Capítulo 1
Ciudad de México, 1521...
Eran los inicios de México, justamente era los primeros años del México colonial, cuando finalmente la conquista de Tenochtitlan fue todo un éxito: Muchos indígenas fueron sometidos a manos españolas, pasando de ser un imperio a ser esclavos, de religión tolteca a religión católica y cristiana... Una vez llegando a lo que hoy es Coyoacán, hubo un conquistador que mandó construir un templo que hoy es conocido como la "Concepción", una plaza conocida hoy como "La Conchita", solo que al principio no era como la conocemos hoy en día.
Antes era un gran jardín, lleno de hermosura que combinaba con la fuente...
Y finalmente, se le ocurrió a este construir dos casas, una que es de color amarillo y que ubica en frente del templo y la plaza. Y la segunda era una casona hecha para su mujer, una mujer indígena de gran belleza que se había ganado el estatus de gobernante, quien fue la que se encargó de ordenar el color rojo en las paredes.
1522...
Todo le quedó perfecto a la pareja, que más tarde se casó y después concibieron un hijo, el cual pasaría ser el primer mexicano de la historia (aparentemente).
1527...
En aquella época había comenzado un día glorioso y justo en aquel tiempo, la mujer indígena se había levantado de su dormitorio matrimonial, así como las que había aquel tiempo en la época de Conquista en México, y procedio a salir de ahí estando caminando por los pasillos del segundo piso, dentro de aquella casona.
Caminó bajando las escaleras, hasta llegar a la sala en donde vio sentado a un hombre español extremeño. En ese momento, la mujer se acordó de algo...
Mujer: ¿Y mi hijo? ¿Donde está mi hijo?
Extremeño: .... Pues... te tengo una mala noticia.
Mujer: ....
Extremeño: Cortés mandó a que se lo llevaran a España.
Mujer: ....
Ante aquella noticia, la mujer se enfureció tanto que mandó a que le hicieran un juicio de residencia en contra del conquistador de México. Cuando aquel españolete se enteró, se enfureció tanto que mandó a matar a la mujer.
Españolete: ¡¿Pero cómo es posible?!
???: A ella le dijeron todo y, pues, le dolió tanto que mandó a hacer el juicio.
Españolete: Esa perra lo pagará muy caro... ¡Quiero me la mates inmediatamente!
???: Sí, señor.
Desde aquel entonces, el cómplice fue a cumplirle lo que le habían encargado: matar a la mujer que lo había puesto en juicio. Por su parte, aquel cómplice decidió hacer las cosas a su manera, por lo que esperó hasta que cayera la noche... Al caer la noche, aquel hombre misterioso estaba a dos metros de aquella casona y, desde ahí, mira como aquella mujer había entrado a la casa.
Una vez que la mujer había entrado a casa, el hombre se aproxima a la casa y logra entrar sigilosamente, aprovechando que el extremeño había regresado a España tiempo después. Estando dentro, comenzó a buscar a la mujer, subió las escaleras y mira una puerta.
Al abrirla se encontró con el objetivo quien aún estaba muy dolida por la separación de su hijo, quién luego se asusta.
¿Quién es usted? - pregunta la mujer al verlo.
Sin embargo, el hombre no le respondió y se quedó callado. Es entonces que se le acerca lentamente, para después meterle un golpazo en una mejilla junto con la nariz. Tras la agresión, la mujer pierde el equilibrio y había caído al suelo pero luego se sienta en el suelo, tocándose la zona en donde había recibido el golpe.
Después el hombre la toma del pelo y la levanta jaloneandola, y esto desata gritos de parte de aquella mujer quien hacia un esfuerzo para salir de las manos del sujeto.
El hombre luego la sujeta del cuello para después insertarle un puñal en un costado del abdomen. Tras esto, aquella mujer inocente cae al suelo primero de nalgas, sosteniéndose con los brazos mientras que con una sostenía el arma homicida.
Una vez cometida el terrible acto, el hombre inmediatamente huye del lugar, dejando aquel cadáver inerte y con los ojos abiertos...
496 años después...
San Sebastián, España, 2022...
Iniciamos esta historia de terror con una protagonista que es una chica española... ¿Quien es esta chica? Su nombre es Sandra Scott, es una chica bastante tranquila que no se deja influir por los demás, ya que no le gusta que los demás le digan qué hacer o cómo debe de comportarse. Se podría decir que es alguien que se considera bastante independiente de sí misma y siempre toma su propio camino, por lo que se toma muy enserio las críticas constructivas se tiene hacia ella.
Siempre que tiene la oportunidad, gusta de conocer gente nueva para hacer amigos, pero si ve que algo no anda bien con esta y hay algo que no le gusta pierde el interés y la ignora, haciéndole ver a esa persona que no le cae bien. Es por esa razón que no tiene muchos amigos, puesto a que para ella la mayoría son falsos y sabe que si algo malo pasa no estarán a su lado.
En este punto, con la gente que llega a molestarla bastante y que odia se llega a comportar de manera inadecuada, empeorando las cosas según su nivel de enemistad, ya que no se corta ni un pelo cuando alguien intenta ser mejor que ella o le trata mal; no le gusta que le pisoteen sin que ella haga algo al respecto.
Algunos de ustedes os preguntaréis cómo es esta mujer, así que aquí dejo un pequeño dato: Es una mujer muy pálida, tiene el tamaño exacto de un adulto de 22 años, utiliza lentes, tiene el pelo largo, un poco rizado y castaño...
Una vez presentado una pequeña descripción de este personaje, ya podemos pasar a su terrorífica historia sobre su horroroso encuentro con uno de los fantasmas hispanos más sonados del mundo...
Este caso comienza en la ciudad de San Sebastián, una de las ciudades más caras del continente europeo, que se caracteriza por tener una hermosa playa en forma de concha y que se encontraba justo en la comunidad autónoma de Euskadi, que está dentro de España.
Es justo ahí donde la protagonista estaba residenciada y tenía uno de los trabajos que, para ella, son de los más pesados del mundo: El trabajo de emprendedor. Como sentía que no tenía de otra, ella decidió tirarse a ese trabajo como si fuera una prueba que el Señor le había puesto, e intentaba ser la mejor trabajadora del mundo.
Saliendo del trabajo, llegaba siempre cansada y casi siempre no tenía muchas ganas de hacer comida y darse un baño: Lo único que quería era solo tomar una siesta y antes llegaba a casa encontrándose con su madre quien la veía aún como una bebé. Llegando a su casa esta cierra la puerta, camina un poco hasta llegar al sofá y allí mismo se sentaba quitándose los zapatos entaconados al sentirlos muy hinchados, sintiendo el verdadero placer...

Y empezamos el día siendo 7:30 a.m, cuando Sandra Scott se había levantado para irse a trabajar, yéndose directamente al baño en donde se dio una ducha de 1 minuto.

Terminado de bañarse, esta había salido del baño, estando en su cuarto en donde se pone un traje de empresaria. Una vez lista, ella había ido directamente a la cocina, encontrándose con su madre: Una mujer de 51 años de cabello castaño, un poco gorda, que estaba en pijama; quien estaba ya en la cocina haciéndole el desayuno.
Sandra: ¡Ma, date prisa que llego tarde!
Ma. de Sandra: Ya voy, mi niña, no se desespere.
Unos segundos más la madre de Sandra había terminado de hacerle el desayuno, que eran unos hotcakes, y esta comió como si no hubiera un mañana hasta se empino una lata de Pepsi.
Terminando de comer a la carrera, Sandra se fue corriendo rumbo al trabajo, dejando a su madre haciendo los deberes de la casa. Subió rápidamente al carro, un coche Toyota de color rojo, y se fue conduciendo a paso casi veloz para no llegar tarde. Y finalmente, Sandra Scott había llegado al lugar, bajándose lo más rápido posible y se fue corriendo hasta meterse al edificio, pasando después a estar en su oficina.

Llegando a su oficina, se encontró con una amiga que tenía desde la secundaria. ¿Y quién era su amiga? Esta era una chica de nombre Andrea Sánchez (HikariNoValkyrie), una chica de pelo rubio, ojos azules, medida 1.67 y vestida con un traje gris de empresaria.

Sandra: Uff, llegué a tiempo (?).
Andrea: ¡Holaaa! ¿Que tal? :D
Sandra: Pues muy bien ¿y tu?
Andrea: ¡De maravilla!
Sandra: Bien por ti.
Andrea: ¿Qué cuentas?
Sandra: Pues... nada. ¿Y tu?
Andrea: Mmm... Ayer fui de compras con mi mami.
Sandra: Ah ¿y como te fue?
Andrea: Pues bien.
Sandra: Qué bueno.
En fin, cuando todo el mundo estaba con sus deberes en aquel edificio, el jefe del lugar, que era un viejo ya mayor con cara de estricta y que se encargaba de dar salarios a cada quien, les quiso dar una excelente noticia/sorpresa. Estando en esa reunión, el jefe les informó sobre una fiesta que era parte de la empresa, el cual iría a ser en México por la noche.
Al escuchar esto, Sandra Scott se puso a pensar un tiempo. ¿Irán hacer una fiesta del trabajo en México?, era lo primero que se preguntó a sí misma mentalmente.
Sandra: ¿Iremos a México, jefe?
Jefe: Sí, claro.
Sandra: ¿Tenemos que cooperar para pagar...?
Jefe: Pues no, el viaje y la fiesta son gratuitos.
Y en fin, de ahí todo mundo se devolvió a trabajar incluido ella. Al no darle más vueltas al asunto, ella estaba en su escritorio con unos libretos que aquel jefe le había dado en la mañana y se puso a estar en lo suyo.
Al estar devuelta en su casa, Sandra Scott se dispuso a imaginarse lo asombroso que sería estar en esa fiesta, pensó que debería de ser emocionante, sobre todo si va a estar en otro país muy distinto al suyo, hasta pensó que aquella ciudad sería muy genial (no estaba equivocada). Y bueno, no le dió más vueltas al asunto, lo único que hizo fue esperar.
Sandra: ¡Mamá, yo iré a México!
Ma. de Sandra: ¡Oh, qué bien, hija! ¿Y cuándo?
Sandra: En dos semanas.
Ma. de Sandra: a.
Sandra: ¡No puedo creer que yo vaya viajar al extranjero! Aunque me siento un poco indecisa...
Ahora pasando a estar en camita, esta la pensó muy bien, decidiendo a estar dispuesta a asistir a la fiesta en México. Siendo así, estando a dos días antes y estando en la ciudad de San Sebastián, ella se fue alistando sus cosas para prepararse, se baña, se peina, se viste y, finalmente, decide emprender su ida hacia el aeropuerto vistiendo una camiseta tinta y un pantalón de mezclilla.
Con la ayuda de su madre, estando en el carro, va hacia el aeropuerto y estando ahí se mete para iniciar su aparición en la Ciudad de México.
Ma. de Sandra: Qué te vaya bien, mi niña
Sandra: Vale, gracias.
Estando en el aeropuerto...
Sandra: Buenas tardes, ¿aún está disponible un viaje hacia México?
???: Sí, en unos minutos llega.
Sandra: ¿Cuánto es?
???: 200 euros.
La chica había pagado el viaje y entonces tuvo que esperar poco tiempo el avión que la llevaría a tierras aztecas. Minutos después, su avión había llegado y estando dentro ella se sienta en uno de los asientos del avión, precisamente muy al fondo y a la derecha...
Al día siguiente, al despertar de estar dormida, había llegado a Ciudad de México y se quedó algo sorprendida: Ya que era un lugar muy grande, poblado y, a grandes rasgos, se notaba mucha cultura.


Sandra: Wow...
Y como ahí eran 8:30 de la mañana, mucho antes de la fiesta, esta decidió darse un gran paseo como pudiera, no sin antes ir al hotel que se llamaba «Hotel Mallorca».


Y todo le parecía perfecto.
Pasaron las horas y al ser las 2:30 p.m, Sandra ya estaba en la fiesta insertada en Coyoacán que era parte de su trabajo, donde asistieron todos los que trabajaban con ella en San Sebastián.


Digamos que en el lugar era como una discoteca, había muchas luces, comida mexicana por doquier como tacos, enchiladas, gorditas (comida, no personas), tortas, compraron McDonald's y mucha comida chatarra. También había piscina, donde había personas nadando por ahí.
Todo era genial para ella, por lo que se puso a bailar y comer, conociendo así a un chico muy especial para ella... hasta que fueran las 11:59. Justo en ese momento, mientras estaba terminando de ir al baño, esta choca accidentalmente con un chico que al verlo bien se quedó maravillada. Era guapo, notoriamente fuerte, era rubio y tenía los ojos azules.
???: Oh, disculpa, no me fijé bien.
Sandra: No, no, no pasa nada, yo tampoco me fijé jeje.
???: Je.
Al terminar con la fiesta, esta estaba muy llena hasta casi vomitar: Era como si hubiera tomado mucho alcohol. Y pasó justo donde estaba la plaza de La Conchita, donde muchas figuras históricas y emblemáticas de México habían estado y justo ahí se sienta en una casa para descansar un momento.

Sandra: Estuvo buena la fiesta -se vomita toda por accidente, al estar muy llena de tanto comer-... Yo ya me quiero ir...
Después de un minuto de descanso, esta intentó irse de regreso al hotel, y caminó con algo de dificultad ya que la plaza donde estaba es un lugar muy poco iluminado: Carece de alumbrado público. Sin embargo, poco a poquito logra adaptarse a la oscuridad, por lo que caminó por toda una calle y pasó justo donde estaba la Casa Colorada que era una antigua casa muy enorme y de color rojo. Justo fue pasando por ahí, cuando en eso, sin que su cerebro la llegara a notar, hubo una mujer vestida enteramente de blanco que había traspasado la puerta de la entrada.

Como no tenía nada más que hacer, aquella entidad decide seguirla hasta llegar al hotel y al verle la cara a Sandra le llamó muchísimo la atención, ya que en ese instante se acordó de algo...
Pasando al día siguiente, Sandra había despertado toda desvelada y sin fuerzas para levantarse, de tal modo que podría pensar en comprar el hotel para ella sola y ahí quedarse. Siendo las 9:20 a.m, ahora se estaba alistando para ir de regreso a San Sebastián. Terminado de arreglarse, y vestida con una blusa azul y un shorts de mezclilla, ahora se encontraba caminando por las calles mexicanas, llegando a parar al aeropuerto que se llama "Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México", lugar donde se había establecido en primer lugar.
Después de horas de espera, Sandra se encontraba sentada muy al fondo y de lado izquierdo del avión, estando sola aunque aquella mujer fantasma estaba sentada junto con ella de su lado izquierdo -y ni siquiera se dio cuenta-.
Eran las 4:20 en México (horario de la capital) y ella finalmente había vuelto a Donostia, siendo ahí las 11:20 de la noche. Al llegar de regreso, Sandra se baja del avión trayendo consigo sus maletas, quien dio un suspiro de alivio y alegría.
Sandra: ¡Hola, España! ¡He vuelto!
Ahora Sandra Scott se dispuso a caminar por toda la ciudad con dirección a su hogar y en eso aquella entidad pretendió seguirla. Cuando estaba en un lugar muy concurrido, en especial en el puerto de Donostia, el fantasma se detuvo al ver que había mucha gente por ahí y estos no la podían ver, quien se puso a escucharlos hablar, les miró el rostro de cada quien e incluso se dio cuenta en el lugar donde estaba. Aquel español le sonaba diferente al que había en México, los rasgos y facciones de la gente también, y entonces se pudo dar cuenta del mundo en el que estaba: ¡No era México! Ni los habitantes eran mestizos, sino que eran españoles y lo sabía muy bien ya que este ser era de los tiempos entre el México antiguo y el México novohispano.
Al darse cuenta de ello, un recuerdo le vino a la mente: Masacres indígenas originadas por los conquistadores españoles, españoles esclavizando a indígenas y, sobre todo, la vez que un español la habían abandonado y quitado a un niño de sus brazos. Es entonces que pensó que le había llegado el momento de su venganza, al fin después de 500 años.
Fantasma: Mi venganza... ha llegado.
Hasta aquí el capítulo. Bye.
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