Capitulo dedicado a mi LizetRodriguez530 espero te guste bb
Gracias por participar en la dinámica 🥰

Al día siguiente, Taehyung se despertó antes del amanecer. El reloj marcaba las 4 de la mañana, y el cielo aún estaba oscuro. Miró a Jungkook, que dormía profundamente a su lado, su rostro relajado y sereno. Sin querer despertarlo, Tae se levantó en silencio y se vistió rápidamente.

Antes de salir, tomó un pequeño trozo de papel y escribió una nota para Jungkook:

"Buenos días, Jungkook. Me he ido al trabajo temprano. Te quiero mucho. Nos vemos más tarde. -Tae"

Dejó la nota en la almohada junto a Jungkook y, con una última mirada amorosa, salió del apartamento, cerrando la puerta con cuidado detrás de él.

El aire de la mañana era fresco y crujiente, y Tae respiró profundamente, disfrutando del comienzo de un nuevo día. Caminó hacia su tractor, que estaba estacionado a un lado del granero. Encendió el motor, y el ruido familiar llenó el aire, dándole una sensación de normalidad y propósito.

Mientras trabajaba en los campos, sus pensamientos volvían una y otra vez a Jungkook. La noche anterior había sido un sueño hecho realidad, y aunque la rutina del día a día continuaba, sabía que algo fundamental había cambiado en su vida.

Después de un par de horas de trabajo en el campo, Tae se dirigió hacia el establo para alimentar a los animales. Los caballos relinchaban suavemente al verlo, y las vacas y ovejas se acercaban, esperando su desayuno. Taehyung trabajaba con eficiencia y cuidado, asegurándose de que cada animal recibiera la atención y el alimento que necesitaba.

Mientras vertía el heno en los comederos y llenaba los bebederos con agua fresca, una sensación de paz lo inundó. Este era su mundo, y ahora lo compartía con Jungkook, aunque fuera de manera indirecta. La idea de tener a alguien especial esperando por él al final del día hacía que cada tarea pareciera más liviana y más significativa.

El sol comenzó a asomarse en el horizonte, bañando los campos con una luz dorada. Tae se detuvo por un momento para admirar la vista, su corazón lleno de gratitud y esperanza. Sabía que había encontrado algo especial en Jungkook, algo que valía la pena cultivar y proteger.

De vuelta en el apartamento, Jungkook se despertó con los primeros rayos del sol. Al girarse, notó la ausencia de Taehyung y encontró la nota en la almohada. Una sonrisa se extendió por su rostro al leer las palabras de Tae. Se levantó, sintiéndose renovado y lleno de energía, listo para enfrentar el día con la misma pasión y dedicación que Taehyung.

Ambos, aunque separados por sus responsabilidades, llevaban en sus corazones la certeza de que habían encontrado algo verdadero y profundo. Y mientras Tae cuidaba de los animales y Jungkook se preparaba para su propio día, ambos sabían que el amor que compartían los mantendría unidos.

Taehyung estaba en el campo, ocupado con sus tareas diarias, cuando recibió la llamada que cambiaría su vida para siempre. La voz al otro lado del teléfono era seria y compasiva, informándole del trágico accidente que había ocurrido esa mañana. Sus padres, quienes habían ido a la ciudad a entregar productos de su granja, habían fallecido en un terrible choque con un conductor ebrio.

El mundo de Taehyung se derrumbó en un instante. Soltó el teléfono, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. Su corazón se sentía pesado, y sus piernas temblaban. Cayó de rodillas en el suelo, las lágrimas brotando de sus ojos mientras el dolor y la incredulidad lo abrumaban.

En el taller, Jungkook estaba atendiendo a un cliente cuando escuchó el rumor. El hombre, sin saber la conexión de Jungkook con Taehyung, hablaba sobre el accidente con una mezcla de tristeza y morbo. Jungkook sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Sin pensarlo dos veces, dejó todo lo que estaba haciendo, cerró el taller apresuradamente y se dirigió a toda prisa hacia la casa de Taehyung.

Cuando llegó, encontró a Taehyung en el suelo del granero, sus hombros sacudidos por sollozos silenciosos. Jungkook se acercó rápidamente, su corazón rompiéndose al ver a la persona que amaba en tanto dolor. Se arrodilló junto a él y lo abrazó con fuerza, ofreciéndole todo el consuelo que podía.

-Tae, estoy aquí -murmuró Jungkook, su voz suave y llena de preocupación. -No estás solo. Estoy contigo.

Taehyung se aferró a Jungkook, su cuerpo temblando mientras el dolor y la tristeza lo abrumaban. Las palabras de Jungkook eran un pequeño consuelo en medio de su devastación, pero sabía que necesitaría tiempo para sanar de una pérdida tan grande.

Pasaron las horas, y Taehyung, con la ayuda de Jungkook, comenzó a hacer los arreglos necesarios. Amigos y vecinos del pueblo llegaron para ofrecer sus condolencias y apoyo, y poco a poco, el hogar de Taehyung se llenó de gente que quería ayudar.

Durante los días siguientes, Jungkook estuvo al lado de Taehyung en cada momento. Lo ayudó a organizar el funeral, a atender a los visitantes y a manejar todos los detalles prácticos que una tragedia así implicaba. Pero más que nada, estuvo allí para sostenerlo, para escucharle y para asegurarle que no estaba solo.

El día del funeral, el pueblo entero se reunió para despedirse de los padres de Taehyung. Fue una ceremonia llena de lágrimas y recuerdos, y aunque el dolor era profundo, también había un sentido de comunidad y apoyo que ayudaba a aliviar un poco la carga.

Después del funeral, mientras la casa se vaciaba y la noche caía, Taehyung y Jungkook se sentaron juntos en el porche. Tae apoyó su cabeza en el hombro de Jungkook, sintiendo una mezcla de tristeza y gratitud.

-No sé qué haría sin ti, Jungkook -dijo Taehyung en voz baja, sus ojos todavía hinchados por el llanto.

-Siempre estaré aquí para ti, Tae -respondió Jungkook, besando suavemente la frente de Taehyung. -Vamos a superar esto juntos, un día a la vez.

aunque el camino hacia la sanación sería largo y difícil, Taehyung sabía que con Jungkook a su lado, podría encontrar la fuerza para seguir adelante. En medio de la pérdida y el dolor, el amor que compartían se convirtió en una luz que les guiaba, recordándoles que, incluso en los momentos más oscuros, no estaban solos.

Los días posteriores al funeral fueron difíciles y confusos para Taehyung. La ausencia de sus padres era un vacío constante en su vida, y cada rincón de la granja le recordaba su pérdida. Sin embargo, la presencia constante de Jungkook le daba fuerzas para seguir adelante. Jungkook no solo ofrecía su apoyo emocional, sino que también se arremangaba y le ayudaba con las tareas diarias, asegurándose de que Tae no se sintiera abrumado por las responsabilidades de la granja.

Una mañana, mientras el sol comenzaba a iluminar los campos, Taehyung y Jungkook se sentaron en la mesa de la cocina, tomando café en silencio. Taehyung miró por la ventana, observando cómo la luz dorada bañaba la tierra que tanto amaba.

-Jungkook, -dijo finalmente, rompiendo el silencio, -he estado pensando en lo que sigue. La granja es todo lo que tengo, y no quiero abandonarla. Mis padres trabajaron tanto para construir esto, y quiero honrar su memoria continuando su legado.

Jungkook asintió, comprendiendo la determinación en los ojos de Taehyung.

-Lo entiendo, Tae. Y quiero ayudarte en todo lo que pueda. Esta granja es tu hogar, y ahora también es parte de mi vida. Vamos a hacer que funcione juntos.

Con ese compromiso renovado, ambos se lanzaron al trabajo con una nueva energía. Jungkook, quien no tenía mucha experiencia en la vida rural, aprendió rápidamente bajo la guía paciente de Taehyung. Pronto, se convirtió en una parte integral del funcionamiento diario de la granja, desde cuidar a los animales hasta manejar el equipo agrícola.

A medida que pasaban las semanas, la rutina diaria y el trabajo duro ayudaron a Taehyung a encontrar una nueva normalidad. Aunque el dolor de la pérdida seguía presente, la compañía y el apoyo de Jungkook le dieron la fortaleza para seguir adelante. Las noches se convirtieron en momentos de consuelo y cercanía, donde hablaban de sus sueños y planes para el futuro, apoyándose mutuamente.

Un día, mientras trabajaban en el campo, Taehyung se detuvo y miró a Jungkook con una sonrisa.

-Jungkook, he estado pensando. ¿Qué te parecería si expandiéramos la granja? Podríamos cultivar nuevos tipos de productos, quizás incluso abrir una pequeña tienda aquí para vender directamente a nuestros vecinos.

Jungkook sonrió ampliamente, emocionado por la idea.

-Me parece una excelente idea, Tae. Sería una manera maravillosa de honrar a tus padres y de construir algo juntos.

La idea de expandir la granja les dio un nuevo propósito. Comenzaron a planear y a trabajar en nuevos proyectos, explorando diferentes posibilidades y aprendiendo nuevas técnicas de cultivo. La tienda en la granja se convirtió en un sueño compartido, un símbolo de su amor y dedicación.

Los meses pasaron, y la granja floreció bajo su cuidado. La tienda se abrió, y pronto se convirtió en un lugar popular para los vecinos, que venían no solo por los productos frescos, sino también por la amabilidad y calidez de Taehyung y Jungkook.

Una tarde, después de un día particularmente exitoso en la tienda, se sentaron juntos en el porche, mirando el atardecer. Taehyung tomó la mano de Jungkook y la apretó suavemente.

-Gracias, Jungkook, por estar a mi lado y por ayudarme a encontrar una nueva dirección en la vida. No podría haberlo hecho sin ti.

Jungkook sonrió y besó la mano de Taehyung.

-Siempre estaré aquí para ti, Tae. Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa.

En medio de los campos que amaban y que habían trabajado juntos, encontraron no solo un hogar, sino un futuro lleno de esperanza y posibilidades. Su amor y dedicación a la granja y el uno al otro les dieron la fuerza para seguir adelante, recordándoles que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay luz.

Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste 🥰