verse carmesí.
—¿Quieres que nos alejemos de los locos? —le murmuró Remus a su novia.
Casey rió a la vez que comenzaba a caminar, llevándolo consigo.
—Nosotros somos los locos.
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