Penumbra, luces tornasol flotantes cuan universo...

《Imaginad la oscuridad total, imaginad voces cerca y lejos de donde sentís estar de pie. Mientras sigues respirando, las voces se multiplican (...)》

Largos lamentos del más allá, risas de locura y resignación...

《Son más audibles, en cada parpadeo aparece sumada una figura adimensional oscura justo frente a vos y entes traslúcidos desfigurados (...)》

El suelo sostiene un mar cristalino reflejando todo el oscuro cielo lleno de almas en pena volando y chocando entre sí, perdidas en el infinito.

ーPoco a poco las voces se vuelven gritos y los entes amenazan agresivos acercándose sin que vos logréis mover un músculo... entonces descubrís que no es la imaginación, es la realidad.

ー¿Por qué todo después de la vida es tan aterrador?

ーTodo se ve de acuerdo al que observa. Si deseáis iros y cambiar de rumbo, al menos no olvideís jamás la importancia que llevan estas tristes almas en vuestra vida. Mínimamente merecen ser recordadas por alguien.

ー...Eclesidd... ¿Puedo deciros algo?

El anciano de túnica blanca, de nombre Eclesidd, asintió con sólo una mirada de sus pequeños ojos grises.

ーSiempre he sentido que sois como un padre; me habéis enseñado todo lo que conozco y lo que soy ahora, pero... también es por eso que he pillado un terror a la muerte... más grande de lo que puedo ser yo. Me asusta saber lo que sé.

ーCriatura, sin el miedo no os sentiríais vivo en estos momentos, no seríais capaz de saber lo que es amar, extrañar, temer, o morir de la euforia. Da gracias de tener este miedo recorriendo vuestros huesos ーinclinando su cuerpo a una baja estatura para emparejarse con su pupilo, le sostuvo de la coronilla en su pequeña cabezaー sin embargo, hijo mío, pequeño Aziz; no tenéis miedo a morir, apuesto a que le tenéis terror caníbal a sentiros solo, pero os recomiendo que veáis a la soledad como vuestro némesis más que como enemiga.

ー¿...Por qué? ーdespués de plasmar con su ojo una mirada de confusión, Aziz preguntó sus dudas.

ーPorque llegamos solos a existir... ーse incorporó y dio media vuelta para retirarseー vuestros orígenes tenían la labor de entrenaros para éste juego.

Aziz permaneció mudo, observando que Eclesidd se marchaba dejándole solo entre los espíritus perdidos de la humanidad. Ocupaba su vista en los destellos tornasol ensegecedores que se reflejaban en su pupila esmeralda, su marazmo externaba lo confundido que se sentía su corazón.

ー"Mi vida cambia de color al igual que estas luces... y si es tan hermosa como ellas se ven, debería estar bien... ーelevando unos centímetros su vista, se topó con las mismas luces provenientes del suelo, desapareciendo gradualmente al tocar una cierta altura en el fulgor del lugarー algún día me desvaneceré también... ¿Quedará algo de mi cuando eso ocurra? Me siento tan insignificante ahora..." ーal casi concluir la conversación consigo mismo y ver al anciano del tamaño de una hormiga por la distancia, dio media vuelta para irse también y perderse entre las sombrasー Nissarhei será un punto final para mi camino.

Con la silueta de Aziz desapareciendo, el arco de ramas que nombraba tan tétrico lugar como Nissarhei, quedó cada vez más lejano del joven, marcando una gran despedida a sus raíces.

Penumbra

Alise abría desesperadamente cada puerta en la mansión, todas y cada una de las habitaciones eran exactamente igual, ninguna se salvaba de contener el suelo vacío y las paredes roídas por arañazos más las salpicaduras de sangre seca. La mujer rubia entraba en un estado de exasperación y claustrofobia por sentirse atrapada sin más luz que los destellos entrantes entre ventanas y cuarteaduras de la vieja mansión.

ー¡Por favor, quien sea que sois, déjadme salir! ーexclamó Alise llena de miedo a mitad de un largo y oscuro pasillo.

Después de esa petición, una puerta más se abrió justo detrás de Alise, pero a diferencia de que las anteriores veces las había perturbado la mujer, esta se abrió sola de par en par, o al menos fue lo que la visitante presintió al volver atrás su mirada, pues la presencia del espectral niño Lumerio pasó desapercibida.

Mientras tanto, Handree, Dalziel y los hijos de Alise atestiguaron los golpeteos de las puertas que Alise abría desenfrenada, tal cual sucedió con las pisadas, extrañamente los sonidos parecían provenir de otro plano.

ーDalziel, de verdad no me da confianza que estén los críos aquí ーcomentó Handree al moreno con total seriedad.

ーDe hecho, quiero irme... ーconfesó Luna con un gesto de inocente temor.

ーAdelante, yo aviso a Alise cuando vuelva ーDalziel sonrió aceptando la propuesta del mayor.

Y antes de que los gemelos salieran junto con Handree, el moreno detuvo a este último unos segundos.

ーSi ellos preguntan algo al respecto, no digáis nada ーargumentó Dalziel al ver a sus sobrinos afuera de la mansión.

ーVale ーHandree estrechó su mano en el hombro del menor y salió del lugar.

Handree puso en marcha su auto con Luna adentro y Shio siendo el único que seguía afuera. El rubio ya tenía una mano sobre la puertecilla del vehículo, no obstante, sus ojos se hallaban fijos en la punta que asomaba la chimenea de la mansión a la lejanía, por algún motivo del cual aún no contaba consienta, no quería irse... quizá ese motivo tenía explicación en el fantasma sin rostro que le correspondía la mirada desde detrás de uno de tantos árboles en el terreno, al pillarle quedó impactado, su rostro formó un gesto de miedo, pero en su pecho no había tal, no había alguna secreción de hormona que le mandase escapar.

ーHandree ーanunció Shio cerrando la puerta del auto sin haber entradoー yo me quedo.

ー¿Por qué? ーcuestionó Handree observado la determinación del menor.

ーHermano, estáis demente ーreprochó Luna con un tono de voz incrédulo y una risa de incomprensión.

ーGracias, lo sé ーel ojiazul respondió a su hermana con sarcasmo y una sonrisaー hay algunas cosas que quisiera confirmar ーahora respondió al mayorー hablé con mamá en una ocasión y... honestamente no estoy en paz.

ーVuestra curiosidad puede ser peligrosa ーcomentó Handree suponiendo bien lo que vendrían siendo las verdaderas razones del chaval.

ーOstias, no me piraré al barranco ーbromeó el menor con una sonrisa y aclaró para terminarー pero sí quisiera hablar con mamá, lo que sea que esconda tarde o temprano presiento que yo lo iba a descubrir.

Handree no pudo hacer más que encojerse de hombros resignado y aceptar que en ese tema no se le permitía meter mano.

ーEspero vernos pronto después de todo esto ーdespidió el mayor.

ーYa, hierba mala nunca muere ーaquellas fueron las últimas palabras que Shiner respondió antes de dar paso a que el auto avanzara.

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Murmullos, gritos, chiteos, susurros, balbuceos...

《¡Arde, esto arde mucho!》《¡Os están observando!》《Te persiguen de cerca...》《¿¡Por qué te ríes!?》

ー¿¡Por qué no se callan!? ¿¡Por qué siguen aquí!? ーla cabeza de Aziz daba vueltas y punzadas con todos los ruidos pareciendo venir de todas partes a mitad de las penumbras.

Risas, cantos, llantos, sonido de uñas arañando una pizarra...

《¡Shhh, shhhh, que no escuchen!》《¡Callad!》《No, no... no hay nadie》《¡¡jajaja me duele!!》

ー¡No quiero escucharlos ya, váyanse!

Por mucho que deseara cerrar los ojos, Aziz no soportaba arriba de un segundo a ciegas, pues cada vez que parpadeaba, aparecían varias sombras delante suyo; los espectros no tenían forma y eran de paso fugaz, más que mirarlas, al casi albino le aterraba el hecho de que al cerrar los ojos, esas presencias se acercaban más y más a él.

Carcajadas, lamentos, voces, voces y más voces... más balbuceos.

《¡Jajajaja, nooooo!》《¡Hey, hey! ...voltead detrás vuestro...》

El peliazul comenzó a retroceder en cuando se percató de que las sombras ya hacían a centímetros suyo, no obstante, mientras retrocedía, mayor era la velocidad con la que le perseguían y mayor el volumen de los ruidos; contextualizar la vivencia del joven es meter el pellejo dentro de una caja oscura que, para los nervios de su víctima, de poco en poco encogía dejándole sin respirar y con sólo una ventana reflejando sobre su luz las partículas de polvo flotando y las presencias acosadoras.

ー¡Sólo son alucinaciones, imbécil de coña, sólo son espejismos...! ーla imagen de los labios de Liar diciendo tal decreto con una voz demoniaca, se metió en la cabeza de Aziz taladrando en su cerebroー ¡Sólo son ilusiones, no son reales! ¡Grábalo en vuestra inútil cabeza de una puta vez!

Así fue como la visión de Liar sonrió psicópatamente desatando la ansiedad en el peliazul de arañarse los brazos, sin en cambio, cuando sangrar no bastó para lograr que las alucinaciones se detuvieran al volver en la realidad, con manos temblorosas encendió un cigarrillo fumándolo sin control. El joven se hubiese tranquilizado de no ser porque un destello de sus antiguas pesadillas apareció como un flasheo en su pupila.

《¡¡Devuélvelo!!》《¡Devuélveme lo que te has llevado!》

"Abismado en las penumbras, el eco de una voz fue opacado por el macabro rugir de una bestia, aquella que dejaba ver sus enormes ojos azul noche entre la oscuridad".

《¡¡Devuélvelo...!》《...Devuélvelo...》

"No fue distinguible si quiera en qué momento cambió el fulgor por un mar helado, en menos de un segundo, la vista quedó perdida en un inmenso océano rojo haciendo dramático el respirar un olor a sangre y tragar agua.

El dolor de ser devorado por una bestia negra dejaba sensaciones punzantes e insoportables en el cuerpo, gritar no era una opción cuando el mar podía entrar por la garganta y las fosas nasales.

ー¡¡¡Elian!!! ーfue lo poco o nada que Aziz logró suplicar cayendo al fondo del mar con los colmillos de una criatura monstruosa atravesando cada parte de su pequeña piel a segundos de ahogar su existencia".

Fueron vívidas las visiones a tal grado que, al reaccionar, Aziz sintió literalmente el agua en su garganta; tosió y tosió tanto que Elian pudo escucharlo desde otra habitación. En cuanto el pelirrojo escuchó el llamado, corrió a prisa persiguiendo el sonido ya con su candil encendido de nuevo; después de un par de puertas y piezas erróneas, lidió con su objetivo.

ー¡Hey! ¿Estás bien? ーbrindó un soporte al menor con sus brazos para que aquel no se tumbara en el suelo.

En cuanto Aziz dejó de toser y solamente recuperaba el aliento, miró al mayor a su lado y no evitó fruncir el ceño enfurecido.

ー¿¡Por qué no hiciste nada para ayudarme!? ーsosteniendo con fuerza las mangas de la chaqueta de Elian, comenzó a reclamarー ¡Estabas ahí y dejaste que me hicieran daño!

ー¿¡De qué demonios estás hablando!? ーal no entender porqué Aziz reaccionó tan alterado, inmediatamente se liberó de las manos del primer mencionado con un movimiento brusco de sus brazos.

ー¿Vendrás a decir que no sabes nada? ¿O es que seguramente estabas tan ocupado en desear ver a Heios que ni cuenta te diste? ーsus recuerdos cayeron tan desbordados que la reacción errónea de enojarse le controló por completo.

ー¡De verdad estás loco! ¡No puedes actuar tan agresivo sin ninguna explicación! ーElian también exasperó y aún más descontrolado que el contrarioー ¡Bien debería irme y dejarte aquí en plena oscuridad para que te las arregles tú solo!

ー¡Es lo que mejor sabes hacer! ¡Lo peor de todo es que te importa tan poco que ni siquiera te acuerdas de lo que hiciste! ーenfrentó al mayor acercándose más a él.

ー¡Me importas tan poco que todavía conservo el maldito cascabel que me diste! ーdel bolsillo de sus jeans, sacó el cascabel negro que guardó antes, al sentirse tan molesto, se atrevió a lanzarlo al suelo para después pisarlo hasta romperlo en trozos, acción suya que notó dejó a Aziz estupefacto.

El peliazul sintió que una parte suya en el interior se quebrantó junto con el cascabel; entonces sus ojos se cristalizaron levemente, por primera vez en su vida, gracias a un dolor provocado por alguien de su importancia. En primer lugar no recordaba el cascabel hasta que lo miró recién, le sorprendió saber que Elian lo había conservado después de tantos años... y en segundo lugar...su corazón y sus débiles memorias dictaban que significaba muchísimo más de lo que Elian era capaz de imaginar.

ーSiempre resuelves los conflictos rompiendo todo lazo con las personas... ¿verdad? ーintuyó Aziz, al principio, sin poder mirar al pelirrojo.

ーCuando no saben escuchar a los demás, es lo único que funciona ーa su subconsciente llegaron las imágenes del mismo hombre que miró en el cuadro con todo y su postura de autoridad dictadora.

ーSabes que yo no soy tu padre ーaclaró el menor notoriamente más tranquilo.

ー¡Entonces deja de actuar como él gritando a lo bestia y alejándome sin razón! ¿Acaso eres idiota? No tienes justificación para desquitar conmigo tus problemas (...) ーdeteniendo sus palabras en seco y como un hacha de filo imposible, la vergüenza lo descuartizó sin piedad por darse de cuentas de lo que acababa de decir, por ende no se dio el derecho de hacer más que callarse de una vez y recorrer con sus pupilas cada facción en el rostro del peliazulー "Su mirada de enfado es tan penetrante... que no necesita sus dos ojos para aplastarme con fuerza... ¿Cómo puedo ser tan egoísta? Le exijo no culparme de casi haber muerto y yo me viví todo nuestro pasado desquitándome con él por mi suerte... Soy peor que un demonio".

ーNunca vas a cambiar, siempre serás déspota tratando a todos como larvas ーmientras lanzó sus reproches, levantaba los fragmentos del cascabel, acción que no resultaba fácil dada la oscuridad de la pieza.

ー...Escucha (...) ーhincado de cuclillas para alumbrar sobre el suelo con el candil, intentó ayudar a levantar las piezas del cascabel, pero Aziz le detuvo cubriendo con su brazo.

ー¡No los levantes! Quién los rompió fuiste tú, no sirve que intentes cubrir algo que tú mismo has arruinado ーsu actitud ya cruzó del odio a la indignación.

ーEscucha ーel pelirrojo recalcó su intención y cogió la mano de Aziz para llamar su atención, luego una coincidencia cayó a cuenta de haber acogido la mano que cargaba el escombro del cascabelー me reclamas algo que no recuerdo todavía... Ya sé que no te traté de buen modo antes, también que dejé a un lado lo que sentías por debajo de mi propio bien ーrecargó el candil en el suelo y sostuvo ambas manos del menorー no soy quién para decirte lo que haces mal, ni siquiera sé si nos beneficia estar aquí en esta mansión, pero no seas tan injusto. Sólo pido me permitas hacer mis enmendaduras.

ーElian... yo entiendo que tuviste una crianza equivocada; tu padre no fue el mejor modelo que pudiste tener ーrespondió mientras liberaba una de sus manos para acariciar el angustiado rostro del pelirrojoー supongo que tienes enseñanzas egoístas con raíces de miles de generaciones y son difíciles de mejorar, pero tampoco esperes que lo deje pasar sin más.

ーLo sé, lo sé... lo sé ーel cerebro de Elian colapsó por un momento mandándolo a decaer su mirada, después apoyó su frente en el nudo de cariño creado por el agarre de manos con Aziz, ese afecto tan cálido que no perdía su magia ni con el pasar de los años.

Aziz sonrió con mirar al joven delante suyo; pudo ser que sus recuerdos resultaron repugnantes, no fueron precisamente los que necesitaba o quería recuperar, pero aún así... odiar a Elian era completamente nulo ¿Cómo odiar ese rostro lleno de infinitas expresiones que aún no terminaba de conocer en su totalidad? Además, su debilidad resultaba ser admirar las ligeras pecas en las mejillas del pelirrojo, bien sabía que son las únicas marcas no producto de algún golpe de experiencia en la cruda vida.

ーMaduraste mucho, ya no eres un retoño malcriado como te gritonee antes. Lamento lo que dije, me dejé llevar ーpese a que sus mejillas sonrojaron levemente por la timidez, tomó iniciativa de besar la frente del ajeno.

ーNo... no, no te disculpes, si no lo decías yo no iba a reaccionar ーaceptó su error y posteriormente observó al peliazul, decisión causante de sentir un fuerte impulso por abrazar a ese tierno casi albinoー ven aquí...

Al abrir Elian las palmas de sus manos para el abrazo, dejó caer por accidente lo que vendría siendo el cascabel íntegro y ruidoso, consiguiente a esto y sin ser notado si quiera, el objeto rodó alejándose de la luz del candil hasta donde la sombra dominaba.

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Shio volvía a la mansión caminando por entre todo el terreno de árboles, hacía un esfuerzo por andar rápido ya que la noche no demoraría ni un minuto en caer, pero por más a prisa que se obligó a caminar, no evitó la bienvenida que le preparó el destino.

El rubio escuchó voces no muy lejos de donde estaba, tampoco era una distancia grande a la mansión, así que de inmediato creyó que se trataba de Dalziel y su madre, entonces no le dio importancia, pero de un tris a otro, el adimensional que lo vigilaba antes se posó frente a él en silencio provocándole un sobresalto; rápidamente la incomodidad dentro del joven no tardó en recorrer su sangre acompañada de ligero miedo, ya no sabía si correr o permanecer quieto, sólo podía contener su lenta respiración.

Ojalá el ojiazul hubiera reaccionado a tiempo, antes de que el espectro abriera enormemente su oscura boca con un quejido de ultratumba y se abalanzara hacia su víctima sin permitirle gritar o escapar si quiera, en un dos por tres, toda luz existente se fundió.

La noción del espacio/tiempo perdió todo sentido dado que sin razón alguna comenzó a nevar y los árboles del terreno dejaron de ser naturaleza muerta, también se respiraba un olor a ceniza por toda extensión, sin importar cuánto se deseara escapar, era imposible, pues, desde que el joven Corvick volvió de su marazmo al oír gritos desgarradores dentro de la mansión ya no abandonada... entendido que fue enviado al pasado.

Gracias por leer🍂