Capítulo XIII
El camino a la casa de los Corvick fue, durante la mayoría del tiempo, en silencio. Handree respondía las ocasionales preguntas que Luna le hacía y después silenciaban otra vez por lapsos largos, por lo anterior fue que Luna pidió escuchar la radio siendo Square Rooms de Al Corley su salvación, no obstante, resultó más efectiva una pregunta que lanzó el mayor.
ー¿Qué pensáis de todo esto? ーcuestionó Handree sin quitar vista del camino.
ーMe asusta el sólo pensar algo, no me gustan esta clase de cosas ーcontestó Luna en tono ameno para seguir conversando.
ーNo te culparé de eso ーse detuvo en un alto de cruce peatonal junto a más autos esperando que la calle quede libreー involucrarse en estos temas no es muy recomendable.
ーImagino cuánto, pero anda vos a decid que no a mamá y mi hermano ーal estar en un asiento trasero, se inclinó hacia adelante recargando sus brazos en el respaldo de donde el copiloto y observó al contrarioー ¿Sabéis una cosa? Hace unos días, mi hermano encontró la fotografía de una persona que dice fue familiar nuestro, tal vez sea sugestión mía, pero desde siempre me han sucedido cosas raras en la casa, he escuchado pasos y también solía ver sombras en una habitación en especial, apenas hace unos días escuché a alguien en esa misma habitación (...)
Handree escuchaba atento observando a la menor desde el retrovisor del auto, le parecía curioso lo que aquella decía, pues nunca lo creyó de alguien como ella.
ー (...) y resulta que, cuando mi hermano encuentra esta fotografía, la persona o lo que sea que me molestaba dejó de aparecer ーLuna se encogió de hombros y agregó con una ligera sonrisa de ironíaー yo llegué a intuir que quien me hacía todo eso es quien está en esa foto.
ーEs mucha coincidencia para evitar pensar eso ーpuso en marcha el auto para seguir su camino.
ーAsí, por eso creo que es él, imagino que buscaba que alguien lo encontrara ーafirmó Luna.
ーY a todo esto, ¿cómo es esa persona? ーpreguntó Handree por mera curiosidad.
ーEs un joven como de mi edad o menor y si no recuerdo mal, de cabello negro ーresolvió la menor.
ー¿Le habéis compartido esto a Shio? ーvolvió a preguntarー me parece que él es muy curioso como para que se quede quieto con este tema.
ーNo convivimos mucho últimamente, siempre conversamos poco tiempo y de temas sin sentido ーcompartió mientras recargaba su mentón en sus manos aún sobre el asiento del copilotoー ahora habla más con Aziz.
ーVaya tios, ¿cierto? ーsoltó una leve risa.
ーLidiar con ellos es una currada; dicen que Hab los hace y el diablo los une ーincorporó su cuerpo al asiento que le corresponde.
En la última charla el tiempo se fue volando. Llegaron a la casa de Alise más rápido de lo que parecía ser.
☆゚.*・。゚ Fragmentos (parte II) ☆゚.*・。゚
Elian y Aziz caminaron de vuelta con los demás. Al ser una mansión tan grande, cruzaron por diversos lugares antes de lidiar con el camino correcto y caer nuevamente en la oficina de Lucia.
ーElian, espera ーAziz desvió su rumbo segundado por el mayorー ahora que estoy contigo, creo que podré entrar y llevarme el aparato.
ー¿Qué te hizo no poder llevártelo? ーcuestionó Elian.
ーSinceramente, no lo entiendoーabrió la puerta sujetando la mano de Elian para darse valor de entrarー pero hay algo concentrado aquí que no quiere a nadie adentro o por lo menos creo que es el caso de Alise y mío.
ー¿Cómo lo sabes? ーElian se mostraba curioso con la seguridad del ajeno.
ーCuando vine con Alise, alguien apareció y lo escuché gritar que nos fuéramos. No me sorprende porque estamos invadiendo su territorio y lo advertí al llegar ーantes de concluir su hipótesis, se detuvo en seco dada la sorpresa que se llevó con mirar al fondo de la pieza.
ー¿Aquí estaba? ーpreguntó el mayor.
ー...Sí, estaba allá ーseñaló el lugar exacto en donde anteriormente encontró el fonoautografo, objeto que ahora no estaba por ningún lado.
ーSe lo habrá llevado alguien, pudo ser que entrara Handree o alguien más por habernos tardado ya ーintuyó Elian sin pizca de estar sorprendido.
ーNo sé, no me suena lógico ーnegó Aziz realmente acongojado y dando vuelta para retirarse del estudio.
Ambos presentes caminaron a la puerta, pero a cada paso suyo, una sensación de escalofríos y pesadumbre los envolvía como si hubiese una barrera densa bloqueando el oxígeno...entonces inclusive un silenció total se adueñó del momento; dominó tanto el paro de cualquier ruido que los chavales podían escuchar su propio pálpito cardíaco.
《...No quiero verlos...no quiero...》
Palabras que llegaron hasta los oídos de Aziz provocando que éste parara su andar en seco, luego su vista fue atraída como pez enganchado tras escuchar el escalofriante llanto de un niño arrinconado entre dos estantes y un librero al otro extremo del estudio, lugar donde también apenas pudo verle, pues su memoria tomó toda su atención al teletransportarlo a un recuerdo que había permanecido siglos en medo de telarañas y polvo. Era una suerte que lentamente recuperaba su identidad a base de fragmentos que, al principio, parecían irrelevantes.
******Flashback*****
Las almas en Nisarhei no dejaban de sumarse como una sobrepoblación, flotaban entre gritos y lamentos en coro al navegar por el mismo destino; cruel y ardiente muerte que las dejó hechas cenizas por las manos de un mundo sin humanidad.
Aziz, sentado en las ramas secas de un árbol en la frontera del mar-universo, observaba cada llegada de los espíritus. El reflejo de cómo los difuntos dejaban su cansado cuerpo atrás para transformarse en manchas fantasmales, recorría la terca pupila del peliazul con rechazo, puesto que al tocar cualquier nuevo habitante con su blanca mano se desprendía un pequeño destello inestable sobre el ente mostrando sus últimos recuerdos, le enfadaba notar que pocos eran los que no irrumpían el silencio con los gritos de súplica, encerrados dentro de contenedores de metal oxidados. Dado lo anterior es que repentinamente, al invadir los suvenirs de las almas, apareció la escena parteaguas.
《...Yo no quería hacerles nada...》
Los fragmentos del pequeño Lumerio; punto de quiebre que obligó a Aziz pensar en algo más allá de castigar. Haber visto el rostro aterrorizado de un infante a punto de ser devorado por cuanto diablillo existiera, ya golpeaba el pecho, revivirlo se volvió el colmo.
Posteriormente de ubicarlo, el peliazul se incorporó y siguió la trayectoria del espectro ya habiéndose bajado del árbol, pues una pregunta en su cabeza lo inquietaba al grado de interesarse por la respuesta ¿Por qué estaba él en Nisarhei? Y por desgracia, justo cuando tuvo muy de cerca su objetivo, tal cual una pantalla de tela fuese la visualización del recuerdo, la imagen sufrió un incendio que borró toda visión devolviendo al joven a la realidad.
*****Fin del flashback*****
Para cuando Aziz reaccionó, ya estaba afuera del estudio con Elian mirándole en preocupación. Todo pasó tan rápido, los sentimientos fueron fugaces y las dudas se fueron así como llegaron, lo único que seguía con vida era la sensación de incertidumbre y marasmo.
ー¿Me he perdido? ーAziz intentó contextualizar lo que sucedió mientras lo dominó su recuerdo.
ーAlgo parecido ¿Estás bien? ーel pelirrojo sostenía al ajeno de sus hombros como signo de protección.
ーSí, pero... Elian, estoy confundido. Vi cosas que no recuerdo haber vivido y de alguna manera les tengo cierto apego ーconsternado, recargó su espalda sobre la puerta del estudio y cruzó los brazos en un abrazo a si mismo. Lo recién ocurrido necesitaba tanto espacio dentro de su cabeza que optó por buscar palabras cálidas de su acompañante para calmarseー ¿Crees que estoy loco? ¿Todo esto no serán puras alucinaciones mías?
Elian tenía sus ojos plantados en Aziz esperando algunas palabras de respuesta segura, en cambio, cuando escuchó la pregunta no evitó encorvar sus cejas de incomprensión para luego hacer un gesto de duda.
ー¿De qué me hablas? ¿Por qué creería eso de ti? ーcuestionó el mayor.
ーSólo decía. Sabes donde vivo, también está el hecho de lo que pasó cuando me volviste a ver y lo de hace un rato ーsonrió con nerviosismo y preocupación, era notorio que ni siquiera sabía lo que decía o porquéー no tengo idea de lo que sucede actualmente en mi vida y ahora tengo una clase de recuerdos bizarros e imposibles que aparentan ser importantes en mi pasado.
Elian solamente escuchaba atento, no decía palabra alguna, como si no entendiera lo que parloteaba el menor, acto que al segundo le dejó decepcionado.
ーNo crees nada de lo que digo, ¿cierto? ーinterrogó Aziz con desazón y luego sonrió con amplitud, claramente fingiendoー es natural, ¿o no? ¿Quién le creería a un enfermo mental?
ー...Antes de encontrarte hace un rato, cuando entré a la mansión, aluciné cosas ーconfesó Elian repentinamenteー creo que vi a mi padre también y encontré esto después ーsacó de su bolsillo el fragmento que encontró al término de su alucinación y lo entregó al peliazul.
Con tan solo tocar el objeto, Aziz vio con claridad al hombre pelirrojo del retrato, pero no como cualquier persona, sino que sus gestos se transformaban en muecas endiabladas, inclusive resaltaban los colmillos y ojos aterradores. ¿Qué eran dichos fragmentos? ¿Por qué tenía esas imágenes como si fueran sus propios recuerdos? ¿Por qué...esta persona se presumía de tal manera aterradora?.
ーElian... ーel peliazul cogió de una mano al mayor llamando su atenciónー ¿Ya recuerdas por completo a tu padre?
ーNo estoy muy seguro, ¿por qué? ーrespondió el joven de ojos miel.
Aziz esperó un momento para responder, se preguntaba si lo mejor era seguir investigando o si la opción más viable sería primero tener preparada una teoría, por alguna razón, su intuición le decía que aguardara un poco.
ーTenía la curiosidad, antes dijiste algo sobre él y pensé que ya lo recordabas bien ーdijo Aziz cuidadosamente.
ーNo, no he tenido tanta suerte como tú ーagregó en un tono tan doble sentido que hacía dudar si hablaba de buen modo.
ーHey... por alguna razón ha de ser que aún no lo logras, es más, no sabemos si sólo nosotros estamos pasando por esto ーcontestó el peliazul con languidez por creer el ajeno le reclamaba de forma indirecta.
ーYo lo sé, no he reclamado nada, pero en caso de sólo ser nosotros, quizás se deba a que recién recuperamos la capacidad de recordar ーretomó el tema evadiendo los recelos del menorー no te angusties por los recuerdos que llegues a tener, tengo la sospecha de que siempre has sido un demente.
ー¿Eso debe hacerme sentir mejor? ーcon esa pregunta, una pequeña risa salió de sus labios y recogió en manos el candil, por poco extinta su vela, que yacía en el sueloー eres pésimo para consolar a las personas.
Con respecto al último comentario de Aziz, el pelirrojo frunció el entrecejo molesto, entonces el menor echó a reír para burlarse, era imposible sentirse molesto o tenso teniendo a Elian a su lado.
Por otra parte, Alise y Dalziel ya se habían reunido con Shio, por lo que la experiencia de aquel no demoró en ser compartida.
ーEso es imposible, debisteis imaginarlo o algo parecido ーdecretó Alise con su mentalidad completamente cerrada.
ーNo lo sé, Alise; no veo razones de porqué quiera imaginarlo y mentirnos ーdifirió Dalziel.
ーPero no hay pruebas tampoco. Christen no era un niño cuando murió y vos lo sabéis muy bien ーla mujer rubia comenzó a portar una postura a la defensiva.
ーVenga, después de todo, la idea es hablar con él directamente ーShio defendió los planes de Dalziel esperando que su madre no se molestara más de lo que ya estaba.
ー¿...Pero qué? ーAlise dirigió su vista de Shio a su hermano plasmando desaprobación totalー Dalziel, no es una buena idea. Yo sé que deseais hablar por lo menos una ves más con él, pero me asusta que puedan pasar cosas malas, ya lo he dicho miles de veces.
ーMadre, entiendo que tal vez no puedo opinar, pero... juro que en serio lo he visto, era él... Y de verdad necesita de alguien ーel joven rubio entrometió su pensar temiendo mirar a su progenitora, sin embargo, ya se preguntaba si seguía siendo buena idea explicar todo lo que vivió apenas unos minutos antes.
Parecía que Alise, más que acabar con el problema por el bien de todos, no tenía interés alguno en lo que ocurriera con Christen, caso contrario con Dalziel, quien buscaba hasta el cansancio hacer algo por él, situación que hasta ahora, Shio trataba de entender.
ー¿Tenéis alguna prueba de lo que decís? ーDalziel indagó con uso de lo que citó su hermanastra.
Alise vigilaba cada movimiento de su hijo con mucha atención, no le importaba que sus actos provocaban un poco de miedo en el crío, en cambio, cuando miró el fragmento que él mostró a Dalziel, quedó sin palabras.
ー¿Qué es eso? ーAlise caminó hacia su crío para observar mejor el objeto.
Para cuando los Corvick hacían por dezifrar el curioso objeto que Shio tenía en manos, Elian y Aziz por fin salieron de la mansión reuniéndose nuevamente, fue así como el peliazul consiguió notar desde lejos el mismo objeto que le mostró Elian, lo cual le pareció muy extraño.
ー¿Ves eso? ーsusurró Aziz al pelirrojo intentando ser discreto.
ーSi, tenías razón ーrespondió de la misma forma que Pekermarth.
Dejando a un lado el asunto del fragmento, Aziz también se dio cuenta nuevamente de la ausencia del fonoautógrafo, lo que significaba que, quien sea que miró en la oficina, era el único responsable de dicho acto, es decir... existía la posibilidad de no equivocarse con su insistente teoría y no estaba dispuesto a dejarlo pasar.
ー¿Qué es eso que traen ahí? ーcuestionó el peliazul para anunciar que había llegado junto al otro mozo.
Elian no contuvo sonreír entre dientes por la satisfacción que sintió al escuchar la pregunta de su compañero, le pareció verdaderamente adecuada, además... le interesaba saber porqué había otro fragmento similar al suyo.
Mientras que Alise y Dalziel recibieron bien a los recién llegados, Shiner tenia un ligero sentimiento de consternación con ver a Aziz, puesto que protagonizó un poco lo que experimentó y continuaba sin saber exactamente qué ocurrió, le resultaba imposible no estar incómodo.
ーLo ha encontrado Shio, acaba de explicar cómo, pero es muy difícil de creer ーrespondió Dalziel dejando que los menores se acercaran a observar.
ー¿Dónde lo encontraste? ーahora preguntó Elian al rubio estando detrás de aquel, de pie sin acercarse mucho.
ーBueno... yo... ーShio aprisionó su objeto con ambas de sus manos captando con nerviosismo que absolutamente todos lo estaban mirando, todos con un gesto de espera a excepción de Aziz, quien aparentó más bien darse por enterado de su tensión.
ーAlise... desde que estoy enterado de lo que de alguna forma quieren hacer, no me he opuesto ーinterrumpió Aziz deliberadamente dirigiendo su vista de Shiner a la rubia y Dalziel, lo que puede notar provocó un suspiro de parte del más jovenー pero debo confesar que pasaron cosas allá adentro que me dejan más que claro sí están haciendo algo mal, hay una persona aquí muy molesta con alguno de nosotros o de ustedes.
ー¿Por qué? ¿Qué pasó? ーpreguntó Dalziel muy interesado de saber más al respecto.
ーAlise puede decirlo, vio parte de lo que yo vi ーafirmó el peliazul buscando comprobar algunas de sus teorías.
ーYo sólo vi que el fonoautógrafo comenzó a funcionar ーresolvió Alise sin más, evitando el tema de haberse visto atrapada entre los pasillos de la mansión.
ー"Seguro estás más enfadado con ella..." ーdijo Aziz para sus adentros como si se comunicara con alguien más y pilló de un bolsillo de sus jeens la cajetilla de cigarrillos que llevaba consigo para tomar uno y encenderlo.
La actitud del joven Pekermarth dejó dudosos a los que le rodeaban, en especial a Elian, pues bien sabía que había temas por decir, el que permaneciera en silencio no lo miraba lógico, caso contrario a Dalziel ya que tuvo la oportunidad de estudiarlo anteriormente.
ー¿Entonces... qué decís al respecto? ーinterrogó Dalziel dirigiéndose al peliazul.
ー¿Qué se yo? Vosotros sois quien conocéis bien a esta persona, sabéis porqué está tan enfadada ーrespondió Aziz con una exhalación del tabaco y una ligera curva labial, después de aquellas palabras observó su cigarrillo con una mueca de repulsión, susurrándose un regañoー seré bestia, dije que lo intentaría dejar.
ー¡Aziz! ーexclamó Elian para traer de vuelta al mencionado, pero con un serio interrogatorio mental de qué sucedió con aquel.
ーDigo, seré franco y sostengo que él o ella no quiere que estemos aquí... y tengo una pregunta, de hecho ーel joven Pekermarth flechó su vista en Dalziel para cuestionarloー ¿Qué era esta persona de ustedes? Estoy aquí y no sé aún a quien están buscando.
ーCuando encontré este fragmento vi a un niño de nombre Christen ーpor fin Shio tomó el valor de hablar y caminar inmediatamente hacia Aziz para darle el fragmento y revelarle todo lo que vio.
Fue en cuestión de segundos que un fuerte y desgarrador quejido proveniente del ático sorprendió a todos con hacer tumbar lo que pareció ser toda la inmobiliaria de la habitación. Al final, la entidad de la mansión dejó en claro su furia y cólera con romper los vidrios en cada ventana de la construcción.
Dalziel no podía procesar lo que sus ojos observaban ni tampoco reaccionó a que lejanamente Alise le gritaba irse rápidamente del lugar, el marasmo del momento ensordeció sus oídos por completo, recordaba y veía claramente el rostro asustado de un niño pelinegro diciendo "Dalziel...tengo miedo, hay gente aquí adentro mirándome".
*****Flashback*****
ーDalziel, Dalziel... despierta, por favor. Hay personas gritando, me dan mucho miedo...
ーChristen...no me vengáis con eso ーnotó que las velas dentro de la habitación estaban encendidas y la noche más tranquila de lo usualー abrazad a Hatti y dormid de nuevo.
ーPero...ーChristen gesteó un puchero de llanto y abrazó a un lobo de felpa que reposaba a su lado.
ーNo hay nadie adentro, sólo nosotros ーretomó Dalziel ya medio dormido, posteriormente escuchó mientras dio la espalda al ajeno para recostarse otra vez.
ーHatti... también los ves ¿cierto?
****Fin del flashback*****
Un recuerdo de infancia estaba golpeando el total interior de Dalziel.
ー¡Lo lamento, Christen! ーDalziel gritó hacia la ventana del ático al forsejear sutilmente con Alise en acción de no irseー ¡Siento mucho no haber hecho algo para evitar lo que sucedió...!
Alise liberó a su hermano de sus manos inmediatamente después de escucharlo, en parte se asustó de tan repentino acto, sin embargo, le asustó más que los quejidos y gritos dentro de la mansión aumentaron su agresividad.
ー¡Dalziel, vámonos ahora! ーinsistió Alise con necedad.
ー¡No sigáis guardando rencor! ¡Yo siempre estuve para vos! ーel moreno continuaba llamando al bestial ser fantasmal, su garganta no dejaba de escupir la culpa que invadía dentro de su pecho.
ーEs mejor dejarle por ahora, vámonos ーAziz cogió de un brazo a Dalziel y tiró de él sin brusquedad para llevarlo consigo.
Dalziel insistió un par de veces antes de resignarse, ello conllevó a que nadie se entera de que los golpes y quejidos cesaron para moverse a detrás de la puerta principal de la mansión, ahora sólo con rasguños en la madera y sollozos.
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