❝Lo creeré cuando la
tormenta termine❞
—The Royal Concept

—Entonces, después de la hoja de mandrágora, ¿qué sigue?

—Hacemos una poción. Bueno, tratamos —Sirius hizo una cara y James ahogó una risa.

—¿A qué te refieres con «tratamos»? —cuestionó Casey, claros signos de confusión plasmados en su rostro a la vez que dejaba que sus manos jugaran con el final de su corbata roja y dorada.

—Bueno, nunca la hicimos verdaderamente. Fue más como que Remus la hizo y nosotros la bebimos... —James mordió su labio, bajando la mirada levemente.

—¡Y ahora qué  hacemos! —gruñó Casey, soltando su corbata y dejando caer sus manos.

Los tres estaban sentados en un sofá en la Sala de Menesteres. Casey en el medio, Sirius a su izquierda y James a su derecha.

Tras unos minutos de molesto silencio, Casey finalmente habló.

—Notas.

—¿Qué?

—Notas —repitió. Su voz estaba extremadamente baja, hablando como si fueran tontos.

—Sé más específica ahí, Casey querida —suspiró James.

—Es Remus de quien estamos hablando. Ese obseso del control no puede ir con una poción sin tomar notas, y sus notas son básicamente una guía paso a paso.

Los ojos de Sirius se abrieron.

—¡Sí! ¡Es una idea genial! —rió y desordenó su cabello—. Ves, es por eso que eres mi amiga —Ella rodó sus ojos y le sacó la lengua en respuesta.

—¿Qué tal esto? Sirius y yo vamos por las notas... ¿cuándo? ¿la otra semana? —James miró a Sirius esperando confirmación.

—Sí, mientras Lunático esté en la enfermería por la luna llena podremos buscar en sus cosas —confirmó Sirius asintiendo.

—¿Y qué estaré haciendo yo? —preguntó Casey.

—Tú, mi querida Casey, estarás ocupada aprendiendo a hacer un Encantamiento Patronus —sonrió Sirius.

—Ugh. Pero, ¿eso no es como que muy difícil?

—Terriblemente.

—Extraordinariamente.

Casey rodó los ojos.

—Deberíamos irnos —dijo poniéndose de pie—. Clase doble de Transformaciones mañana. Si se quedan dormidos McGonagall se quedará con sus cabezas.

Ellos rodaron sus ojos pero de todas maneras la siguieron fuera del cuarto.

—¿Cuán molesto creen que estará Lunático cuando se entere? —preguntó Sirius a sus dos amigos mientras bajaban las escaleras.

—Bastante —Casey se encogió de hombros.

—Eso es muy poco —James se rió entre dientes mientras Casey abría la puerta de la sala común.

—Entonces hay que asegurarnos de que no se entere.