Habían, pasado más de 5 meses, Marinette había vuelto a la escuela, de alguna u otra forma ella era brillo para el aula; por otro lado, el baile aún seguía en pie, y las propuestas de invitación eran aún mejores.

Nathanaël se había ido de París hace 3 meses, nunca me dijo la razón, simplemente se fue, y aunque no quiera admitirlo, lo extraño y mucho.

Sobre mi madre, ella se fue de París, otra vez a Milán, mi padre sigue viendo por mi custodia hasta los otros 2 años, en donde podré decir adiós a sus cuidados.

Today:

5:30 am, me coloco unas pantalones de ejercicio y una camiseta vieja, me coloco mis zapatillas y comienzo a correr por las calles de París.

-Señorita, Por favor pare - me retiré los audífonos de mi oído y volteo a ver quien me llama.

-¿Usted quien es? - pregunté trotando en mi lugar

-Soy Luka Couffaine, reportero de +kids, quisiera saber si podría asistir a la entrevista del día de mañana en la noche, estaría maravilloso que pueda ir

-Claro que sería magnífico, por que soy la invitada - hice un ademán con mis manos, él solo me miró confundido - ¿La hora exacta? - pregunté

-8:00 pm, la recogeré a las 7:00 para tomar un café antes, por que una dama como usted no puede estar sola - los ojos de ese chico me miraron con detenimiento e intente no ponerme nerviosa

-¿Usted quiere una cita conmigo? Sea directo, no me gustan los rodeos - pregunté

-¿Qué le hace pensar eso? - pregunto jugando con sus manos

-...Una dama como usted no puede estar sola, creo que eso me basta para saber que intenta usar los encantos franceses, pero acepto la cita señor Couffaine, lleve su mejor ropa, la princesa de París no sale con cualquiera - continúe corriendo para poder respirar con tranquilidad y no verme nerviosa, por que realmente me llamaba la atención aquella actitud.

Después de correr hasta las 6:30 me fui al hotel para cambiarme para la escuela.

-Jean, necesito que despejes mi agenda para mañana desde las 6:00 hasta las 11:00, tengo una entrevista importante

-Claro, por cierto, le enviaron esto - mi mayordomo me tendió un sobre, desprendía un olor agradable, delicioso

Abrí el sobre y mire el autor, Nathanaël Kurtzberg.

"Chloe se que quieres matarme, por no avisarte sobre mi alejamiento de Paris, creo que no te conté que estoy de manera ilegal en Paris desde hace años, y bueno, nos descubrieron, por lo que tuve que salir de allí, así que espero estés bien, por si te preguntas donde estoy, pues me encuentro en Irlanda, la tierra de los pelirrojos y canciones diarias, cuidate pequeña, te quiero como no tienes idea, ojalá algún día nos volvamos a ver."

Dejé el sobre en mi cama y tome mi Miraculous, me transforme, para llegar a lo más alto del Arco del Triunfo.

Donde lloré hasta la hora de entrada a clases, no volvería a ver a Nathanaël.

Entré al aula, fingiendo una sonrisa grande, tratando de animarme de donde fuera, pero no podía.

Marinette lo notó y se sentó a mi lado, ni Sabrina, ni Alya habían llegado.

-¿Qué ocurre Chloe?, no has hecho ninguna broma en el día, ¿Pasó algo malo? - Me pregunto mientras tomaba mi hombro

-No es tan grave, sólo extraño a alguien - me seque una lágrima tonta que salió

-Nathanaël, me contó de la carta que te hizo y de la situación, sólo calmate, sabemos que está bien, tranquila si

-Trataré de estarlo - la profesora entró, se sentó un momento en su pupitre y comenzó a tomar asistencia

Cuando nombraron a Nathanaël, mi corazón se estrujó un poco, lo extraño mucho, no por que solamente me gustaba, sino por que me comprendía en ciertas cosas, que quedarán en nosotros.

En la salida, espere mi limusina mientras a lo lejos note un distinguido chico.

Puntas azules, Ojos azules, alto, mirada profunda.

Luka Couffaine.

-Buenas tardes señorita Bourgeois - lo mire directo al rostro, me dejó un beso en ambas mejillas - ¿Le llevó sus maletas? - sin más que decirme me quito mi maleta y decidió colocarla como morral - vamos señorita

-Sé lo suficiente de Karate para patearte el trasero si intentas algo okay - solté una risa divertida mientras ganaba una sonrisa de parte de Luka

-¿Te parece ir por un helado?, conozco una heladería magnífica por aquí, no nos tardaremos casi nada - voltee los ojos sonriente y caminé a su lado

-Como tu invitas iré - el silencio entre ambos no era incómodo - Tengo una pregunta

-¿Cuál es?

-¿Cuantos años tienes? - pregunté

-Tengo 19, soy estudiante universitario, practicante para ser exacto, 1,79, a tu servicio - Sacó su billetera y me mostró su carnet

-Ya debes saber todo sobre mi

-Princesa Bourgeois, altura 1,68, peso 45 Kg por el modelaje, carácter fuerte y mandón algunas veces, ¿16 añitos cierto?

-Es más de lo que creí, espero en la entrevisté no preguntes cosas intimas - me sorprendí por las respuestas, no fueron tan malas como lo imaginé

Al llegar a la Heladería, pedimos un par de Froyos, además de tomarnos un par de fotos como evidencia de nuestra salida, siempre y cuando no las publique, pues mi padre espera que este en clases de ballet.

Cuando terminamos decidimos quedarnos a conversar sobre cosas interesantes de cada uno, el fue junto a mi y me dejó en casa.

Me quedé estudiando hasta tarde, debía hacer los deberes de mañana para tener toda la noche libre.

Mi teléfono sonó, un número sin agendar me llamó, como no conteste a tiempo decidí devolver la llamada. Es muy poco usual que un número no registrado me tenga agendada.

-Buenas noches, habla al teléfono de Chloe Bourgeois, ¿Qué desea?

-Soy Ambar - un silencio pareció eterno, esa voz - Chloe necesito que nos veamos en la Place Vendôme, mañana a primera hora si, no me falles, y no es una broma, te prometí estar contigo en todo momento, ¿o no pequeña abejita?

-Yoyo, mañana si, mañana - al otro lado de la llamada se colgó y mi corazón latía con fuerza, salí corriendo a la oficina de mi padre, tomé el autobús y me dejó en el Palacio del alcalde.

Entré desesperada, haciendo a un lado a la asistente de mi padre, la cual se estaba jalando los cabellos de la desesperación de que entre sorpresivamente.

-Padre, necesito hablar contigo urgente,  ¿Ambar dónde está? Nunca murió cierto - estaba frente al escritorio de mi padre con los ojos llenos de rabia y lágrimas - explica ahora