❝Las cosas que hacemos para sentirnos vivos son las cosas que pueden
matarnos y herirnos más que todo❞
—Belle

Las dos chicas corrieron por la escalera riendo salvajemente. La castaña y la pelirroja habían logrado salirse con su plan después de que Lily gritara y los chicos corrieran hacia Casey, quien fingía tener un ataque de pánico y después, por alguna razón desconocida, golpeó la cabeza de James con su frente para tomar a Lily y correr.

Las dos subieron las escaleras y se encontraron a sí mismas en el cuarto de Lily, riendo como locas y con los rostros ligeramente sonrojados.

—¿Viste su cara? —preguntó Casey, tomando grandes bocanadas de aire.

—¿Cu-cuando lo golpeaste? —jadeó Lily, una gran sonrisa en su rostro.

Ambas chicas se serenaron, se miraron entre ellas y comenzaron a reír histéricamente otra vez.

Casey y Lily finalmente dejaron de reír y Lily se sentó en la cama mientras Casey se sentaba a lo indio en el piso.

—Extrañaba esto —suspiró Lily. Casey asintió en acuerdo.

De hecho, sí que había extrañado las travesuras en las que se metían Lily y ella, las bromas y las risas; pero Casey jamás se disculparía por algo si ella sentía que no era su culpa.

Aquello sería su caída, bueno, eso diría Remus.

—Mira, Casey, l-lo siento, ¿de acuerdo? Realmente lo hago. Sé que la pelea no fue tu culpa, Severus había sido mi amigo por más tiempo y... y yo solo... Ugh, ¡no lo sé! Me iba a disculpar antes, en serio, pero entonces escuché que te peleaste con Remus y me volví loca...

—Lily.

—¿Sí...?

—Estás divagando —sonrió Casey.

—Ah. Bueno... um... Lo siento —Lily dejó salir una risita nerviosa.

—Yo también lo siento —sonrió Casey.

—¿Por qué? —Lily inclinó su cabeza hacia un lado, ligeramente confundida.

Casey sonrió.

—Por haberle dado un cabezazo a tu futuro esposo.

—¡CASEY!